-.Capitulo 10.-

España contemplo la marca de la bofetada de México en la mejilla de Chile, Polonia observaba como se llevaban a México al calabozo, él se fue antes de que lo notasen.

Mientras tanto, México, este era arrojado al calabozo. Fue encerrado en la celda. Los guardias se fueron, él se sentía molesto, de pronto grito:

-me vengaré!

De pronto Polonia entro a la celda diciendo:

-príncipe.

- ¿mi padre te envió a sacarme? –pregunto México

-no. –dijo Polonia.

- ¿entonces a que vienes? –pregunto México

De pronto Polonia le agarró del cuello de la camisa, con firmeza y con una mirada de pocos amigos. Le dijo:

-vuelve a tocar un solo cabello de Chile y yo acabaré contigo.

-así que te envió ella... -dijo México

- ¿aún no lo captas? –pregunto Polonia riendo- yo me envié solo. Te lo repetiré una última vez... tócala de nuevo y no tendré piedad de ti.

Mientras tanto, la emperatriz Mapuche, estaba en sus aposentos con su hija a su lado, Chile tenía la mirada baja, mientras Mapuche le preocupada:

-está claro que ese muchacho es un peligro.

De pronto tocaron las puertas de los aposentos. Mapuche y Chile miraron hacia las puertas, a lo que la emperatriz dijo:

-adelante.

Entonces Azteca entro a la habitación, reverencio a ambas, y dijo:

-majestades... me dijeron que querían verme.

-de hecho, es la princesa Chile quien debe hablar con usted. –dijo Mapuche

-es verdad. –dijo Chile mientras miraba Azteca, miro a su madre, quien esta le sonrió y se retiró.

Azteca miraba extrañada como la propia emperatriz se retiraba de sus aposentos, para darles privacidad a ella y la princesa.

-seré breve he iré directo al grano.

- ¿qué necesita hablar conmigo princesa? –pregunto extrañada.

-tu hijo. –dijo Chile directo al grano

Azteca se preocupó, Chile sonrió al ver la mirada preocupada de Azteca y dijo:

-no le has dado la educación adecuada, claro está. ¿me equivoco?

-yo eduque muy bien a mi hijo princesa. ¿Qué le hace dudar de la educación de México? –pregunto Azteca

-su comportamiento conmigo hace rato, emperatriz, no fue el más adecuado. –dijo la princesa

- ¿que hizo mi hijo, para que usted diga esto? –dijo la emperatriz del norte ya preocupada

-el, ha sobrepasado sus límites. Se atrevió a golpearme. Y eso no lo perdonaré tan fácil. –dijo Chile

-imposible... mi hijo no sería capaz de levantarle la mano a ninguna mujer, mucho menos a usted. –dijo Azteca.

-hay testigos. Puede preguntarle al príncipe Polonia, a mi padre o a los guardias, ellos estuvieron allí cuando me dio una bofetada. –dijo Chile- agradezca que fui piadosa con su hijo... solo lo envié al calabozo, pero para la próxima, no dudare en mandarlo a ejecutar.

-usted no puede legalizar una ejecución en su posición actual, aun no es emperatriz. Además, su majestad no permitirá que mate a su hermano, princesa. –dijo Azteca.

- ¿Quién dijo que sería una ejecución legal? –dijo Chile

Asustando a la emperatriz del norte, Chile se puso de pie y camino hacia ella diciendo:

-esta es mi última advertencia, emperatriz, si su hijo osa si quiera acercarse a mí, lo aré desaparecer.

Azteca estaba en shock con aquello, Chile sonrió y le dijo:

-apresurare la ejecución si su majestad se entera de esta conversación... ahora si... retírese.

La emperatriz del Norte salió casi corriendo de los aposentos, fue a buscar a su hijo, mientras Mapuche, entro a los aposentos y dijo a Chile:

-la asustaste, está claro que tiene miedo por su hijo.

-solo de advertí de lo que soy capaz de hacer si su hijo intenta sobrepasarse de nuevo. –dijo Chile con un gesto altanero.

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Continuará.

bueno no tengo mucho que decir, solo que espero les haya gustado este capitulo, y nos estaremos leyendo en otro.

chau! 

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