Día 30: Helado

Día 30

~Helado~

-1378 palabras-

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Marinette observó cómo Adrien se había puesto pálido. Corrió la mirada a ambos Kwamis, tratando de que la orientaran, pero ninguno dijo o hizo algo. Aterrada, dio un paso hacia él, esperando que no retrocediera.

—¿Eres tú? —dijo Adrien, señalándola —. ¿Siempre fuiste tú? —la de cabellos azulados afirmó con la cabeza —¡Oh, por todos los cielos! —Adrien llevó ambas manos a su boca, de la impresión.

—Adrien... —dijo Marinette, con miedo, dando otro paso para acercarse, pero él no se movió y se mantuvo en su lugar, observándola—... en realidad no podría hacerlo sin ti... esto, nuestra misión, mis responsabilidades... así que... —elevó las manos para tomar las del chico —... decidí confiar en ti, completamente, para que lo hagamos juntos.

—Eres Ladybug... —susurró, como si aún estuviera en shock. Marinette volvió a afirmar, confundida.

—¿Estás bien?

—Eres My Lady —volvió a susurrar, soltándose del agarre de su compañera para tomarla del rostro —. ¿Qué extraña y milagrosa situación es ésta?

—Una forma más de demostrar que, como siempre has dicho, estamos hecho el uno para el otro.

—No puedo creerlo... —apoyó su frente contra la de ella —. Siempre estuvimos tan cerca...

—Y jugando en círculos —contestó, con un deje de cansancio en su voz. Al ver eso, Adrien volvió a su centro, preocupándose.

—Pero, ¿por qué te revelaste? ¿Qué es lo que sucede?

—Necesito contarte el verdadero motivo del por qué creía que empujar a Chat Noir lejos de Ladybug era la mejor solución, sin saber el daño que me causaba indirectamente con eso.

—Te escucho.

Marinette aspiró profundamente y ambos se sentaron en el diván de la chica.

—Bunnyx intervino, impidiendo que tú te enteraras de que yo era Ladybug por medio de la boina —le explicó —. No imaginaba cómo, el hecho de que tú lo descubrieras, había ocasionado que Chat Noir también supiera mi identidad secreta... Cuando supe que eran la misma persona, comprendí que fue como darte el premio mayor.

—Sabes que descubrir que eres Ladybug solo termina de confirmar que mis sentimientos por la heroína lograron traspasar nuestros trajes mágicos, ¿no? —Marinette no se vio envuelta en pensamientos ridículos y afirmó. Ahora que conocía más a Adrien, podía estar segura de que sus sentimientos eran reales y no una ilusión por la chica de la máscara.

—No sé qué habrá pasado después: si no supimos controlar nuestras responsabilidades, si nosotros mismos no pudimos con todo o si quizás hice algo que te hizo creer que no te amaba y terminaste akumatizado. —Adrien, al notar que la chica tenía los ojos llorosos de repente, se apuró en sacar un pañuelo de su bolsillo para limpiar sus lágrimas.

—No llores.

—Tú dijiste que todo era perfecto hasta que Hawk Moth nos descubrió, y que fue nuestro amor lo que destruyó el mundo... por eso yo...

—¿Por eso huiste al saber que yo era Chat?

—Tenía mucho miedo. No quería que te akumatizaran por mi culpa, pero aquí... —miró hacia donde flotaba Plagg —... tu Kwami de la destrucción, me hizo pensar bien las cosas —Adrien miró a Plagg y sonrió cuando éste corrió la mirada, sumamente avergonzado —. Y llegué a la conclusión de que, quizás, lo que nos pasó fue que, en vez de confiar en ti como siempre, cargué con todo y terminamos así.

—¿Crees que fue un desbalance de nuestros poderes? —Marinette afirmó.

—Nuestros miraculous necesitan mantenerse en constante balance, pero algo debió alterarnos y causar el caos, así que por eso te estoy contando esto.

—Para que nos mantengamos alerta...

Marinette tomó las manos de Adrien y lo miró con decisión.

—Y unidos —agregó —. Sea lo que sea que venga ahora, necesitamos estar más unidos que nunca y contarnos hasta el menor de los puntos que puedan generar un malentendido.

—Claro... —Adrien elevó sus manos para besar las de Marinette y ella lo abrazó con fuerza. Adrien cerró los ojos y también la abrazó, aferrándose a ella... A Marinette, su Lady, la chica que siempre amó.

—¿Qué te parece si vamos por un helado? —dijo Marinette, de la nada, sorprendiéndolo.

—¿Ahora? —preguntó confundido, separándose de ella.

—¡Sí! —afirmó—. André no estaba muy lejos de aquí...

—Vamos...

...

Aunque Marinette había sido la que compartió el peso de todo lo que cargaba con Adrien, era él el que se sentía más liviano, como si una carga pesada e invisible que no sabía que tenía, lo hubiera abandonado.

Tomó la mano de Marinette para caminar juntos y ella lo miró con una enorme sonrisa que lo dejó suspirando.

¡Ahora sabía que la amaba desde el día 0!

El rubio se detuvo a pocos pasos de André, lo que hizo que ella también interrumpiera bruscamente sus pasos.

—¡Adrien! —protestó, pero lo vio ponerse serio y luego, como si estuviera en medio de una crisis de identidad, empezar a reír como loco— ¿Estás bien?

—Solo estaba recordando cuando iniciamos esto de conversar más seguido...

—¿Cuándo me pediste consejos para tu relación con Kagami? —le consultó, por lo que Adrien enrojeció.

—Ese punto fue tu culpa por pedirme que buscara otras opciones.

—Mi culpa... —dijo, poniendo los ojos en blanco.

—Cómo iba diciendo... —retomó la palabra —, ¿Recuerdas que hablábamos de nuestros raros y extraños primeros besos? —la mirada y la sonrisa ladeada que Adrien le dio, hizo que Marinette enrojeciera rápidamente—. Quién lo diría...

—¡Ahí está André! —dijo la chica, adelantándose, aprovechando que aun mantenían sus manos entrelazadas, lo que hizo que el chico la siguiera, sin perder la sonrisa.

Llegaron ante el heladero que, tras mirarlos con una sonrisa, empezó a preparar un helado.

—Ha de haber una alineación, porque al fin puedo hacer esta combinación. Dulce arándano enamorado... —dijo encantado, agregando el copo celeste —... y refrescante menta encantada —ambos tomaron la combinación que les recordaba al color de los ojos de ambos —. Una relación refrescante y dulce... Les deseo lo mejor.

—¡Gracias! —dijeron los dos, caminando hasta el banco para comer su helado.

Adrien volvió a sonreír.

—¿Y ahora de qué te acordaste? —consultó Marinette, mirándolo de reojo, pues estaba segura de que esa iba a ser una escena frecuente, a partir de ahora.

—¿Recuerdas la cantidad de veces que comimos helado juntos, sin saberlo? —respondió, tomando un poco de helado de arándano con su cuchara —. ¡Como treinta veces!

—¿Sabes qué otra cosa estoy recordando ahora mismo? —dijo Marinette, tomando un poco de helado de menta.

—¿Qué cosa? —consultó.

—Que no he hecho mi comentario de cómo el chico correcto, anda tirando chistes malos y saltando por los techos de París en un traje ajustado —Adrien la miró de reojo, pero sonrió.

—Eso es pura envidia porque no puedes igualar mi nivel de juegos de palabras y selectos chistes —respondió. Marinette iba a protestar, pero Adrien le dio un beso rápido en los labios —. ¡No puedes alegar! —le dijo aún con sus labios muy cerca —. Tengo un frasco lleno de pruebas de que los chistes no son lo tuyo, my lady —y tras eso se separó. Marinette se lo quedó viendo fijamente, sin decir nada —¿Qué?

—Aunque la revelación no pareciera haber influido entre nosotros, siento como si algo se hubiera ido... —Adrien la miró, apretando los labios, pensando en qué podría ser.

—Tal vez, las cadenas invisibles que nos impedían ser como somos en realidad, finalmente se rompieron.

—¿Tú crees?

—Claro. Siempre hubo una parte de nosotros que no podía salir a la luz, pero que conforme pasábamos más tiempo, juntos, empezaba a mostrarse... Quizás solo era cuestión de tiempo —afirmó—. Sabes que no sé mucho de estas cosas, pero lo que he aprendido y vivido contigo, este tiempo, me llevó a mostrarme como realmente soy. He conocido mucho de mí a través de ti y eso es algo que aprecio mucho de tenerte en mi vida.

—Adrien...

—Mantengámonos juntos, Marinette... —le dijo apoyando su cabeza contra la de ella —... y nada nos derrotará, jamás.

—¡Juntos! —afirmó, cerrando los ojos.

Y es como debían estar para que todo lo que viniera en el futuro, no encontrara grietas que arruinaran sus vidas; porque por más héroes de París que fueran, eran humanos y necesitaban sentirse protegidos y amados para avanzar en la vida.

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Y el reto Adrinette ha terminado.

Sí, tiene un final medio abierto medio cerrado, pero la verdad, quería enfocarme en ellos directamente, siendo felices, unidos, juntos, sin que el mundo tenga que explotar para variar.

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¡Espero que le haga gustado!

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Y no se despeguen mucho rato, que en un par de horas más, debuta el reto Marichat 😉

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¡¡Muchas gracias por todo!!

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Aquatic~

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1 de Abril – 30 de Abril 2020

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¡Reto Cumplido!

Pd: el fic último capítulo del reto Marichat cierra está historia 💖

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