Capítulo 1x14: Nuevos sentimientos, nuevas reacciones, nuevos ...
Capítulo 1x14: Nuevos sentimientos, nuevas reacciones, nuevos problemas. ¡Genial!
Por lo general solemos buscar el placer en cualquier acto que se nos ponga por delante, un roce, una mirada, una sonrisa, una caricia…cualquier cosa que nos haga ver que le importamos a alguien, que somos deseados. Pero no hay que dejarse engañar por esos sentimientos, porque si bien son placenteros, en ocasiones pueden ser falsos e inequívocos.
No hay que querer por ser amado, solo hay que amar por amar.
La voz nos obligó a separarnos de golpe y por un momento temí que fuese Sam, que nos hubiese pillado a punto de besarnos. Pero, ¿cómo había pasado? ¿acaso no le había dicho que no podía ser? ¿por qué no soy capaz de controlar mis instintos cuando estoy cerca suyo?
- ¿Acaso estáis saliendo? – volvió a decir esa voz que ahora si reconocí.
Suspiré de alivio al saber quien era, era Luck y aunque nos miraba de forma acusatoria, (que por cierto, no entendía esa mirada) no pude evitar sentirme agradecida con el mundo.
- ¿Qué te importa? – le contestó Marcos algo brusco.
Luck le miró algo amenazante y yo le saqué de la discoteca para poder hablar con él más tranquilamente. Marcos no nos siguió y Júnior, el novio de Luck, tampoco. Pero mientras salíamos, no podía evitar un sentimiento de decepción que parecía acuchillarme el pecho.
No entendía cual era el problema de Luck, ni entendía su actitud. Tampoco es que nos hubiese visto besándonos, solo casi… y tampoco es que fuese su incumbencia, ni que le hubiese engañado en ningún aspecto. Así que… ¿cuál era su problema?
- ¿Qué demonios te pasa? – me dijo una vez salimos de la discoteca.
Me quedé algo absorta, ni siquiera creía haberle oído bien. Intenté pensar el porqué me preguntaba algo así, pero al final desistí y le dije:
- ¿Qué que me pasa a mí? – pregunté de manera retórica. - ¿Qué es lo que te pasa a ti? ¿a que viene este numerito?
Su mirada se relajo en cuanto debió de entender que su comportamiento era de todo menos normal. Pero aún así me quedé esperando una respuesta a mi pregunta, vale que era mi amigo, pero solo le conocía de hace un mes y no tenía ningún derecho a juzgarme o a pedirme explicaciones sobre nada.
- Lo…lo siento, es que estabais a punto…y yo pensaba… - así iba a ser muy difícil entenderle. Le miré con una ceja levantada y el carraspeo para aclararse. – Pues que pensaba que era Sam quien te gustaba.
- ¿Sam? No…no me gusta Sam. – pero en cuanto lo dije, una sensación se posó en mi estomago y en mi cabeza apareció la palabra “mentirosa” como si fuese un luminoso. – Marcos es… bueno, da igual lo que sea, tampoco puedo tener nada con él.
Mi pena se notó en ese último comentario. Era cierto, por más que mi cuerpo me dijera, por más que mi cabeza pensara, no podía tener nada con ninguno de los dos por mucho que lo deseara. Pero… ¿acasolo deseo? ¿cómo puedo desear algo así después de todo por lo que he pasado? Ya me dañaron una vez, ¿acaso era masoquista por querer que volvieran hacerlo?
- No me gusta Marcos para ti. – dijo sin que nadie le preguntara. Casi le mato con la mirada, ni siquiera hizo falta que le dijera nada para que se explicara, él ya lo entendió. – Es solo que Sam es bueno, generoso y amable. Por otro lado, Marcos es sexy y aunque Sam también lo es, Marcos tiene ese toque malvado que nos gusta a todos…
- Eres de mucha ayuda, ¿lo sabías? Ahora si que lo tengo todo claro. – dije de forma amargamente sarcástica.
Luck me agarró y me acogió entre sus brazos. Me consolaba y cuanto más lo hacía, más pena y más lágrimas amenazaban por caer.
- No te diré que debes seguir a tu corazón, porque entiendo lo difícil que eso sería. – me dijo en un susurro mientras me acariciaba la espalda. – Pero Anne, debes ser feliz. Viniste aquí por eso. Encuentra una solución.
Esas tres frases apagaron mi silencioso llanto y me dejaron con una sensación de nerviosismo en el estomago que no entendí, como si mi subconsciente hubiese tomado ya la decisión y mi cerebro no quisiera aceptarla.
Sam había observado como sus dos amigos se iban hacia la pista de baile y el ver la manera en que Anne miraba a Marcos, le había producido una sensación extraña en el cuerpo.
No dejaba de pensar en como Jake le había fastidiado la noche trayendo al inversor a la discoteca, si no hubiera sido por eso, él sería el que bailaría con Anne y no Marcos.
Pasó alrededor de una hora y por fin el inversor decidió irse a dormir al hotel. Le acompañaron fuera para que pudiera coger un taxi, cuando Sam se encontró a Anne un tanto afligida y hablando con Luck.
Ni siquiera se despidió de aquel hombre, fue directo a por su amiga y la sacó del lado de Luck para llevársela a sus propios brazos.
- ¿Qué te pasa, pequeña? – dijo mientras la abrazaba.
- Estoy bien, de verdad. – le contestó mientras se abrazaba más fuerte a su Sam.
Ninguno de los dos quería soltarse e inconscientemente, los dos deseaban estar algo más cerca el uno del otro. Pero había muchas razones por las que no debían y las únicas que ellos fueron capaces de admitir se llamaban Jake y Luck, los cuales miraban a la pareja uno con desconcierto y el otro con celos.
Al final se separaron y se miraron directamente a los ojos, ambos sintieron esa corriente atravesarles, la que te indica que estas delante de alguien a quien quieres, la que te indica deseo.
- Anne. – dije Jake para llamar su atención. – Tengo un negocio para ti.
- ¿Un negocio? – dije algo asustada.
Asustada por muchos motivos, ¿qué acababa de pasar entre Sam y yo? Esa mirada, ese abrazo, ese contacto…y ¿qué quería decir Jake con un negocio?
- Mi madre da una fiesta el próximo fin de semana. No será gran cosa, una inauguración de una sala de arte en el SoHo.
- ¿Qué tiene que ver eso conmigo?
- Está buscando a un pianista. – eso me hizo abrir los ojos, ¿Cómo podía hacerme esto? No estaba lista, ¿o si? – le hablé de ti y de cómo me quedé prendado con tu talento. Me dijo que fueras a visitarla esta semana y que si le gustabas, pues te pagaría muy bien por tocar en su fiesta.
- ¿Quieres que vaya a casa de mi jefe para que me contrate su mujer como pianista? - todos se rieron ante la manera tan complicada que tenía de ver las cosas, pero a mi me parecía una duda real, ¿estaría de acuerdo el señor Heidman?
Al final y tras un rato en que se estuvieron metiendo conmigo, acepté en ir el martes a verla siempre y cuando Jake también viniese. Vale, lo reconozco, soy una cobarde por no atreverme a enfrentarme a una mujer como la señora Heidman yo sola, pero así era yo, que se le va hacer…
- ¿Qué me aconsejas que me prepare? ¿Algo de Beethoven, Debussy, Metálica? – esa última opción se la di con un guiño de ojos.
- Le gusta Debussy, pero si no tocas “Clair de Lune”, te lo agradecerá. – y con esa extraña respuesta, él también se marchó dándome un beso en la mejilla.
El final de la noche también llegó para nosotros y entre mis compañeros de piso y yo, paramos un taxi de vuelta a casa.
Marcos estaba agotado del trabajo y luego la fiesta, Sam parecía algo ausente desde que nos habíamos abrazado en las puertas de la discoteca y yo…yo tenía un cacao en la cabeza que casi se me hacía imposible andar y pensar a la vez.
El pobre Marcos entró como un zombie en la casa y se metió en su habitación tras un “buenas noches” que bien podría haber dicho cualquier cosa, ya que sonó entre quejido y ladrido.
Pero Sam…él era un asunto diferente esta noche, parecía otra persona, algo ausente y meditabundo. Pero no pude evitar asustarme cuando en sus ojos se puso una mirada de decisión, como si hubiese tomado la determinación de algo.
Tras mis preparativos de antes de dormir, me puse el pijama, un conjunto de camiseta de tirantes y pantaloncitos cortos y me metí en la cama. No llevaba ni diez segundos arropada cuando alguien llamó a mi puerta.
- Pasa. – dije tras un suspiro.
Pensé que sería Marcos y lo peor de todo es que casi esperaba que fuese él. Pero no, mi amigo, el que parecía ausente pero decidido, abrió la puerta y la cerró tras pasar.
- ¿Estabas dormida? – dijo mientras se acercaba muy lentamente a mi cama.
- No. – mi incomprensión no podía ser mayor. - ¿Necesitas algo? – dije al ver que se sentaba en mi cama y me obligaba a mi a hacer lo mismo.
- Necesito que me digas que te pasaba esta noche. – dijo mientras se acercaba todo lo posible y disparaba los latidos de mi corazón.
- ¿Qué lo necesitas? – pregunté entre risas. Pero no esperé a que contestara, no podía decirle lo que me pasaba y tampoco quería que insistiera con el tema. – No me pasaba nada, ya te lo he dicho antes.
No se creía ni una palabra, podía verlo en sus ojos. Pero, ¿qué podía hacer? No me gustaba mentirle, él era mi mejor amigo y prácticamente era mi apoyo para no caerme, pero no se tomaría bien lo mío con Marc y las consecuencias serían demasiado desastrosas para cualquiera de los dos, al final Sam tendría que decidir si él o yo y no quería que tuviera que decidir eso.
- Está bien, como quieras. – dijo mientras se levantaba de la cama indignado y se disponía a irse.
Salí de entre las sabanas de un salto y le alcancé en le momento que abría mi puerta. No quería que se fuera enfadado, es más, no quería que se enfadara.
- Sam, Sam, Sam,… por favor, no te enfades conmigo. – rogué mientras le agarraba las dos manos y le miraba directamente a los ojos.
Esa decisión que había visto antes en su mirada, ahora había vuelto e iba dirigía a mí. Sus ojos se perdían en mi pijama y se detenían en mis labios. Y al igual que había pasado esta noche con Marcos, nuestros cuerpo parecían querer acercarse más y más.
“¡Contrólate Anne! hicisteis un pacto – me dije para evitar acercarme a sus labios”
Y no solo sería un error por el pacto, sino ¿qué pasaba con mis sentimientos por Marcos? Eran los únicos sentimientos que tenía claros, sabía que me gustaba y que mi cuerpo parecía encenderse a su lado. Pero claro, ahora estaba esto también, Sam demasiado cerca, mi corazón demasiado descontrolado, mis deseos queriendo sus labios y sí, mi cuerpo muy, muy encendido…
De repente Sam terminó de acercarse y posó sus labios en mi mejilla mientras me susurraba:
- Que descanses, Ann.
Mi cuerpo estaba totalmente inmóvil. Sus labios en mi mejilla parecían una suave caricia y al retirarlos, los deslizó ligeramente hacia mi boca, sin llegar a tocar mis labios pero lo suficientemente cerca como para que mi respiración se cortara y el corazón se me subiera a la garganta.
“¡Dios! Básame ya. – decía mi cabeza”
Pero de mis labios salió algo muy distinto y sobretodo muy vergonzoso, mi nerviosismo me hacía tartamudear y parecía retrasada mental.
- Bu…buenas noches.
Sam entró casi corriendo en su habitación. El tartamudeo de Anne y su nerviosismo solo le habían generado más dudas y desconcierto, y para colmo, no hacía otra cosa que preguntarse el porqué de su estado, el porqué de esa mirada de deseo y sobretodo, el porqué deseaba besarla tanto.
Con todo eso en la cabeza, era muy normal que el dormir fuese una tarea imposible de realizar y cuanto más lo intentaba, más pensaba en Anne y en lo cerca que la tenía, en las ganas que sentía de levantarse de la cama e ir a llamar a su puerta.
“No Sam, es un error. – se decía una y otra vez. – Fuiste tú el que propuso ese pacto, el que no querías que vuestra amistad se rompiera por nada en el mundo.
Pero, ¿cómo negarse? Él la tenía que ver todos los días, dormía a tan solo una pared de distancia y su corazón se aceleraba cada vez que ella le sonreía.
Sam empezaba a comprender que todos esos sentimientos iban en contra de ese pacto y que debía anularlos antes de que se les fuera de las manos. Así que hizo lo único que se le ocurrió en ese momento, su amistad estaba por encima de sus sentimientos y… ¿cómo era eso que dicen? Un clavo quita otro clavo, ¿no?
<<Sam: Hola Sheila! ¿Haces algo mañana? :-P>>
Desconectada… - en línea… - escribiendo…
<<Sheila: Soy toda tuya>>
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Lo primero y ante todo, siento haber tardado tanto en escribir este capi...pero como ya saben, la saga me tiene muy liada y eso, mezclado con el trabajo y demás... pues lo dicho, LO SIENTO MUCHO.
Capítulo dedicado a....turuturuturu!! maktub...uuuoooo!!! jajajaja!! vale, ya se me fue...jajaja!! Muchas gracias por todo tu apoyo, me alegro que te esté gustando. :D
Y ahora que sabemos algo más de Sam y que parece que este se está animando un poco...decidme, los que preferíais a Marcos, ¿qué opináis ahora de Sam? Vale, ya sé que el final del capi confunde...pero piensen, es su amiga, tienen un pacto, se siente muy tentando hacia ella...ains!! yo estoy muy indecisa jajaja!!
Ya sabe, voten y comenten...Besoss!!!
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