[26]-Una noche incomoda Pt.2
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Capítulo XXVI: Una noche incomoda Parte 2
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Una tarde-noche agradable en la cabaña del misterio, la presencia de cuatro personas sentados en la mesa, cenando y teniendo una agradable charla como familia y amigos. O eso es lo que pensó la castaña antes de dirigir su mirada a su tío, su hermano y su novio.
- Solo digo que es raro que ayudes en algo. – Dijo Dipper señalando con el tenedor. – Como en hacer la cena.
- Que si ayude Pino. – Lanzando una mirada furiosa.
- Así en ¿Qué? Si no mal recuerdo, no podías abrir una lata de maíz. – Dijo Ford con una sonrisa llena de burla.
- Corte las zanahorias. – Diciendo con orgullo.
- Con razón están de forma irregular. – Dijo el castaño, tomando una entre su tenedor.
- No critique y tráguelas.
- ¿Stan y Soos no han llegado? – Pregunto el hombre a su sobrina.
- Mm... me dijeron que iban hacer negocios con un extranjero, pero no mencionaron más. – Tomando un bocado de su pasta. - Pero que probablemente lleguen muy tarde.
- Stanley haciendo negocios je – Riendo.
- Veo que Fez lo tomo muy bien lo del golpe en la camioneta.
Ford le dirigió un golpe con su pie por debajo de la mesa. – Cierto la paloma estúpida que se estrelló en el parabrisas.
- Eso parece muy peligro. – Dijo Mabel.
- Y lo fue. – Volvió a decir Bill, aun recibiendo otro golpe por parte de Dipper y Ford. – Las aves son muy estúpidas.
Dipper cambio el tema de conversación, en vista de que Bill no mantenía la boca cerrada.
- Entonces limpiaron la cabaña, pero ¿Qué hicieron en toda la tarde?
- Vimos películas. – Hablaron al mismo tiempo Mabel y Bill.
Dipper los miro extrañados por su actitud. – De acuerdo vieron películas.
- Estrella fugaz me mostro sus... favoritas. – Diciendo con desprecio al recordar a los personajes que traían embobada a la adolescente.
- Pero Bill termino viendo las tuyas. – Dijo Mabel con las mejillas infladas.
- Así ¿Cuáles?
- Sherlock Holmes.
- ¡AAH! – Gritando emocionado.
Bill y Ford se quedaron con el rostro desencajado.
- Si, así grita mi sobrino cuando esta emocionado. – Aclaro Ford.
- Fue un impulso. – Aclarándose la garganta.
- Bueno vimos Sherlock Holmes – Dijo Mabel nuevamente.
- ¡AAH! – Volviendo gritar Dipper.
- Ignoraremos eso. – Dijeron Bill y Ford al mismo tiempo.
- De todos modos estuvo interesante, me recordó a Patotective.
- Mabel te he dicho que Patotective es una copia de mi serie.
- ¿Hay más? – Dijo Bill.
- Oh claro que hay más. – Dijo Dipper con una sonrisa. – Lo que tu viste fue una película, pero la serie es lo mejor.
El sonido de un celular resonó en la mesa, por lo que Dipper verifico el remitente, era una llamada de su padre. Se levantó indicándole a su hermana de que contestaría, ella asintió para observarlo desaparecer entrando a la sala.
- Es extraño que su padre les llame. – Dijo Ford. – En los últimos veranos que han pasado aquí, no los habían contactado más que para su regreso.
- También a mi... me llamo la atención. – Viendo con preocupación su plato.
Su hermano regreso inmediatamente con el rostro enfurecido, sentándose a la mesa antes de colocar el teléfono sobre la tabla de mala gana.
- Woow chico calmado, ¿Qué sucedió? – Pregunto Ford.
- Mabel... - Dijo su hermano con tono serio. – Papa volverá a llamar.
- ¡Papá! Yo lo había... olvidado – Diciendo un poco nerviosa. – Yo en un momento le regresare la llamada.
- No tienes que hacerlo, no estas obligada. – Dijo su hermano.
- Pero se preocuparan si no les llamo de vez en cuando. – Mostrando una sonrisa. – Descuida estaré bien. Son nuestros padres.
- Solo si llega a pasar algo, házmelo saber. – Volviendo a su plato.
- Si... - Agachando la mirada.
Stanford al igual que Bill no sabían lo que sucedía con los gemelos. Por lo que optaron por permanecer un momento en silencio.
Terminando de cenar todos, Mabel se dispuso a limpiar los platos para distraerse un momento. Dipper y ella no les gustaba saber de sus padres durante el verano, por el problema de que ellos siempre discutían sobre su futuro educativo. Pero ese no era el problema; el verdadero problema tenía que ver con la decisión de Dipper de ser el aprendiz de Ford, y el posible distanciamiento que tendrían que enfrentar y posiblemente el que impidan a ella, volver a Gravity Falls para ver a su hermano.
Mabel lanzo un suspiro mientras se enjugaba el último plato antes de colocarlo junto a los demás. Se quitó el mandil y se acercó a la sala para avisarles a Bill y a su hermano.
- Vuelvo un momento. – Dijo la castaña.
- Mabel, te he dicho que no tienes que hacerlo. – Dijo su hermano dejando de lado la serie que había sacado para el demonio. – Todo estará bien.
- Dipper – Dijo Mabel en un tono seguro, antes de brindarle una sonrisa. – Necesito hablar con ellos de todos modos.
- Mabel.
- Regreso en un momento, guárdenme un lugar. Bill asegúrate de que Dipper no detenga en cada momento la serie. – Haciendo una seña con los dedos. – Tiene la mala costumbre de hacer sus teorías, en cada capítulo.
- De eso me encargo. – Tronando sus nudillos y mostrándole una mirada de malicia al castaño.
Mabel corrió para las escaleras de su cuarto y observo el celular que había dejado desde la mañana, encima de su mesita de noche. Lo tomo y miro un poco nerviosa el teclado, antes de mover sus dedos tocando los números y llamar.
Pasaron unos 8 segundos cuando le tomo la llamada, escuchando la voz profunda y seria de su padre.
- Habla Pines, ¿Quién es?
- Hola papá... soy yo Mabel. – Dijo Mabel con voz tímida.
- ¿Mabel? De donde llamas, no es el celular de Dipper.
- No, es el mío. El tío Stan me dio uno nuevo, cuando llegue aquí. – Soltando una sonrisa nerviosa. Mientras jugaba con un mechón de su cabello por los nervios. – Solo que olvide avisarles que tenía ya uno.
- Está bien no hay problema cariño. – Dijo su padre en la línea. – Mabel te queríamos hablar para saber cómo les ha ido a ti y tu hermano.
- Muy bien papá, el tío Stan y el tío Ford nos han recibido muy bien desde que llegamos a Gravity Falls. Soos y su esposa también nos han recibido muy bien sin problemas. Te conté que ellos tienen un hijo, su nombre es Mike y es la cosa más adorable. También el día que llegamos nos vinieron a visitar nuestros amigos. Hasta ahorita ha sido un verano muy emocionante, igual con un poco de peligro y diversión en nuestras aventuras.
- Woow, pequeña más despacio. – Riendo a través del teléfono. – Veo que la han pasado muy bien, hasta el momento.
- Sí, hecho con mis amigas pijamadas, incluso fuimos a un concierto el de varias veces junto con Sentencia de Amor, entre ir a la feria y...
- Mabel, cariño lamento interrumpirte, pero la razón de nuestra llamada es para saber. ¿Cómo están tú y tu hermano? – Explicando. – ¿Siguen compartiendo habitación?
- Sí, le habíamos dicho a Melody que no teníamos problemas en compartir habitación.
- De acuerdo. – Soltando un suspiro. – Mabel actualmente cuantos son en la casa.
- Pues... somos – Contando con sus dedos. – Siete, si yo me cuento... ah ocho con Bill.
- ¿Bill? ¿Quién es él?
- Es un amigo de nosotros. – Mintió. – Se está quedando unos días, mientras arreglan su casa.
- Oh ya veo... bueno Stanford y Stanley siempre han sido un poco, accesibles con sus amistades. También siempre han brindado ayuda.
- Bueno también Bill ha sido nuestro mejor amigo de Dipper y mío. – Diciendo esto levemente sonrojada. – Es muy lindo.
- Okey de acuerdo señorita, pero nada de enamoramientos. – Reclamo su padre. – No queremos pretendientes ni mucho menos del pueblo.
- ¿Por qué no?
- Diablos... lo siento, solo. – Murmurando bajo de tono su padre palabras que no podía escuchar. – Solo no queremos que les rompas el corazón, querida.
- ¡Papá! – Exclamo la chica un poco furiosa.
- Vamos cariño, solo evite sus romances de verano.
- Pero Bill es diferente. – Diciendo a través de un puchero.
- Cariño hay algo que tu madre y yo queremos decirte.
- ¿Qué sucede?
- Mabel, tu madre y yo queremos que regreses a California, antes de las dos últimas semanas de agosto.
- Pero eso es antes de nuestro cumpleaños, Dipper y yo siempre hemos celebrado nuestro cumpleaños. Incluso ahora que nuestros amigos.
- Cariño... es necesario que regreses. Tú madre y yo queremos que entres a un curso educativo. Te encantara estas clases aparte. El siguiente año se aproxima las elecciones de la universidad. Y queremos que estés preparada antes de tiempo. – Sonando un poco cansado. – Mira cariño sé que te gusta ir cada verano con tu hermano al pueblo para visitar a tus tíos abuelos. Los entendemos y sé que les has gustado pasar su verano en ese lugar. Pero estábamos pensado en la oferta que nos dio Stanford de educar a Mason, tiene doce doctorados y una excelente forma de enseñar. – Dijo emocionado su padre. – Sería bueno para tu hermano. Pero como te digo, él no podrá con los dos. – Tratando de explicarse. – Mabel debes entender que lo que hacemos no es por egoísmo, es por su bien. También piensa un poco en el lugar, tu hermano necesitara su espacio, y el compartir habitación, no le dará la suficiente privacidad para ambos. – Continuando. – Con lo que me has dicho hay un total ocho habitantes en la casa. Por lo que deben estar un poco apretados.
- Pero la cabaña es...
- Querida solo entiéndelo, aparte tú madre quiere tenerte aquí. Necesitamos que estés aquí en Piedmont. – Sonando un poco autoritario. – Mabel este será tu último verano. Trata de pasarlo bien con tus amigos.
- Papá... - Sorbiendo un poco, sentía sus ojos picar. Trato de calmar su voz evitar que se rompiera. – Podre regresar el siguiente verano, yo podría trabajar durante mi tiempo libre. Y después en vacaciones podría venir a visitarlos, no tendría que quedarme en la cabaña. Yo podría rentar un departamento y...
- Mabel Pines, no va a ser eso. Solo interferidas a tu hermano, tú necesitas trabajar más en tus estudios y en tus habilidades. – Sonando serio. – No discutiré eso. Regresaras dos semanas antes de finalizar agosto.
- Pero... yo
- Mabel no más peros, regresaras a casa. Avisare a tus tíos.
Mabel sentía las lágrimas correr por su rostro no podía creer lo que escuchaba, quería protestar pero su voz le dolía de estar aguantando, el evitar romper.
- Lo lamento Mabel, pero recuerde que tiene que avanzar sin su hermano. Es difícil para ustedes, pero un día lo entenderán. – Diciendo con voz calmada. – Tú madre y yo esperaremos tu regreso, me tengo que ir.
- Entiendo... - Diciendo con voz cortante. – Adiós padre.
- Adiós cariño.
Mabel colgó asegurándose de que la llamada hubiera terminado. Con su mano reprimió un sonido de su boca, tapándola. Un débil sollozo se hizo presente en la habitación. Las lágrimas caían libremente de sus mejillas rojizas, se dejó caer de rodillas en el suelo de la habitación. Mientras intentaba inútilmente limpiarse las lágrimas. Se recordaba que tenia que se fuerte.
- Vamos Mabel, sabias que esto pasaría tarde o temprano. – Murmuro la castaña para sí misma. Su pecho dolía y los recuerdos de sus anteriores veranos en Gravity Falls, le invadían. Estaban a un año de la universidad y tenían que tomar caminos separados. Ella pensaba que todo estaría bien, si venia de visita cada verano a sus amigos y sus tíos, que podría superar el estar sola la otra mitad del año sin su hermano. Incluso el pasar tiempo con Bill cada verano. Cada verano...- No volveré a verlo.- Esto lo dijo con tristeza. Tendría que despedirse de él, más cuando sabría que no lo volvería a ver el siguiente verano. – No quiero, no quiero...
Se quedó un buen rato llorando en silencio, no quería que su hermano ni mucho menos el demonio la viera en ese estado. No quería preocuparlos. Haría lo posible para hacer su último verano lo mejor para ella y Dipper.
•| ⊱★⊰ |•
Dipper estaba junto con Bill viendo la serie de televisión "Sherlock" ambos estaban concentrados y absortos en el capítulo. La trama era buena y era algo en que podían concordar en estar de acuerdos. Ninguno hablaría, aunque el castaño estaba tentado en ponerle pausa y agarrar su libreta. Pero cada vez que acercaba la mano al control, era golpeado por la mano del rubio.
- Pino deje ahí. – Regaño el demonio.
- Bill te darás cuenta que hay cosas que ni tú mismo podrás descifrarlas. – Dijo el castaño.
- Sé que el taxista está detrás de todo. – Dijo Bill.
- Aja eso crees, pero te equivocas torpe triangulo. – Mostrando sus apuntes. – Muy fácilmente podría decirte que el asesino es el enemigo número uno de Holmes y el que mueve los hilos.
- Enserio. – Dijo empujando al castaño. – Moriarty es la mente manipuladora niño.
- ¿Qué? ¿Cómo supiste? – Dijo Dipper.
- Yo lo veo todo.
- Mentiras acabas de ver esta serie.
- Pero tú no sabías de las pistas, que dejo al principio. – Aclaro.
- Si lo sabía.
- No, no lo sabias. Si dejara de molestar con ese estúpido bolígrafo. – Tomando su pluma y aventándola.
- Ah te pasaste Bill. – Tomándolo del cuello para ahorcarlo. Pero observo a su hermana que se acercaba a la sala. Por lo que lo soltó.
- ¿Qué te sucede Pino? Tu cerebro te informo que no puedes contra mí. – Pero lanzo una mirada a lo que veía el chico.
Ambos vieron como Mabel se acercaba con una manta y ponía una sonrisa. Se sentó en medio de ellos dos en el sillón, antes de juntar sus rodillas a su pecho y cubrirse con la manta.
- ¿Qué les sucede? No estaban viendo la serie. – Volteando a ver a los dos. – Dipper otra vez le pusiste pausa. – Volteándose al rubio. – Bill que te dije de detener a Dipper.
Pero lo que veían Dipper y Bill en el rostro de la castaña no era normal, tenía los ojos levemente rojizos e hinchados, y la comisura de su boca temblaba poco. Reflejando en la expresión de la chica que nada estaba bien. Pero ella quería ser fuerte, para ellos dos y para su familia.
- Trate de detenerlo, Estrella fugaz pero el insistió. – Pasando una mano para atraerla en un abrazo a su lado. – Pero de todos modos sé quién es el asesino.
- Dipper le siguió la corriente al demonio, pues no quería causarle más tristeza a su hermana esta noche. – De acuerdo Bill, ganas esta vez. Pero el siguiente yo lo diré.
- Ustedes dos se están llevando bien. – Riendo suavemente. – Que tal si organizamos nuestra propia fiesta de pijamas.
- Oh no, nada de fiestas. – Dijo su hermano.
- Vamos Dip podríamos jugar cartas o alguno de los juegos de mesa del tío Stan. – Mostrando una sonrisa, pero sintió una mano tocar su rostro y pasar un dedo por encima de sus parpados. – Espera, ¿qué sucede Bill? No planeas sacarme los ojos verdad.
- Estrella fugaz. – Acariciando su cabeza. – Su mente esta revuelta que me impide leer con claridad.
- Mabel, puede decirme. – Colocando una mano en su hombro.
Mabel se cubrió con la manta hasta la cabeza antes de lanzar otro sollozo. Sintió el abrazo de su hermano. Y del otro lado sintió como el brazo de Bill la rodeaba atrayéndola a su lado.
- Todo está bien hermana. – Dijo su gemelo.
- Si no deseas hablar en este momento, nadie la obligara Estrella fugaz. – Dijo el demonio de sueño.
- Ustedes dos par de tontos. – Dijo la chica entre la manta y su abrazo. – Solo abrácenme.
- Quieres chocolate – Dijo su gemelo.
- Eso me animaría en este momento.
Dipper y Bill se miraron y asintieron con la cabeza antes de que el demonio tronara sus dedos e hiciera aparecer una barra de chocolate, dándosela a la castaña. – Tome – Extendiéndole el dulce.
- Gracias Bill.
Durante esa noche Dipper y Mabel se quedaron dormidos, mientras que Bill tenía entre sus brazos a la chica. Era extraño para él esta situación, respeto su decisión de no invadir su mente para saber el motivo de su tristeza. Tarde o temprano él lo descubriría.
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Continua
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