Día 13

~Revelación de la bufanda~

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Adrien observaba a la mujer que lo había criado, completamente intrigado.

Lo había llamado al comedor y le había pedido que llevara la bufanda que su padre le habia regalado para su cumpleaños, así que, con la prenda de lana en sus manos, extendió su brazo hacia Nathalie.

—¿Ésta? —indicó. Nathalie tomó la bufanda y revisó la prenda con detenimiento. Según recordaba, la chica siempre solía firmar sus diseños, por lo que ahí, en un extremo, con hilo celeste para que casi no se notara entre las puntadas, estaba el nombre de Marinette.

Se había predispuesto a ver que sucedía con aquel par y no descansaría hasta ver a dónde lo llevaba.

—Adrien, tengo que confesarte algo —dijo, bajando la mirada, tratando de aparentar estar realmente afligida por esto.

—¿Qué sucede? —preguntó, realmente preocupado por ella— ¿Pasó algo con mi padre?

—Verás —aspiró profundo, apretando la bufanda con ambas manos—. En realidad, tu padre nunca te regaló esto —confesó finalmente, haciendo que Adrien bajara la mirada con pena hacia la prenda, pues le tenía un gran cariño—. Ese día, había olvidado comprarte algo, así que tomé el regalo que Marinette te dejó y...

—¡Basta! —la interrumpió, recuperando la bufanda— ¿Esto lo hizo Marinette? —Nathalie bajó la mirada, afirmando.

—Sí —contestó—. En mi desesperación, cometí ese error y ahora que los vi tan juntos, practicando piano, me dio mucha pena y... —Adrien se acercó hasta ella, apoyando su mano en el codo de Nathalie— ¿Eh?

—Te perdono, pero a cambio, necesito salir de la casa en este momento...

—Pero...

—¡Media hora, no más! Gorila puede acompañarme todo el rato...

—Bueno... —Adrien no le dio tiempo a responder, la abrazó y salió corriendo a buscar a su guardaespaldas.

Nathalie parpadeó un par de veces presa de la conmoción, justo cuando Gabriel se paró a su lado.

—¿Cree que es lo correcto, señor? —consultó.

—Debemos ver el alcance de sus emociones —le indicó—. Luego de eso, ya veremos.

...

Adrien llegó a la panadería Dupain-Cheng, saludó a ambos padres de su novia y subió al departamento a buscarla. Cuando Marinette le abrió la puerta, el rubio la abrazó fuerte. La de ojos celestes lucía confundida, pero aceptó el abrazo.

—¿Qué te pasa?

—¿Por qué eres tan amable? —dijo, tomándola del rostro para mirarla fijamente, mientras, Marinette notaba que Adrien tenía la bufanda en su poder.

—Eso...

—Ya sé que tú la hiciste —dijo, soltándola para mostrarle la prenda—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Creíste que era un regalo de tu padre y yo no podía quitarte esa emoción cuando sé lo complicada que es tu relación con él... además... —tomó la bufanda y se la colocó al chico en el cuello —, te había gustado y con eso me daba por satisfecha...

—¿Por qué mi novia es tan maravillosa?

Marinette soltó los extremos de la bufanda y se limpió las uñas derechas en el hombro izquierdo con una sonrisa.

—Tú sabes... Marinettastica, a tus órdenes.

Ambos se miraron con seriedad y se volvieron a abrazar.

Amaban como se sentían en los brazos del otro.

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Gabriel y Nathalie traman algo... ¿qué harán? :O

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Me tomaré unos días de descanso, así que dejaré los capítulos de esta semana : )

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¡Muchas Gracias por leer!

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Aquatic~

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13 de Abril 2020