Capítulo 8 Un descuido.

Nos separamos por falta de aire, me toqué mis labios con los dedos de la mano derecha y noté como mis mejillas me ardían, me las toqué con ambas manos y miré a Jack que estaba avergonzado por lo que había pasado, después del beso nos quedamos unos minutos callados y entonces yo hablé.

- Jack, yo... - dije yo bajando la cara.

- No pasa nada, es culpa mía, yo..., yo te amo - me interrumpió Jack diciendo lo último en un susurro que por suerte escuché con facilidad.

Me quedé petrificada unos segundos mientras trataba de procesar lo que me había dicho, en mi cabeza no paraban de sonar las palabras "yo te amo", al final solté un suspiro y dije.

- Tengo que reconocer que yo también te amo, pero ni mis hermanos ni mis padres me dejarían salir contigo, es mejor que lo dejemos aparte durante unos días para poder aclarar nuestros sentimientos y luego lo hablamos mejor,  ya que se está haciendo tarde, ¿no crees que ya es hora de volver? - dije yo midiendo cada palabra que decía.

- Sí, ¿pero en cuanto a lo del beso? - preguntó Jack preocupado.

Estabamos los dos levantados y a unos centímetros de distancia, entonces aprovechando la poca distancia que nos separaba yo le cogí del cuello de la camiseta con mis dos manos y le besé tiernamente durante un segundo, ya que fue un beso corto y no quería alargar mucho el tiempo y le dije cuando nos separamos.

- ¿Responde eso a tu pregunta? - le contesté con otra pregunta mientras sonreía tiernamente.

Él sólo respondió asintiendo sorprendido por el beso, ya que no se lo había esperado, tampoco le cogí y tiré de él hacia mi tan fuerte, es decir lo hice con cuidado para no hacerle daño.
De nuevo pedimos un taxi y regresamos al hotel rápidamente donde resulta que había un problema, Jack no tenía habitación individual, resulta que su habitación era también la mía, entonces tendríamos que dormir juntos durante una semana y la profesora cuando nos vio llegar le entregó a Jack otra tarjeta para que pudiera entrar a mi habitación y Eric que había estado guardando la maleta de Jack y tenía ¿mi monedero? nos devolvió a Jack la maleta y a mi mi monedero, cuando subimos a  nuestra planta y estábamos a punto de entrar me preguntó Jack.

- ¿Estás segura de que quieres hacerlo? - preguntó Jack a mi lado.

- Sí - contesté segura de mi misma.

Entonces abrió la puerta, cuando entramos la cerré y por primera vez hice algo de forma impulsiva, le quite la chaqueta como si estuviera jugando, la tiré por los aires de forma que cayera en la cama y una vez más le cogí con mis dos manos por el cuello de su camisa y tiré de él hacia la pared echándole todo mi peso sobre él y plantándole un beso en la boca mientras el disfrutaba del momento sonriendo.
Cuando nos separamos dijo Jack.

- ¿Tan irresistible soy para ti que no te puedes esperar unos días para que lo hablemos mejor? - preguntó Jack con una sonrisa mientras yo no me despegaba de él, estaba abrazada como si él fuera mi hermano mayor y yo tuviera miedo de algo, no nos habíamos separado de la pared, yo me sentía segura de mi misma, sin miedo, sentía todo eso cuando estaba con él.

- Sí pero será mejor que deshagamos la maleta y nos acostemos, ya son las diez - dije yo separándome de él, cogí su maleta y después la mía para ponerla encima de la cama y deshacerla mejor.

- Luna, creo que ya podemos hablarlo, ya que estamos en la habitación - dijo Jack.

- Claro - contesté dejando de abrir mi maleta y acercándome a él.

- Creo que lo más correcto para los dos sería, no sé, que empezaramos a salir en secreto para que nadie lo sepa, es decir sólo lo sabremos tú y yo - dijo Jack lo más tranquilo posible.

- ¿Como pareja? - pregunté yo tímidamente mientras bajaba la cabeza ruborizándome.

Él a su vez me coge con su mano mi mentón, subiéndomelo delicadamente, me besa y me contesta muy seguro de si mismo.

- Sí - contestó Jack.

- Genial, sí - dije yo abrazándole.

- Bueno, ahora hay que deshacer la maleta - dijo Jack mientras nos poníamos a deshacerlas.

- Jack, ¿qué prefieres la parte derecha o la parte izquierda del armario? - pregunté yo sacando mis últimas prendas de vestir.

- Mmmm..., la izquierda - contestó él pensativo.

- Vale, entonces yo me cogeré la derecha - contesté yo.

Colocamos la ropa, nos pusimos el pijama y nos acostamos.

De pronto sentí como unos brazos no demasiado tonificados me envolvían en un cálido y afectuoso abrazo, entonces decidí darme media vuelta y en vez de mirar para la derecha que daba al borde de la cama, me giré y me quedé boca arriba, Jack hizo lo mismo quedándose a mi lado.

- Buenas noches - susurró el dándome su brazo.

- Buenas noches - contesté en un susurro acercándome a él hasta que no quedaba ningún espacio entre nosotros y me abracé a él mientras nos quedábamos  dormidos poco a poco, antes de dormirme completamente pude percibir una sonrisa de satisfacción en la cara de Jack y después ya me quedé dormida completamente.

Mientras estaba dormida soñé que en una mañana normal y corriente estaba en el instituto cogida de la mano de Jack y de pronto aparece una chica de nuestra edad que tenía nuestros mismos rasgos, la forma de sus ojos era como la de Jack, el tono del color de sus ojos eran como los míos, su cuerpo estaba tonificado como el de Jack y la forma de su cuerpo era como la mía, el color y brillo de pelo era como el que tenía yo.

Nos quedamos extrañados en el momento que dijo.

- Hola, me llamo Elisa y soy vuestra hija, tía Summer me ha mandado al pasado porque el futuro es un poco peligroso y así paso un poco de tiempo con vosotros que sois mis padres, además tía Summer dice que cuando se calmen las cosas podré volver al futuro, ella vendrá a recogerme - dijo Elisa abrazándonos.

Después de eso me desperté y como eran las cinco de la mañana, nos despertábamos a las ocho y Jack no se había despertado aproveché para ponerme el traje de Shasha e ir a dar un paseo.

Me levanté de la cama y dije.

- ¡Shasha adelante! - susurré lo más bajo posible para que Jack no se despertara.

Cuando mi traje se Shasha se materializó me fui a abrir la ventana para salirme por la ventana, cuando de pronto alguien encendió la luz de la habitación y ese alguien no era nada más ni menos que Jack.

- ¿Shasha? - dijo Jack mirándome confuso.

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