[10]-Bill Cipher
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Capítulo X: Bill Cipher
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No tengo mucho tiempo de que regrese a esta dimensión, mi dimensión donde yo gobierno, por sobre todos los demonios de bajo nivel. Claro había cientos de dimensiones en la que existían otros al igual de mi misma categoría, aunque solo pudiera reunirme con ellos cada 1000 años. Pero ese no era el punto, el punto era que ya me empezaba desesperar ante el agonizante aburrimiento; si era cierto que me había marchado de la dimensión donde habitaba la familia Pines. Por una razón muy sencilla, Seis dedos me había mantenido prisionero dentro de la cabaña, y sin olvidar que mi contratista y yo pasábamos el tiempo discutiendo, sin llegar a un arreglo. Y ahora estoy aquí muerto de aburrimiento total.
El triángulo dorado de un solo ojo estaba sentado en su trono hecho de oro, observando como sus súbditos y amigos se divertían con algunas de las criaturas del bosque, que habían capturado durante su ausencia. Apostando y poniéndolos a luchar entre ellos, mientras que otros bailaban y bebían sin límites varios litros de alcohol. Admiro nuevamente su castillo; una decoración entre rojo carmesí y negro, con jeroglíficos dorados en los patrones oscuros del tapiz.
El piso era liso y oscuro con destellos plata y dorado, pareciendo como una galaxia en cada bloque. Su trono estaba situado en medio encima de unos 13 escalones, cubierto de una extensa alfombra de terciopelo rojo con bordes dorados; a sus lados había dos esfinges tallados en oro, sin olvidar en cada esquina había cada columna que sostenía un jarrón costoso de porcelana pintada a mano y con detalles en oro blanco y amarillo. Pero si algo era de admirar, eran las mantas donde estaban los 10 símbolos del zodiaco, que formaban su rueda de invocación, que se mostraban a su alrededor, atrás de su trono; Bill en ese mundo lo tenía todo, como él había dicho era el ser más antiguo en todo el universo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando noto que unos de sus amigos se acercaba a donde se encontraba, tratándose nada más de Dientes y Hectorgon.
- ¡Hey Bill! No te has movido de ahí desde hace un buen rato – Dijo Hectorgon, agitando una bebida con el líquido de color morado. – Deberías divertirte como en los viejos tiempos.
- Cierto al fin un humano ingenuo te ha liberado de esa horrible prisión de piedra. – Dijo Dientes.
- No era tan ingenuo – Dijo Bill con molestia en su voz, al escuchar a Dientes pronunciar esa palabra, solo él podía insultarla. – Solo fue cuestión de tiempo de que apareciera.
- Es una lástima que tu plan de conquistar la otra dimensión hubiera sido arruinado por esos mocosos – Dijo Pyronica uniéndose a la conversación. – Pero aún tenemos más planes.
- Fue un fallo en mis planes, no importa solo debo esperar otros 200 años más, para realizar un nuevo Raromagedón – Mientras tomaba un sorbo de su Martini. – Para entonces la familia Pines estará extinta.
- Si pero esos sujetos son difíciles de destruir, han arruinado tus planes, en diferentes ocasiones... - Pyronica le cubrió rápidamente la boca a Hectorgon, Dientes solo tembló mientras miraban con miedo a Bill. Quien había quebrado su copa con sus manos.
- Si varias veces ellos interfirieron en mis planes. – Hablo sombríamente.
En su ojo se mostraban diversas imágenes rápidas de sus recuerdos, donde se mostraban a Stanley, Stanford y a los gemelos, junto a los otros miembros del zodiaco interrumpiendo en sus planes, y combatiéndolo, hasta llegar a sellarlo en una estatua de piedra, solo por una mala jugada en sus planes. No había sabido mover sus últimas piezas, pensando que la familia Pines ya no tendría más ventaja en su terreno.
Había fallas que no quería reconocer, y eso lo habían llevado a la derrota. Entre ellos era que el chico Pino escapara de sus secuaces, antes de que lo devoraban completamente vivo y se aliada con los rebeldes, en especial esa pelirroja que le dio los ánimos para salvar a su hermana; o que Gideon se ablandara su corazón y dejara de la lado su egoísmo, para entregar la llave de la prisión burbuja de Mabel, fue un grave que le costó si quería enfrentarse solo a Bill, pero fue el tiempo suficiente para que entraran y liberaran sus cadenas; Bill se había convencido de que su perfecta burbuja que había creado para mantener especialmente a su Estrella fugaz, era su más grande creación para eliminar a todo ser que se le acercara, creía tener todo bajo control.
Hasta que Pino había logrado convencer a su querida prisionera, para que saliera y rompiera la ilusión mostrándose la realidad de su mundo; sin olvidar que junto con la cabaña del misterio, lograron distraerlo para liberar a Stanford de su congelamiento y creara la rueda del zodiaco, pero su plan no tuvo éxito, y todo por las relaciones familiares.
Fue un momento que ellos fallaron y el demonio triangular gozaba un poco de su triunfo, pero los gemelos tuvieron que distraerlo nuevamente. Obteniendo que Stanley y Stanford lograran cambiar de vestimenta para así engañarlo por completo, haciendo un trato con Stanley por error, y terminara encerrado en su mente; mientras que Stanford eliminaba la memoria de su hermano con la pistola borra memorias. Podía haber sido su fin en ese momento mientras ardía en su mente, pero no contaron con que invocaría la antigua magia ancestral Axolotl. Un precio alto por invocarlo; ceder sus dimensiones que había conquistado.
Bill era reconocido por liberar dimensiones y convertirlas en locuras inimaginables, Gravity Falls iba ser una más, una vez que hubiera extendido el Raromagedón hasta los confines del universo. Pero su plan fallo y eso le costó las dimensiones que tenía bajo su dominio, todo porque Stanford no quiso cooperar en sus planes. Empezar de cero y solo tener una única dimensión en donde era el soberano gobernante de ese reino. El mundo de las pesadillas. No es algo que le agradaba.
Observo a sus secuaces que temblaban bajo su mirada, no era de extrañarles verlo molesto, después de que estuvo ausente.
Ahora su mente estaba debatiéndose entre la venganza que ansiaba o dejar pasar el accidente con la familia Pines y comenzar de nuevo, era una decisión difícil. Su ansiedad crecía por regresar y tener una simple razón para molestar nuevamente a la familia Pines. En especial a cierta persona que lo libero.
- Amo Bill que hará ahora – Dijo Cerradura se había acercado a donde se encontraba. – ¿Volverá a conquistar nuevos mundos?
- No – Menciono el triángulo irritado.
- ¿Podríamos engañar más humanos? – Dijo Pyronica mientras se transformaba en versión humana. – Como en los viejos tiempos, ofrecerles un trato y llevarnos sus almas.
- Suena bien – Dijo Bill con interés mientras analizaba la idea de su amiga. – Engañarla.
- También podríamos provocarlos – Hablo Hectorgon – Dañarlos psicológicamente, hasta tal punto de romperlos por completo. Se acuerda como los dejábamos en un estado de demencia.
- Jugar con sus emociones – Bill entrecerraba el ojo mientras se llevaba una mano en donde debería estar una barbilla. – Quebrarla.
- Después hay que hacerlos que confíen completamente y después lastimarlos – Dijo Pacifier mientras daba un puño sobre su mano de forma emocionada. – Podríamos divertirnos con ellos.
- No he tenido tiempo de probar su carne, mientras estuve en su mundo. – Dijo Bill levantándose de su trono. – La destrozaría lentamente, pero preferida marcar su piel para que reconozca a quien le pertenece.
Los otros demonios se quedaron mirando entre sí, como si trataran de analizar lo que estaba diciendo Bill. Pyronica volvió a su forma original también quedándose extrañada por lo que dijo su amigo.
- Amo Bill estamos hablando de los humanos, ¿verdad? – Hablo Bola 8 preguntando con duda en su voz. – Vamos a engañar humanos.
- Como en los viejos tiempos – Dijo Forma Amorfa.
- No es como que usted volverá con la familia Pines – Dijo Kriptos siendo golpeado por Hectorgon y Pyronica.
- Él no es así – Dijo Demonio de lava. – ¿Oh si?
Bill no respondía solo bajo por las escaleras mientras levitaba.
- Es extraño no he sido invocado nuevamente – Mostrándose irritado mientras una llama aparecía en su mano.
- Bill porque no te relajas, y olvidas ese asunto – Dijo Pyronica acercándose lentamente al triangulo.
- Fuera – Menciono secamente.
- ¿Qué? – La súcubo quedo extrañada por lo que dijo hasta que se enfrentó a un Bill furioso de color rojo.
- ¡FUERA TODOS USTEDES! – Hablo con furia echando llamas a su alrededor.
Nadie lo pensó dos veces y salieron inmediatamente de la habitación cada quien regresando a su respectiva pesadilla, mientras que él triangulo se calmaba volviendo a su color normal. Se dirigio saliendo de la sala del trono, recorriendo los extensos pasillos donde había diversas puertas, subiendo por las escaleras llego a otra habitación; recubierta por una enorme chimenea con un cuadro pintado con la viva imagen de él, aun lado había un estante de libros de su interés personal, un sofá de terciopelo color carmín con un respaldo estilo garigoleado elegante; por otro lado había un piano hecho de 40 tipo de madera Ébano, fresno olivo, palisandro, palo de rosas y arce, entre otras. Era de color oscuro brillante que se reflejaba en la tapa, el cuerpo, las patas y en el protector del teclado, donde yacía su firma personal un triángulo con un ojo y las iniciales B.C. al abrirlo las teclas eran de un suave marfil blanco brillante, como el cristal donde se refleja la luz y vislumbraba su elegancia en cada nota. Aquella habitación lo relajaba teniendo un ventanal enorme en forma de triángulo con una magnifica vista al abismo.
Quería distraerse un momento y olvidar esta sensación fastidiosa que empezaba a molestarlo por completo.
- Un trato. – Se sentó sobre el banquillo y abrió el protector de las teclas, para comenzar a entonar una melodía "Dream A Litter Dream Of Me"* una que aprendió durante su estadio en la dimensión. – Un trato... - Comenzó a murmurar.
( F )
- De nada sirve encerrarme, Seis Dedos – Menciono Bill volviendo a su forma triangular. – Forme un trato con Estrella Fugaz.
- Usted no sabe cuándo rendirse – Dijo Ford mientras preparaba una mezcla de pintura y cabello de unicornio. – De nada servirá acercarse a ella.
- Siempre ha sido un peón más en mi juego –Flotando sobre su laboratorio. – Pero estas arruinando justamente mi diversión.
- No por mucho – Terminando la mezcla. – Te metiste al lugar equivocado con la familia equivocada Cipher.
- Eso no lo hace interesante. – Dijo Bill con burla.
( F )
- Eres libre de andar por la cabaña – Dijo Ford antes de borrar la marca que conectaba en sótano de su laboratorio con la cabaña.
- Cuanta confianza Seis Dedos – Dijo Bill mientras tomaba nuevamente forma humana y mostraba una sonrisa con malicia. – Un error de tu parte. – Lo primero que tenía en mente ir a buscar a los gemelos, pero en cuanto se dirigía a la habitación del ático, sintió un rebote saliendo disparado a un lado con una enorme quemadura en su ropa y cuerpo. – Es una sensación agradable, pero también estoy terriblemente enojado porque esta vestimenta era perfecta.
- Sabía que iría tras ella – Comento Ford riendo al ver que cayó en su trampa – Bienvenido a tu nueva prisión estúpida monstruosidad de un solo ojo.
Bill podía sentir a la chica que estaba dentro en su habitación, bufo irritado antes de levantarse nuevamente y arreglarse sus ropas, mientras observaba la regeneración del tejido de su piel, curando sus heridas como si nada. Su nuevo interés estaba arriba y una barrera le impedía su paso acercarse a ella.
( F )
Adoraba ver el sufrimiento de esa chica mientras conversaban en la mesa, mintiendo acerca de saber cómo iban en su trato. Había llegado a tentarle sus emociones diciendo sus enormes errores y culpas. Quería más, quería ver qué clase de emociones desataba en la pobre e ingenua chica humana, torturarla más. Hasta que sintió que le derramaba un líquido de color naranja y con un aroma a cítrico. Observo como la mujer se congelaba de ver lo que hizo, sintiendo su temor y miedo, verla temblar completamente, todo su coraje se había ido tan fácilmente como una mierda. Una molestia creció dentro de él ya que esto arruino su diversión, sin olvidar que lo había ofendido a él, un demonio de alta categoría. Ahora se debatía entre hacerle un agujero en su rostro, desfigurarla, tirarla a un abismo o romper fácilmente el trato de mantener alejado sus pesadillas, que por cierto crecían horriblemente. Termino de limpiarse antes de dirigirle una fría mirada a la castaña.
- Eso demuestra lo estúpida e inmadura que eres saco de carne – Levantándose de su asiento y dirigiéndose al sótano. – Aunque eres fácil de corromper.
Prefirió hacerle una advertencia de que si lo volvía hacer, de seguro cumpliría con una de las anteriores acciones que pensó.
( F )
Bill no era curioso la mayoría del tiempo, pero le aburría que lo ignoraran aquellos gemelos. Por lo que decidió pasar el tiempo observando el álbum escondido que estaba debajo de la cama de su Estrella fugaz, sin olvidar que anteriormente había revisado también las pertenencias de Pino. Eran paginas llenas de fotografías donde estaban los gemelos cuando tenían 12 años; se imaginó que eran las primeras fotos cuando llegaron por primera vez al pueblo de Gravity Falls, observando en la última foto su cumpleaños número 13. Entre recortes y otras fotos que decía "romances fallidos de verano" suponiendo que eran las personas que trataron de tener un romance perfecto, con la niña.
Observando las fotos podía ver las diferentes emociones de la chica; sonriente, alegre, sonrojada, triste y enojada. Cada vez que la veía era un nuevo rostro diferente que mostrarle, podía leer sus pensamientos, pero prefería obligarla a que lo dirigiera. Dio una vuelta a la hoja del álbum para aparecer la fotografía de Dipper a una edad de 15 años.
- Interesante – Colocándola nuevamente en su lugar, antes de checar la fecha que fue tomada. – Algo oculta Estrella fugaz, pero que habrá sucedido en agosto de ese año.
Dirigió su vista hacia la ventana para ver a los gemelos Pines que preparaban sus cosas para acampar afuera de la cabaña, una carcajada escapo de su ojo al ver que no se rendirían. Trato unos intentos en comunicarse con ellos, pero Dipper le devolvía un mensaje a través de una grosería, para después ignorarlo por completo.
( F )
Que la chica haya logrado romper la barrera sin ningún problema, y lo haya dejado salir de la prisión de Ford, era un riesgo que podría condenar completamente al pueblo a un nuevo apocalipsis. Pero prefirió recompensarla por sus esfuerzos; de no escapar, no oponerse a la parte del trato, ni mucho menos revelar sus anteriores tratos, ella tenía una lealtad en su palabra.
Invitarla a celebrar de su escape de la prisión de Stanford que había construido especialmente para él. Conduciéndola entre los extensos senderos del bosque de Gravity Falls, caminando a un paso rápido, podía haber flotado sin tener la necesidad de usar los pies, pero quería seguir actuando mi papel de un ser humano. Hubo un momento que ella no hablaba, podía leer sus pensamientos y la mayoría eran situaciones relacionadas a sus veranos anteriores, la escuela a la que asistía y los celos que tenia de su tío Ford, con la intención de llevarse a su gemelo apartándola de ella.
Observo como la chica tropezó inmediatamente con una de las zonas rocosas, me moví rápido pasando mi brazo por su cintura atrayéndola hacia mí como si no pesada nada. Sentía lo holgado de su suéter sobre mi brazo; la apoye sobre un tronco de un viejo roble de pino para que se sostuviera.
Maldije su inutilidad y lo frágil que su cuerpo era y de lo descuidad que era. No le di tiempo para protestar tomando su muslo izquierdo para levantarlo y ver la herida en su pierna, sin llegar a prestar sus lloriqueos y sus ruegos, mientras me suplicaba no verla. ¡No verle ¿qué?! Su herida, la contusión en su tobillo, su rostro cubierto con secreciones lagrimales. De verdad no la entendía. Pero hice lo que hice, curar su inútil lesión en el tobillo.
- Gracias.
Al fin un agradecimiento por parte de ella, me calme y tome su mano para colocarla en mi brazo y así mantenerla sujeta durante el camino. Pude notar un rubor ligero en sus mejillas, una acción que veía repetirse sin entender el porqué; acaso estaba avergonzada, molesta, enferma, nerviosa, o acalorada. Bueno era de suponer que probablemente está agotada, llevaban caminando un buen rato.
Sorprenderla con la vista del mirador fue una nueva reacción que vio de la chica, ella estaba contenta de estar aquí. Ahora emborracharla no estaba en sus planes, pero veía divertido a la castaña verla poner diferentes emociones, desde una alegre y simpática chica despreocupada de la vida, hasta una celosa y triste melancólica chica de pueblo.
- Bill... - Quedándose medio dormida – Yo... ya no quiere sentir, este sentimiento.
Nunca pudo entender si eso sonaba como una petición, o un trato para eliminar sus emociones. Tenía que admitir que la chica le intrigaba en todo.
[ FF ]
Detuvo su melodía golpeando las teclas de piano, estaba molesto e irritado, ella no lo había vuelto a llamar.
- ¿Qué esperas? – Dijo Bill posando su ojo en el ventanal enorme. – Estoy aburrido, vamos no me hagas esperar.
Un llamado se hizo presente a través de un susurro. Cuando sintió ser invocado nuevamente por alguien, había esperado el tiempo suficiente para que lo volvieran a invocar, y le sorprendió que encontraran su ritual invocación. Fue envuelto su cuerpo en las llamas azules antes de desaparecer de su dimensión.
Una chica de cabello azabache junto con otra chica de cabello color miel, estaban observando cómo se dibujaba un círculo alrededor de ellas, rodeándolas con las llamas azules y como un aura oscura aparecía formando un triángulo de un solo ojo, y con ello apareciendo Bill.
- Y pensaste que te dejaría en paz, Estrella... - El demonio de ensueño triangular se sorprendió de ver a dos personas perfectamente desconocidas para él. – Wow es de sorprenderme que alguien haya conseguido invocarme. – Haciendo aparecer su bastón mientras se acercaba a las dos chicas. – ¿Qué desean ustedes dos? Acaso quieren fama, fortuna, ser populares o tener su propio harem de chicos. – Observando la apariencia andrajosa de las chicas. – Oh un cambio en su apariencia.
- ¡NADA! – Grito Grenda desesperada. – No queremos eso.
- ¡Deseamos que salves a nuestra amiga! – Dijo Candy entre sollozos – Mabel...
- Si eres tan poderoso – Mostrando una hoja arrancada de uno de los diarios de Ford – ¡Sálvala!
- No importa el precio... solo sálvala de ellos – Rogo la chica de lentes. – Es nuestra culpa.
Bill extendió una mano envuelta en llamas hacia ambas chicas. Haciendo que ellas la tomaran inmediatamente para estrecharla.
- El precio ya fue pagado – Dijo tomando su forma humana. - ¿Dónde está mi preciada mortal?
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Continua
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