♦01♦

El joven príncipe miro por enésima vez la pequeña mariposa volar por el gran salón, el chico se preguntaba cómo el insecto podía volar tan libremente por todo el lugar de manera relajada y despreocupada, de repente la mariposa se detuvo sobre su nariz captando la atención del peliblanco y que por consecuencia este colocará involuntariamente los ojos viscos al observar el insecto. La mariposa nuevamente emprendió vuelo y Kim por un momento deseo ser como el insecto o por lo menos haber nacido con el don de poder volar. Esta vez optó por observar por el gran ventanal como los guardias patrullaban distintas zonas del palacio de manera entusiasta como si lo hicieran por primera vez ¿como podían hacerlo? Se cuestiona Taehyung al verlos todas las mañanas, en los libros que ha leído siempre cuentan que el ser guardia es una tarea bastante aburrida, que lo único interesante es el poder librar los combates contra tus adversarios pero eso no sucedía en Diamond Kingdom, este sitio era tan pacífico que difícilmente se veía alguna clase de combate en el reino, las reglas eran tan estrictas a tal grado que los entrenamientos de los guardias se realizaban en una zona especial donde no puedan ser visualizados por ninguna persona, esto con el propósito de no causar disturbios o caos y también como estrategia para que nadie mirase el estilo de combate que empleaban en el reino en caso de que algún espía llegase a colarse en el lugar, tarea realmente difícil debido a que camuflajearse en un reino como este no es cosa sencilla. Ser caballero no era una profesión que cualquiera pudiese ser en Diamond Kingdom, Kim muchas veces había querido poder entrenar y cumplir misiones con los otros caballeros como si el fuese uno pero su padre no le dejaba debido a que no cumplía con ciertos requisitos, y uno de ellos era contar con una habilidad que te fuese útil al momento de combatir y lamentablemente, nuestro príncipe no contaba con ello, Kim no estaba contento con la habilidad con la que había nacido, la telepatía no era un don agraciado para el, aunque su padre pensaba lo contrario este le convencía que podría ser un buen estratega, debido a su habilidad cosa que no le alegraba del todo al principe.

Kim Taehyung no era la clase de persona a la que le gustase quedarse solo en una tienda mientras los demás luchaban por el reino, el también quería pelear por su pueblo.

—¡principe! —le llamo alguien— ¡Principe Kim! —vuelve a llamarle sin embargo el joven sigue en sus pensamientos— ¡Kim Taehyung! —vocifera por última vez logrando captar la atención del mencionado quien se sobresaltó del susto.
—¿que sucede?
—Llevo llamandole hace rato, príncipe ¿ha vuelto a perderse en las nubes? —inquirio y Kim decidió dejar de observar la ventana para mirar finalmente a su mentor.

Su mentor no era muy alto, Taehyung recuerda que cuando apenas era un niño su mentor solía llamarle enano de manera juguetona y sin mala intención sin embargo con el paso de los años el príncipe fue creciendo y cuando esté se dió cuenta de su altura ahora el le llamaba por el apodo, claro, todo esto a escondidas del público, en fin, a pesar de la gran diferencia de edad se llevaban bien.

Park Jimin siempre sería su mejor amigo.

Kim observó a su mentor colocar las manos en su cadera frunciendo el ceño y por un momento Taehyung quiso burlarse porque si Park entrecerraba los ojos un poco más, sus orbes azules desaparecerían por completo, pero no lo haría, aún le tiene un poco de respeto después de todo, además de ser su mentor no era ni más ni menos que la mano derecha del rey, pero este le había dado el papel de niñera sobre su vida, así es como Jimin solía decir.

—puede que si... —admitio sin ningún apice de vergüenza y Jimin suspiro cansado de regañarle todos los días por lo mismo.

Kim Taehyung era un príncipe bastante distraído.

Park peino su cabello rubio hacia atrás mirando a ambos lados asegurándose de que no hubiese nadie a su alrededor o que pudiera escucharlos, pero es prácticamente imposible, todos sabían que cuando el príncipe estaba en sus asesorías nadie podía molestarle.

—Escucha Taehyung —dice dejando de lado las formalidades— se que esto te debe hartar y está bien, a mi también pero es importante que prestes atención a las asesorías, como futuro rey tienes que tener el conocimiento para ejercer el puesto, no sólo talento y una buena habilidad, pronto cumpliras veintiuno y sabes lo que eso significará —le recuerda causando que el príncipe despeinara su cabello en señal de frustración.

Claro que Taehyung lo sabía, más que nadie.

No era un secreto que todo el mundo está más emocionado que él mismo por su cumpleaños, su padre había decidido realizar un gran baile de celebración en el que invitaría a gente de otros reinos que ni siquiera conocía y que probablemente le tocaría saludar como si fueran amigos de toda la vida y no, Kim no deseaba eso, el príncipe hasta podía jurar que las fiestas son lo más odiado por su persona.

—No creo que las gente del pueblo desee tener un rey con una habilidad inútil —murmuro con desprecio hacia su persona sin embargo el pequeño golpe que sintió en su cabeza le hizo saber que su mayor le había escuchado.
—No es inútil como tú dices —se sienta frente a él— la telepatía es de hecho una habilidad muy peligrosa debido a que puedes entrar a cualquier mente y saber lo que esta esta pensando ¡imaginate! Nadie podría ocultarte ningún secreto.
—por supuesto —contesto no muy conforme.

Tae esta consciente de lo peligroso que era su don, sin embargo actualmente su don sólo podía servirle para ser un tremendo chismoso.

Diamond Kingdom no libraba guerras desde hacer añales ¿De que le serviría entonces su don? Además, su padre le había prohibido utilizar su habilidad con todos ellos pero era obvio que Kim no seguiria sus órdenes, después de todo, él no se enteraria pero vaya sorpresa se llevó cuando descubrió que por más que lo intentara no podía entrar en su mente, ni la de él, ni la de su madre o su abuelo incluso ¡ni siquiera podía curiosear en la mente de Jimin! Por un momento Taehyung pensó que había perdido su don por no darle uso pero se dió cuenta que sólo era con ellos y algunas pocas personas más a las que no podía leerle el pensamiento, con el resto de los demás podía hacerlo lo cual le confundió bastante. La única explicación que le dió su padre fue que entre sus consejeros se encontraba un telepata también y que este era el causante de la dificultad del príncipe para realizar la tarea ya mencionada, el telepata se aseguraba de que ningún espía lograse filtrar sus planes o pensamientos, ese era su deber.

Kim sonrió al pensar de que si fuera rey ese telepata se quedaría sin empleo.

—En fin Taehyung —decidio hablar al ver que el príncipe no pronunciaba palabra alguna— te pido de corazón que prestes atención, no por tus deberes si no por ti ¿no piensas casarte algún día? ¿Que princesa desearía tener a un marido tan distraído como tu? Definitivamente, ningúna.

Al hacer mención del matrimonio el peliblanco frunció el ceño.

Casarse no era algo que Kim quisiese hacer todavía, no porque le tuviera miedo al compromiso es sólo que el príncipe no deseaba contraer matrimonio todavía, se considera muy joven como para dar el paso además de no tener ninguna "princesa" como todos dicen. Taehyung ya tenía en mente a la persona con la cual quisiese pasar el resto de su vida, el problema es que esa persona no era una princesa. Jimin por su parte negó nuevamente al ver que Taehyung otra vez miraba la ventana totalmente distraído y ajeno de lo que sucedía a su alrededor.

Definitivamente sería muy difícil que el príncipe perdiera esa mala costumbre.

Continuara.

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