T r e c e

Esa noche se hizo eterna, las pesadillas no dejaron de torturar su cabeza y el calor sofocante no dejaba de asfixiar su pecho. Tuvo que levantarse de golpe porque la escena de Hanna siendo perseguida por un extraño no dejaba de reproducirse en su cabeza.

«¡Ayúdame!» gritaba en cada retroceso «¡Está muy cerca!» vociferaba una y otra vez.

Un travieso rayo de sol se coló por su pequeña ventana, tomando lugar directamente sobre su rostro. SeokJin se despertó con la respiración agitada y el pulso acelerado, su frente estaba empapada de sudor y sus labios resecos. Miró a todos lados dudando de la realidad, cerciorándose de que estuviese en las comodidades de su hogar.

—No pasa nada, no pasa nada —murmuró, frotándose desesperadamente el rostro con las manos.

El Omega puso los pies calientes sobre el frío suelo, acción que le puso la piel de gallina por el cambio tan brusco. Entre pequeños tambaleos se dirigió hacia el baño compartido para tomar una larga ducha.

Podía sentir el agua recorrer cada centímetro de su cuerpo, prolongándose en partes sumamente sensibles en esos días. Repentinamente la temperatura de su cuerpo comenzó a aumentar invadiéndole los sentidos y la cordura. Sus manos cobraron vida explorando los centímetros de su desnudez, perdiéndose entre los pliegues de piel bien formados y dotados.

Un jadeo profanó su boca cuando recorrió lo que necesitaba, zonas específicas e indiscutibles. Y así pasaron los minutos entre caricias sutiles y placer propio, calmando el hambre que le consumía esa apetitosa mañana.

—¿Cuál es tu horario para hoy? —preguntó Sook al ver a su hijo entrar a la cocina.

—Sólo tengo una clase de dos a cuatro —contestó con una inconfundible sonrisa de alivio.

Alivio, esa era la palabra que le embargaba en aquel momento. Su madre le tendió una ensalada de frutas y un vaso de naranja, los cuales tomó para luego dirigirse a la sala.

—Mamá ¿qué han vuelto a anunciar sobre las desapariciones? —inquirió, mientras buscaba la noticia en los canales nacionales.

—Lo mismo. Aunque hoy sólo han estado anunciando el inicio de ese campeonato de fútbol.

—No es relevante para mí —comenzó a probar los trocitos de su saludable desayuno.

—JeonHyung se quedó hasta tarde esperando por ti, quería saber todo acerca de tu primer día —comentó la Beta, acercándose a su hijo.

—Lo siento, me entretuve hablando con Lisa y JungKook —le miró arrepentido—. Pero hoy sí les daré detalles sobre todo.

—¿Irás al local?

—No lo creo —tomó un trago de su jugo—. Ahora estoy tranquilo porque tomé los supresores muy temprano, pero ya sabes cómo es esto el segundo día —hizo una mueca a la que su madre asintió en respuesta.

Sólo era más de lo mismo. Su celo sobrepasaba los límites el segundo día, torturándolo y envolviéndolo en necesidad sofocante, de esa que te hacía chillar y suplicar por un poco de calma. Sin embargo, el día apenas daba comienzo al igual que una causa desconocida.

. . .

El día dio un giro de trescientos sesenta grados. Después de estar soleado y con una brisa calmada, fresca, pasó a oscurecerse el cielo, destilar frío sobre la superficie y desatar una violenta brisa sobre la ciudad.

Era como si el clima pudiese predecir la vida.

SeokJin llegó con celeridad a su aula de clases sin ningún inconveniente, ya que era en el mismo bloque de ayer pero salones diferentes. Para su buena suerte el profesor aún no se presentaba y por ende podría divagar un poquito más.

La variedad de feromonas en el ambiente no eran impedimento para él ya que, por alguna razón, el insistente aroma de Alfa no producía ninguna alteración hormonal.

Raro.

El Omega recuerda sentir la familiar sensación en la mañana y haber tomado sus debidos supresores, pero lo que se desviaba era el hecho de que su lobo se mantuvo completamente calmado el resto del día como si su celo se hubiese marchado.

Con el ceño fruncido, ideas en su cabeza y el celular en mano, el azabache descargó esa aplicación que le ayudaba a llevar un control de todos sus calores. Marcó en las casillas los tres primeros días del mes de marzo y dejó en blanco los cuatro meses siguientes para posteriormente marcar el día de ayer.

—Bien, ya hay un quiebre —se dijo, mientras observaba el mes de más en ausencia.

Se encogió de hombros, observó a su alrededor captando los rostros de sus compañeros. Había mucha diversidad, desde Alfas de baja estatura hasta Omegas con centímetros considerables.

A su lado un Alfa le observaba detenidamente, el chico era más alto que él, con el cabello café, labios gruesos y apetitosos, ojos grandes oscuros y expresivos, y un aroma no característico de esa raza.

—¿Soy o me parezco? —sentenció al ya no aguantar la mirada penetrante que le lanzaba.

—Eres —sonrió ladinamemte—. Tu aura es muy exquisito, estoy intentado percibir tu aroma pero se me complica un poco ¿supresores?

—Niño estúpido.

—Me lo dicen a menudo —el Alfa se encogió de hombros-. Pero ya no me afecta ¿sabes?

—Es porque el defecto viene de fábrica, tu sistema nació con ello y no hay razón para que te afecte.

—Eres de los míos —volvió a reír.

Esta vez el Alfa alto de ojos profundos se acercó a SeokJin, quedando recostado junto al asiento del Omega. El azabache quiso moverse pero una notificación de su celular le hizo desechar la opción.

—¿Tendrás un cachorro?

—¿Qué? —SeokJin le miró con una ceja enarcada.

—Tienes esa aplicación de Omegas —señaló el móvil en las manos contrarias.

—Eres un entrometido —refunfuñó, bajando su celular con brusquedad.

—Soy muy curioso, sí —levantó sus brazos a modo de rendición.

El azabache intentó reprimir una risita pero le fue imposible. Ese Alfa era divertido y muy interesante, no lo podía negar. SeokJin vio al chico tomar sus pertenencias de un asiento más alejado y acomodarlas justo a su lado.

—¿Qué haces?

—Me cambio de lugar —respondió con obviedad.

—Claro genio —torció los ojos—. ¿Por qué aquí?

—Me caes bien —se sentó para posteriormente tenderle la diestra—: Soy HyunJin.

Me ha golpeado una gigantesca ola de bloqueo mental, por ello me he retrasado :c

Les debía 3 capítulos, ahora les debo 2 y espero subirlos lo antes posible.

Gracias por no presionarme, espero que lo comprendan♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top