Viajeros
- Evan - La voz gruesa de Mephiles ha provocado un ambiente hostil, el tipo llamado Evan sigue sosteniendo mi brazo con bastante fuerza, y sus facciones siguen tan duras como su misma presencia, pero no por mucho tiempo.
- Como sea - Su agarre se relaja y con mala cara, me suelta como si mi brazo fuera un simple trapo, por suerte logro mantenerme de pie incluso después de la ligera sacudida, ¡será idiota!.
- ¿Nos ayudaras? - El erizo vetado parece preocupado por mi decisión, y yo no lo sé, no tengo una respuesta clara en mi cabeza. No tengo idea si lo que me han dicho sea real o no, en todo caso, sería una mentira muy bien diseñada y compleja.
Me mantengo callada por un momento, sobando la parte apretada de mi piel observando muy atenta la cabaña en la que descansan, incluyendo los rostros ajenos, uno muy preocupado y el otro como si pareciera darle igual si acepto o no.
Con lo brusco que es, sería capaz de obligarme a ayudarlos, puedo imaginarlo.
- Tengo que salir de éste lugar - Musito con desconfianza, acto que causa más molestia en Evan, el cual no se mortifica por hacerme saber que está furioso respecto a lo que digo - Y ustedes también deben hacerlo, se nota que están cansados.
Seguramente tienen sed, hambre y bastante sueño, recuperar toda la energía que perdieron durante su viaje.
Mephiles parece pensarlo, buscando apoyo en su compañero que se niega a verle a la cara, supongo que debe ser un orgullo y que se niega a aceptar mi ayuda en esos aspectos.
- Sobrevivimos con la comida que encontramos aquí, moras y otros vegetales - Espeta Evan, pero creo que Mephiles piensa diferente.
- La comida de nuestra dimensión apenas y es comestible, no tienes por qué preocuparte. Éstas condiciones son mucho mejores - Trata de mantenerse de acuerdo a lo dicho por su compañero. Y logró comprender.
- Me niego a dejarlos aquí - Interfiero, no por nada soy obstinada - vengan a casa conmigo.
- ¿Y si alguien nos ve?.
- Les aseguro que mantendré a mis amigos alejados de mi hogar, nadie irá a visitarme y podrán estar más cómodos - Digo confiada, demasiado a decir verdad. ¿Realmente puedo hacerlo?.
Parece que están retomando la idea, están meditando las posibilidades así como yo en creerles.
- Entonces estás de acuerdo en ayudarnos, por que descansar nunca ha sido lo nuestro, no podemos tomarnos ésto a la ligera, ¿a caso no lo entiendes? - Evan vuelve a aproximarse con desesperación.
- Lo haré - Digo con fuerza, la suficiente para hacerlo detener el paso y que me preste atención - Pero tengo que tener confianza así como ustedes conmigo.
- Es un trato.
- Pero nada de juegos - Musito aún preocupada, estrechando la mano de ambos erizos - ¿Dónde estamos?, tendremos que caminar mucho para llegar a mi casa.
- No hace falta - Mephiles vuelve a sostiene mi cintura, no pude evitar sobresaltarme y temblar por los escalofríos, Evan coloca la suya sobre el hombro de él, y la cortina de humo negro vuelve a aparecer mientras nos rodea.
Aquí vamos de nuevo.
Sus pequeñas colas se movieron con inquietud, la preocupación estaba llenando su mente de forma insegura.
Muchas preguntas y dudas se formaban, estaba caminando de un lado a otro dentro de su taller sin siquiera continuar con sus otros trabajos.
Revisando de vez en cuando la computadora grande y el comunicador de brazalete en su muñeca, nada. Ninguna noticia de Amy.
Por la puerta, Cream y Sonic observan con detenimiento el comportamiento de su amigo zorro.
- ¿Cuánto tiempo lleva así? - Pregunta la pequeña coneja, moviendo ambas orejitas con cierta curiosidad.
- Casi una hora, hace unos minutos estaba en el comunicador tratando de llamar a Amy, pero ella no ha contestado - Dice con seriedad al recargarse en el mural de la puerta, un tanto preocupado, era verdad que ya había tardado un poco en reportarse.
- ¿Qué pasa con Amy? - La preocupación en la coneja aumenta al escuchar a su mejor amiga ser nombrada, después de tanto tiempo sin saber de ella, lo primero que recibe pueden ser malas noticias.
- Luego de la misión fue al centro de comunicaciones para entregar la máquina de Tails - Explica, tratando de calmar en vano a la pequeña niña - No ha regresado, llamado o incluso informado si ya lo entregó.
- Uhmm, ¿creés que algo le haya pasado? - Demuestra sus nervios al apretar la tela de su vestido. El erizo duda en revelarle su obvia preocupación, por lo que trata de actuar de forma relajada.
- Nah, ella está bien, es Amy después de todo, no importa quién se le atraviese ella es capaz de mandarlos lejos con su martillo - Interrumpe Tails con una pequeña y fingida tos al encontrarlos merodeando cerca de su taller.
- ¿Qué están haciendo? - El zorro parece estar interesado en la conversación.
- Sólo hablamos de lo fuerte que es Amy, que no deberíamos preocuparnos por ella, a veces hay que soltarnos un rato, ¿entiendes? - Trata de darle a entender, sin alarmar a la coneja.
Pero unos pasos detrás de ambos se escuchan cerca, luego, unas púas con vetas rojas aparecen a sus espaldas.
- Y relajarse mucho convierte a la gente en holgazanes - Espeta Shadow al llegar a la entrada.
Sonic rueda los ojos mientras Cream le abre el paso con cierta mirada de admiración.
- ¡Señor Shadow!, ¿qué lo trae por aquí? - La coneja parece más animada que el resto. Sin duda es extraño ver al azabache cerca, y cuando tiene la oportunidad, puede admirarlo desde lejos o en poco silencio, para ella, él puede ser bastante amable.
- Cierta eriza debía haber llegado a su entrenamiento, supuse que estaría con ustedes, pero creo que está siguiendo los consejos de su gran líder - Observa con desprecio a Sonic, queriendo desatar su enojo sólo por burla y gusto.
- ¿Tampoco está contigo? - Nuevamente interrumpe Tails, poniéndose más paranoico de lo que ya estaba - Por un momento pensé que fue a entrenar y dejó el comunicador de lado. ¡Maldición!. Si no está contigo entonces podría... - Murmura regresando a su mismo caminar, no va a detenerse hasta no obtener respuestas.
- Entonces se pone serio - Musita el azulado, observando el reloj de la pared, ya ha pasado demasiado tiempo - Voy a intentar llamarla, Cream, haz lo mismo, le diré a los demás si pueden contactar con ella - La niña asiente, mientras tanto, dirige su mirada a su compañero zorro, parece inmerso en sus pensamientos - cuida de Tails, ¡vuelvo enseguida!.
Como un destello azul, desaparece completamente al empezar a correr fuera del taller. Incluso si es necesario, va a merodear por la zona del parque por si se encuentra ahí. Aunque espera que esté con alguno de sus amigos.
- Señor Shadow, ¿cree que pueda llamarle? - Cream entra a donde se encuentra su pareja, parece que Tails está teniendo un ataque al corazón al ver que cada mensaje y llamada son ignorados.
El azabache creé que están exagerando, pero con la desaparición de Eggman y sus ataques, podría... ¿habría sido atacada?. Al prestar atención a la palabras anteriores, niega con la cabeza, la coneja frunce el ceño acercándose a la computadora.
Teclea un par de cosas hasta encender el localizador.
- No aparece - Dice, mientras el azabache se acerca para observar en la pantalla los puntos de diferentes colores, entre ellos, los pequeños de color naranja, amarillo y negro que se encuentran en su ubicación.
- ¿Me pusieron un rastreador? - Molesto, Shadow chasquea la lengua con molestia, Cream puede notar su enfado y Tails parece ponerse nervioso por la presencia del erizo.
- No lo usamos a diario - Explicó el zorro, pero eso no fue suficiente explicación para el erizo; agarro su hombro con fuerza para empujarlo de costado con el escritorio. La mesa se tambaleó y Cream tembló ante lo repentino que fue.
- ¿No lo usan a diario?, ¿qué mierda es esa? - Espetó con fuerza, Tails trataba de zafarse del agarre, odiaba cuando debía de darle explicaciones al erizo, ni siquiera sabía por qué deberían soportarlo con lo terco y necio que es, el equipo no lo necesita.
- ¡Fue idea de Sonic! - Gritó la coneja, llamando la atención de ambos mientras se interpone en la pelea - Él tuvo la idea de los rastreadores, sólo para cuidarnos, nunca fue con mala intención.
Shadow arruga el ceño, sin despegar la mirada de la pequeña que luce asustada por la seguridad del zorro, decide soltarlo y tomar algo de distancia. Acto que calma lo suficiente a Cream para sentir que tiene todo bajo control.
Los tres vuelven a mirar atentos la pantalla, el punto rosado no se encuentra en los lugares cercanos y nada indica que esté en su casa. El punto azul de Sonic se mueve con rapidez por distintos lugares, pero parece que tampoco ha encontrado nada.
- Tal vez lo apagó, o tuvo un accidente con el brazalete y este se rompió - Las palabras de Cream tenían sentido, pero apagarlo, jamás, por más importante que sea la situación deben permanecer todo el tiempo encendidos.
- No lo creo Cream, ella...
- Ahí - Justo cuando Shadow habló, el punto rosado ya se encontraba activo en la pantalla, Tails sintió calma, tecleó tan rápido como pudo y los más extraño era verlo en la ubicación de su casa. Totalmente extraño.
- ¿Lo apagó? - Pensó Tails en voz alta. Preguntándose el por qué, no tenía sentido.
- Puede que si...
- Tengo que ir a verla - Tails se apresura a buscar su comunicador, encima de la mesa de herramientas donde lo ha dejado cargando.
- Voy a avisarle a Sonic, señor Shadow, ¿no le importaría..., uh. ¿Señor Shadow?- Cream voltea, pero no encuentra al azabache.
Incluso Tails se sorprende por la desaparición del erizo, pero la pantalla confirma que se encuentra camino a la casa de Amelia.
Ambos suspiran, tratando de calmarse y alejar esos nervios y preocupaciones.
Por lo menos la han encontrado.
El humo comenzaba a desaparecer de nuestro alrededor, aparecimos justo en la sala de mi casa, todo como recordaba. Mephiles soltó mi cintura y Evan se alejó, ambos empezaban a ver con curiosidad los muebles entre otras decoraciones.
Suspiré tranquila y el sonido de mi brazalete me alarmó, más de diez llamadas pérdidas de Sonic, Cream y Tails incluyendo el buzón de los mensajes.
- ¡Que tonta!, debí haberles avisado - Digo en voz alta, tratando de entrar a los chats y responder a los mensajes.
- ¿Avisar, a quién...? - Mordí mi labio inferior al escuchar la voz sería de Evan, mirándome mientras Mephiles agarraba una figura de unicornio de cristal que estaba encima de mi mesa de centro.
De pronto, no la agarró lo suficiente y el unicornio resbaló de sus manos, cayendo al suelo como si fuera en cámara lenta, pero cuando casi toca el suelo logró agarrarlo, ¡que buenos reflejos!.
- Nadie, sólo, olvidé mandar un mensaje a mis amigos y están preocupados - Confieso - Pero no se preocupen, ya he contestado y dudo que veng-
El sonido del timbre me interrumpió, Mephiles y Evan prestan toda su atención al frente, me miran esperando qué hacer, señalo el piso de arriba y Mephiles asiente.
Acercándose a Evan con velocidad, logra chocar contra él y juntos desaparecen como una cortina de humo, incluyendo el unicornio de vidrio.
Trato de relajar la impresión, respiro profundo antes de abrir la puerta y encontrarme con algunos de los chicos.
Tengo que inventar algo creíble, « ¡Tú puedes, Amelia! » me digo a mi misma, apretando mis puños y soltando las preocupaciones, me acerco a la puerta y le quito el seguro.
- ¡Amy!.
- ¿Sonic? - Observo sus púas azules, me saluda como si verme fuera un milagro.
- Amelia - Escucho la voz gruesa de cierto erizo, parado en la parte del jardín, parece que acaba de llegar.
- Shadow... - ¿Los dos vinieron a verme?, por favor, espero que Evan y Mephiles no hagan demasiado ruido allá arriba o nos descubrirán.
¿Por qué tiene que pasar esto ahora?
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