Empire Wars ch 9

                      CAPÍTULO NUEVE: MÁS RECUERDOS DEL PASADO

KYLE POV:

Ya habían pasado unos días desde que ese príncipe me había pedido ayuda y dejado esa invitación y en todo este tiempo me había puesto a pensar en lo que me dijo cuándo discutimos, él tenía toda la razón, nosotros los elfos se supone que debemos de ayudar a quién nos pide ayuda si tiene buenas intenciones, no importa si se trata de una especie tan violenta y que se deja caer fácilmente en las tentaciones como lo es la humana, ya que no todos los humanos son malos.

Nosotros nos hemos aislado mucho de las demás criaturas en estos últimos tiempos, desde que el Dios Máximo dividió a los hombres en diferentes culturas hace 1.500 años en el pasado para que así la impureza de las demás criaturas no nos contaminara y que nadie tratara de conquistar nuestro amado reino principal razón por la cual hace alrededor de 500 años fue elevado tan lejos de la Tierra para que sea imposible que alguien que no queramos recibir tuviera acceso a él.

Sé que estoy sonando muy narcisista o megalómano, pero en el pasado varios de nuestros reinos ya han sido atacados especialmente nuestro reino principal, tanto por hombres, enanos, orcos, licántropos, vampiros y otras criaturas, incluso a los que hemos ayudado y nos han apuñalado por la espalda, por lo menos según las palabras de mi padre, el gran rey Gerald Broflovski hace varios años cuando era un niño.

Flash back:

Luego de una terrible pelea que tuvimos contra un ejército de hombres, papá junto con los elfos más poderosos del alto mando tomaron la decisión de elevar nuestro reino hasta las nubes.

-¿En serio tenemos que hacer esto, papá?- le pregunté triste y preocupado, en esos momentos yo era un niño de 5 años y estábamos parados encima de un balcón de nuestro castillo.

-No hay más alternativa hijo, ya hemos perdido muchos de nosotros por las constantes peleas que hemos tenido contra los que se quieren adueñar de nuestro reino Guendar, así que mantenerlo a salvo entre las nubes es la mejor solución- me explicó él con pesar y acariciándome un poco el pelo, él tenía el pelo algo largo, al igual que su bigote y barba y usaba una corona de ramas y una túnica de color azul y siempre fue alguien sabio y justo.

-¿Pero no hay otra forma de poder proteger nuestro reino principal y los que tenemos por otros lados? ¿Cómo usando lo que el Dios Primario nos dio hace años para acabar con los que nos quieran hacer daño?- le seguí preguntando sin cambiar de semblante.

-No hijo, sabes muy bien que lo que el todo poderoso Dios Máximo nos dio es algo para hacer el bien y nunca para hacerle el mal a las demás criaturas, aunque estás nos quieran lastimar- me siguió explicando.

Pero yo seguía triste ya que si Guendar se elevaba hasta el Cielo no podría recorrer el mundo entero y ver que hay en él ni poder conocer a más culturas que compartan nuestros iniciales de paz

-No te pongas triste hijo, sé que tenías muchas ganas de poder recorrer el mundo pero tienes que entender que aunque hay cosas muy bellas en él, también hay cosas muy malas y horribles y que es mejor no toparse con ellas- me trató de hacer sentir mejor papá frotándome un poco la espalda -tal vez cuando ya seas rey y hayas madurado y aprendido lo suficiente, podrías tomarte la molestia de buscar nuevas culturas que quieran socializar con nosotros y de esa forma verás lo bello que hay en el mundo.

-Pero para que yo sea rey, aún falta como toda una eternidad- dije ya un poco burlón y los dos reímos un poco.

-Querido, ya es el momento- dijo de repente mamá acercándose a nosotros, su nombre es Sheila y por supuesto era la reina, siempre me ha dado todo su amor aunque algunas veces llegaba a ser bastante sobreprotectora y me causaba grandes momentos de vergüenza, papá asintió y nos pidió que nos retiráramos -vamos hijo, podrás admirar mejor esto si lo vez desde el piso- me dijo ella sonriendo y agarrándome la mano.

Casi todos los elfos que vivíamos en Guendar estábamos parados en la cima de unas lomas y lo podíamos ver a la perfección ya que lo que se iba hacer podía ser peligroso si salía mal.

-Es hora comenzar- dijo uno de los elfos del alto mando, ellos son los miembros del consejo y junto con mi padre tomaron esta decisión y el resto estaba dispersado por diferentes puntos claves mientras que papá se quedó en el balcón en el que hablamos.

Él junto las palmas de sus manos y cerró los ojos para concentrarse al mismo tiempo que empezó a decir un conjuro y su cuerpo empezó a brillar un poco mientras que una corriente de aire lo envolvía, esto mismo le está pasando a los otros miembros del consejo y como papá es el más poderoso de todos se quedó en el castillo.

Después de unos segundos todo el terreno empezó a temblar violentamente mientras que Guendar brillaba y para el asombro de todos se empezó a elevar separándose de raíz del suelo y poco fue ascendiendo mientras que el elfo del alto mando miraba hacia arriba y subía lentamente las manos sin dejar de decir su conjuro; papá y los demás estarán haciendo lo mismo también.

Ellos estaban usando la energía de la Tierra para poder alzar Guendar, aunque esto tiene un precio y es que al usar la energía de esta forma haría que cada roca y estructura se volviera mucho más densa de lo que es, llegando a tal punto de que todo el reino se volviera tan pesado como el propio mundo, una cifra exorbitante y que en sí mismo fuera un pequeño mundo que se alejaría del resto de la Tierra hasta perderse entre las nubes, si no fuera por las enormes cadenas que lo sujetan ya se habría alejado por completo, pero la ventaja de ser tan denso es que lo hace mucho más resistente de lo que era antes.

-¡INGUIR, CORGAN, PEGTER, SUCTUR!- terminó por exclamar el elfo parte del consejo que estaba cerca de nosotros volviendo a juntar las manos y su cuerpo brillaba con mayor intensidad botando una columna de luz que se dirigió hacia arriba y se podían ver las demás columnas de luz a lo lejos que le pertenecían a papá y los demás miembros del alto mando -Ah... ah... lo conseguimos...- dijo sonriendo pero bastante agotado, tanto que algunos de nosotros lo tuvieron que sostener para que no cayera al piso.

-Wau...- susurré muy asombrado al ver nuestro reino tan lejos de nosotros ¡Era impresionante!-¿pero cómo vamos a subir hasta allá?- le pregunté a mamá.

-Nosotros los elfos podemos ingresar a Guendar de una u otra forma al ser sus habitantes- me dijo ella riendo un poco.

Fin del flash back.

Desde ese entonces nuestro preciado reino principal ha estado a salvo de cualquiera que tenga malas intenciones y nadie que no queramos recibir a puesto un pie aquí y como pueden notar yo soy mucho más viejo de lo que aparento, de 505 años de edad aproximadamente a pesar de que solo aparento tener entre 20 o 30 años en escalas humanas.

Pero eso no quiere decir que sea inmortal o algo así, los elfos somos longevos no eternos y algún día tarde o temprano debemos de partir de este mundo... como le pasó a papá hace 200 años y a mamá hace 100 años, los extraño mucho ya que eran mis únicos familiares, excepto por un hermanito que tuve hace mucho tiempo a quién también quería mucho, pero esa es una historia que no me gusta recordar.

Al morir papá me volví el nuevo rey elfo y como lo solía hacer él siempre trato de buscar lo mejor para mi gente y que no corra ningún peligro y que no interactúen mucho con especies con grandes tendencias a la violencia como la humana y las que había dicho anteriormente y eso puede hacer que pueda actuar algo arisco sin querer y muy reacio a querer ayudarlos como me negué al principio cuando ese príncipe me pidió ayuda y más por como los de su especie y otras más han abusado de nuestra generosidad en el pasado.

Ese joven también me hizo dar cuenta que nosotros no siempre debemos esperar a que los dioses siempre sean los que resuelvan los problemas, esa debió de haber sido una lección que debimos aprender hace mucho tiempo cuando estábamos en situaciones críticas y en vez de actuar enseguida solo nos poníamos a rezar para que nos ayudaran e hicieran todo por nosotros, eso me recuerda un refrán que escuché hace mucho tiempo "La gente siempre espera que un milagro se cumpla sin saber que ellos mismos pueden ser ese milagro" no recuerdo cuando escuché eso, pero ese príncipe me refrescó un poco la memoria. Un rey siempre deba buscar soluciones alternativas a la violencia, pero siempre debe de estar preparado para la guerra cuando no hay ninguna otra solución.

Y aunque pocas veces he interactuado con humanos y otras especies diferentes a la nuestra, no puedo negar que estoy algo ansioso por asistir a esa reunión, después de todo así no tendría que estar todo el tiempo aquí sentado en mi trono haciendo lo mismo de siempre día tras día.

No me mal entiendan, aunque me gusta velar por la seguridad de mi pueblo... estar todo el tiempo aquí encerrado en mi reino principal llega a ser bastante tedioso y aburrido, sin muchas emociones ni nuevas experiencias y no he conocido muchas otras culturas a decir verdad. Tal vez puedan pasar otros 500 años, pero creo que siempre tendré algo de ese espíritu aventurero que solía tener de niño.

Además puede que aprenda algo en la reunión cosas que no pueda aprender al estar aquí sentado, algo que las demás criaturas dan por sentado es que nosotros los elfos lo sabemos todo, nada esta tan lejos de la verdad ya que si bien somos inteligentes no estamos dispersos por todo el mundo conocido y no conocemos todo lo que hay en él, aunque si sabemos de algunas ubicaciones y lugares que tal vez sean desconocidas para los humanos y otros seres, pero no sabemos qué hay del otro lado del océano... tal vez el borde del mundo como creen muchos.

Ya era hora de que fuera a dormir, nosotros también tenemos que descansar, pero cuando me levanté del trono vi el cilindro que había encima de él, lo que contiene es lo que el Dios Máximo nos dio hace muchos años y es la razón por la cual nos habían atacado en el pasado, para quedarse con ese objeto que en manos equivocadas... todo el mundo estaría condenado.

Mientras que esté con nosotros no hay problema alguno y de hecho es gracias a este objeto que Guendar está todavía flotando en el aire, ya que una cosa es lograr elevar todo un reino hasta las nubes y otra cosa es mantenerlo entre ellas, su poder es lo que nos mantiene aquí arriba a salvo y espero que siempre este con nosotros.

-Que duerma bien, mi señor- me dijo Gary cuando me dirigía a mis aposentos. Él es uno de mis consejeros de mayor confianza y uno de mis mejores amigos.

-Tú también, Gary- le dije y él hizo una reverencia para luego retirarse.

Al llegar a mi cuarto, lo primero que hice fue arrodillarme ante un pequeño altar en dónde estaban las figuras del Dios Primario y los secundarios y les dije mis plegarias y después de decirlas me dispuse a dormir pero antes de hacerlo me puse a pensar en los ojos de ese príncipe, tan llenos de vida, de energía, de valor, determinación; desde hace rato que no veo una mirada como esa.

-Espero poder ver de nuevo esos ojos cuando vaya a la capital de su reino- no sé por qué dije esto pero no le quería dar mayor importancia y me empecé a quedar dormido.

FIN DEL KYLE POV.

Ahora nos enfocaremos en el embajador del Inframundo Philip Pirrup que en vez de estar en el poso del fuego y sufrimiento eterno, estaba cabalgando en un lugar que se podría considerar más tranquilo y que es oscuro y con mucha niebla, se podían ver lo que parecían ser almas de humanos y otras criaturas flotando por ahí y por allá sin rumbo fijo y sin decir nada y no tenían expresiones en sus caras, pero cuando veían al jinete enseguida se apartaban de su camino y este se dirigió a lo que parecía ser a un altar en dónde estaba la estatua de una mujer que estaba extendiendo su mano derecha como si estuviera pidiendo ayuda, lo mismo pasa con la expresión de su cara.

El rubio al llegar hasta ella se bajó de su infernal corcel, se quitó su grotesco casco e hizo una reverencia ante ella apoyando su rodilla derecha en el piso.

-Hola Estela ¿Cómo estás?- le preguntó como si la estatua le fuera a responder y sonreía de forma muy forzada -yo estoy bien... pero Damien todavía quiere aprovechar lo que le pasó a Mistangi para que las personas crean que él fue el causante y le tengan miedo- dijo esto ya con notoria tristeza y desviando la mirada -él no sabe que fui yo quien en realidad le sugirió a los Marsh que unieran fuerzas con los demás reinos que se conozcan... no quiero que le teman sino que en verdad se unan y dejen de lado sus diferencias- dijo ya mirando de nuevo a la estatua -pero sabes muy bien que las personas le temen a lo que no entienden y lo más probable es que sucumban ante el pánico cuando les cuente lo que le paso a ese reino- de nuevo desvió la mirada triste y soltando un suspiro -ahora tengo que ir a buscar otros reinos que quieran ayudarlo con sus planes, así que nos vemos después- dicho esto se puso de pie y le dio un beso en la mejilla a la estatua y antes de ponerse su casco creo una bola de fuego y en esta apareció una rosa y la puso en frente de ella para luego montarse a su caballo e hizo que relinchara parándose en sus patas traseras para luego retirarse del lugar.

Al mismo tiempo que Butters y Caos se estaban dirigiendo a Now Yark, Mark y el Topo junto con las bestias que los acompañaban se estaban acercando a una de las ciudades del suroeste.

-Al fin estamos llegando a uno de los puebluchos de estas tierras, mis cascos están que se revientan por haber caminado tanto tiempo- se quejó el general centauro.

-Y a mí esta que se me revientan los oídos por estar escuchando tus constantes quejas estúpidas- le dijo molesto y hastiado el hombre con la pala en la espalda, eso molesto también a la criatura mitad humana y mitad caballo que iba a decirle algo.

Sin embargo vieron una alta columna de humo a lo lejos, eso los extrañó bastante ya que parecía provenir de la ciudad a la que se dirigían.

-¿Ese humo proviene de la ciudad a la que nos dirigimos?- preguntó el centauro.

-Parece que sí- le respondió el castaño para luego darle una calada a su cigarro entrecerrando los ojos -¿habrá sido un incendio?- preguntó botando el humo de su boca.

-No sé, pero si es así nos habrá ahorrado algo de sudor- dijo el otro general ya sonriendo y todas las criaturas aceleraron el paso para ver de qué se trataba.

Pero al llegar enseguida se dieron cuenta de que no se trataba de un simple incendio ¡Sino de una masacre completa! Ya que aparte de casas y estructuras quemadas y destruidas, habían personas tiradas por todas partes, ya sean mutiladas de alguna forma o también quemadas, tanto hombres, como mujeres, niños y ancianos y algunos estaban en posiciones comprometedoras ya sean abrazando a un ser querido o algo así.

-¿Pero qué rayos pasó aquí?- preguntó Mark viendo de un lado a otro, a pesar de lo grotesco del lugar ni él ni las demás criaturas estaban perturbados, después de todo ya están acostumbrados a carnicerías.

-Pues alguien se nos adelantó, es lo más seguro- respondió el Topo como si fuera cualquier cosa.

-¿Quién pudo haber hecho algo así aparte de nosotros?- preguntó uno hombre reptil.

-Parece que tenemos competencia- dijo ya divertido el general centauro y algunas de las criaturas rieron un poco.

El Topo en vez de reírse vio algo que le llamó la atención y eso fue una casa que estaba destruida pero había algo curioso en ella y eso era que había una especie de cráter humeante en ella y luego miró otras casas y estructuras y muchas de ellas también tenían marcas muy parecidas.

-Qué raro, nunca he visto marcas como estas- se dijo a sí mismo extrañado -oye Mark ¿Algunas vez has visto marcas como estas?- le preguntó señalando con su pala esas marcas.

-... no, nunca había visto marcas como esas- le dijo también extrañado -¿Crees que habrá sido obra de un dragón escupe fuego?- le preguntó.

-No, si hubiera sido una criatura como esa todo estaría quemado pero no con marcas como estas- le contradijo el castaño.

-Tal vez un titán o coloso de fuego- siguió sugiriendo el centauro.

-Si hubiera sido un titán de fuego, tan solo le hubiera tomado aplastar todo esto con uno solo de sus pies- cuando el castaño dijo esto, el mitad corcel rió un poco, pero luego vio en el piso unas pisadas raras, ya que eran circulares como de un metro de ancho pero a cada lado parecía tener un dedo, uno adelante, otro atrás, otro del lado derecho y el otro del lado izquierdo -estas huellas... nunca he visto huellas como estas- dijo acercándose a una de ellas, que al igual que esos cráteres humeaban un poco y con su pala recogió un poco de tierra.

-Y por la profundidad que tienen, el que las dejó debió de haber sido muy pesado- el pelinegro se agachó para coger también una muestra de tierra -no pudo haberlas hecho un gigante ya que no son precisamente muy grandes y no tienen la forma de un pie.

-Tal vez haber sido un gigante joven con calzado raro- sugirió un orco.

-Es lo más probable...- el castaño no estaba seguro de eso y miró las muchas huellas que hay por todo el piso -"¿Quiénes pudieron hacer esto? ¿Demonios o bestias del Inframundo?"- se preguntó.

-¿Entonces que hacer debemos?- preguntó un minotauro.

-Pues ya que estamos aquí, establezcámonos y montemos un punto de control y vean si quedan sobrevivientes- les ordenó el castaño saliendo de sus pensamientos.

-¿Y qué hacer con los muertos?- preguntó ahora un cíclope.

-Pues ya tienen servida carne frita, así que aprovechen- les dijo sonriendo Mark de medio lado y varias de las demás bestias enseguida se relamieron los labios.

Se estaba haciendo de noche y al parecer ninguna persona sobrevivió y mientras que algunas de las criaturas del ejército de Caos se daban un festín, otras estaban haciendo un fuerte con las cosas que tenían a mano.

El Topo mientras tanto se había aislado un poco de ellos y mientras miraba como el sol se estaba ocultando, recordaba algunas cosas.

Flash back:

El castaño estaba en medio de una sala con cadenas y grilletes inmovilizándolo y de rodillas ya que al parecer lo estaban enjuiciando.

-... por el delito de atentar contra la vida del príncipe, usted Christopher De'Lorne es hallado culpable- cuando una especie de juez dijo esto las personas del tribunal empezaron a abuchearlo y le lanzaban cosas como piedras o frutas -¿tiene algo que decir a su favor?- cuando le preguntó esto, él no decía nada y solamente mantenía la mirada gacha -Entonces será condenado a morir en aceite hirviendo dentro de tres días- dijo golpeando un martillo de madera su mesa.

Él no decía nada y solamente dejó arrastrar hasta su deplorable celda en dónde lo tiraron como si fuera un saco de basura y mientras pasaban los días lo único que hacía era mirar sus manos, manos llenas de raspaduras y ásperas como las que un mercenario de primera debe de tener, manos que han segado las vidas de muchas personas y criaturas, manos que también han salvado muchas vidas, todo eso solo por una buena paga, aunque hubo una que salvó por propia voluntad y sin esperar nada a cambia y esa vida era la de...

De repente escuchó los gritos de personas, así que se asomó por las celdas de su ventana y se asombró al ver muchas criaturas atacando y matando a los que se cruzaban por su camino, ese era el ejército de Caos que fue a invadir la ciudad en dónde él se encontraba.

-Ju, eso es lo que se ganan por ser unos idiots mediocres- se dijo a sí mismo con burla al ver como unos soldados eran devorados por algunos de esos monstruos.

-¡Eso es, sigan, sigan, no tengan piedad alguna!- pudo ver al terrible Lord dirigiendo a las bestias mientras peleaba contras unos soldados y los mataba y no muy lejos de él estaba Butters que peleaba sin muchas ganas.

El Topo se asombró al ver como dos humanos parecían ser los líderes de esa horda de monstruos.

Cuando ya esa ciudad estaba bajo el control de los dos hermanos, el de las cicatrices ordenó que llevaran a los ciudadanos que quedaron con vida, tanto prisioneros como civiles y soldados, a las jaulas carrozas como esclavos.

-Otra decepción total, solo eran puros debiluchos y no había alguien quien valiera la pena, excepto por las lindas señoritas- lo primero que dijo Caos fue fingiendo decepción y el resto con burla y Butters como era de esperarse desvió la mirada triste.

El Topo escuchó eso, pero no le importó ya que de igual manera era un prisionero antes de que ellos llegaran hasta esta ciudad, lo único que hicieron fue anular su sentencia de muerte.

Pero luego vio como unas criaturas querían propasarse con una mujer embarazada, tal vez sea un mercenario frío y que casi nunca se arrepiente por lo que hace, pero eso para él era más de lo que podría permitir.

-Oigan ustedes, déjenla- les exigió alejándose de la fila en la que estaba, pero no podía caminar bien ya que tiene grilletes y cadenas en sus tobillos y en sus muñecas.

-¡Volver a la fila!- le exigió un minotauro que tiene una gran hacha.

-Oblígame- le dijo desafiante y sonriendo de medio lado.

-¡GRAAA!- el ser mitad toro y mitad humano movió hacía abajo su arma para cortarlo a la mitad.

El castaño saltó hacia atrás extendiendo sus manos y el hacha le cortó las cadenas, luego vio que un troll también lo quería cortar de forma vertical con una gran espada, así que se apoyó en los cuernos del minotauro y levantó las piernas y las cadenas de estas también fueron cortadas y de un movimiento ¡CRANCK! Desnucó al minotauro y a pesar de ser bien pesada, fue capaz de coger su hacha con sus dos manos y con esta misma le cortó las piernas al troll que cayó al piso moribundo y enseguida le cortó la cabeza.

-Mucho mejor- dijo tronándose las muñecas y tobillos -¿Quién sigue?- le preguntó desafiante a las criaturas que estaban a su alrededor que lo miraron molestos y se le acercaron para atacarlo.

-Ese infeliz, le voy a dar una lección- dijo Dylan molesto e hizo el ademan de ir a atacarlo.

-Espera- le detuvo Caos que miraba todo eso divertido -veamos de que es capaz ese sujeto- dijo cruzándose de brazos mientras que Butters lo miraba con cierta preocupación y Henrietta no tenía ninguna expresión en la cara y solo se limitaba a fumar.

Christopher, con algo de trabajo, movía esa gran hacha cortando en pedazos a los que se les acercaban, hasta que un cíclope le dio una fuerte patada en la espalda mandándolo a volar y que cayera al piso boca abajo y cuando dio media vuelta para levantarse, un orco verdoso y delgado se le montó encima y le quiso clavar una cuchilla, pero el castaño le sujetó la cabeza y se la desnucó como lo hizo con ese minotauro, y cogió esa cuchilla para seguir peleando.

Un cíclope lo quiso aplastar con un gran martillo, pero se echó asía atrás y enseguida se apoyó en sus grandes manos y le clavó en el dorso su cuchilla y la movió de abajo hacia arriba rajándole el vientre haciendo que gritara de la agonía mientras caía al piso.

Luego otras criaturas se le acercaron para atacarlo, pero él usando solamente esa cuchilla se defendía de sus ataques y los mataba, pero luego de estar peleando así se estaba comenzando a cansar.

-¿Qué pasa... no pueden contra un solo hombre...?- les preguntó desafiante respirando agitadamente.

-¡ARRRGGG!- rugieron al mismo tiempo un cíclope, un troll, un minotauro y lo que parecía ser un hombre mitad jabalí que se les acercaron con grandes martillos y mazos para atacarlo.

-¡ALTO!- ordenó Caos y las bestias se detuvieron en seco y se le acercó a Christopher que se puso en guardia -tengo que reconocerlo, eres bastante hábil para ser un humano cualquiera- le alagó sonriendo un poco, pero el castaño no bajaba la guardia -dime ¿No quieres formar parte de mi ejército?- cuando le preguntó esto lo asombró mucho.

-¿Formar parte de tu ejército de monstruos? ¿Por qué?- esta última pregunta la hizo desconfiado.

-Cada vez que conquisto una cuidad o reino, siempre me fijo si hay guerreros hábiles en él que cumplan con los requisitos suficientes que lo hagan digno de formar parte de mis tropas y tú cumpliste con cada uno de ellos, así que dime ¿quieres ser parte de nosotros?- le volvió a ofrecer.

-...- el castaño se puso a pensar ya que en realidad no tiene nada mejor que hacer y él rubio y sus bestias indirectamente le salvaron la vida -primero dígame una cosa ¿Acaso había algún miembro de la familia real aquí en esta ciudad cuando lo atacó?- esta pregunta demostraba algo de preocupación hacia cierta persona.

-No, cuando llegamos no había ningún noble; al parecer todos enseguida salieron corriendo apenas se enteraron de nuestra visita- le respondió el hermano de Butters sin dejar de sonreír de medio lado -¿Entonces aceptas?- le preguntó ya frunciendo un poco el ceño

-Acepto- cuando le respondió de nuevo el rubio sonrió.

-Una sabia decisión ¿Y tú nombre es...?

-Christopher De'Lorne, pero díganme el Topo.

-Entonces bienvenido al ejército que algún día tendrá al mundo entero a sus pies- cuando dijo esto su hermano de nuevo desvió la mirada triste.

Fin del flash back.

-Oye Topo- le llamó Mark interrumpiendo sus pensamientos y le preguntó que quería -encontraron una sobreviviente- cuando dijo esto el castaño enseguida se puso de pie y los dos se dirigieron a dónde está el sobreviviente, quién es una mujer en muy malas condiciones, más bien, estaba moribunda y respiraba agitadamente mientras escupía mucha sangre y tenía medio cuerpo quemado.

-¿Puedes hablar?- le preguntó el castaño con algo de tacto y ella asintió levemente -¿Qué fue lo que pasó aquí?

-Ah... ah... fue horrible... ¡FUE EL INFIERNO EN LA TIERRA!- exclamó histérica y eso preocupó a algunas de las criaturas mientras que Mark arqueó un poco la ceja ya que aún recuerda la visita que Pip les hizo en el reino de Caos.

-Pues cuente que ocurrió- le volvió a pedir el castaño.

-Lo... lo que pasó fue...- les empezó a contar lo que le ocurrió a esta ciudad.

Capítulo nueve completado en Fan Fiction el 30/08/2014.

Publicado en Wattpad el 03/09/2020.

Espero que les haya gustado el POV de Kyle y como se originó su reino flotando, lo puse para que vean el por qué tuvo esa actitud cuando Stan le fue a pedir ayuda y con lo último que dijo parece que el Style está oliendo más ¿Verdad? XD.

De seguro nadie esperó que Pip fuera a hablar con Estela ¿Pero por qué ella es una estatua y acaso tenían alguna relación en el pasado? Como siempre digo eso se sabrá más adelante.

Lo mismo pasa con el Topo cuando revelé un poco de su pasado y como casi lo matan si no fuera por la "divina" intervención de Caos ¿Qué suertudo, verdad?

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