Cambio de look
Mis piernas comienzan a acostumbrarse cada vez más a correr grandes distancias, los entrenamientos funcionan, estoy orgullosa de ellos.
Lo único que me preocupa es el hecho de haber dejado a un par de erizos de otra dimensión dentro de mi casa, ¡solos!, ¿qué tipo de cosas extrañas estarán haciendo?, quizás y ya hasta se hayan robado mis cosas.
Detrás de un par de árboles más, puedo ver la luz que emana mi farol de la entrada, dentro de la lista que le dejé a Mephiles, le escribí que la mantuviera encendida, todas las noches lo hago hasta la mañana siguiente cuando debo despertar.
Uff, puedo suspirar, al menos sé que mi casa está entera; bajo la intensidad de mi velocidad hasta detenerme frente a las pequeñas escaleras mientras recupero el aliento.
Al llegar a la puerta toco el timbre dos veces, pero no escucho nada... absolutamente nada.
Pego mi oído a la puerta para asegurarme que sigan en casa, y no hayan decidido irse a buscar las esmeraldas sin mi, claro, si esa era su idea. ¿Quizás se están escondiendo?, es lo más probable.
—¿Evan, Mephiles?, soy yo Amy, déjenme entrar - alzo la voz, lo suficiente para ser escuchada por la sala y hasta la mitad de las escaleras, todo porque las noches aquí son maravillosamente calladas y tranquilas.
Siento la fría brisa de la noche en mi rostro y en mi cuerpo, todo el día sufriendo de calor y un bochorno insoportable, pero las noches son tan refrescantes que me encantan.
Recargo mi frente sobre la puerta, a la espera de que alguno de los dos me abra, o quedarme afuera y buscar la manera de entrar por mi cuenta pero, hay algo por lo que mi corazón me ha estado doliendo desde que salí de la casa de Sonic, incluso cuando estuve con Shadow y... joder, ¡casi nos besamos afuera del taller!.
Me carcome la duda en mi ser, ¿acaso él no sospechó nada?, o puede ser que probablemente me he convertido en una buena actriz.
Estoy tan avergonzada y de sólo recordar su caliente aliento tan cerca de mis labios me provoca una sensación de lujuria que, debería dejar de pensar en eso, si.
Escucho los seguros de la puerta abrirse tan rápido que, solo siento cuando abren la puerta y mi cuerpo se va hacía el frente por inercia, pongo los brazos adelante y cierro los ojos mientras espero el golpe pero, no llego ni siquiera a tocar el suelo.
— Abre los ojos - escucho la voz de Mephiles, siguiendo su orden decido abrirlos, todo está oscuro pero, gracias a la luz de la farola de la puerta puedo darme cuenta que me sostiene con una de sus manos, ¡con razón siento la blusa apretada, la va a arruinar!.
Bajo la mirada y mi sostén puede notarse, el color rojo del material de encaje, lo que me faltaba.
— ¿Usas encaje? - las luces se encienden de repente, ahora mis mejillas están más rojas que antes.
— ¡Kyaa!, atrevido, ¡¿qué tipo de pregunta es esa?!- respondo con molestia, cubriéndome mientras cruzo los brazos y trato de poner algo de fuerza en las piernas para alzarme, pero su mano jalándome la blusa me complica el trabajo.
— Deja de molestarla, Mephiles - menciona Evan al mismo tiempo que se acerca para verlo con cierta ira en su mirada, el vetado solo alza los hombros con indiferencia y ésta vez, siento el golpe en el suelo contra mi nariz — pudiste haberlo hecho con calma, no de golpe - estoy de acuerdo con él.
Tras acomodarme la blusa, ahora bastante estirada gracias al erizo, sobo mi nariz afectada cerrando la puerta con mi mano, aprovechando para ponerle los seguros.
— Dijiste que la soltara, pero no cómo - oh no, no trates de zafarte la culpa, erizo pervertido.
— Mierda, me dolió - reclamo molesta mi nariz es algo sensible, supongo que es uno de los puntos débiles, si sale sangre podría marearme, al menos no fue un puñetazo.
Ya recuperada del pequeño ardor, doy un vistazo rápido por la sala y la cocina pero todo parece estar tal y cómo lo he dejado, bastante sospechoso quiero decir.
— ¿Salieron?, todo está tan limpio. ¿Hicieron algo, no? - pongo ambas manos en mi cintura mientras los observo a ambos de manera acusadora.
— Si esperabas encontrar tú casa patas arriba, estuve así de cerca de hacerlo - Evan me mira con desinterés mientras se acuesta en uno de los sofás grandes, parece un adolescente con serios problemas.
— Estuve revisando la casa, hay muchas cosas interesantes que desconocemos pero, Evan no quiso buscar conmigo.
— ¡¿Husmearon entre mis cosas?! - repito con cierto enojo, tanto que siento mis puños apretarse, odio que revisen entre mis objetos, todo tiene un valor; me preocupa lo que haya podido encontrar.
— Te dije que se molestaría - escucho el susurro de Evan hacía Mephiles cuando notan mi incomodidad.
— Está bien - dijo Mephiles, mientras levantaba las palmas de sus manos y su energía de humo se dispersaba, hasta que desapareció. ¿Cobardía, dónde?.
Perfecto, un erizo esparcido por mi casa como humo de cigarrillo y un holgazán en el sofá, es perfecto.
— ¿Ellos saben algo sobre nosotros, han notado alguna anomalía? - ahora nuestra pequeña reunión en mi cuarto se estableció debido a un par de disculpas de Mephiles, husmear en mi habitación pareció darle el conocimiento sobre mis amigos y conocer un poco sobre ellos, según dice él, "algo necesario".
— Sólo estaremos al pendiente de una futura aparición respecto a las criaturas, mhm. Sin embargo, ¿ellas no volverán a aparecer, no? - les pregunto a ambos, estamos en el suelo con las piernas cruzadas y el dispositivo de holograma en el centro, observando las grietas que aún no se rompen de su dimensión y de la nuestra.
Quedarnos en la sala levantaría sospechas si alguien de los chicos decide iniciar un patrullaje nocturno que, no dudo que Sonic lo inicie, se veía bastante preocupado y no descansará hasta hallar una respuesta.
— No podemos estar seguros de eso - responde Mephiles, mostrando una de las imágenes de algunas criaturas de su dimensión, seres completamente diferentes con mutaciones que provocan nauseas.
— De todas formas mientras ellos estén al pendiente con las criaturas, nosotros podemos reunir las esmeraldas antes de que la brecha del postal se haga más grande - complementa Evan mientras abre el mapa con la ubicación al portal, bastante alejada de la ciudad, casi hasta la otra punta.
— ¿Cómo pudieron llegar aquí tan rápido?.
— Mephiles y su habilidad, sólo seguimos... seguimos unas coordenadas - se aprieta los labios como si tratara de ocultarme algo.
La luz del holograma es la única presente en la habitación, su rostro se ve azul por la luz y sus ojos, se encuentran tan apagados pero ciertamente muy profundos, no sé lo que estás pensando, pero quisiera saberlo.
— Encontramos en el televisor un tipo de comercial que daba la invitación a un museo, se abrirá mañana y su exposición especial es una de las esmeraldas, de color azul para ser preciso - menciona, tratando de buscar por el holograma la dirección del museo de la ciudad.
Su noticia me despeja de la duda y le pongo completa atención, buscando en mi celular por Internet para comprobar, y efectivamente aparece, una nueva atracción, "La energía de la esmeralda", mostrarán cómo usar su energía y las buenas acciones que podrían realizarse con ella.
— Se abrirá mañana - muerdo mi labio inferior mientras lo analizo — podría ser arriesgado pero...
— Tenemos que ir - interrumpe Evan levantándose del suelo.
— Pero, ¡nunca he robado algo! - comento, no me siento muy orgullosa por la idea más sin embargo, es la única opción y conociendo que las esmeraldas están dispersas, tener una podría hacer la diferencia.
— Piensa que le robas algo a un villano, ¿vale?, será fácil, con nuestras habilidades unidas robar esa esmeralda será pan comido, incluso podría ir sólo Mephiles, pero necesita un guía - por primera vez lo veo alentarme, ambos erizos se levantan del suelo, Mephiles enciende las luces mientras me pongo a su altura, casi.
— Pero no puedo ir así - replico antes de que Mephiles utilizara sus habilidades — si voy y las cámaras nos captan, no puedo dejar que sepan que yo estuve implicada, la policía podría buscarnos, peor aún, ¡mis amigos!.
— Podría usar sólo la sombra - replicó el erizo vetado.
— Pero no sabrías dónde está la esmeralda y no tenemos tiempo para buscar un mapa, ¿sabías? - Evan recogió su proyector flotante.
— Déjenme pensar... ¿qué puedo usar? - me mantuve pensativa un tiempo, hasta que recordé algunos disfraces en mi armario guardados dentro de una caja vieja.
La busqué hasta encontrarla, la saqué y el polvo también hizo de las suyas, me provocó una picazón en la nariz causándome tres estornudos pequeñitos.
— ¿Usarás una caja encima? - se burló Evan antes de que pudiera siquiera abrirla.
— Me sorprende que tengas sentido del humor, tras ese rostro amargado, es impresionante - rematé tan bien que, frunció el ceño y se dio la vuelta para ponerle atención a otros objetos en mi habitación. ¡Toma eso erizo!.
Saqué de la parte de arriba algunas bufandas viejas, un sombrero de pirata con el garfio hasta la barba falsa, aún hay muchos disfraces pero, necesito encontrar uno que se acople al plan "sigiloso".
— ¿Qué se supone que es esto? - escucho a Mephiles decir y sostener la barba falsa de pirata. Sería gracioso si solo él... ¿qué mas da?, ¿por qué no puedo intentar?.
— Es la barba de un temido pirata, barba blanca pantalones agujerados, el más temido zorro de todo el océano - inventé, sus orbes miraban la barba con cabello falso de color blanco con asombro — Y se utiliza así... - quité la barba de sus manos para tratar de ponérsela, pero sus manos detuvieron mi intención sosteniendo con poca fuerza mis dos brazos que sostenían la barba falsa.
— No creo que sea correcto usar la barba de un pirata reconocido, y que haya muerto, es grotesca la costumbre que ustedes tienen en ésta dimensión - replicó con cierto asco en sus palabras, <Vale Amy, hay que parar el tren de las bromas>.
— Te estoy tomando las púas Mephiles - sonrío para tratar de quitarle seriedad, decido ponerme la barba para mostrarle — Es falsa, es sólo un disfraz de la noche de brujas, no es nada horrible, a excepción por algunos disfraces y las casas del terror que ocasionan bastante miedo.
— Te ves ridícula - suelta el vetado cuando me regala una corta sonrisa; bueno, el disfraz sólo lo usé una vez.
Escuchamos algunos ruidos detrás, era Evan sacando el resto de los viejos disfraces de la caja gasta llegar al fondo.
— Creo que encontré el indicado - saca y sostiene un traje negro de licra junto con su máscara, mi viejo traje de ninja — Estamos listos.
¡Hey!, un pequeño mensajito, sé que no he estado activa en ésta cuarentena, pero créanme que tengo mis borradores bien guardados y siendo algunos, reconstruidos.
Ya sea por que realmente la idea que les tenía se ha modificado o porque no me han gustado para nada. Además de que he metido algunos cambios a mi vida para organizarme más. Sin embargo, no vengo a hablarles de excusas si no a informar, que tienen que estar muy atentos a las actualizaciones que les van a llover.
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