Capítulo 6
—Es todo lo que puedo hacer por ahora.
—¿Bromeas? Eres excelente. ¿Desde cuándo iniciaste con la guitarra?
—No recuerdo exactamente, quizá a los ¿diez?, no lo sé, desde pequeña escuchaba y veía a mi padre. Crecí expuesta a ello.
—Que bien, tu padre aún...
—Claro, no creo se aleje de una de estas mucho tiempo. —Admiraba el instrumento en mis manos.
¿Hace cuánto que no pensaba en mamá y papá?, aún recordaba el último día que les tuve frente a mí.
—Me encantaría conocerlo. —Escuchaba decir a Garret alejandome del recuerdo.
—Amm... Es bastante tarde ya, es mejor que regrese a mi habitación.
Probablemente estaba huyendo, aún no estaba segura de ello.
—Espera, no has tomado nada, seguro debes morir de hambre.
—Estoy bien, descuida. Debo finalizar un par de cosas, entonces... —Le veía, poseía un tipo de mirada que cuando quería, lograba avergonzarme. —es mejor que continúe con ello. Gracias por el regalo, de verdad lo aprecio demasiado.
—No hay problema.
Caminaba hacia la salida sintiendo la presencia de Garret detrás.
—Pero espera, ¿Cómo sabías que la guitarra era perfecta para mí?, A caso... —Giré para encararlo justo al llegar al marco de la puerta.
—Sí, Adam era bastante expresivo cuando se trataba de ti. Además era lógico que buscaría alguien afín con él.
—¡Oh! Ya veo. Bueno... Hasta mañana.
—Hasta mañana Allie, que descanses.
—Igual.
Probablemente tomaría meses, el que Garret y yo pudiésemos hablar con total naturalidad, pero debía admitir que hasta ahora él de verdad resultaba una buena persona. Por otro lado pensar demasiado en ello no ayudaría.
Y entre todos los pensamientos habituales que tenía cada noche, la interrogante normal continuaba, ¿Exactamente qué clase de amistad tenían esos dos?
¿Podría hallar algo en las pertenencias de Adam?
Mas tarde daría prioridad a ello, por ahora el sueño me abrazaba fuertemente sin opción de rescate.
***
Le escuchaba aclararse la garganta recargado del marco de la puerta, intentando captar mi atención.
─¿Qué sucede?
─¿Qué se supone que haces?
─Un poco de emparedados y café, ¿por qué?
─No es nada, no imaginaba el verte cocinando, es decir no es que diga que no lo sabes hacer, tan sólo no...
─Entiendo.
─¿En serio? Me alegro —Se acercaba hasta llegar a la barra y sentarse en uno de los bancos.
─¿Estás bien?, te ves un poco cansado..
─Si yo... estoy bien.
─¿De verdad?
─Sí claro, ¿puedo ayudar en algo?
Dudaba un poco ante su ofrecimiento, pero terminaba aceptando.
─Mezcla la pasta.
Si bien fue un dia de lo mas normal, sentía que Garret estaba muy nervioso y ocultaba algo.
Por la noche y después de una deliciosa comida, ambos estuvimos de acuerdo en mirar una película desde la sala de estar. Garret se encargaría de colocar la pelicula mientras yo preparaba las palomitas.
Con todo listo, se sentaba del lado derecho del sofá al extremo contrario de mi lugar.
─Allie...—Se detenía
─¿De verdad estás bien?
—Sólo... Me preguntaba si, ¿No piensas abrir la caja?
─Por ahora no.
─Pero quizá contenga algo importante.
─No ahora, vamos reproducela.
Sin externar una respuesta le veía tomar el mando y la película iniciaba.
Intentaba no prestar atención a la incomodidad o el continúo movimiento de Garret en su lugar, pero estaba siendo difícil, estaba demasiado silencioso, situación extraña viniendo de alguien que siempre se le veía deseoso de una buena charla, algo ocurria. ¿Pero exactamente con qué derecho me atrevía a preguntar?
─Allie lo siento. —Detenía la película
─¿Ah? —Apagaba la tv desde su asiento. —¿Qué sucede? —La segunda pregunta la formulaba después de ver su rostro lleno de una seriedad jamás antes expuesta.
─Yo, Allie verás, Adam...
─Garret no estoy comprendiendo nada.
─¿Cómo debería explicarlo? —Permanecia unos segundos en silencio, como si estuviese debatiendo consigo. ─De acuerdo, pero antes discúlpame, en ningún momento fue mi intención pasar por alto tu confianza.
─¿Qué sucedió? —Sus palabras conseguían exaltarme.
─Abrí la caja y lo siento mucho.
─¿¡Qué hiciste que!? ¿¡por qué razón!? ¡Pero que te sucede!.
—Espera, espera, por favor.
—¿Es qué acaso tienes también una excusa para esto?
—Escucha, comprendo tu enfado y estas en todo tu derecho. Realmente lo lamento muchísimo y no tengo palabras para disculparme, pero lo que hay ahí, Allie debes verlo. Además me gustaría, preguntar a cerca de una cosa.
—Me estas diciendo que además de tomarte el atrevimiento de mirar la caja que no te correspondía, ¿tienes preguntas al respecto?
—En verdad lo lamento, sinc...
—Basta, sabes que... olvida esto y dame esa caja.
—Allie por favor, debes mirar lo que contiene.
Me quedé congelada en el sillón, estaba terriblemente molesta y no planeaba dirigirle una sola palabra mas.
—Bien, lo lamento sinceramente, no puedo hacer nada para revertir la situación y en verdad no quería mentirte al respecto. Siento ser entrometido con su relación, pero intentaba enteder mejor lo que él deseaba, además de hallar una explicación para la co-propiedad.
Él tenía un punto, aún con el enfado debía reconocer que fue honesto al respecto, bien podría nunca decir que abrió dicha caja y ni siquiera lo habría notado.
—Entonces... —Mi voz salía notablemente irritada.
—Planeaba sólo mirar la superficie pero antes de cerrarla algo atrajo mi atención, Allie hace tiempo le preste a Adam una grabadora, ya que comento que deseaba guardar un audio importante, pero jamás imaginé que terminaría de este modo.
─¿De qué estas hablando?
─Reproduje la última grabación y era su voz. Creo que debes escucharlo.
Me quedé en exactamente la misma posición, su voz, él había grabado algo para mí.
—Tengo que escuchar eso, Garret por favor trae esa caja. —No dudé mas, el sólo hecho de saber que le escucharía de nuevo me colmaba de alegría, aún si en un rincón de mi ser sentía miedo por la incertidumbre de sus palabras.
Garret subía apresuradamente por la escalera hacia su habitación. Él seguramente ya habría escuchado la grabación y a sabiendas de que me molestaría al averiguarlo, consideró tan importante lo que Adam grabó que no dudó en decírmelo.
Exactamente que tipo de hombre eres, Garret Mazur.
Observaba la caja antes de abrirla, un repentino miedo me invadió.
—Esta bien, si deseas puedo retirme para...
—No, quedate. —Respiraba profundamente y removía la tapa.
Lo primero que atrapaba mi vista, era una libreta, tenía mas pinta de libro debido al grueso de sus pastas, de color vino con un grabado especial.
Adam Lieber
Se leía en color dorado por la parte superior. Le abría, con sólo mirar el primer párrafo reconocía su letra, le hojeaba rápidamente para cerciorarme que estaba repleta de notas a mano, mi poca compostura estaba a punto de flaquear, estaba segura que de disponerme a leer cada una de esas líneas terminaría hecha un desastre, por lo cual cerraba la libreta y me recordaba leer mas tarde.
En cuanto dejaba la libreta sobre la pequeña mesa en el centro de la estancia, tomaba la única grabadora dentro.
—¿A esto te referías?
—Sí.
No me tomé mucho tiempo, pero si el necesario para intentar prepararme.
Oh Dios, cuanto extrañaba su voz.
“¿Qué se supone debería decir? mmm... quizá, ¡sorpresa!" escuchaba la contagiosa risa de Adam.
"¿Estas escuchando cierto?, sería un problema si no, realmente espero seas tú quien reproduzca. Es extraño sabes, grabar esto meses antes y siendo consiente que cuando llegue a tus manos yo no estaré junto a ti.
¿Estás triste? ¡Déjalo! conozco bien a la persona de la que me enamoré y la fuerza tan inmensa que posee, así que deja de lamentarlo y continúa, todo estará bien Allie jamás te dejaría sin tener las cosas preparadas, tanto tú como nuestro hijo tendrán una buena vida. Sólo pensar que no podre verle, pero estoy seguro lo cuidaras muy bien y serás la mejor madre que pudo tener, seguramente es precioso ¿verdad?, exactamente igual a ti.
Sobre Garret, siento no haber mencionado mucho, imagino fue una gran sorpresa para ti enterarte que la casa le pertenece, inicialmente planeaba comprarla para ambos pero los planes cambiaron cuando me entere de esta enfermedad, y tú llegaste con la noticia del embarazo, el ver esos ojos brillosos y emocionados, me fue difícil mencionar algo, semanas después supuse debía tener un plan y así llegamos aquí.
Allie por mucho que diga no podrás cerrarlo ¿cierto?, escuchar removerá demasiado, pero amor, esto jamás fue tu culpa es algo que paso y ya, seguimos con el tratamiento arduamente pero al final debía suceder, mi única alegría es saber que tuve la oportunidad de estar contigo mucho mas tiempo, el cual permitió las cosas terminaran bien, debes saber que haré todo lo posible por no verte en el último momento, no podría despedirme.
Se feliz, realiza tus sueños y permite Garret este a tu lado, es una gran persona y amigo, cuidara bien de ti y Sam, es un buen compositor e interprete estoy seguro te apoyara en tu estudio, igual puedes pisotearlo con tus habilidades en guitarra"... de nuevo reía con tanta vitalidad que no cabía en mi la idea de su deterioro.
"¿Podrías hacerme un favor? pasa la siguiente grabación a Garret deseo mostrarle mi última composición".
"Garret, si bien nunca lo mencionaste...
Detenía en ese mismo instante la reproducción. Me volvía hacía él y le entregaba la grabadora.
—Te dejaré escucharlo, iré arriba.
—Espera. —Me tomaba de la muñeca.
—Él... Adam mencionó... Él decía algo acerca de un bebé, lo llamo "nuestro hijo", ¿A qué se refería? ¿Qué ha ocurrido?
Su voz era pesada y sutilmente agitada, llena de exigencia, suplicante. Las palabras eran rápidamente expuestas, pero la última frase la percibía tan lenta y dolorosa.
"Nuestro Hijo" resonaba tan fuerte en mi cabeza.
Antes de molestarme, de discutir, o decirle porque diablos se entrometía en mi vida, la amarga sensación llego a mi boca, el shock no me permitía formar una respuesta.
Después de unos segundos le escuché nuevamente
─Allie por favor contesta, dime ¿dónde esta?, ¿por qué no lo tienes contigo? —Me tenía tomada de las manos.
─¡Suéltame! ¡Como te atreviste! —Forcejeaba con sus manos para conseguir me liberara pero él aplicaba mas fuerza.
─Lo siento pero no pienso dejarte ir sin una respuesta, espero comprendas, era mi amigo, y ese niño su hijo, debo cuidar de ambos.
─¿Y quién te lo pidió? Jamás he deseado cuides de mi, no lo necesito.
─Ahora estas enfadada y entiendo después de todo no me correspondía abrir esa caja y mucho menos escuchar el audio, pero eso no implica al niño, quizá la forma en que lo supe no fue correcta pero ya no hay marcha atrás, ahora por favor contesta ¿dónde está?
─Es un tema que no te incumbe.
Tarde, demasiado tarde para escapar, la presión en el pecho me sofocaba y en segundos estaba llorando, algo en mí se derrumbaba nuevamente.
─¡No esta!, nunca estuvo a mi lado, ¿¡satisfecho!?, ahora suéltame.
─¿Por qué? Allie ¿qué paso?
─Por favor, sólo déjame.
Se mantenía inmóvil, alejando sus manos y permitiéndome un poco de espacio.
─Lo perdí, lo perdí. —Me escuchaba decir sin ser consciente. El llanto no me dejaba hablar.
Su abrazo era reconfortante en su mayoría, pero en este preciso momento, sólo me impulsaba a derramar mas lágrimas.
─No era el momento, aún debía formarse bien, lo tuve un mis brazos por sólo unos segundos y entonces me dejo. —Decía apenas en un hilo de voz.
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