Empire Wars ch 24
CAPÍTULO VEINTICUATRO: ¿LA GUERRA SE HA PERDIDO?
STAN POV:
Ya habían pasado unos días desde que tuvimos esa reunión en Now Yark. Mis padres, Shelli, yo y nuestras tropas estábamos reunidos en una ciudad base muy alejada de cualquiera de nuestras ciudades que se encuentras muy al noreste; desde aquí íbamos a hacer nuestros planes de ataque.
Y no estábamos solos, también estaban mi tío Jimbo y Ned con su ejército de hábiles cazadores que son capaces de cazar a cualquier tipo de criatura que exista. También está la reina Victoria, su consejero el señor Mackey con sus legiones y por último estaba el rey Garrison, su esclavo que se llama así, el Señor Esclavo y también trajeron su ejército.
Un ejército MUY particular ya que la mayoría es... ¿Cómo decirlo sin ser ofensivo? Son unos amanerados de primera clase. Así es, la mayor parte de los habitantes de su reino son de esa clase de personas que les gusta los de su mismo sexo; algo bastante incómodo y perturbador cabe decir.
En muchas ocasiones me he preguntado ¿Cómo personas como ellas son nuestros aliados? Bueno, según una historia que papá me había contado, el abuelo en algún momento había unido fuerzas como el padre de Garrison para repeler a unos invasores, es por eso que somos aliados. Aunque me pregunto si mi abuelo y el padre de Garrison en alguna ocasión ellos habrán formalizado la alianza mediante... ¡¿PERO EN QUÉ ESTOY PENSANDO?! ¡¿Cómo se me ocurre contemplar semejante aberración?! Necesito de mi bebida especial ahora mismo.
Los rumores se mueven más rápido que la velocidad de un rayo y en las bocas de los soldados se hacía escuchar que nos íbamos a las fuerzas del mismísimo Infierno haciendo temblar del miedo a más de uno. Por supuesto, eso no ponía para nada feliz a mis padres y demás reyes; así que Shelli y yo tratábamos de acallar esos rumores para que la moral de todos no estuviera tirada por el suelo y les decíamos a todos que solo tendríamos una pelea con tropas "comunes y corrientes"
Cosa que por supuesto no sirvió de nada y los chismes seguían circulando. No podemos cambiar la forma de pensar de las personas por más que lo intentemos; así que lo máximo que podríamos hacer era tratar de levantar los ánimos de todos diciéndoles que ya le hemos ganado a temibles ejércitos en el pasado y esta vez no iba a ser la excepción y más si tenemos el apoyo de los elfos, de bellas mujeres... y de los temibles y sanguinarios hombres lobo.
Estábamos esperando a que ellos llegaran para poder ir a enfrentarnos a la horda. Enviamos a unos exploradores para recorrer el terreno y encontrar la ubicación de ella en estos momentos; descubrieron que había una especie de base o centro de control en un valle que está a unos cuantos días de distancia, pero no parecían haber personas en él.
Mi hermana al ser tan violenta e impulsiva sugirió que hiciéramos un ataque sorpresa, a lo que papá y Garrison estuvo de acuerdo; pero mamá, Victoria y yo decíamos que debemos esperar a que lleguen los demás para que nos ayudaran, a pesar de que la espera de seguro nos quitaría el elemento sorpresa, pero así tendríamos el número a nuestro favor. Afortunadamente los pudimos convencer para esperar, cosa que a Shelli no le causó mucha gracia.
La espera valió la pena ya que al día siguiente llegaron los elfos. Con sus armaduras doradas que reflejaban los rayos del sol y marchaban organizadamente; no estaban solos, ya que traían con ellos bellos animales como pegasos, grifos, dragones con alas emplumadas, grandes águilas, carneros, lobos, osos y varias criaturas más que he escuchado en historias y leyendas y que son supuestamente sagrados para ellos.
-Es un gusto volver a verlos- nos dijo el rey Kyle cuando los fuimos a recibir. Él usaba la misma ropa con la que vino a Now Yark, estaba montado en un gran ciervo que tiene enormes cuernos, bello pelaje y que lo hace ver más imponente y majestuoso de lo que ya es de por sí mismo y... ¡OH NO! ¡Estoy teniendo esta clase de pensamientos de nuevo!
-El gusto es nuestro- mamá lo recibió cordialmente para que luego él se bajara de su animal y se nos acercara sonriendo ampliamente.
-Me alegra verlo de nuevo, príncipe Stan- cuando me habló, tuve que carraspear para hablarle también y creo oír una risa por parte de Shelli ¿De qué se ríe?
-A mí también me alegra volver a verlo- le dije sonriendo un poco nervioso, ¿Por qué rayos me pasa esto cuando estoy ante él? -¿No tuvo ningún problema para venir hasta aquí?- le pregunté esto para que no se dieran cuenta de mi semblante.
-Ningún problema, todos llegamos con bien, gracias a los dioses- volvió a sonreír. Me quedé un poco hipnotizado al ver esa linda sonrisa en su cara.
-Es mejor tarde que nunca- interrumpió Shelli acercándosenos y también sonreía, solo que la suya era de burla dirigida hacia mí ¿Qué le pasa?
-Se dice: "gracias" señorita- le dijo el rey Kyle algo molesto por la forma en como ella le habló a lo que con sarcasmo le dijo: "perdón su majestad" molestándolo tanto a él como a mí.
-¿Quiénes faltan por llegar? ¿Y cuando tienen planeado atacar?- habló de repente el elfo Gary estando junto a nosotros; de seguro también notó la tensión que se estaba formando.
-Faltan los perros y las mujeres. Cuando lleguen trataremos de formular un plan de ataque- Shelli dijo esto ya con seriedad -ahora mínimo falta que lleguen el mismo día uno luego del otro como pasó cuando se hizo la reunión en Now Yark- esto lo volvió a decir con burla y logró sacarnos unas cuantas risas a todos.
Sus palabras se cumplieron ya que en la noche llegaron las mujeres libres marchando también. Muchos al ver a semejante cantidad de hermosas mujeres, no perdieron el tiempo en decirles cumplidos; algunos sanos, otros subidos de tono que molestaban a más de una, pero otras parecían estar maravilladas por poder estar interactuando con miembros del género masculino.
-No sé porque tanta emoción- espetó el viejo Garrison, que al igual que los suyos, es uno de los tantos que no estaba para nada emocionado por la llegada de todas ellas.
-Sean todas bienvenidas- mamá de nuevo fue la que recibió con toda hospitalidad.
-Gracias, reina Marsh- la reina Wendy también fue cortes. Ella usa una corona de oro con una gema roja en la frente, alitas que apuntan hacia atrás, ropa fina blanca que encima de esta tiene una armadura de color dorada y está montada en un gran corcel blanco con pelo rubio. Todas las mujeres usan la misma armadura que podría decirse es simple ya que tienen protecciones solo en el dorso, antebrazos, canillas, una falda compuesta por varias placas de metal, un casco parecido al del lunático de Caos... y dos placas redondas que le tapaban los senos; solo la de su reina es dorada, las demás son color bronce.
-No saben lo feliz que estoy de que estén aquí- de nuevo Shelli rió por lo que dije ¿Ahora por qué?
-Y no sabe lo emocionadas que estamos por poder convivir con ustedes, hombres- ¿Por qué no estoy sorprendido por estas palabras dichas por Bárbara? Creo que era de esperarse en realidad y de nuevo Wendy la regañó diciéndole algo en voz baja.
-Espero que el prejuicio de ella y de las mujeres que tienen su misma forma de pensar, no afecten su desempeño en el campo de batalla- le dio toda la razón a Kyle por este comentario.
Estuvimos esperando la llegada de los licántropos, pero no hubo señales de ellos en toda la noche, ni a la mañana siguiente ¿En dónde están? ¿Acaso se acobardaron y nos dieron la espalda? ¿Oh simplemente decidieron que unos humanos comunes y corrientes que deberían ser su alimento no eran dignos de recibir su "valiosa ayuda"?. Sea cual sea la razón por la que no han venido, no podemos seguir esperándolos por más tiempo, debemos actuar lo más pronto posible.
Los exploradores dijeron que la horda se estaba empezando a mover. Así que debemos desarrollar un plan de ataque; primero haremos un ataque frontal para llamar su atención para luego fingir una retirada y atraerlos hasta un valle que esta entre dos montañas y desde estas serán atacados con flechas, lanzas y demás armas arrojadizas y les cerraremos el paso para que no puedan escapar (A pesar de que esto signifique que no podamos escapar) pero siendo atacados desde varias direcciones, ellos perderán irremediablemente.
Antes de hacer movimiento alguno, mandamos a un mensajero para que le diga a los líderes de la horda si querían hablar. Un sabio consejo que mi abuelo me dijo una vez era que un buen rey siempre debía encontrar soluciones alterna a la violencia, pero que debía estar preparado para la guerra si no queda más opción... y por lo que veo, no tenemos más alternativas.
-Se está demorando- espetó mi hermana impaciente estando cruzada de brazos y viendo hacia el horizonte; ya había pasado un par de horas desde que enviamos al mensajero.
-Paciencia hija, tal vez los esté convenciendo de hablar- mamá quiso calmarla. No engaña a nadie ya que esas palabras fueron para convencerse más a sí misma que a ella y a los demás.
-Por lo que vi en la mente de esa espía, dudo que esos tipos estén dispuestos a negociar- la reina Wendy se frotó la sien derecha al decir esto y gimió un poco.
-¿Se encuentra bien?- le pregunté algo preocupado e hice el ademan de acercármele, pero su "encantadora" escolta se interpuso y me miró de mala manera; no me intimidé e hice lo mismo.
-Tranquila Bárbara- le pidió -sí, estoy bien. Es solo que he tratado de ordenar y desenvolver los recuerdos que absorbí de la mente de esa mujer, pero es tan difícil y confuso- me explicó volviendo a sobarse la cabeza.
-¿Y ha descubierto algo relevante?- quiso saber el rey de los elfos.
-Nada aún. Y lo peor es que sus recuerdos me pueden llegar de golpe y no siguen un patrón lógico; es como si me arrojaran las piezas de un rompecabezas al azar y yo tengo que tratar de armarlo en mi mente- se volvió a explicar.
-¡Ahí viene el mensajero!- exclamó de repente un soldado viendo a través de unos binoculares.
Cuando lo recibimos, no estaba para nada bien, oh por lo menos lo que quedaba de él. Ya que le arrancaron la cabeza, los brazos desde el codo, las piernas desde las rodillas, tiene todo tipo de heridas por el dorso y en el pecho tiene una quemadura que dice: "Siguen ustedes".
-Parece que las negociaciones fueron infructíferas- refutó Shelli mientras bajan al mensajero de su corcel, que a pesar de ser un animal, sus ojos reflejaban que fue testigo de cosas inimaginablemente horribles.
-¡BUOMG!- escuchamos un estruendo a lo lejos y al ver en la dirección de dónde provino, vimos una gran columna de humo que se elevaba hasta el cielo.
-Llegó la hora- miré a los demás que dieron un leve asentimiento y fuimos a pelear.
Mis tropas, las del tío Jimbo, el viejo Garrison y la reina Victoria estábamos en una pradera viendo fijamente un bosque del que provenían ruidos extraños. Las tropas de Kyle y Wendy serán las que les cerrarían el paso cuando estemos en el valle y los atacaran por sorpresa.
-¿Están listos?- les pregunté a todos montado a caballo empuñando en lo alto mi espada y a mi lado estaba Sparky que rugía un poco. Vimos como los pájaros en los arboles salieron volando.
-Ya sabes que sí, hermano- me respondió Shelli que también montaba en un corcel.
-A mi señal, la infantería a caballo hará el primer ataque- di mis órdenes.
Seguimos esperando y cuando los árboles a las afueras de ese bosque cayeron, vimos algo que nos esperábamos ver. Y eso era unas carrozas muy grandes, son tan altas y anchas como una mansión y están totalmente hechas de metal, tienen púas en sus ruedas, de lo que parecían ser chimeneas salía vapor y lo más curioso es que no había animal alguno que las impulsara ¿Cómo se movían?
-¿Qué son esas cosas?- preguntó Shelli que estaba tan desconcertada como todos nosotros.
-No tengo la más mínima idea- vi cada una de esas carrozas. Son muchas, pero note la ausencia de algo -oigan... ¿Alguno de ustedes ve soldados?- informé ya que no veía ningún soldado con ellas.
-No veo ninguno. ¿Qué clase de ejército es ese?- Shelli se molestó al estar tan confundida.
De repente, de una de las carrozas se abrió una puerta levadiza que cayó fuertemente en el suelo, lo mismo pasó con las otras en una especie de efecto dominó; la fuerza con la que caían era tan grande que hacía temblar el piso en dónde estábamos. Le volví a ordenas a los soldados que se alistaran ya que de seguro de esas carrozas saldrían soldados que vendrían a pelear.
Otra vez vimos algo que nos confundió más de lo que estábamos y eso fue que de las carrozas salieron grandes esferas de metal que rodaron por encima de las puertas y se amontonaron fuera de ellas. ¿De qué se tratan? ¿Son alguna especie de arma?
Antes de que alguien más dijera algo, las esferas se empezaron a balancear de un lado a otro a la par. En ellas se abrieron lo que parecían ser dos compartimientos de los que salieron vapor para luego salir piernas con pies redondos muy anchos, luego se abrieron otros dos y de ellos emergieron brazos, oh por lo menos equivalentes a brazos ya que como dijo ese duque, en un brazo tiene un arma de cuerpo a cuerpo como espadas, hachas y otras más, mientras que en el otro tenían un raro cilindro con boca de dragón u otra bestia en el extremo.
Y del último compartimiento salieron las cabezas de ellos, bueno, eran cascos de diferentes formas y de las fisuras para los ojos salió vapor también ¿Cómo los que están dentro de esas armaduras pueden respirar por tanto vapor? Al mirarlos fijamente eran exactamente iguales como el duque nos dijo, de alrededor de dos o tres metros de altura, extremidades cortas para su tamaño cuerpos redondeados y armadura gruesa ¿Qué seres hay en su interior? Dudo que sean humanos. Otro dato curioso es que mientras sacaban sus miembros, se oía el ruido de metal chocando con metal.
-¡A mi señal comenzarán el ataque!- ahora fue Shelli quien tomó las riendas del asunto -¿Preparados?- la infantería apuntó hacia adelante sus lanza -¿Listos? ¡YA...!- pero justo cuando iba a dar su orden, sucedió algo que nos aterró.
Eso fue que de repente ocurrió una explosión en medio de la infantería despedazando a muchos soldados y caballos cuyos pedazos salieron volando en varias direcciones y algunos fuimos cubiertos por sus restos y por tierra; una cabeza cayó justamente delante de mí.
-¡¿PERO QUÉ RAYOS ACABA DE PASAR?!- grité haciendo que mi corcel retrocediera y de repente ocurrieron otras explosiones en medio de las tropas consiguiendo el mismo resultado ¡¿CÓMO ESTÁ OCURRIENDO TODO ESTO!?
-¡¿Qué clase de magia es esta?!- exigió saber Shelli que también estaba impactada mientras que nuestros soldados miraban aterrados los pedazos de sus compañeros que volaban en todas direcciones .Sin dudas esto era obra de alguna especie de hechizo, es decir ¡Esas cosas ni siquiera se nos han acercado y ya han matado a muchos de nosotros! ¡¿Cómo era posible?!
Fijé mi vista en ellos y noté que nos apuntaban con sus cilindros que humeaban en el extremo y del techo de las grandes carrozas salieron otros cilindros enormes que también poseen caras de diversas bestias en sus extremos; de uno de ellos salió un destello para que enseguida se produjera una explosión más grande que las anteriores matando a más de nosotros ¡De esos cilindros es de donde salía el hechizo que no estaba despedazando! Estoy seguro de eso.
-¡AL ATAQUE!- ordené apuntando hacia adelante con mi espada. No podemos quedarnos quietos.
Todos los que estábamos a caballo nos dirigimos hacia esas cosas a toda marcha dejando atrás a los que andan a pie, los que estaban al frente pusieron sus escudos uno junto al otro formando una pared y los otros levantaron los suyos formando un techo; ningún ejército que yo conozca ha sido capaz de romper esa formación que espero sea capaz de resistir esa clase de maleficio.
Esas cosas se nos acercaron a pasos lentos y pesados. Al avanzar salían más destellos de sus cilindros y causaban explosiones a nuestro alrededor haciendo que algunos caballos tropezaban y cayeran de bruces contra el piso y otros eran despedazados. De nuevo sus restos y la tierra que salían volando nos salpicaban a mí y a los demás, pero no podíamos mermar nuestra marcha.
-¡IIIAAHH!- mi hermana fue la que dio el primer golpe, ya que cuando su corcel se acercó a una de esas cosas y con su hacha le cortó el brazo derecho, en donde tiene un cilindro, y cayó. Pero no gritaba del dolor, ni se llevó su otra "mano" a la herida y esta no sangraba ¡¿De qué diablos están hechas estas cosas?! ¡¿Acaso son criaturas que no sienten dolor o ni nada?!
Yo también traté de cortarle el brazo a uno de ellos, pero cuando mi espada dio contra él se partió en varios pedazos ¡MALDICIÓN! Parece que si Shelli fue capaz de herir a uno de ellos es gracias a la increíble fuerza de coloso que posee.
Los demás soldados trataron de atravesarlos con sus lanzas, pero las puntas de estas al dar contra la coraza de esos seres se rompían como mi espada y no les hacían ni el más mínimo daño. ¡¿Qué debemos hacer para lastimarlos?! Bueno, son lentos, así que la velocidad está a nuestro favor.
-¡PUM!- otra explosión mató a un jinete y a su caballo, luego vi al aparente responsable de eso que con un hacha trató de cortar a otro jinete que se le acercó, pero este lo esquivó a la vez que le clavó su espada en la axila (Donde debería estar su axila) y por alguna razón al hacer eso pareció ralentizar sus ya de por sí lentos movimientos a la vez que se oían varios sonidos de metal golpeándose contra metal, solo que a diferencia de los anteriores, estos eran como chirridos.
Un momento... ¿Acaso atacar las zonas del cuerpo de donde salieron sus extremidades era alguna especie de debilidad? ¡MUY BIEN! ya sabemos en dónde atacar,
-¡Escúchenme todos!- grité para que todos me prestaran atención -parece que el punto débil de estos monstruos de metal son los compartimientos por donde salieron sus brazos, piernas y cabeza ¡Concéntrense sus ataques en esas areas para hacerlos más lentos de lo que ya son!- les informé empuñando en lo alto lo que queda de mi espada.
-¡Bien pensado hermanito!-me felicitó Shelli para luego saltar de su corcel y caer encima de uno de esos adefesios cortándolo desde el hombro izquierdo hasta el costado derecho.
Ella se acercó a otro y le dio un fuerte golpe puñetazo en el abdomen mandándolo a volar y que se chocara contra varios de esos engendros derribándolos, después se acercó a otro y le golpeó el pecho con su hacha, que se atoró, para enseguida darle un codazo a otro en el estómago haciendo que se inclinara para luego levantarlo con una sola mano lanzarlo contra otros, derribándolos también, y desclavó su hacha para cortarle la cabeza al que tenía en frente.
Si tan solo nosotros tuviéramos por lo mínimo la mitad de su descomunal fuerza, no nos resultaría tan difícil pelear contra estos monstruos. Vi a Sparky tirándosele encima a uno de ellos haciendo que cayera de espaldas y lo rasguñó por todas partes, pero sus uñas simplemente raspaban su cuerpo y de un golpe fue apartado de él y luego de ladrar, corrió hacia un lado justo cuando se produjo una explosión en el lugar en dónde estaba.
Vi a mis soldados y note que a pesar de que incrustaban sus armas en los compartimientos de esas cosas, no lograban hacerles mucho daño ya que después de unos segundos de volverse lentos, ellos se ponían en marcha de nuevo y seguir peleando ¡Lo único que lográbamos era quedarnos sin armas! Fui un completo idiota al haber sugerido esa estrategia.
Luego miré a las tropas que estaban en la formación de escudos, estos se abrieron y los soldados con arcos lanzaron varias flechas; pero consiguieron el mismo resultado ya que las flechas solo se reventaban al dar contra el cuerpo duro de esos seres, ni siquiera cuando se clavaban en las franjas para los ojos lograban sacarles aunque sea un pequeño gruñido de dolor; eso hacía que de nuevo me preguntara que seres se encuentran en el interior de esas armaduras.
-¡POMG!- una explosión rompió esa formación y los escudos salieron volando junto con los pedazos de todos ellos; demonios, como detesto que se me devuelvan mis palabras.
Tres soldados a caballo tenían rodeado a uno de esos monstruos que giró sobre su pie derecho cortándolos a ellos de forma horizontal con su espada, uno detuvo en seco el caballo de un jinete que arremetió contra él haciendo que cayera, después de cortarle la cabeza al animal aplastó la del jinete con un pie para luego crear una explosión matando a varios soldados, otro aplastó a uno de los míos con su porra y de su pecho se abrió otro compartimiento y de este botó fuego como si fuera un dragón quemando a soldados de Garrison que gritaron en agonía, uno extendió hacia arriba su brazo derecho en donde tiene una maza con cadena, la hizo girar varias veces y golpeó a un caballo matándolo en el acto y aún con él incrustado, volvió a hacer que la porra girara y aplastó a un soldado para luego golpear a otro haciendo que este también se incrustara, del cilindro de una de las carrozas de metal salió un destello que causó una explosión que mató a una formación de los soldados de la reina Victoria y creó un gran cráter en el piso, otro de una sola estocada atravesó a un corcel y su jinete para luego inclinarse y hacer que de su espalda salieran a gran velocidad unos discos dentados que cortaron en pedazos a muchos de nosotros.
Los únicos sonidos que se escuchaban eran las explosiones y los pasos pesados de esos seres que se combinaban con los gritos de agonía de nuestros soldados y corceles; muchos les rezaban a las "grandes deidades" para que nos ayudaran. Esto no es una batalla ¡ES UNA MASACRE TOTAL!
-¡JUU!- Shelli le cortó las piernas a uno para luego darle a otro un golpe en el pecho haciendo que se chocara contra varios de ellos derribándolos como lo ha hecho antes para luego coger un tronco caído y con este golpeó a tres de ellos al mismo tiempo mandándolos a volar y que se nos perdieran de vista; era la única que lograba hacer algo contra ellos -¡Hermano, no vamos a durar así por más tiempo!- refutó lo que ya había pasado por mi mente.
-¡Entonces ya saben que hacer!- hice sonar un cuerno de guerra para avisarles a todos que se retiraran hacia el valle.
Los que estábamos bien cogimos todos los heridos que pudimos llevar para alejarnos. Shelli se montó en Sparky para enseguida coger a dos soldados y hacerlos subir, yo vi a uno al que le faltaba una pierna y se arrastraba, así que me dirigí a él para subirlo a mi corcel.
-¡TANG!- pero al parecer los dioses decidieron que ya era mi hora porque una explosión cerca de mí hizo que mi corcel cayera de bruces al piso y yo volé golpeándome duramente contra el piso.
Respiraba agitadamente y escupí sangre tratando de ponerme de pie para luego ver como uno de esos grandes adefesios se me acercaba lentamente. Podía sentir sus pisadas que no solo estremecían el piso, sino mi alma y cada uno de mis huesos; tengo que hacer algo ¡Pero maldita sea! No puedo levantarme. Vi cerca de mí un arco y varias flechas, las cogí y se las lancé en un intento desesperado por alejarlo de mí; no puedo creer lo patético que puedo llegar a ser.
Cuando se me acabaron no podía hacer nada más que esperar lo inevitable, cuando ese ser estuvo junto a mí, levantó su pie izquierdo para aplastarme. Cerré los ojos soltando un suspiro; en las veces anteriores que he estado cerca de la muerte ocurría algo que me salvaba, pero mi suerte al parecer ya llegó a su fin porque no había nada que pudiera salvarme y pude escuchar a lo lejos como Shelli gritaba mi nombre, espero que ella y los demás puedan encontrar la forma de cómo ganarles a estos adefesios.
-¡SUACK!- escuché un raro ruido y cuando abrí los ojos, vi que del suelo emergieron grandes raíces que enrollaron a esos monstruos de metal que se retorcían para liberarse mientras eran elevados varios metros del suelo. ¡¿Qué rayos está pasando?!
-¡PRÍNCIPE STAN!- de repente el rey Kyle se me acercó en su gran reno extendiendo su mano derecha para sujetarme, yo estiré la mía para que me agarrara y de un impulso me montó en su animal -¡¿Se encuentra bien?!- me preguntó mientras lo abrazaba por la cintura para no caer.
-Estaré bien...- le afirmé -¿Ustedes que hacen aquí... acaso hizo salir del suelo esas raíces?- le pregunté girando mi cabeza hacia atrás viendo como elfos montados en caballos o en otros animales, tanto voladores como terrestres, se acercaban hacia los heridos y se los llevaban.
-Vimos como no podían solos contra esas cosas, así que venimos a ayudarlos a escapar- me comenzó a explicar -y sí, hice un hechizo para que las raíces de los árboles nos ayudaran inmovilizando a esos monstruos de metal- es muy poderoso por haber hecho tal cosa.
-Muchas gracias...- no pude evitar apegarme más a su cuerpo y oler su dulce fragancia natural, es una de los olores más bellos que he aspirado y... ¡MALDICIÓN! ¡¿Cómo puedo ponerme así en una situación tan crítica como esta?!
Nos dirigíamos al valle en medio de las montañas, Kyle me dijo que las mujeres decidieron quedarse para cerrarles el paso cuando todos estuviéramos adentro; solo espero que con el resto de nuestros ejércitos si podamos ganarles a estos guerreros metálicos ya que con los demás les llevamos una gran ventaja numérica.
Al llegar a él se estaba poniendo el sol, la batalla duró más tiempo del que creíamos; estábamos contra una montaña y esperábamos que nuestros enemigos. La mayoría estaba que se moría del miedo, incluyéndonos Shelli y yo, pero el rey Kyle mantenía una mirada desafiante, sus ojos parecían tener un brillo especial al estar de esa manera que los hacían ver más lindos de los que ya son de por sí y... ¡NO DE NUEVO, NO DE NUEVO!
Cuando los guerreros de metal comenzaron a ingresar, los soldados con escudos se pusieron al frente para tratar de crear una defensa. No sirvió de nada ante las explosiones que volvían a despedazar a nuestras tropas ¡Tenemos que resistir hasta que les cerremos el paso!
Cuando todos ellos incluyendo las grandes carrozas metálicas ingresaron al valle, fue el momento para hacer el movimiento.
-¡AHORA!- grité y algunos de mis soldados tocaron sus cuernos dando la señal.
En las cimas de las montañas se asomaron las catapultas y el resto de nuestros ejércitos y la entrada del valle fue obstruida por las mujeres libres, que al igual que mis soldados, juntaban sus escudos, que son anchos y redondos, formaron una pared y solo sus lanzas sobresalían e hicieron un grito de guerra (NA: obviamente muy al estilo de los 300)
-¡FUEGO!- ordenó Shelli y enseguida las catapultas lanzaron enormes y pesadas piedras envueltas en llamas a la vez que los soldados en las montañas arrojaban flechas también encendidas.
Las rocas al golpear contra nuestros enemigos se rompían en pedazos y los tiraban al piso, parece que con esto sí somos capaces de hacerles daño, pero de nuevo las flechas no les hacían nada. Las catapultas volvieron a tirar rocas consiguiendo el mismo resultado y no solo ellas hacían eso ya que los animales alados de los elfos volaban por el aire lanzando rocas también, al fin parecíamos estar consiguiendo un avance; hasta que los cilindros de las carrozas apuntaron hacia las cimas creando varias explosiones destruyendo a muchas catapultas y masacrando a los arqueros y vimos como los guerreros metálicos que habían sido golpeados por las piedras se levantaban si problema alguno y tenían leves abolladuras en sus cuerpos ¡DIABLOS! ¡¿Qué debemos hacer para ganarles?!
Analizando la situación me di cuenta de que la trampa que preparamos para ellos se nos devolvió ¡No tenemos escapatoria alguna! ¡DEMONIOS! Si tan solo hubiéramos sabido que nuestros ataques no eran capaces de herirlos, habríamos pensado en alguna otra estrategia.
Esas cosas se acercaron a las mujeres libres para atacarlas, ellas seguían con su formación y luego hicieran un espacio entre ellas para que pudieran salir guerreras que solo usaban una larga lanza y de un movimiento sorpresivo saltaron cayendo encima de los monstruos de metal clavándoles sus lanzas en su cara ¡No saben a lo que se enfrentan, solo van a conseguir que las maten!
Nuestros enemigos mataron sin problema alguno a las guerreras que se les tiraron encima y crearon varias explosiones que rompieron su formación como les ocurrió a las nuestras. A pesar de la distancia y de que sus cascos no permitían ver sus caras, podía notar que todas ellas se miraban entre sí atónitas por eso sin entender como eso pasaba.
-¡Que no las domine el miedo!- escuché la voz de Bárbara -no importa que sean esas cosas y como rompieron nuestra formación ¡Demostrémosles que nosotras las mujeres somos las mejores guerreras que puedan existir y que todo lo que hagan los hombres, nosotras podemos hacerlo mucho mejor!- vaya forma de darles ánimos, denigrándonos a nosotros como siempre lo hace, pero tuvo un buen resultado ya que luego de volver hacer su grito de guerra, todas fueron a luchar cuerpo a cuerpo contra esos monstruos.
-¡No nos vamos a quedar aquí cruzados de brazos! ¡VOLVAMOS AL ATAQUE!- ordenó Shelli. Los soldados la siguieron sin muchas ganas de pelear debido al miedo que corre por sus venas.
-¿Vamos también, príncipe Stan?- me preguntó el rey de los elfos.
-¡Por supuesto!- empuñé en lo alto una nueva espada que me dieron para que enseguida los elfos y sus animales nos acompañaran a seguir luchando esta encarnizada batalla.
En el fondo de mi alma, sabía que no íbamos a salir de esta con vida. Pero si esta será nuestra pelea final, al menos será digna de conmemorarse por siempre... y porque estaré con el rey de los elfos hasta el final.
FIN DEL STAN POV.
-De haber sabido que esto sería tan fácil, hubiera atacado primero el imperio Marsh en vez de Mistangi- comentó el Señor de las Tierras Gélidas que ha estado mirando toda confrontación desde el inicio y se encuentra sentado en un trono de hielo en la cima de una montaña nevada.
-¿Cómo cree que... que le esté yendo al sultán en estos mo... momentos?- le preguntó el que parecía ser su consejero.
-De seguro se está divirtiendo a lo grande- le respondió él secamente -ahora a enviarles un regalo a esos pobres diablos miserables para congelar los pocos ánimos que les quedan- hizo que una helada y fuertes ventisca sacudiera las prendas de ambos para luego dirigirse hacia el campo de batalla.
-"Maldito cobarde"- espetó molesto el ser omnipresente viéndolo de mala manera.
Capítulo veinticuatro publicado en Fan Fiction el 10/05/2015.
Publicado en Wattpad el 01/05/2023.
Que interesante sería ver un ejército conformado por puros maricas como lo es el del viejo amargado de Garrison ¿Cierto? XD
Espero que les haya gustado la encarnizada pelea que las tropas de Stan y de sus aliados tuvieron contra la horda destructora. Pero esto hace que uno se pregunte ¿Cómo son ellos en realidad? ¿Quiénes están debajo de esas fuertes armaduras? ¿Acaso no tienen algún punto débil clave que se pueda usar en su contra? ¿Y cómo es el hechizo que les permiten crean explosiones a distancias? Si adivinan de que se trata díganlo por PM para no arruinar la sorpresita ;D
¿Y qué es lo que tendrá pensado hacer el Señor de las Tierras Gélidas? ¿Cómo será la pelea contra el Sultán? Y por último, nadie ha adivinado todavía quién es el ser omnipresente. Bueno, les daré otras pistas, la primera es que NO SOY YO, es en serio, no se trata de mi personaje; y la segunda pista es que se trata de un personaje Canon original de la serie, a ver si ahora alguien es capaz de dar en el blanco ;D
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