Capítulo 4

—¿Podrías mostrarme la llave?

─Claro, dame un minuto.

Rápidamente me levantaba del asiento y corría hacia mi habitación, abrí apresuradamente y seguí hasta el tocador donde se encontraba la caja.

En cuanto regresaba frente a él, le encontraba demasiado ensimismado en sus pensamientos.

─¿Ocurre algo? ¿Estas bien? —Le preguntaba.

─¿Eh? perdón, si claro sólo... pensaba en una cosa.

─¿Seguro?

─Si, si, lo siento, ¿me dejas verla?

─¡Oh! Si —Le entregaba la llave.

Le veía observarla con cuidado, como si le estuviese examinando. Al cabo de algunos segundos por fin habló.

—No, realmente no tengo la menor idea de que se trate.

Y en ese instante todas mis esperanzas se venían a bajo

—Espera... Si tú ni yo tenemos idea de que se trata, ¿Cómo lograrás hallar lo que abre?

—Excelente pregunta. —Ironizaba al contestar.

—Deberías ir a tu habitación y descansar un poco, te ves... Cansada.

Era consciente de que lucía horrible pero con semejante interrogante sabía que no podría descansar ni diez minutos.

—Estoy bien, debo saber de que se trata. —Señalaba la llave en su mano, tomándola con cuidado y dirigiéndome a la puerta.

—Allie relajate, hoy es tu cumpleaños, deberías disfrutarlo. —Le escuchaba decir por detrás.

—Gracias. —Era lo último que le dirigía antes de salir de la habitación.

¿Qué se supone debería hacer ahora? Ir por la casa probando la llave en todos los lugares que se me pudiesen ocurrir. Esto no estaba bien en ningún sentido.

Estaba a punto de derrumbarme en uno de los grandes sillones de la estancia, cuando el teléfono fijo timbro, no tenía la mínima intención de tomarlo pero logré escuchar la voz de Garret al contestar.

—Es para ti. —Me ofrecía el auricular, para dejarme sola después de haberlo tomado.

—¿Diga?

—Buenas tardes, ¿Allie Hawk?

—Sí.

—Srita. Hawk, le habla Thomas Jenks, lamento tomarla por sorpresa pero tengo instrucciones específicas para comunicarme con usted en este día.
Se trata del inmueble que adquirió Adam Lieber. —Despues de eso último la voz del hombre en el teléfono dejó de tener importancia.

—¿Alo? ¿Señorita Hawk?

—Si, si lo siento, podría repetir la dirección una vez más. —Al termino de tomar los datos y comprometerme a asistir este día, finalizaba la llamada.

No sabía de que se trataba, no tenía pistas o algo que me dijera que debía esperar. Así que acudí a quien al parecer tenía mas idea.

—¿Sabes algo acerca de esto? —Le ofrecía el papel con la dirección anotada.

Leía y se quedaba pensando por algunos minutos.

—Creo saber de que se trata. Es mejor que lo veas por ti misma, ¿me acompañas?

─Por supuesto, sólo deja tomo mi bolso.

—De acuerdo, terminaré de prepararme para salir pronto. Espera sólo un poco, ¡no me demoro! —Me decía mientras se alejaba cada vez mas al subir la escalera.

Una vez con el pequeño bolso colgado de mi hombro izquierdo, bajé de nuevo a la estancia, donde me senté a esperar.
Cuando escuché los pasos de Garret descender, me tensaba y los nervios comenzaban a aparecer. Exactamente ¿De qué se trataba todo esto?, sabía que a Adam le gustaban las sorpresas y el misterio, pero esto ya era demasiado.

—¿Nos vamos? —Escuché decir a Garret una vez estuvo frente a mí.

─Si.

En el pequeño recibidor que se encontraba antes de entrar o salir de casa, ambos tomabamos nuestras respectivas chaquetas, el invierno ya estaba por salir pero el frío fuera debía ser aún frecuente, la escena me hacía recordar todas las veces que Adam y yo estábamos en el mismo sitio, como tomaba mi mano y una vez listos salíamos, su mano en la mía me hacía sentir protegida.

─Allie, ¡Allie!

─Perdón, ¿me decías algo? —Le contestaba aun inmersa en mis pensamientos.

─Nada, ¿estas lista?

─Sí, vamos.

En todo el recorrido nada me resultaba familiar, lugares que no había visto o frecuentado.
Garret se mantenía a mi costado derecho, el taxi que nos trasladaba hasta aquel lugar desconocido para mí, estaba bastante limpio, el conductor cerca de unos cincuenta años era muy amable. Apreciaba la bonita vista desde la ventana, sintiendo en ciertos momentos la mirada de Garret sobre mí.

─Es lindo ¿cierto?, hoy el día es estupendo ¿no lo crees?

─¿Eh?, si supongo.

─Oh, vamos Allie alégrate un poco, es tu cumpleaños, deberías estar feliz.

─Como podr... —Me interrumpí antes de continuar.

Después de eso vino un silencio, él no mencionaba nada y yo únicamente miraba la ventana.

─Estos chicos de ahora, se molestan por cualquier cosa.

─¿Disculpe? —Ambos reaccionamos ante lo dicho por el conductor del taxi.

─Joven, no debería hacer enojar a su novia, ella es una linda chica, considérese con suerte.

─¿¡Qué!?

─No es mi NOVIO (A) —Contestamos al unísono.

─Chicos, si me permiten un consejo, sólo hablenlo y arreglense, verán que todo tiene solución —El señor reía abiertamente después de expresar su opinión.

De nuevo el silencio, pero esta vez se percibía cierta incomodidad entre nosotros, las palabras del conductor me habían avergonzado y al parecer sucedió lo mismo con Garret.

Mmm... No es tan frío hoy, deberías abrir tu ventana y respirar un poco de aire fresco.

Sus palabras venían acompañadas por la acción, se acercaba y cuidadosamente extendía su brazo para pulsaba el botón en mi lado de la puerta, automáticamente el vidrio comenzaba a bajar dejándome sentir el aire increíblemente refrescante sobre la piel.

Pasaron aproximadamente quince minutos cuando el conductor dijo que habíamos llegado, Garret le agradeció y pagó. Al bajar del auto lo primero que observé fueron diversos establecimientos de música, algunos vendían instrumentos, discos entre otros artículos.

─¿Dónde estamos?

─Ya lo verás, vamos, es en ese edificio —Señalaba una gran construcción, la zona lucía lujosa, por consiguiente aquel edificio también, de aproximadamente diez pisos.

Entramos, Garret parecía bastante seguro de saber en donde se encontraba, ingresamos al elevador siendo los únicos dentro, pulso el botón con el numero ocho sobre el, después de unos minutos el ascensor se detuvo.

Mis manos temblaban ligeramente, mi respiración se aceleraba y un frío repentino subía por todo mi cuerpo.

─¿Lista? —Le escuche decir.

─Eso creo.

No tenía idea de donde me encontraba, ni hacia donde iba, la confusión en mi mente aumentaba y lo que esperaba saliera de la boca de Garret no lo hacía, se mantenía frente a mí en silencio y guiándome hasta algún sitio. Caminamos por un largo pasillo, hasta que Garret se detuvo.

─¿Es aquí? —Pregunté.

─Si.

Giraba y se colocaba frente a mí, sus ojos ámbar me veían fijamente, inconscientemente desviaba la mirada hacia el extremo contrario del pasillo, dando la ilusión de mirar alrededor del lugar.

─Es la única habitación ¿cierto?

─Así es, ¿me permites la llave?

─Claro —Tomaba el bolso y de el extraía la llave para extendersela.

Escuchaba claramente como ingresaba la llave en la cerradura y ésta dejaba la puerta se abriera.

─Después de ti... —Se movía a un lado de la puerta para dejarme entrar primero.

La sorpresa al ver de lo que se trataba no me fue posible de ocultar. Una gran habitación, increíblemente lujosa, las luces se encendieron automáticamente al ingresar, dejándome ver la gran instrumentaría que había, desde grandes pantallas, los controles de edición, la sala consiguiente donde estaba el micrófono y artículos necesarios para una grabación.

─Pero... —Me detuve a ver cada detalle.

Las paredes pintadas de un color verde oscuro contrastaban perfectamente con el techo crema y la fila de luces sobresalientes de el, todas iluminaban perfectamente cada parte de la habitación; los muebles de madera en tono chocolate, todo el lugar lucía sumamente elegante.

─¿De qué se trata todo esto?

─Allie, permíteme explicar, la verdad en alguna ocasión acompañé a Adam a visitar este lugar, en ese momento estaba en venta, uno de los sueños de Adam era tener su propio estudio de grabación. Ese día comentó que deseaba ver en persona el lugar, desde que ingresamos quedo encantado y mencionó su deseo de adquirirlo, pensaba que bromeaba, jamás imaginé que en verdad lo haría de su propiedad.

─¿Pero cómo?, ¿por qué ahora?

─Pues...

Antes de que pudiera contestar a mi pregunta, alguien llamo a la puerta.

─Espera.

─Hola, ¿Disculpe le acompaña la Srita Hawk?

Le escuchaba decir a alguien, la voz sonaba masculina y grave.

—Así es, pase por favor.

─¡Oh! Buena tardes señorita.

─Buenas tardes.

Nos quedamos en silencio por algunos segundos.

—Disculpe, me presento soy Thomas Jenks, quien se comunicó con usted mas temprano. Me alegra que viniera, ante todo mi mas sentido pésame. —La expresión del hombre se ensombreció al mirarme, como una señal de comprensión a mi dolor.
—Adam Lieber se comunicó conmigo meses antes de terminar la obra, me expresó su deseo de realizar la concesión en esta fecha. Todo esta en orden, el lugar no ha sido ocupado por nadie, está intacto.
Un gusto señorita Hawk, le hago entrega de los documentos.

—Gracias.

—Oh, lo olvidaba denme un minuto, tengo algo para usted señorita.

─¿Perdón? Pero que... —El hombre desapareció después de eso.

─Esto es tuyo, si en efecto Adam lo compró y colocó esa llave dentro de tu regalo, indica que deseaba entregarte este lugar.

─Pero yo... no entiendo, ¿por qué? ¿qué motivos tenía para darme esto?

─Sinceramente no lo se, también estoy sorprendido.

Nuevamente se escuchaban pequeños golpecillos sobre la puerta.

─Dejame, tú deberías sentarte aquí —Se alejaba y me ofrecía una silla.

─Por favor has entrega de esto a la señorita Hawk, aquel joven Adam, hace unos años me la proporcionó y me pidió se entregara cuando ella tomara posesión.

─Claro, muchas gracias. —Les escuche decir desde la puerta.

─Allie, esto es para ti.

Giraba hasta quedar de frente, en sus manos una caja color rojo.

No de nuevo.

─Es una broma ¿cierto?, ¿pero que rayos estaba pensando?

─No lo sé, quizá hacerte sentir un poco mejor, sabes como era le encantaban las sorpresas, además decía que tu rostro cada vez que te sorprendías no tenía precio —Sonreía al finalizar sus palabras.

─¿¡Qué!?

─No es nada, sólo que es verdad, ahora lo comprendo

─¿Estás jugando conmigo?

─Yo no, ¡él!

─No logro entender nada de esto.

─Estoy igual.

─¿Puedes guardar esto por mí?

─Eh, pero... —Veía la duda a través de toda su expresión.

─Sólo por ahora, no deseo una sorpresa mas, al menos no por hoy.

─¿No la abrirás?

─No lo creo.

─Bien, pues no te preocupes guardare bien esto —Decía a la mismo tiempo que con ligeros movimientos mostraba la caja en sus manos.

─¿Deberíamos regresar a casa?

─Estaría perfecto, por alguna razón todo esto me dejo agotada.

─De acuerdo, dame unos segundos deja tomo esto y... —Con la caja en ambas manos le resultaba difícil coger los papeles sobre el escritorio.

─Deja te ayudo.

De alguna manera ninguno logró obtener los papeles correctamente ya que terminaron esparcidos por el suelo, causándonos unos minutos de risa. Garret dejó la caja un momento y ayudo a recoger las hojas, cada una llena de tantas letras como era posible, no me detuve a leer, simplemente las tomaba y acomodaba una detrás de otra, hasta que...
Reconocí su letra inmediatamente, me detuve rápidamente, era como sentirse congelado, sólo que mi corazón latía fuertemente mientras mi mente quedaba en blanco.

─¿Sucede algo? ¿Estás bien?, Allie... -No sabía que decir, su voz se escuchaba lejana, señalé la hoja.

Garret la tomaba y minutos después ofrecía para que leyera.

─¿Podrias hacerlo por mi?

─Pero yo... —Respondía.

─Por favor, tan solo lee. —Le interrumpía antes de negarse.

─De acuerdo.

10-noviembre- 15
Si tienes esto en tus manos, debes saber ya que este lugar te pertenece, no imaginabas que mi iría sin dejar nada ¿cierto?
Te extraño, hoy más que nunca esa palabra me acompaña, el sentimiento de no querer dejarte perdurara de ahora en adelante, pero tú debes ser fuerte, sigue adelante y lucha por la felicidad de ambos. En estos días he estado imaginando como será, su carita, ¿lucirá como tú?

─Es suficiente.

Arrancaba de sus manos el papel, con cuidado lo doblaba, pero antes de hacerlo noté el nombre de alguien familiar escrito, de inmediato continúe con la lectura

No creo que te enfades por lo que hice, él es un muy buen amigo, ahora seguro estas a la defensiva pero sé que ustedes terminaran por llevarse muy bien, créeme tienen mas en común de lo que ustedes saben hasta ahora, por favor permite que te ayude, él seguro hará tu sueño realidad, quizá sea difícil pero no lo abandones.
Da un beso a Sam por mí.

Adam

─¿¡Pero de qué va todo!?

─¿De qué hablas?

Su pregunta en voz alta me distrajo y al mismo tiempo enfoco mi atención

─¿Qué sucede? —Le decía mientras me acercaba al lugar donde se encontraba.

─Debes ver esto —Me acercaba un papel.

Co-propietarios: Allie Hawk - Garret Mazur

─No comprendo nada en absoluto, lo único que deseo es ir a casa y olvidar que todo sucedió.

─Sus deseos son ordenes, permítame escoltarla hasta su hogar. —Daba una reverencia mas pronunciada de lo normal y después se erguía con una sonrisa en el rostro, me miraba fijamente.

—Para con eso, vamos. —Contestaba ligeramente incómoda.

Salimos de aquel lugar, el traslado fue silencioso pero agradable, podría decir que en aquel momento sin decir una palabra ambos comprendíamos nuestros sentimientos.

De nuevo en casa, planeaba ir a recostarme y dormir profundamente hasta el dia siguiente, pero al parecer mis planes se vendrían abajo.

─Dame unos minutos.

─¿Por qué? La verdad estoy muy cansada y...

Shh, espera en la cocina no tardo, subiré esto a mi habitación —Me mostraba la caja junto a los papeles.

El repentino entusiasmo de Garret resultaba extraño, lucia tan alegre y extasiado, subía rápidamente las escaleras y después se perdía por el pasillo.

Pensaba en la nota que Adam dejó, en el golpe duro y efectivo que resultó, mientras caminaba hacia la cocina. Esperé unos minutos, cuando escuché su voz interpretando "Feliz Cumpleaños".

Giré hacia donde provenía el sonido, en la entrada mientras cantaba, sostenía un pastel, las velas encendidas en la superficie daban pequeñas chispas en ocasiones.

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