Hakurei Cancerus, que decir de él.

Hakurei era un chico italiano, con un gemelo llamado Sage. Según se dice los gemelos son muy unidos, al grado de casi inseparables...su caso no fue así, Hakurei y Sage eran el agua y aceite.

Desde pequeños fueron diferentes, Hakurei, el mayor, era muy hiperactivo, parlanchín, travieso, alegre, todo lo opuesto a su hermano Sage, este era más tranquilo, silencioso y obediente, un pequeño adulto decían sus padres.

Nunca fueron unidos, sus gustos eran distintos así como sus amigos, cosa en la que diferían mucho, increíblemente Sage tenía más facilidad para hacer amigos pese a su carácter serio, mientras Hakurei no, le costaba mucho relacionarse, siempre se ponía muy nerviosos, no sabía que decir y terminaba huyendo, la verdad era muy tímido.

Cuando creció la relación con su familia se quebró aun más, sus padres siempre le echaban en cara su comportamiento, que no fuese como su hermano al cual adoraban, sus bajas calificaciones, que comiera mucho, todo parecía molestarlos.

Esto ocasiono que el chico se aislará por completó, volviéndose alguien huraño y resentido, se sentía solo en ese enorme mundo.

Logró entrar a la universidad, se título en leyes y consiguió un mediocre trabajo en un pequeño bufet en Italia. Pero pese a esto no se sentía feliz. Se mudo a un pequeño apartamento, solo, hablaba con sus padres muy debes en cuando y con su hermano, el famoso neurocirujano de la familia, casi nada, salvó una felicitación en su cumpleaños y ya.

¡Deja de ser tan mediocre! ¡has un doctorado u otra cosa! ¡Eres un adulto, compórtate como tal!

Esos dos no podían estar juntos en una habitación por más de un minuto sin que empezarán a pelear, qué Sage le recriminara su existencia y empompara sus logros, como Hakurei siempre decía.

Al final el mayor decidió romper todo lazo con su familia, no se sentía agusto con ellos, renunció a su trabajo y se mudo a Grecia, quería alejarse de todo y todos.

No fue fácil adaptarse a un nuevo ambiente, por fortuna había estudiado idiomas en su juventud, como un intento de ser mejor que su hermano y sus padres le vieran a él...no lo logró.

Comenzó con trabajos sencillos, como camarero, asistente y cosas así, pese a su título le estaba costando trabajo encontrar un puesto en esa área, tal vez Sage tenía razón, debió continuar estudiando.

Por dos años estuvo sobreviviendo, solo, aún le costaba relacionarse con las personas, ya que a muchas no le agradaban los extranjeros y mostraban una sonrisa falsa, cosa que siempre le ha molestado, si no quieres hablar con alguien ¡No lo hagas! Que te saluden por compromiso es molesto, siempre lo había visto así.

Más a finales de ese año todo cambio.

Hakurei decidió hacer caso a su hermano e ingreso a la escuela nocturna para empezar con una maestría hasta llegar al doctorado, ahí es donde conoció a Zaphiri, el que se convertiría en su mejor amigo y más.

Su relación no inicio bien, la verdad esos dos se llevaban de la patada, siempre discutiendo, en lados opuesto y fastidiandose uno a otro, pero esos sí...con mucho respeto.

Había algo que le hacía sentir admiración por Zaphiri, no sabía que, pero se sentía agusto con el.

El carácter fuerte del moreno,su forma de pensar y actuar, respetuoso de la ley y movido por la intención de ayudar.

Era un tema en el que siempre coincidían, los dos habían sido abogados para ayudar a las personas, no por el dinero e intereses, los cuales se conseguían trabajando para personas poderosas pero malas, no. Zaphiri de verdad quería ayudar a la gente y llevar a los culpables a la cárcel, de verdad quería hacer un cambió...igual que él.

Conforme avanzaba el tiempo comenzaron a conocerse mejor, por primera vez alguien no le juzgo, ni le dijo que sus padres tenían razón o que su hermano era mejor.

Debió ser difícil para tí...a nadie le gusta ser comparado u menospreciado.

Si, le reprendía a veces por su carácter infantil y formas de proceder, muchas ellas lo metían en problemas y le traían conflictos con los profesores pero, después de conocerse bien Zaphiri comenzó a apoyarlo y ayudarle, en ocaciones defendiendole.

El tiempo pasaba y su amistad comenzó a fortalecerse, al grado que comenzó a tenerle un cariño especial.

El escorpión era alguien con quién se sentía agusto y en confianza, alguien que le brindaba la paz y el apoyo que siempre quiso, que lo hacía sentir apreciado y valioso.

Siempre quiso tener ese tipo de relación con su hermano, por desgracia nunca se logró, pero ahora.

La amistad que sentía por Zaphiri comenzó a transformarse en un amor fraternal. Sabía que podía contar con él, que el moreno no le abandonaría a su suerte como su hermano lo había hecho. Con el paso del tiempo su relación se hizo más estrecha al grado de ser aceptado en la familia de este. Calvera era una mujer muy dulce y cariñosa que no tardó en hacerle sentir bienvenido a la familia...su nueva familia.

Los dos terminaron la maestría y siguieron por el doctorado, para ese entonces Zaphiri ya había conseguido trabajo en un pequeño bufet, e hizo todo lo posible para conseguirle uno a su compañero, cosa que el cangrejo agradecía.

Su carácter huraño y tímido fue cambiando, volviendo a su antigua actitud infantil y alegré, recuperando esa confianza y don de la palabra, algo muy necesario para su profesión.

Casi siempre trabajaban juntos, de no ser así siempre terminaban pidiendo consejo entre ellos. Un punto de vista explosivo y uno mas sensato y calmado, la mancuerna perfecta.

De eso ya había pasado bastante tiempo, el cangrejo y escorpión habían vivido muchas cosas.

Vio a su amigo formar una familia, tener tres hermosos hijos a los cuales adoraba y consideraba sus sobrinos pese a no tener un lazo de sangre, lo vio sufrir por el abandono y descepciones amorosas, de las cuales se sentía culpable ya que él lo había animado a invitar a salir a esas brujas, almenos habían dejado algo bueno y eso eran los pequeños.

Ahora lo veía encontrar nuevamente el amor, está vez uno que estaba seguro jamás lo dejaría y le apoyaría como él se lo merece.

Para Hakurei, Zaphiri era su familia, y no le abandonaría ahora que más lo necesitaba, lo apoyaría como él lo había hecho.

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(Antes de Navidad)

Zaphiri había ingresado a la oficina de su jefe, listo para lo que venía.

El moreno no podía seguir trabajando ahí, bajo las órdenes de uno de los lacayos de ese sujeto, no si quería llevar ante la justicia a Mitsumasa Kido y que pagará por lo que le había hecho a Krest.

Estaba decidido, iba a renunciar, abriría un pequeño bufet el solo y por sus medios llevaría a ese sujeto a la cárcel.

Con mano firme tocó la puerta, no había marcha atrás.

Arles se encontraba sentado en su escritorio, revisando unos documentos en la computadora, solo le dió una vista rápida, indicando que hablara ya que estaba muy ocupado.

-señor Metaxas, necesito hablar con usted.

-¿que sucede Scorpions?

-yo, voy a renunciar.

Arles dejo de teclear y se giró a verle, Zaphiri estaba frente a él, con un semblante serio y decidido. El azabache lo escaneo unos segundos antes de soltar una carcajada.

-muy gracioso Scorpions, ve a trabajar.

-no estoy bromeando señor, aquí está mi renuncia.

Zaphiri dejo la hoja en el fino escritorio de caoba, cosa que sorprendió a su jefe.

-puedo saber el motivo.

-yo....ya no me sien...

🚪 (Portazo)

¡Ah! ¡Zaphiri porque no me esperaste! Quedamos en hablar juntos

La puerta se abrió de golpe dando acceso a Hakurei, el peliplata entro sonriente a la oficina, para acción seguida dejar su renuncia en el escritorio junto a la de su compañero.

-jefe, renunciamos.

El cangrejo sonreía de oreja a oreja, mientras se paraba al lado de su amigo y colocaba su mano en su hombro como señal de apoyo.

Tras enterarse que Arles y Mitsumasa tenían relación, sabía que solo era cuestión de tiempo para que su compañero decidiera renunciar, sabía que ya no estaba a gusto en la firma, y está sería un impedimento para poder demandar a ese maldito, sería un camino difícil para el escorpión, pero el estaría a su lado.

Zaphiri miraba sorprendido a su compañero, no le había comentado nada ya que no deseaba inmiscuirlo, debió de imaginar que no se quedaría al margen, lo conocía muy bien y sabría lo que haría, si bien quería negarse y decir que no era necesario, una parte agradecía el apoyo.

La verdad esto le sorprendió, y molesto a Arles, Zaphiri y Hakurei eran dos de sus mejores abogados, siempre tenían los casos listos, no gastaban muchos recursos, tenían tacto con la gente por lo cual estás los solicitaban específicamente a ello, y podía jurar que les trataba bien, no les pagaba lo justo pero...

-le agradecemos mucho la oportunidad señor, pero es momento que estos polluelos dejen el nido, abriremos nuestro propio bufet ¿Cierto bicho?😆

-...si, así es, muchas gracias por la oportunidad señor Arles, pero, como ya dijo mi compañero, es momento de abandonar el nido.

Una decisión difícil...y peligrosa, tenían que empezar de cero, hacerse de un nombre y juntar los medios para hacer pagar a ese maldito, les llevaría tiempo, pero estaban seguros de lograrlo.

*****////***

El año nuevo les llegó con una sorpresa, tras una semana decidieron comentar a sus familiares la decisión, estos dudaron un poco pero no tardaron en apoyarlos con una sonrisa en el rostro.

Las tres primeras semanas buscaron un local para colocar su oficina, era pequeño, pero así es como empiezan los mejores proyectos.

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-¡Listo! La cafetera ya está

Hakurei levantó orgulloso el artefacto, había logrado repararle, emocionado cual niño pequeño no tardó en conectar y llenar de agua el recipiente.

-ah, no entiendo para que quieres eso, si no te gusta  el café.

-hay Zaphiri, no es para mí, es para los clientes, con el frío del demonio que hace en invierno, almenos tenemos que invitarles una tazita de café...o té.

El bicho no pudo evitar sonreír, recien habían abierto y en toda esa semana no había tenido ningún cliente, sabía que esto sería difícil, pero esperaba que la situación mejorará.

Por el momento ambos ocupaban su tiempo investigando los movimientos de Kido, basándose en la información que Hades les dió.

-oye, aún no le ponemos nombre al negocio, digo, no crees que sería bueno bautizarlo.

-...mmm...si, supongo.

-¡Ya lo tengo! Que tal ¡Los termibogados! Suena genial.🤩

-...😑...

-no, mejor ¡Por encima de la ley!...no, eso suena muy narco.

-...

-que te parece ¡La legión! Muy imponente, no.

El bicho solo rodó los ojos, en ocaciones su amigo era peor que sus hijos.

Con calma saco unos volantes que recién había mandado a imprimir, era una sorpresa pero esperaba le gustase a su compañero.

Hakurei tomo una de las hojas, llevándose una gran sorpresa.

🦂Brotherhood.🦀
 
Asesoría legal.

El moreno le mostró un par de tarjetas negras, con sus nombres en color plata, donde se podía leer el lema de atención directa de la familia Scorpions Cancerus.

Esto le emociono mucho, saber que Zaphiri también lo consideraba su hermano era enternecedor.

- Brotherhood...suena genial.

-...que bueno que te gustó.

El bicho sonrió y continuó leyendo, el también estaba feliz de contar con su hermano ahí.

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Por favor, pasé, siéntese le daré un poco de café.

Ya pasaban de las cuatro cuando Avenir y Ecarlate ingresaron a la oficina, acompañados de un hombre alto con cabello morado y un parche en el ojo.

-permitame presentarlos, ellos son los abogados. Hakurei Cancerus y Zaphiri Scorpions, chicos el es señor Harbinger Tourus, requiere una asesoría.

-una sesolia papá

Avenir había ido a llevarles algo de comer en compañía de su pequeño sobrino, Krest se encontraba ayudando a Calvera, Kardia hacía tarea y Milo, el daba vueltas como loquito en compañía de Alquiles, en el pequeño jardín de la abuela y bajo la mirada de su hermano, que levantaba la cabeza cada cinco segundos para ver qué estuviera bien, por lo cual Avenir se ofreció a llevarles algo de comer junto a Ecarlate.

-escuchen, el señor Taurus sufrió un accidente en el trabajo hace un par de días y su empresa no quiere hacerse responsable. Señor Taurus porque no les cuenta.

-ah, si, verán, ase unas tres semanas mi jefe me pidió arreglar un imperfecto en una máquina, soy ingeniero, ya había terminado mi turno, por lo que estaba por regresar a casa, pero el señor Odison me ordenó reparar una de las prensas o me corría. Estaba trabajando en ello cuando la máquina se prendió, ya que no le habían dicho a nadie que estaba haciendo mantenimiento, la prensa estaba floja por lo cual uno de los pernos salió volando y se me impacto en el ojo...ah, perdí mi ojo por ello.

-ah, lamento oír eso.

-gracias. El problema es que la empresa no se hizo responsable, incluso me dijeron que fue mi culpa por hacerlo fuera de mi horario de trabajó, no me pagaron los gastos médicos y...ayer me despidieron, por mi condición dicen que no soy productivo.

-¡Eso es un atropello! ¡Cretinos!

El borrego se encontraba muy enojado con el asunto. Se había topado con el toro de camino a la oficina de su pareja, pasaba a su lado cuando esté preguntaba por los precios de una asesoría legal en su teléfono, parece que eran muy caros ya que solo agradeció y colgó, como quien no quiere la cosa, se acercó disimuladamente y pregunto si todo estaba bien, valiéndose de artimañas logró sacarle la verdad a ese extraño, no tardó en sonreír y decirle que le llevaría con un par de abogados muy buenos los cuales le ayudarían.

-bueno, podemos proceder con una demanda por discriminación y despido injustificado, después si logramos comprobar que el señor Taurus fue obligado a reparar fuera de su horario y la negligencia de la empresa.

-si, perdone ¿Su jefe acostumbra a seguir empleandolos fuera de su horario?

-si, lo hace todo el tiempo, ese cretino se cree nuestro dueño.

-entonces, es de suponer que varios de sus compañeros se han visto envueltas en algo similar, obligados a trabajar horas extra ¿Las paga?

-no, nunca lo hace.

-ya veo.

-ehmmm, pe-perdonen pero, no tengo mucho dinero, pague la operación y... ¿Cómo cuanto me costaría?

Los otros dos se vieron antes de sonreír.

-por el momento señor...nada, pero al terminar, si logramos ganar, un veinte porciento de lo que gane, en caso de que no...pues.. nada.

-ah....¿Encerio?

-claro. Pero por ahora, hablemos de su jefe ¿Cómo lo trataba?

Los dos abogados comenzaron a hacerle preguntas mientras le ofrecían un poco de té, el café de momento lo prohíbe el doctor, y Ecarlate le ofrecía unas galletas.

Avenir les veía, sonriendo, esos dos parecían niño con juguete nuevo, de verdad adoraban su trabajo.

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Finalmente su pequeño bufet comenzaba a trabajar, dando sus primeros pasos para un futuro exitoso, el cual alcanzarían juntos...como hermanos.

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Hellooo, holi,holi

Lamento tardar tanto en actualizar.

Digamos que pase un fin y principio de año muy malo que no se lo deseo ni a mí peor enemigo. Pero bueno, los dioses escucharon mis súplicas y todos seguimos aquí.

Pasemos a lo importante.

Primero que nada, está historia será la única que actualize, unos cuatro o cinco capítulos más y se acaba, por lo que ya deseo darle fin.

En segundo lugar.

Voy a hacer una votación en mi perfil (todo sobre peque Balam) para saber con cual historia seguir, van a estar todas ahí junto a un pequeño resumen de lo que sucederá en la historia, para que vean cual quieren.

Eso sería todo de momento, un gran beso y nos leemos después.