Capítulo 9: Tentación.
Tan pronto como me había quedado solo, después de que Himawari se fue de mi habitación. Me quedé jugando y sin preocupaciones.
Luego de que tuve esa plática sobre Sumire —aunque la mencioné con otro nombre para que no levantar sospecha alguna—, me había preguntado por mi cabeza, que clases de razones viables, fueron las que le hicieron a ella enamorarse de mi. La idea seguía siendo muy incómoda, ya que éramos hermanastros. No me importó que me lo repitieran muchas veces. Solo para mí siempre ponía el punto de ser hermanos.
En cuanto pasaron los siguientes minutos en el que estaba centrado en la televisión, jugando. Oí a Himawari llamándome desde abajo, por lo que no cabía duda de que, ya era la hora para comer. Además, significaba que había llegado Sumire a la casa. No me sentía con ánimos de bajar, solo por eso, pero no podía en faltar a comer con mis hermanas, solo por estar muy nervioso por una de mis hermanas, lo que me llevó a la conclusión de ir a comer con ellas. Sin embargo, traté de que no se aprovechara de mi. Hice la ley del hielo, pero no hacia ella, fue en hacer un muro de hielo… Si lo sé, no tiene sentido lo que dije.
En pocas palabras… Mantendría una pequeña distancia, en la que ella no me hiciera algo tan coqueto.
En cuanto bajé y llegué al comedor y a la sala, me dirigí hacia Himawari, que quería que le ayudara a llevar los platos hacia la mesa. Miré de reojo a la sala, donde yacía Sumire, teniendo su atención en la televisión. Sin embargo, pareciera que mi mirada fue tan notable que hasta parece que lo había sentido. Me miró, mientras esbozaba una sonrisa hacia mí. No pude evitar girar bruscamente para mirar otra parte. Estaba avergonzado, solo por haberla visto a la cara.
Pronto me dió miedo lo que me había dicho Himawari. No quería creer que en verdad podía aceptar en tener una relación con mi propia hermana. No tenía la mente pérdida aún, si ese fuera el caso, así que, quería hacer lo mejor que podía en evitar sus intentos de coqueteo.
Tan pronto como empezamos a comer en la mesa, todos parecían un poco callados. Himawari realmente estaba disfrutando de la comida, y Sumire no hacía más que, mirar la televisión y del programa que estaban transmitiendo. En ese entonces, todo iba muy bien para mí. Pensaba que no tendría algún momento incómodo con Sumire. Sin embargo, a la vez que ella miraba el programa, también me había mirado de reojo. Me puso muy nervioso. Solo la ignoraba, pero eso no quitaba el hecho de seguir sintiendo la intensa mirada que me dirigía… o es así como yo lo sentía en ese día.
Lo que más me preocupó, es que no se atrevió hacer nada en toda la hora de la comida. No hizo nada para estar cerca mío. Solo comía como lo hace siempre, al igual que Himawari. Sabía que estaba tramando algo, y eso fue lo que fui acertando.
Entre los tres, Sumire fue la primera en terminar de comer. Tanto para mí, como Himawari, fue muy extraño, ya que ella no suele acabar rápido.
—Wow. Si que tuviste mucha hambre, Onee-chan. ¿Estás llena?
—Estoy bien, Himawari-chan. Ahora mismo tengo cosas que hacer y me gustaría hacerlas. —dijo Sumire.
—Bueno, supongo que no se le puede evitar. —obviamente Himawari fue aceptando con facilidad las palabras de ella.
Sumire con gusto se fue levantando de la mesa para llevar su plato a la cocina y lavarlo. No obstante, cuando pasó cerca mío, ella fue inclinándose cerca de mi oreja, y creí que me iba hacer algo. Sin embargo, no lo hizo, sino más bien, me susurró algo.
—Cuando termines, ve arriba. Te voy a estar esperando.
Me corrió un escalofrío por toda mi espalda en cuanto la oí hablar cerca de mi oído. Afortunadamente no lo había notado Himawari. Seguía en parte centrada en la comida y en el programa. Nuevamente miré de reojo a Sumire, quien ya había terminado de limpiar su plato —ni noté cuando lo había hecho—, para después irse largando de allí.
Tan pronto como oí las pisadas que hacía por las escaleras, supe que no podía despreciar está oportunidad de hablar de algo extra con Himawari sobre este asunto.
—Oye, Himawari.
—¿Qué pasa?
—Sobre lo que hablamos…
—¿Del problema familiar de ese amigo tuyo Droop?
—E-Es Zoom…
—Ya… La verdad que, aún no me acostumbro a ese nombre —comentó entre un suspiro—. ¿Y qué pasa con él?
—Pues… Sobre lo de antes… M-Me dijo que su hermana… Swit…
—Hermanastra.
—Hermana… Me comentó que su hermana, no le había coqueteado en la hora de la comida… y pues… cuando terminó ella antes que él… Le dijo que lo iba a esperar en su cuarto, de él… y pues… ¿Qué crees sobre eso?
—Primero. Ella realmente es directa con lo que quiere. Y en segunda. Creo que lo más lógico es que tenga que ir a enfrentarla. Es mejor así. —Himawari no dejaba de comer, mientras iba hablando.
No me había gustado mucho la idea, pero tenía sentido. Sin embargo, no me fiaba mucho de Sumire en ese momento. No tenía mucha confianza en que no irá hacer algo. No lo hizo cuando comimos, y estuve esperando a que hiciera algo… pero no es como si realmente lo quería, sino buscar esa oportunidad para hacer un rechazo de sus acciones, pero no pasó nada.
—Entonces… ¿Sugieres que él vaya y hablé con ella?
—Si, así es. Si tanto no quiere tener una relación con ella, mejor que le diga las cosas en claro y que ella no haga nada —comentaba, dando alguna que otra mirada hacia el televisor por el programa—. Ah, y otra cosa más. Es posible que ella lo haya hecho para lo mismo. Por lo que, él debe de ser firme y llegar a un acuerdo en su situación.
—Ya veo. Muchas gracias, Himawari. Le iré a decirle eso ahora mismo a mi amigo.
Estaba tan emocionado y confiado por las palabras de Himawari. Tenía una mínima pero significativa probabilidad en que, llegue a un acuerdo con Sumire y detengamos este asunto amoroso hacia mi.
Me fui rápido de la sala y corrí hacia las escaleras. Dejé a Himawari sola, y también, olvidé un pequeño detalle en cuanto me había ido.
—¿Qué se cree Onii-chan? Dejó su plato sin lavar en la mesa…
…
En cuanto llegué. Toda mi fuerza y confianza se había desvanecido. No había tenido remedio, y ahora estaba más que nervioso, en cuanto tuve la idea en qué Sumire no me deje hablar, solo para querer besarme o hacerme alguna otra cosa.
Tenía la puerta de su habitación en frente mío, pero me aseguré de pasar sin hacer mucho ruido. Seguí mi camino por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Justamente cuando la iba abrir, oigo sonidos provenientes de adentro. Acerqué mi oído para poder escuchar mejor, y efectivamente. Se fue oyendo el sonido de alguien en el teclado del computador. Sumire realmente estaba esperándome. Recordé que iba hacer algo. Tenía la idea de que iba a ser tarea de la escuela, así que, no tuve más opción que retirarme por el momento.
No podía ir abajo, ya que Himawari se pondría molesta conmigo al verme por no lavar mi plato. Tenía mucha pereza en hacerlo ahora. Además, pensé en esperar en su cuarto, pero sabía que tampoco iba a ser una opción. Se iba a molestar mucho. No tuve más opción que ir al de Sumire. Pensé en que ella no iba a molestarse conmigo por obvias razones.
En cuanto ingresé en su habitación y sin permiso, me relajé un poco, ya que no había nada raro en ella. En ese momento pensé que iba a tener cosas mías o algo parecido. Su habitación era como la de una chica normal de su edad. Además, tenía ordenado unos libros, como de ciencias, novelas —en ellos estaba esa que detestaba mucho y hayas ganas de quemarlo—, y uno que otro manga. Ella le gusta mucho el romance. Bueno, allí ya no la podía culpar, ya que, como había comentado antes, le interesaba mucho en el romance, desde que ella se enamoró de mi… Bueno… Sé que eso fue desde el principio…
Entre su escritorio, estaba un pequeño cuaderno, que era más como si fuera namás para notas. Me dió algo de curiosidad, así que lo abrí, y en la primera hoja tenía una sola palabra que me sacó de los sentidos.
DIARIO.
Concluí que efectivamente no era ni menos que su diario. Obviamente eso me puso con la guardia alta, ya que me apetecía en abrirlo y ver que había adentro. No estaba tan desesperado de saber que es lo que ella piensa de todo esto como para leer su diario. No quería caer ante mi curiosidad y mucho menos en querer irrumpir más en su privacidad, y al final de todo, hice lo que debía de hacer…
Lo abrí.
Las primeras hojas, me decían que ese diario tenía poco de ser escrito por ella, ya que marcaba los días más cercanos que habían pasado en esa semana. Literalmente, había empezado hace unos días. En el día en que fue el aniversario de nuestros padres.
“Querido diario.
Me siento mal por qué Boruto no haya venido conmigo para pasar más tiempo juntos este día. Sé que no son mis verdaderos padres, pero siempre quiero hacer algo por ellos. Me siento muy feliz de pertenecer a esta familia tan deslumbrante.”
No pude evitar sonreír al terminar de leer ese párrafo. Realmente me dió gusto que haya pensado eso ella de nosotros y eso solo me había hecho sentir peor en esos tiempos cuando la trataba mal. No quise meterme mucho en esos pensamientos, así que había proseguido en seguir leyendo lo que tenía escrito.
“Aún así, todo salió muy bien. Todos disfrutaron de la cena. Pero lo más importante de todo; Boruto no faltó y estuve con él como siempre, aunque al final no conseguí hacer algún avance en específico para llegar a expresarme.”
Bueno, esa parte que había leído, era muy específica, y ahora, la culpa se fue cambiando a una de vergüenza por lo que, me contuve a perder un poco la razón de mi corazón. Solo fui siguiendo en pasar a la siguiente, que fue el día siguiente.
“Hoy pude decirle lo que realmente le quería decir a Boruto. Aunque, la respuesta que me dió no era lo que me hubiera gustado escuchar. Sin embargo, me gustó estar con él en el tejado de la escuela. Al final decidí en ir a la biblioteca, y efectivamente, fui encontrando lo que queria para al fin expresar mis sentimientos.”
Una parte de mi no quería seguir leyendo, ya que, sabía perfectamente lo que iba a leer a continuación, pero decidí en seguir.
“Lo más importante, es que después de la escuela, Himawari se fue a dormir con unas amigas y eso me puso muy ansiosa. Boruto y yo nos quedamos solos a causa de eso. Toda la casa para nosotros, aunque me dolió que no hubo avance para lo que yo leí en la biblioteca… No obstante, le comenté de la novela que me habían recomendado y leí. Espero que haya llegado bien el mensaje a lo que quería hablar con Boruto.”
Mi mirada se vio hacia donde estaban los libros allí alineados. No saben lo mucho que me apetecía en quemar esa novela.
“Es extraño escribir esto cuando ya es de madrugada, pero increíblemente conseguí besar a Boruto. Hice algo que siempre he querido en mi vida y soy muy feliz. Lo encontré comiendo una hamburguesa. No ha cambiado para nada… pero aún así lo amo tanto y ahora sé que, tengo que dar todo de mí para que se enamore de mí.”
No sabía que pensar ahora a ese punto de lo que leía, pero solo di a la segunda página.
“Dia a medias, pero a la vez satisfecha con el resultado.
Al final conseguí decirle mis sentimientos a Boruto. Obviamente no se lo tomó bien y fue una sorpresa para él, pero fue muy lindo su expresión en cuanto se lo dije. Además, lo volví a besar como en la madrugada. Aunque, debo de admitir que me molestó que Himawari haya irrumpido antes de hacer algo más para que me quiera. Aún así, hice poco en el almuerzo, y luego de eso se fue con los demás.
Conseguiré hacer algo mejor cuando tenga la oportunidad.”
Realmente me sentía muy incómodo en cuanto termine ese párrafo, lo que me puso en alerta, una que usaría en cuanto la tenga de frente. Sin embargo, todo fue rápido cuando leí lo siguiente.
“Un nuevo día… Un nuevo domingo y estoy feliz… Quiero estar más cerca de Boruto… Boruto… En verdad que no me sorprendería que vaya a estar muy intranquilo. Al punto de qué es posible que ahora mismo debe de estar leyendo esto a mis espaldas. Es lo más seguro.”
Si… Definitivamente esa parte fue la que me sacó de canicas, y solo por puro instinto, me lo había seguido leyendo lo que decía en esa página.
“Boruto, sé que es posible que estés leyendo todo esto y que hayas visto que he dicho la verdad sobre cómo me siento, pero así que te lo diré de este medio… Te amo tanto. Me gustas mucho. Te quiero mucho. Quiero estar contigo por siempre. No quiero estar lejos de tí. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.
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No es broma cuando lo que digo es…”
—En verdad que te amo.
Tan pronto como había seguido con la lectura, me agarró de sorpresa la voz de Sumire por detrás mío. Salté del susto y con mi corazón a mil, y sin poder contener mucho las ganas de salir corriendo.
La tuve de frente, teniendo esa misma sonrisa inocente que ella siempre iba llevando. Esa vez estaba muy asustado de ella.
—Hehehe. Sabia que vendrías. —dijo ella.
—¿De qué hablas? —pregunté, aún sin recuperarme de lo reciente—. Estabas en mi cuarto, esperándome a que yo entrara 'ttebasa.
—¿De qué hablas? Yo nunca tenía la intención de ir a esperarte allá. Creo que lo imaginaste.
No, realmente no lo había imaginado y de hecho… Bueno, no quiero en dar esa explicación aún.
—Aunque… Creo que me pasé un poco al escribir te amo muchas veces… ¿fue muy macabro?
—Demasiado. Más que romántico, fue como si viviera una película de terror de una acosadora 'ttebasa.
—Hahaha. Entonces, supongo que fue mi error. —dijo.
Sumire se había reído de si misma a lo anterior leído en su diario. Mostró una expresión sombría, mientras solo sonreía burlonamente. Todo le había parecido conveniente para tener un momento de ser "diabólica", pero solo la hizo adorable. Claro, no lo había pensado en una forma más allá de un hermano y hermana.
En cuanto sentí como la atmósfera se había ligerado, recordé la plática que tuve con Himawari y la otra después de la comida. Esta vez, iba a ser firme y encararla a lo que pensaba, y claro, sin mostrar señal de debilidad o de retroceder.
—Sumire. Tengo que hablar contigo seriamente. —mostré toda seriedad en ese momento.
Ella lo notó, luego de haber seguido jugando con la de antes, pero tan pronto tuve su atención, me había mirado bien curiosa.
—Lo siento mucho, pero me gustaría que ya no sigas con este asunto de que estés enamorada de mi… —me mostré duro, pero quería tener cuidado para no lastimarla mucho—. Es dulce que una chica piense eso de mí. En qué me quiera mucho, y estar conmigo… Y no es más que perfecto que sea alguien como tú…
Se mostró sería y atenta a todo lo que yo decía. No estaba perdiendo nada de lo que quería expresarme. La quería mucho y en verdad, me da gusto que ella se haya enamorado de alguien tan raro como yo. Sin embargo…
—Pero lo siento. Los dos no podemos estar juntos. Somos hermanos, y una relación está mal…
—Somos hermanastros —ella había hablado en un tono ligero—. Eso no es tan malo, Boruto-kun…
—Pero seguimos siendo familia. Yo me quiero casar y formar una familia con la chica que quiero… y tú también deberías de pensar en eso.
Aunque, realmente me molestaba a la idea de que ella lo haga, y que algún bastardo se meta con mi hermana. Es posible que, padre también lo piense.
—Yo también quiero una familia, pero quiero que tú seas de la mía.
—Sumire. Ahora mismo tú eres una Uzumaki como yo y Himawari. Los tres comos una familia, y yo ya estoy en esa, así que, no tienes que pensar que no tienes una 'ttebasa.
—Te equívocas —contestó dando un pequeño paso al frente, y por puro instinto, me había hecho para atrás y sin dejar de verla. Sonrió—. Yo quiero ser una Uzumaki de la forma correcta y amorosa contigo.
Me estaba haciendo retroceder a mis palabras con esa expresión. Ella en verdad era terriblemente linda, y eso me sacaba de mis casillas. Me mantuve firme.
—Entiendelo. Nosotros no podemos tener nada más allá de un amor de hermanos.
—¿Realmente no me quieres…?
La miraba de reojo, y su expresión se fue apagando hasta verse seria y con la vista hacia abajo. Eso era lo que yo no quería en hacer. No no me gustó lastimarla, pero eso, y que no se haga falsas esperanzas.
—E-Escucha, Sumire… Solo quiero que nuestra relación vuelva a ser como era antes, ¿si?
—No quiero… Bueno si, pero… Solo quiero estar contigo…
—No… Eso no se podrá.
—¿No podemos al menos sólo hacer un intento? —insistió con tristeza.
—No. Ya te dije que no… No me hagas molestarme contigo 'ttebasa.
Suspiró tan pronto como se mostró un poco triste. No estaba muy feliz con lo que estaba haciendo. Realmente me había hecho el duro, y conseguí tener todas las riendas en el asunto.
Sabía que, lo último que ella quería de mi era mi enojo, así que, es obvio que no seguirá insistiendo en eso.
Tan pronto como volvió su mirada ha la mi, me mostró una sonrisa sincera y adelantadora. Parecía rendida.
—Muy bien… Voy a parar. Si eso es lo que quieres, entonces lo haré…
—¿En serio? —estaba más que contento por lo que dijo, pero claro que no fue tan sencillo como me había parecido.
—Sin embargo, lo haré con una sola condición.
—¿Condición? —pregunté extrañado por esa parte. Obviamente no me dió mucha gracia eso—. ¿Qué clase de condición hablamos?
Había ampliado más su sonrisa con más anhelo con su mirada inocente y al mismo tiempo se tocó los labios inferiores con dos de sus dedos.
—Quiero un beso.
—¡¿Qué dices?!
—Un beso. —repitió.
—¡Eso lo sé, pero no puedo hacer algo como eso!
—Ya dijimos que no habrá nada más allá de una relación entre los dos. —le volví a aclarar.
Ella seguía firme a lo que decía, y sin perder ese ánimo que tenía en ese momento.
—Es lo único que pido, Boruto-kun. Lo único… Después de eso, dejaré estar insitiendote en que me ames y que me olvidaré de todo este asunto.
No estaba muy seguro. Estuve allí. Me quedé parado, sin dejar de pensar en el trato de Sumire. Obviamente no estaba muy convencido. Aún así, su mirada me decía que ella lo entendía muy bien.
—¿Solo el beso?
—Si, solo eso.
—¿Y mañana ya habremos olvidado de todo lo ocurrido?
—Si, así es. No seguiré con esto y me esforzaré de olvidarlo. —dijo a secas.
Me cansó todo eso, así que, no tuve de otra más que aceptar. Había pensado de si, solo pidió en besarme, entonces no ya no habría necesidad de estar preocupado. Aún así, cuando pensé a la idea de que ella me besara, me fue imposible no ponerme nervioso.
—M-Muy bien… Hazlo rápido…
—No. —dijo Sumire.
—¿No?
—No pienso dártelo —Sumire me miró con una sonrisa—. Quiero que tú me des ese beso.
—T-Tienes que estar bromeando.
—No, no lo hago.
Me había obligado a algo mucho más difícil de poder hacer. Siendo más complicado que, solo recibir un beso de ella. Esa vez me sentía muy nervioso y sin control. Sin embargo, me había dicho a mi mismo de no rendirme y no retroceder.
Agarré todo de mi para tener valor e iniciar mi acercamiento hacia ella. Ya estaba lista para recibir el beso, pues, sus ojos ya habían estado cerrados, en espera de mi acción.
En ese momento, me había puesto muy ansioso y avergonzado. Mi cara se había tornado de un color rojo, que fue salido de mis mejillas y que, se fue ampliando por toda mi cara. me volví un tomate. Le agarré ambos hombros con un poco de fuerza, y no sabía muy bien, pero sentía a Sumire tan delgada de ellos. Yo la había tocado en muchas ocasiones, pero esa vez, la podía sentir muy frágil y delicada.
Acerqué lentamente mi rostro hacia el de ella, mientras que por mi cabeza se seguía cuestionando de que si estaba haciendo lo que iba hacer en aquel entonces. Por supuesto, mis pensamientos chocaron contra mis hormonas, y ellas fueron las que habían estado ganando.
Al final perdí ante ellas.
Mi rostro ya se había acercado tanto, al punto de sentir la respiración de ella, y sin mucha prisa, había colocado mis labios sobre los de ella. Me había metido en algo que nunca debí de haberme metido ese día.
Había sido otro mal paso que no debí haber hecho. Lo supe en el pequeño momento en que, Sumire fue abriendo los ojos lentamente, al igual que los míos. Nuestras miradas se vieron conectadas en el beso, y fue allí donde pude ver a través de sus ojos, y de lo que significaba. Me sentí herido.
…
En ese pequeño momento en que iba ocurriendo tal acto en la casa de los Uzumaki. Himawari lavaba los platos que eran de ella y de su hermano mayor, Boruto. Estaba divagando un montón de cosas, en las cuales la mayoría eran de la escuela. Sin embargo, ella se detuvo un segundo al pensar un poco.
—Ahora que lo pienso… Sobre ese amigo Zoom que Onii-chan habló…
Miró de reojo la televisión y después hacia los platos.
—Olvide mencionarle, que las hermanastras suelen ser engañosas.
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Continuará…
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NOTA: Con esto se concluye el capítulo de forma abierta e intrigante de lo que va a pasar con Boruto. Ahora que ya cayó en las "redes" de Sumire. ¿Será posible salirse de esa o no? Ya se verá en el siguiente y cómo se tomará todo esto.😂😗
Muchas gracias a todos por seguir la historia y que les está gustando. Ya se irá avanzando más la relación de los dos personajes, y sobre todo lo que se les rodeará en cuanto a su situación.
La siguiente actualización aún no lo tengo previsto, así que ya se verá.
¡Nos leemos hasta la próxima!
¡Sayo!
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