Día 28: Care Package
Día 28
~Care Package~
-1135 palabras-
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Cuando Adrien le contó a Marinette que estaría un par de días fuera de París, en Londres, visitando a su tía en compañía de su guardaespaldas, esperaba que mostrara tristeza o que le dijera que lo iba a extrañar mucho, no sé... esas típicas cosas que siempre había leído o esperado recibir de la persona amada; pero Marinette no hizo nada de eso, al contrario, con una sonrisa en sus labios, le deseó buen viaje, diciéndole que lo iría a despedir a la estación de tren.
Así que ahora estaba frente a ella, confundido por el paquete que traía en sus manos.
—¿Qué es esto?
—Revísalo cuando llegues a Londres —le pidió con una sonrisa, antes de darle un beso y despedirse para que finalmente se fuera.
—¿No dirás que me vas a extrañar?
—Cuando veas la caja, lo sabrás —respondió. Adrien afirmó con la cabeza e ingresó al tren, se sentó en la ventanilla y se despidió de la chica a través del vidrio. Marinette agitó su mano derecha y esperó hasta que el tren se pusiera en marcha para volver a su casa.
¡Claro que lo extrañaría! ¡Y mucho!
Pero quería que viera la sorpresa que le había hecho.
...
Luego de dos horas en tren, finalmente llegó a Londres. Su tía Amelie ya estaba esperándolo para llevarlo a la mansión a que descansara, porque el día viernes tendrían muchas cosas que hacer.
Adrien subió a la habitación que le correspondía y lo primero que hizo fue buscar la caja que le dio Marinette. Quitó el moño y abrió las solapas, encontrando en la cara interna de ambas, dos mensajes: «Te extrañaré» y «Buena suerte en Londres». Abrió las otras dos y también se encontró con dos mensajes más «¡Te quiero!» «Espero que te guste»
El interior de la caja estaba lleno de papel seda de varios colores, además de cuatro paquetes forrados. Cada uno de estos tenía marcado un día: uno para hoy, otro para el viernes, otro para el sábado y otro para el domingo en que iba a regresar a París. Y en medio de estos paquetes, había envuelto algunos caramelos y macarrones rosados con pintas blancas.
Tomó la caja del día jueves y la abrió, quitándole la cinta. Dentro de esta cajita encontró una nota doblada en forma de corazón y uno de sus chocolates favoritos.
«Día 1: Jueves. Sé que recién llevamos pocas horas sin vernos, pero... ya te extraño. Compartamos un chocolate para pasar la pena de no vernos por unos días... ¡Te quiero!»
Adrien sonrió y abrió el paquete de chocolate para probarlo. Ese sería un buen método para pasar los días.
...
El viernes la pasó visitando familiares, en compañía de Felix. Estos se empeñaron en buscarles citas a ambos jóvenes, quienes declinaron con rapidez.
—¿Así que tienes novia? —consultó Felix, sorprendido de aquello—. Pensé que estabas enamorado de Ladybug.
—No estoy enamorado de Ladybug —respondió con el ceño fruncido, preguntándose cómo es que su primo sabía eso ¿Acaso estuvo revisándole sus cosas, también?
—Entonces ¿quién es la afortunada?
—Marinette —respondió, aunque estaba seguro de que su primo no sabía cuál de sus amigas era.
—Es la de coletas ¿verdad? —ante la deducción, Adrien lo miró sorprendido —. Era obvio. Su declaración de amor en ese video era tan...
—¿Declaración? —consultó —¿Qué declaración?
—La del video que borré, en el que decía que podías contar con ella porque te amaba... —Felix puso los ojos en blanco— Patético, si me lo preguntas.
Adrien no respondió, pero cuando estuvo de nuevo en su habitación, tomó la caja del día viernes. Al sacarla encontró una nota y una bolsa negra.
«Es viernes en la noche. Quizás tus instintos gatunos se despierten, así que puedes entretenerte con esto»
Aún más confundido, tomó la bolsa y al abrirla se encontró con un ovillo de lana color verde y un pequeño ratón de juguete. Miró las cosas por unos segundos, en silencio, y luego empezó a reírse con ganas.
...
El sábado se lo pasó con más familiares de su madre, algunos advirtiéndole de su padre y otros pidiéndole que se fuera a vivir con ellos.
¿Por qué la familia de su madre no quería a su padre? Si bien no era muy cariñoso, los recuerdos que tenía de ellos tres juntos en su infancia eran muy felices.
Esa noche llegó tan cansado que lo único que quiso hacer, fue tomar un macaron de la caja y comerlo. Realmente le faltaba algo dulce en su boca.
Tomó la caja correspondiente a ese día, que era un poco más pesada que las otras, y dentro encontró un frasco con muchos papelitos de colores. Revisó la nota y sonrió al ver la letra de Marinette en ella.
«¡Es sábado y significa que mañana ya te veré de nuevo! Este frasco es especial y estoy segura que te servirá, aun después de volver a casa. Hay frases bonitas y chistes muy malos. ¡Solo puedes abrir uno al día!... Y no quiero alegatos»
Adrien sonrió al entender lo que Marinette hizo al final de esa línea.
«Pd: Lo siento, soy pésima para estos juegos de palabras con gatos. Supongo que no es obligatorio que los haga, ¿verdad?»
De nuevo, la risa se apoderó de él. ¿Podía amar más a esa chica? ¡Estaba empezando a descubrir que sí!
A pesar de lo que eran ahora, ella nunca dejaba de ser una buena amiga, una buena consejera y una buena aliada para todo lo que se proponían. Realmente la adoraba.
Tomó uno de los papeles de color y eligió uno rosado. Al abrirlo sonrió rápidamente.
—¿De qué tanto te ríes? —preguntó Plagg al ver al chico perder la respiración debido a la risa. Observó el papel en la mano y negó con la cabeza— ¡Es más mala que tú!
—¡Oye! —protestó Adrien, sentándose en la cama. Tomó el papelito que decía «Voy y vuelvo. Firma el Boomerang»
...
El día domingo, antes de ir a almorzar con su tía Amelie y con Felix, Adrien abrió la caja del domingo. Dentro había dos chocolates y dos papeles. La nota decía:
«¡Si es domingo, volveré a verte! ¡Qué emoción! Compartamos el chocolate cuando nos veamos de nuevo en la tarde. Adjunto un cupón, valido para un abrazo»
Adrien observó el otro papel rectangular. Rodeada de flores de cerezo, el cupón decía: «Se le otorga a Adrien Agreste, este cupón válido para un abrazo.»
...
Cuando regresó a París y se encontró con Marinette esperándolo en la estación, hizo valer el cupón de abrazo de inmediato.
—¡Te extrañé tanto! —exclamó ella, apretándolo contra sí.
—Yo en cambio, te sentí sumamente cerca todo el tiempo —acomodó su mejilla sobre la cabeza de Marinette—. Soy muy afortunado de tenerte en mi vida.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
.
.
.
.
.
Y ya nos quedan solo dos capítulos y no quiero separarme de este fic ;o;
Le tengo mucho cariño~
.
Pero bueno, ya nos vamos del Adrinette y nos vamos adentrando en el Marichat.
Quiero recordarles que el Reto Marichat será el último que haré hasta el de Adrien en Agosto.
¡Así que disfruten los últimos desafíos de esta autora!
.
Siguiente Día: Memorias~
.
Gracias por leer.
.
Aquatic~
.
28 de Abril 2020
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top