♦04♦





—vamos Taehyung, sucedería tarde o temprano, tu mismo lo sabías —le recordó Hoseok— era inevitable.
—si, pero aún así me molesta la manera en la que lo hizo.
—en esa parte estoy de acuerdo contigo sin embargo no podemos hacer nada —se encoge de hombros— Seokjin sigue siendo él Rey.

Después de haber salido del despacho del Rey, estuvo dando vueltas por los pasillos buscando la manera de regresar a su habitación sin que nadie de la servidumbre le descubriera pero este le era imposible, cansado ya de refunfuñar se resignó a regresar al gran salón y bajo otra amenaza de su abuelo tuvo que bailar con distintas princesas con las que cada conversación era una tortura. A leguas se notaba que sólo se acercaban por mero interés, las conversaciones eran demasiados secas e insípidas y poco interesadas, lo único que hacían era preguntarle cosas básicas que si un color favorito, que tipo de chica le gustaba y cosas así.

Con ninguna había logrado conseguir una grata conversación en la que pudiera profundizar más de los gustos básicos y Taehyung no era tonto, se había dado cuenta que las únicas princesas que se acercaban eran chicas rubias de ojos verdes o azules, como si las otras supieran de sus nulas posiblidades de conseguir algo con él solo por tener un tono de cabellos u orbes y no es que el príncipe fuera quisquilloso o racista, es sólo que era una ley del reino conservar lo más que pudieran el ADN original tratando de mantener su apariencia "perfecta" y angelical. Una vez que fue libre de las malvadas garras de esas aprovechadas se escondió junto a Hoseok quien era la víctima destinada a escuchar sus quejas.

—En fin —siguio Hoseok— no todo es malo, TaeTae. Adivina quién ha asistido hoy a la fiesta —dice juguetón.
—¿quien? —indaga y su mayor señala con su mirada a una dirección.

El peliblanco se giró en la dirección señalada buscando a quien sea que Hoseok le haya dicho y por un momento su mundo se detuvo. A lo lejos se hallaba Park Hyemin, una doncella que residía en el reino y como su apellido delata, hermana menor de Jimin, menor que Taehyung por un año, esta se encontraba conversando alegremente con otras chicas, al ser hermana de la mano derecha del rey, tenía derecho a asistir a la celebración y aunque se lo hubiesen negado, Kim hubiese hecho lo posible sólo para verla, así fuera de lejos.

Taehyung muy pocas veces había logrado cruzar palabras con la doncella, sin embargo en las pocas conversaciónes que habían tenido fueron más que suficiente para dejarle atontado. Park Hyemin era una chica lista, con visión y expectativa de un futuro brillante, algo que era muy difícil ver en ese tiempo debido al machismo de los hombres hacia las mujeres. Para nadie era un secreto que los hermanos Park habían quedado huérfanos desde jóvenes debido a una gran guerra que tuvo Diamond Kingdom contra otro reinó cuando Taehyung tan sólo tenía tres años de vida por lo que sus recuerdos sobre esos tiempos eran nulos. Al quedar en tan desafortunado estado, Jimin se vio obligado a velar por el bienestar de su pequeña hermana, trabajando duramente para salir adelante. Cuando Seokjin tomo el reinado definitivo se encargó de darles un refugio para todos aquellos niños que fueron víctimas de tal masacre, debido a ello se encontró con Jimin, al ver que este tenía potencial y un poderoso don, decidio llevarselo consigo junto a su hermana, ofreciéndole protección y educación a Hyemin a cambio de que Jimin le sirviera a él, Park acepto gustosamente y comenzó como caballero, con el paso de los años fue puliendo su habilidad más y más hasta superar sus límites, al ser un excelente Guerrero fue ganando reconocimiento y subiendo de cargo hasta ser quien es hoy en día por mérito propio y es que, aunque Hoseok fuera ahora el guerrero más habilidoso, Jimin se llevaba la corona en cuanto a dominio sobre su don se trata.

Cuenta la leyenda que la habilidad de Jimin es dominio sobre el agua ¿como produce hielo entonces?

Su hermana compartía don con su hermano más no llegaba a los niveles de Park, a diferencia de él, ella se había nutrido a base de conocimiento por lo que si Jimin era un peligroso estratega ella lo era el doble aunque no lo pareciera debido a su apariencia dulce y angelical. Si a Tae le hicieran escoger una mujer con la cual casarse definitivamente Hyemin sería a la cual escogería sin embargo Kim sabía que eso sería completamente imposible, primero porque su padre nunca le dejaría casarse con una doncella por más cariño que le tuviese a Jimin, segundo, era hermana de Jimin, Taehyung moriría de pánico si Park se llegara a enterar del pequeño interés que él tiene por su menor y tercero, él no sabía si Hyemin deseará algo con él lo cual destruía toda ilusión que pudiese mentalizarse.

Más a lo lejos se encontraba Jimin caminando por el largo pasillo con un semblante serio, Taehyung no era el único que deseaba tener una sería conversación con el Rey. Los de servidumbre le habían indicado el paradero del Rey por lo que al llegar hasta la puerta toco la madera con sus nudillos esperando respuesta de su parte. Al escuchar un "pase" desde el otro lado tomo el pomo de la puerta seguido de entrar encontrándose con Seok en su asiento con la corona a un lado mientras este tomaba de alguna bebida desconocida a sus ojos. Respirando con profundidad decidió hablar.

—esta consiente de lo que ha hecho ¿verdad? —habla finalmente mirando seriamente a Seokjin.
—Lo se —murmura sintiendo culpabilidad— pero de nada sirve, ya es muy tarde.
—¿porque lo ha hecho majestad? No deseo cuestionar sus órdenes pero simplemente no me cabe en la cabeza por que ha dado tal información como si su hijo fuese alguna clase de comodín que sus aliados puedan usar para obtener beneficios de Diamond Kingdom.
—deja de lado las formalidades Jimin, te conozco desde que tienes doce años.
—como desees —acepta su petición— ahora responde ¿porque lo has hecho? —interrogó nuevamente y Seokjin exhala con cansancio.
—mi padre me ha ordenado que fuera de esta manera —confiesa— dice que debo buscarle una mujer lo más pronto posible, a pesar de ser mi único hijo, mi padre no desea que Tae herede el trono, dice que alguien que no heredó el don de su padre no es digno del trono y quiere mandarlo lejos.
—eso no tiene sentido Seok Jin ¿¡como puedes aceptar tal orden?! ¡Es tu hijo! No pueden deshacerse de él como si fuera algún clase de estorbo además tu eres él Rey, el que tiene la última palabra eres tú y por si fuera poco, tengo entendido que tu tampoco heredaste su don entonces ¿porque no se deshizo de ti también? —protesto con enojó.

Jimin no podía aceptar de ninguna manera que le hiciesen eso al principe, el tuvo la desdicha de perder a sus padres mientras que Jin iba a deshacerse de su hijo por órdenes de su padre, lo consideraba injusto.

—de mi no pudo porque después de tenerme, mi madre quedó estéril —admitio por lo bajo— a diferencia de mí, mi padre quiere que tenga otro hijo.

Jimin observo a quien consideraba su Rey sin poder creer sus palabras, Park sabía que si Seokjin le estaba contando todo esto es porque le tenía confianza, sin embargo el rubio se sentía decepcionado ¿quien tiene realmente el control en este reino? Jin era el rey pero quien tomaba las decisiones era su padre, eso lo sabía, así como esa falsa personalidad de simpatía que solía mostrar al mundo.

Kim Seokjin no era un hombre tan felíz como aparentaba.

—pareciera que Kim Hyun Joong odiara a Tae, en todos mis años de servicio nunca le he visto tratar de buena manera al principe ¿se puede saber porque? ¿porque tanto odio? —indaga recibiendo una pequeña risa por parte de Jin.
—es una larga historia Jimin y si te la contase tendrías que morir cosa que no deseo —niega para si mismo— lo único que puedo decirte es que Diamond Kingdom esconde oscuros secretos que nadie puede saber así que aprende esto, el blanco no siempre significa pureza.

★★★

—vamos, acércate y háblale —le anima.
—¡Que no! —se niega en un susurro el príncipe.

Desde hace rato que Hoseok no paraba de insistirle a Taehyung que se acercara a la doncella Park, esta estaba sola desde hace unos minutos y observaba a sus alrededores mientras bebia de su copa, por el lado de Tae este sentía el inmenso deseo de acercarse y hablar pero simplemente lo que lo detenía no era ni más ni menos que el temor, el príncipe tenía miedo de arruinarlo y que la chica pensara mal de él y por consecuencia no quisiese seguir manteniendo lazos con él.

Una idea tonta considerando el hecho de que ellos ya han conversado en anteriores ocasiones pero el temor de Kim seguía ahí.

—Deja de ser un cobarde y ve, vas a convertirte en el próximo rey ¿no? Actua como tal y deja la timidez a un lado Kim —trata de empujarle sin embargo el príncipe se suelta de su agarre.
—No puedo hacerlo, Hoseok, no quiero arruinarlo y que ella me odie —confiesa finalmente bajando la mirada a lo que el caballero suspiro compendiendo la situación.

Jung podía entender en parte lo que sentía el príncipe, para nadie es fácil acercarte a la persona que te atrae y entablar una conversación con toda confianza, es normal del ser humano ser tímido o tener inseguridades con respecto a esos temas.

—No temas Taehyung, esta bien que te sientas inseguro pero no permitas que sea esa inseguridad la que te domine, dudo mucho que ella llegue a "odiarte" como tu dices, sólo acércate y se tu mismo, no tienes que temer, la pequeña Park no te hará nada así que no te preocupes —asegura con total confianza por lo que el príncipe mira nuevamente a la chica encontrándose con su mirada provocando que trague saliva nervioso— oh, parece que ya te vió ¡aprovecha la oportunidad campeón! —dice empujándole y por consecuencia caminará.

Kim no tenía ni la más remota idea de lo que estába haciendo, por una parte su mente le gritaba que escapara y se escondiera en una habitación y llorara como la propia niña pequeña pero por otro lado había algo en él que le decía que siguiera adelante siendo esa parte la que impulsará a sus pies a seguir caminando. Al llegar con la rubia esta se inclinó a modo de saludo así que Tae le imitó recibiendo una pequeña risa por parte de la doncella.

—soy yo la que debe inclinarse su majestad, no usted —le recuerda de manera juguetona causando el sonrojo en las mejillas del principe.
—S-sabe que conmigo no es n-necesario, señorita Park —balbusea nervioso por lo que ella sonríe sintiendo ternura por el joven.

—vale, esta bien —acepta la joven— ¿como ha estado? ¿esta disfrutando su fiesta?

Inmediatamente Taehyung observa a las princesas cuchichear entre ellas recordando la incomodidad que sufrió al haber hablado con ellas.

—no mucho —se sincero— estoy algo desconcertado con todo esto del matrimonio, no crei que sería anunciado de manera tan repentina —Hyemin frunce su ceño confundida por sus palabras.
—¿como así, príncipe? ¿acaso usted no sabía de su propio matrimonio?
—ah... No... Yo... Si pero no, pero... Es sólo que... ¡ash! —se queja sin saber que responder.

Ni siquiera el estaba seguro si podía revelar esa información de manera tan tranquila, se supone que nadie debía saberlo pero el ya había cometido el error de contarlo a la chica.

—No se preocupe príncipe Kim, no tiene que dar explicaciones —le intenta calmar la doncella al ver el pequeño ataque de pánico del peliblanco.
—No, lo que sucede es...
—¡Taehyung! —le llama una tercera voz interrumpiendo sus palabras.

Inmediatamente el joven miro al dueño de esa voz encontrándose nuevamente con aquel hombre que tan escalofriante vibra le transmitía provocándole un terrible presentimiento al verle llegar con una joven de cabellos rizados de tonalidades claras y mirada brillante delatando las intenciones de su abuelo.

Esto no podía estar pasando pensó el príncipe.

—mi querido nieto —le llamo empleando un tono de amabilidad totalmente falso— he notado que has tenido problemas para elegir a tu princesa así que he pensado en darte una pequeña ayuda.
—¿ayuda? —inquiere incrédulo.

¿Estaban esperando a que el eligiera a una princesa así de fácil? Taehyung no estaba de acuerdo con el matrimonio y tampoco apoyaba la idea de escoger a una princesa como si está fuese una simple joya que le haya gustado y ya.

Las mujeres no son un objeto como para hacer tal cosa y la sonrisa cínica que le dedicaba el hombre no hacía más que causar más desconfíanza en su persona.

—Si, sólo una pequeña ayuda —responde dandole un pequeño empujón a la joven a su lado— te presento a Lee Haneul, es princesa de uno de nuestros reinos aliados.
—Es un placer príncipe Kim —se inclina esta de manera respetuosa.
—pensé que podrías casarte con ella y afianzar nuestra alianza con su pueblo, sería lo mejor para ti y nuestro reino —siguio hablando el hombre pero Tae ya no lo escuchaba, no lo toleraba más.

Ahora todo estaba claro, este desesperado intento por conseguirle una pareja no era idea de Seokjin, al ver la manera tan descarada que tenía su abuelo de presentarle a la chica y decir sin temor alguno sus planes le dejaba en claro que no lo único que le interesaba al hombre era que él se casara con finés ocultos de sólo obtener ganancias a base de ese matrimonio y ¿porque no? Deshacerse de él porque Taehyung dudaba que su abuelo le deseará algun bien a su persona.

—entonces ¿quieres dar el anuncio, nieto? —pregunta volviendo a usar ese tono que no hacía más que revolverle el estómago a Kim.
—lo siento pero no —se niega.

Ni loco aceptaría tal cosa.

—¿no?
—Mi padre ha dicho que escoja con quien deseo casarme, no estoy de acuerdo con que haya "planeado" mi matrimonio sin mi consentimiento por lo que, aunque sea debería estar en mi derecho de decidir con quién voy a estar el resto de mi vida ¿no le parece, abuelo? —desde su sitio el príncipe observaba que el hombre no estaba nada feliz con sus palabras pero ignoraria ese hecho.

Ese hombre no hacía más que acabar con su paciencia.

—eso es cierto, pero deberías intentarlo con Haneul, sólo mírala, ella está interesada en conocerte —intenta convencerle perdiendo de a poco esa falsa careta de amabilidad.
—En los beneficios que obtendrá si se casa conmigo más bien.

Ambos permanecieron en silencio, ambas mujeres se negaban a interferir en la discusión, el hombre respiro profundamente tratando de calmar el enojo que estaba creciendo en su interior y por el lado de Taehyung este le desafiaba con la mirada. El príncipe sabía que está discusión le traería problemas pero poco le importaba ahora.

—tienes que casarte Kim Taehyung —mascullo de mal humor.
—No puedes obligarme a nada, yo decido con quien voy a estar, no tú.
—¿todo esto es por esa mujerzuela? —indaga tomando desprevenido al principe.
—¿disculpa?
—Te he visto muy alegre hablando con ella y mirándola a la distancia —revela y Kim no puede evitar el sentirse avergonzado.

Su abuelo literalmente acaba de exhibir frente a Hyemin lo que el hacia unas horas atrás.

—E-eso no tiene nada que ver con el tema abuelo —intenta desviar el tema a lo que su abuelo ríe con malicie.

A Taehyung no le gusta el rumbo que está tomando esta discusión disfrazada de conversación.

—oh pobre e ingenuo Taehyung ¿acaso crees que te dejaríamos casarte con una simple plebeya como ella? ¡Solo mírala! ¡no es más que una pobre huérfana con un inútil hermano que tuvo que mendigar por algo de ayuda! ¡Seokjin sólo los acepto por pena! —vocifera llamando la atención de todos.

Los susurros de todos los presentes hicieron acto de presencia teniendo por consecuencia que el joven mirara a sus alrededores, todos los invitados observaban la escena de lo más entretenidos susurrando entre ellos oyendo risas de burlas a su alrededor, seguido miro a su lado encontrando a Hyemin esta miraba hacia abajo arrugando con fuerza la tela de su vestido atrapada entre sus manos, y Kim no pudo evitar notar sus mejillas sonrosadas.

Esto era justo lo que no quería, por su culpa la hermana de Jimin estaba teniendo que pagar por algo en lo que no estaba involucrada.

—Preferiria casarme con una mujer que se muestra como es realmente antes de estar con alguna interesada que lo unico que quiere es poder —murmura sin embargo el hombre le oye.
—lastima, tal parece que la única manera de hacerte entrar en razón es por las malas ¡Guardias! —grita activando todas las alarmas del principe.
—¿¡que haces!?
—como he visto que lo que te detiene de pensar con claridad es esta mujer me veo obligado a ayudarte deshaciéndonos de ella.

Inmediatamente al salón entraron guardias acercándose a toda marcha hasta estar detrás del antiguo rey Kim e inconscientemente Taehyung coloco a la menor de los Park a sus espaldas a modo de protección.

No iba a permitir que le hicieran daño, nunca se lo perdonaría.

—dejenla en paz, es una orden.
—Podras ser el príncipe pero yo ya fui rey de Diamond Kingdom, hazte a un lado Taehyung, no causes más problemas —advierte.
—problemas tendrás tu si le haces algo.
—¿¡me estas amenazando nieto mío!? ¡esa mujer definitivamente esta envenenando tu cabeza!
—¡Te he dicho que la dejes en paz!

Todo sucedió tan rápido, su abuelo tanto los guardias a su alrededor salieron disparados hacia atrás estrellándose contra algunos muebles causando un desastre y el principe quedase desconcertado al ver que su mano apuntaba en la dirección a la que habían sido lanzandos.

El no podía haberlo hecho ¿o si?

Unas cuantas exclamaciónes de terror se escucharon al unisono, Kim observo a todos alejarse de él mirándole estupefactos por lo sucedido, miro a la chica a sus espaldas notando la mirada perpleja que está le dedicaba intento acercarse a ella sin embargo esta se alejó de él como si le temiera.

—¿que...?
—¡¿que esta sucediendo aquí?!

Inmediatamente la voz de Seokjin se hizo presente captando la atención de todos más nadie era capaz de pronunciar palabra alguna confundiendo al rey.

—¿¡que se supone que...?! —sus palabras quedaron al aire al encontrar a su hijo abriendo sus ojos en grande al observarle— ¿Taehyung?

El príncipe no entendía ¿que estaba sucediendo? ¿como hizo lo anterior? ¿porque todos le miran como si fuera un bicho raro que nunca hubiesen visto antes?

¿que estaba mal con él?

Sólo defendió a la doncella Park, el no hizo nada malo ¿Verdad?

Continuara.

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