Capítulo 2x13: Fin del juego.
Capítulo 2x13: Fin del juego.
¿Qué pasa cuando la verdad no nos gusta? ¿cómo actuamos en un momento así? ¿aceptamos la verdad con resentimiento o intentamos transformarla para que, de alguna manera, esa verdad se convierta en una nueva y conveniente verdad?
- Sam, - dijo Jake para llamar mi atención. – venga dime ¿cómo estás?
Si se pudiese asesinar a alguien con la mirada, estaba claro que Jake hubiese muerto al menos diez veces en un segundo.
¿Qué cómo estaba? ¿cómo quería que estuviese? Iba a pasar los peores quince minutos de mi vida y todo por un estúpido juego que parecía pensado para arruinarme la vida.
- Vale, vale… ya me imagino que no muy bien. – dijo al comprender mi estado.
Abrí la botella de whisky y tras echar como medio vaso, me lo bebí en apenas dos tragos. Dejé que el calor del alcohol calmara mi estado de ánimo o al menos lo ahogara por unos minutos, con quince me iba bien.
- No hemos hablado de ella desde que estáis juntos. – volvió a hablar Jake.
Era cierto, antes de que yo volviese a ver a Anne, Jake era el que me iba diciendo como se encontraba y en muchas ocasiones, le aburría contándole las ganas que tenía de volver a verla o lo mucho que la echaba de menos. Pero cuando al fin me decidí a ir a verla y empezamos nuestra relación, las charlas sobre ella terminaron, pues ya no necesitaba desahogarme sobre el tema.
- Ya sabes lo que siento por ella y supongo que tú, mejor que nadie, sabe lo que ella siente por todo el mundo. – dije con amargura en la voz y volviéndome a servir otro trago.
- También sabías lo que ella sentía por Marcos y el que ahora ella sea tuya, no significa que sus sentimientos hayan desaparecido.
- PERO NO DEBERÍA SER ASÍ. – grité golpeando la mesa en la que estaba apoyado. Respiré hondo intentando calmarme, pues tampoco quería pagar mi frustración con nadie que no fuera yo mismo. – Dime que tengo que hacer para conservarla, Jake.
Pero Jake no abrió la boca y mi desesperación aumentó con cada segundo de silencio. ¿Quería decir que ya era una tarea imposible? ¿qué la había perdido? ¿qué se la quedaría Marcos? No, no podía aceptar eso.
- Tendrás que pensar de que forma quieres conservarla.
Le miré al principio sin comprender ni una sola palabra, era como si me hablase el gurú del amor y hubiese decidido hablarme en clave para amargar aún más mi existencia. Pero conforme lo pensaba, llegaba a mí el significado de sus palabras, solo que no podía aceptarlas.
- ¿Te refieres a que seamos amigos? ¿Cómo voy a ser su amigo habiéndola tenido como amante? – Caí con derrota sobre la mesa y oculté mi cara con mis brazos. – Puede que esté exagerando ¿no? Puede que al final me elija a mí.
- ¿Realmente lo crees?
- No.
Era cierto, Anne iba a dejarme por él. Entonces mi cuerpo empezó a revolverse por lo que pudiese estar pasando en ese pequeño cuarto oscuro. ¿Cómo no le había impedido entrar ahí? He visto como ella me ha mirado cuando la botella a elegido a Marcos, buscaba mi apoyo para librarse, ¿pero por qué? ¿acaso no es lo que quiere? Si le quiere a él, ¿por qué mirarme así para que le librara de la prueba?
Entonces la desesperación me pudo. Estaba claro cual era la respuesta, hablábamos de Anne, de la dulce y alocada Anne. Si de algo estaba seguro, es de que ella no me engañaría nunca, por eso no quería entrar en la alacena a solas con él, porque no quería tener la tentación. Y yo que hago, ignorarla y venirme aquí a llorar.
Era lo que llevaba haciendo desde ayer, desde que Jake me abrió los ojos sobre lo que estaba pasando con mi novia. Estaba desaprovechando mis últimos momentos con ella en estar enfadado, ¿y si nada más salir me deja? ¿y si en estos últimos minutos que les quedaban ahí dentro, pasaba lo que no tenía que pasar?
Y la imagen de Anne con sus brazos rodeando el cuello de Marcos, besándole con deseo y él devolviéndole las caricias en la parte inferior de su espalda, se posó en mi cabeza como un veneno. Era todo imaginaciones mías, pues no sabía lo que estaba pasando, pero lo sentía como si estuviese sucediendo delante de mí.
- Tengo que sacarla de ahí. – dije levantándome y mareándome a la vez.
- ¡wo wo wo! Tú no vas a ningún lado. – dijo Jake sujetándome para evitar que mi cara se estampara contra el suelo. – Y tampoco deberías beber más.
- Mi novia me va a dejar, creo que tengo el deber de seguir bebiendo. – dije sirviéndome otro vaso y sintiendo como el alcohol quemaba por mi garganta y me hacía sentirme anestesiado por segundos.
Sabía que esta sensación tan solo duraría un rato, pues pronto el alcohol se convertirá en una complicación. Pero ya nada importaba, podía llevar el hecho de que ella no me amara como lo hacía yo, pero ¿el qué esté enamorada de otro? Con eso no iba a poder.
- Al menos no seas un capullo antes de tiempo. – me recriminó Jake llevándose la botella de whisky lejos de mí. – aún no te ha dejado y tampoco sabes si lo hará, así que no se lo pongas tan fácil.
Eso es, aún podía luchar, aún podía retenerla un poco más conmigo, aunque tan solo fuese por el hecho de no ponérselo fácil. Seré el novio ideal, atento y cariñoso, además sabiendo cuáles eran sus planes, los retrasaré todo lo posible. Puedo obligarla a estar conmigo un tiempo más, quizás el suficiente como para que Marcos la olvide.
Puede que sea el alcohol el que me obliga a pensar así, pero ahora mismo, en este preciso momento, me parecía el mejor plan. Porque, al fin y al cabo, ¿qué otra cosa podía hacer? Tenía la partida perdida y tan solo sobrevivía por unos puntos de compasión.
~ ~ ~ ~
Todo parecía diferente una vez salí de aquel cuarto de comida, como si al salir, hubiese entrado en un lugar alternativo al que había dejado antes de entrar. Sam vino a mí con algo de efusividad y cuando me besó, noté el porqué de su comportamiento, le apestaba el aliento a whisky.
Aún así, besarle era como traicionar a Marcos. Sentía que necesitaba gritar a alguien, ¿cómo había pasado de sentirme culpable por besar a Marcos, a sentirme culpable por besar a Sam? Empezaba a pensar que lo mejor sería no besar a ninguno y punto, evitaba todo este reconcome que tenía dentro y quizás me sirva de aprendizaje, de saber que querer a dos hombres no era lo mejor para ninguno de los tres.
- ¿Crees que podríamos pasar del juego por un rato? – me dijo Sam al oído.
Sentí como mi estomago me daba un vuelco, ¿qué podía hacer ahora? ¿decirle que lo mejor sería estar rodeado de mucha gente para así evitar tener que besarle o algo peor? Porque tras el beso en la alacena, no necesitaba esperar a nada para elegir, nunca había sentido nada parecido, nunca los besos de Sam me habían hecho sentirme así, y necesitaba más.
- Claro, como quieras… - dije al final ante la falta de una buena excusa.
Tenía que pensar en las palabras exactas para dejarle sin hacerle demasiado daño. A pesar de lo ruin y cruel que había sido, mi corazón aún albergaba la esperanza de acabar siendo amigos.
Me sacó casi arrastras de la casa y emprendimos camino bosque a través. Si quería dejarle, estaba claro que iba a tener que ser pronto, no quería quedarme en mitad de la nada, sola y con el disgusto encima.
Pero cada segundo que pasaba, más difícil se iba haciendo. Sam parecía haberse tragado un loro parlanchín y no callaba ni debajo del agua, lo que dificultaba el que la conversación se relajara para poder decírselo. Ni siquiera hablaba de cosas en concreto, saltaba de tema en tema como un saltamontes.
- Cuando termines la prueba de piano, podríamos ir a la playa. Nada de la fría costa de los Hamptons, ¿qué te parece Hawai? – dijo con efusividad.
- Sam… - dije intentando continuar la frase con un “no iremos a ningún lado”.
- Vale, también podríamos ir a Suramérica, dicen que en Venezuela hay unas playas de postal.
- Sam, yo no voy
- ¿Y a casa? Podríamos ir al Mediterráneo. – dijo interrumpiéndome.
Empezaba a exasperarme. ¿Acaso lo estaba haciendo aposta? ¿Me interrumpía por algún motivo en especial? Lo peor era ver lo ilusionado que estaba por sus planes de viaje y eso hacía más difícil lo que tenía que hacer.
“Anne, tienes que hacerlo. – me dije a mi misma con convencimiento.”
- Mi madre te va a encantar, prepara unas paellas para chuparse los dedos… - no, su madre ya si que no.
- Sam, tengo que decirte algo…
- ¿No te gustan las paellas?
- ¡Por Dios Sam, CÁLLATE! – acabé gritando. – No iremos a ningún lado juntos, ¿entiendes?
Vale, reconozco que no era la forma más sutil de hacerlo, pero no parecía dejarme otra opción, era como si lo supiese y no quisiera dejarme hacerlo. Y para dar más pruebas a esa teoría, Sam dijo:
- ¿No será por el dinero? Sabes que eso no es problema, no tienes porque sentirte como si me debieras algo.
- Sam, te debo mucho y siento que a partir de este momento, te voy a deber mucho más.
Hasta ahora, su cara era de total entusiasmo, parecía realmente metido en el papel de novio contento y enamorado, todo un cambio a hacía apenas media hora, antes de entrar a aquella alacena donde ni siquiera me miró a la cara. Pero ahora, tras esa última frase, su cara parecía reflejar la realidad de sus sentimientos y estos eran de puro dolor. ¿Cómo iba a hacerlo?
No abrió la boca y esperó a que yo le dijera lo que ambos sabíamos que tenía que decir.
- Has sido lo mejor que me ha pasado en la vida. – pero esa frase fue peor, pues me miró con odio.
- Ni se te ocurra, Anne. No aceptaré un “no es por ti, es por mí”, porque ambos sabemos por quien es. Estas enamorada de otro.
- NO. – dije con sinceridad, solo que él no se la creyó. – El problema no es que esté enamorada de otro, el problema es que no lo estoy de ti. Te quiero, te quiero más de lo que he querido a nadie, pero no es amor Sam, ambos lo sabemos.
- Pero yo acepto eso.
Me quedé en shock durante unos segundos. ¿Acaso no le importaba que no le amase? ¿acaso prefería a una persona a su lado cuyos sentimientos no son completos?
- Sé que no es eso lo que quieres. – dije casi en un susurro.
- Tú no sabes que es lo que quiero, de eso ya me encargo yo. – dijo con seriedad y con una mirada fría y distante.
La temperatura de nuestro alrededor parecía caer en picado, aunque también podía deberse a toda esta situación
- ¿Y si no eres el único por el que siento eso? ¿También eres capaz de aceptar que mi corazón y mi mente piensen en otro?
Estaba siendo dura y hasta con toques de crueldad, pero no me estaba dejando más opción, no iba a poder competir con la idea de que aceptara estar conmigo aunque no le amara, aún seguía en shock por esa declaración.
Sam se quedó completamente callado e inmóvil, me miraba con tristeza y rabia a la vez, y aunque no podía confesarlo en estos momentos, eso me partía el corazón.
- ¿Alguna vez, en los meses que llevamos saliendo, te has olvidado de él? – dijo al final, con tanto dolor en la voz, que una lágrima cayó por la mejilla de ambos.
- No. – y se me escapó un pequeño llanto.
Pues era verdad, aunque al principio pensaba en él con odio y resentimiento por haberse ido sin decir nada y por no dar señales de vida en cinco meses, siempre ha estado en mi mente, de una manera o de otra, siempre ha estado ahí.
- ¿Y por qué? – dijo expulsando más lágrimas de sus ojos.
Sabía que era lo que me preguntaba, era la misma pregunta que me hacía yo, era la causa de mis remordimientos, ¿por qué salir con él si amaba a otro?
- Lo siento. Pensé que le había olvidado, pensé que mis sentimientos se habían esfumado y que era capaz de amar de nuevo. – hice una pausa para intentar coger aire y tranquilizarme, pues estaba a punto de caer de rodillas, rendida por mi propio dolor y por el que le estaba causando. – Pero tienes que saber algo, no te dejo para salir con él, no te estoy sustituyendo. Es tan solo, que esto no es bueno para ninguno de los dos, tan solo podemos hacernos más daño estando juntos. Yo tengo que aclararme y tú tienes que aprender a apreciarte, a saber que te mereces un amor completo, a alguien que te ame en igual medida.
- ¿Qué voy hacer ahora, Anne? Pierdo a mi amigo y a mi novia en un mismo día. ¿Qué me has dejado?
Busqué la fuerza de todo mi ser, incluso intenté cogerla de todo lo que había a mi alrededor, no podía derrumbarme en este momento, era él el dolido y yo tenía que aguantarme y suplicar porque su ira no fuese a más. Era yo la mala en esta historia.
- Lo siento. – conseguí decir con algo de dificultad en la voz.
- Y yo, Anne. – dijo eso último con algo de maldad.
Y lo entendí a la perfección. Sentía el haberme conocido, sentía el haberme invitado a su casa, sentía todo lo que tuviese relación conmigo o con la manera de conocernos.
Con una última mirada de odio, la cual aguanté como pude, dio media vuelta y se fue por donde habíamos venido. Esperé a perderle de vista y después caí al suelo destrozada por el dolor. Le había hecho daño y me merecía todas las reprimendas que pudiese darme y muchas más.
~ ~ ~ ~
Ya está, el juego había terminado para mí sin ni siquiera haberme dejado tiempo para jugar mejor, para ser mejor. Pero pensándolo fríamente, quizás fuese así mejor, tampoco era bueno retenerla conmigo en contra de sus sentimientos, no era eso lo que quería.
No, lo que quería es que fuese mía, que me amase. O mejor, lo que quería era no haberla conocido nunca, que todo volviese a ser como era antes de que ella apareciese en mi vida.
No, en el fondo sabía que no era eso lo que quería, pero era en lo único que podía pensar ahora mismo.
De camino a la casa, saqué el teléfono móvil del bolsillo y llamé a información en busca del teléfono de una empresa de taxis más cercana. Una vez lo pedí y me aseguraron que en diez minutos estaban aquí, salí de entre los bosques camino hacia la casa. Nada más entrar, me percaté que todo era muy diferente a como lo habíamos dejado, el juego había terminado y había un par de miradas de preocupación entre ellos.
- ¿Donde está Anne? – me preguntó Jake con algo de ansiedad, solo que al ver mi cara, supo que era lo que había pasado. - ¿Cómo estás? ¿quieres que hablemos?
- No, pero si deberíais ir a buscarla, no vaya a ser que se pierda. – dije con amargura.
No podía evitar preocuparme por ella, aunque en estos momentos la odiase, por lo que le di a Jake las indicaciones sobre el camino que habíamos tomado por el bosque y subí a mi habitación para recoger todas mis cosas. Tan solo necesitaba salir de aquí.
- Sam, - dijo la voz de Marcos desde el umbral de la puerta. Estaba claro que no iba a poder irme de aquí tranquilo, aún quedaba una tortura más por la que pasar. – tan solo quería pedirte perdón por todo, nunca fue mi intención enamorarme de ella.
- Sí Marcos, esa parte la entiendo, te prometo que sí. – dije dejando la ropa de mala gana dentro de la maleta y girándome para encararme a él. – Pero lo que no entiendo, es como fuiste capaz de perseguirla aún sabiendo que ella ya estaba conmigo. TE FUISTE MARCOS, TE FUISTE Y LA DEJASTE AQUÍ. ERA MI MOMENTO.
- Has tenido más momentos de los que yo tuve nunca, Sam. Tuviste tu oportunidad y aún así no ha servido. – dijo ahora él con la misma rabia con la que le estaba hablando yo.
No podía negarlo, él llevaba razón, pero aún así, eso no se le hace a un amigo. Terminé de recoger mis cosas, o al menos la que estaban cerca, pues me daba igual dejarme algo.
- Adiós Marcos. Espero que seáis muy felices juntos. – dije cerrando la bolsa y colgándomela al hombro.
- No estamos juntos, ella aún no sabe que es lo que quiere.
- Me da igual, todo lo que tenga que ver con vosotros dos, me es indiferente. – y tras decir eso, palabras que seguro luego me arrepentiré, golpeé su hombro con el mío y me largué de este horroroso lugar.
El triangulo amoroso de Sam, Anne y Marcos, acababa aquí, ya no participaré más en este juego.
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¡¡¡ Madre mía !!! No saben lo que me costó hacer este capítulo... tuve que ponerme música muy melancólica para poder hacerlo tan duro como quería. Espero haber transmitido bien el sentimiento de enfado y rabia de Sam, y el de culpabilidad de Anne, pues creo que en la vida real, estos son los sentimientos que se tendrían en una situación así, por lo que no me culpen mucho a Sam por borde, pues creo que todos actuaríamos igual estando en su situación.
A pesar de todo esto, siento que el capi de FELIZ NAVIDAD sea tan deprimente.... jajajajaja!! pero las fechas no han cuadrado con la situación de la historia... jajajajaja!!
Capi dedicado aaaa..... jorbelysGis ..... ouh ouh ouh !!! papá Noel llegó para ti jajajaja!! espero que te haya gustado y ya sabes, tu comenta lo que te plazca jajajajaja!!
Y lo mismo de siempre... si les ha gustado pulsen a la estrellita y si quieren comentar algo (que no sea lo de sube ya, que eso ya lo tengo claro jajajaja) pues eeaaa... a comentar se ha dicho. Abrazos enormesss....
FELIZ NAVIDAD :D
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