Día 10

~Brazalete de la suerte~

-411 palabras-

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Adrien estaba bastante confundido, mirando a su amiga. El pedido que le había realizado era de lo más extraño y un poco indignante. ¿Acaso ella no recordaba lo que él le había dicho?

—Déjame ver si entendí —dijo, tratando de reordenar sus pensamientos —. ¿Quieres que mañana traiga a la escuela, el brazalete de la suerte que me regalaste? —Marinette afirmó enérgicamente — ¿Para qué?

—Es que quiero decirte algo —comentó. Ante eso, Adrien buscó en el bolsillo de su pantalón y sacó de éste, el amuleto de la suerte que Marinette le había regalado — ¿Eh?

—Te dije que siempre lo cargo conmigo, ¿lo olvidaste? —preguntó, entrecerrando los ojos. Marinette, algo nerviosa, se llevó la mano a la nuca —. Ahora vas a tener que hablar, salvo que hayas perdido la que yo te di.

—¡Claro que no! —dijo, buscando en su carterita cruzada y sacándola de allí con rapidez, para que Tikki no fuera vista— ¡Yo también la llevo conmigo, siempre!

Adrien sonrió, pues era bonito verla con ese leve sonrojo, pero de pronto, se sorprendió cuando Marinette, muy segura, dio un paso hacia él.

—¿Marinette?

—Estoy realmente agradecida de que finalmente comprendieras que tus sentimientos me pertenecían... —tomó la pulsera en manos de Adrien y se la ató a la muñeca derecha —, así que quiero que esto confirme que no solo los acepto, sino que también... —hizo una pausa y lo miró frunciendo el ceño—... los correspondo de igual manera.

Adrien, que la miraba con seriedad, no tardó en volver a sonreír por sus palabras. ¡Al fin tenía una respuesta a sus cartas!

—Aun creo que deberíamos tomar las cosas con calma... —le aconsejó. Adrien dejó de mirarla, para luego tomar la pulsera que le había regalado y colocársela en su mano izquierda; luego, la elevó y le dio un beso en los nudillos— ¿Me estás escuchando? —preguntó, pero él solo amplió la sonrisa.

—Dejé de hacerlo cuando afirmaste que sientes lo mismo que yo.

—¡Adrien! —protestó, pero el chico la abrazó, apegándola a él con fuerza, como si no quisiera perderla. Ella, entre balbuceos, le correspondió, abrazándolo también.

—No te vas a arrepentir. Te lo juro.

—Confío en ti —contestó, acomodándose contra el pecho de su ahora, novio. Por alguna extraña razón, ese abrazo se le hacía muy cálido y familiar, y se aferró más a él. Eran, sin duda, unos brazos que no quería dejar ir nunca.

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Y al fin la pareja se formó! xD

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Veamos cuanto le dura *cof13cofcapcof*

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Quiero aclarar que cuando dije que tenía cierto paralelismo con Chat Blanc, no me refería a que Mari se entera que es Chat y la akumatizan. Nop, sino que toman los hechos de otra forma, a como debería pasar las cosas para que no termine el mundo destruido como en Chat Blanc.

Aclarado esto... 

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¡Muchas gracias por leer esto!

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Próxima consigna: Videojuegos

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Aquatic~

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10 de Abril 2020