IX

Emma

Primer día de clase y la cabeza estaba a nada de estallarme, el profesor llevaba hablando desde hace 15 minutos y no puedo concentrarme en nada de lo que dice. La chica a mi lado está tomando apuntes furiosamente y el chico a mi otro lado está asintiendo a cada nada con lo que dice el profesor.

Mierda ¿No puede callarse ya?

Mi reloj se ilumina notificándome de un mensaje, lo observo rápidamente esperando a que sea Darrell. Pero no, es un mensaje de mi madre preguntándome como estoy.

Darrell estaba haciéndome el voto de silencio, no me escribía como suele hacerlo y no es que mi importe, es solo que es extraño.

Bostezo tapándome con la mano, pero justo en ese momento el profesor mira en mi dirección y me pilla.

—¿Señorita...?— Me mira a la espera que le diga mi nombre

—Callahan, Emma Callahan— Murmuro apenada

—Señorita Callahan, si mi clase no le parece lo suficiente interesante, la puerta está abierta— Me sonríe falsamente, mis mejillas se calientan ante la vergüenza de ser el centro de atención— Su abuelo debe estar muy decepcionado de que su nieta se duerma en una de las clases más importantes dentro de la arquitectura— Frunce el ceño negando con la cabeza— Además, retírese esos lentes del rostro

—Lo siento mucho— Susurro bajando la mirada, quito los lentes de sol del rostro, y puedo sentir como se acerca mi lugar, niega con la cabeza y da la vuelta

—Y mucho más sabiendo que tiene una resaca monumental— Vuelve a su lugar señalando la puerta— Fuera, es una falta de respeto a mi clase que se presente así

Suspiro derrotada, es el primer día y ya estoy teniendo problemas

—No volverá a suceder— Musito antes de llegar a la puerta

—Recuerde que esto ya no es el instituto, es la universidad y espero se comporte a la altura de ser una alumna universitaria— Declara— Y más aun siendo nieta de quien es

Asiento saliendo del aula, no debí hacerle caso a Elena de ir de fiesta anoche.

Y por supuesto que iban a conocer a mi abuelo, todo el mundo lo conoce.

Si mi padre se entera de esto, va a estar muy avergonzado por mi comportamiento, y que decir de mi abuelo y mi tío.

Coloco los lentes en mi rostro de nuevo, la luz brillante del exterior solo causa que la cabeza me lata más fuerte.

—¿Emma?— Una voz masculina hace que me sobresalte ante su repentina aparición.

Volteo en dirección del dueño de la voz, y me es imposible no sonreír.

Matt William era un chico que conocí hace unas noches en una fiesta, y era sumamente divertido. Nos enrollamos y la pasamos bien, sin embargo, después de esa noche no nos volvimos a encontrar hasta ahora.

—Hey Matt— Le saludo con una sonrisa— ¿Qué haces por aquí?

—Estudio diseño del paisaje— Menciona como si fuera obvio— ¿Lo olvidaste?

No recuerdo que me haya mencionado algo al respecto, y si lo dijo el alcohol hizo que lo olvidara.

—Lo siento— Bufo divertida— Ya sabes, se me va la memoria

—Mas bien creo que estaban tan ebria que lo olvidaste— Suelta en tono de reproche

—Eso también— Respondo dándole la razón, responde negando con la cabeza— ¿Eres de nuevo ingreso?

—No, te dije que era segundo año— Para estas alturas, Matt se notaba muy incomodo

—Lo siento— Respondo apenada

Hace una seña restándole importancia, como si esa quitara la pena que me inunda

—¿Porqué traes lentes de sol?— Tiene la mirada curiosa, cosa que me hace morder el labio inferior nerviosa— ¿Tienes resaca?

—No...— Tartamudeo— Bueno sí, pero no lo haré de nuevo

Hace una mueca extraña mientras se acomoda la mochila.

—Fue bueno verte, Emma— Se aclara la garganta incómodo— Trata de mantenerte sobria

Se da la vuelta intentando irse, cosa que evito colocando mi mano sobre su antebrazo.

—No soy esto ¿Ok?— Declaro, lo que menos quiero es que se lleve una imagen errónea de mí— Solo que ayer mi compañera de piso creyó que era una buena idea salir un rato— Me encojo de hombros, me percato que mi mano sigue en su antebrazo, así que lo suelto abruptamente— No soy una alcohólica

Asiente—¿A quien quieres convencer?

—¿Cómo?

—Parece que quieres convencerte más a ti, que a mí— Sonríe de lado dando un paso atrás— Solo digo, que es fácil entrar, pero difícil salir

Mi mente atrae a Zara, las veces que la vi con resaca y las veces que la vi colocada por alguna cosa que se había metido en el sistema.

No quería volverme en eso.

Matt se ha ido para cuando lo veo de nuevo, se ha ido como casi todo el mundo que me rodea.

Y no sé qué hacer al respecto.

*-*-*-*-*-

Observo la pantalla de mi teléfono, una foto de Darrell durmiendo es la que se encuentra allí y no sé porque siquiera lo estoy viendo tan detenidamente.

La puerta se abre, Isabella entra, pero al verme se detiene.

—Hola— Susurra cerrando la puerta detrás de ella, para después desaparecer en su habitación sin decir nada más.

Tal vez me apresuré a sacar conclusiones ese día, le reproche de algo que probablemente ni siquiera era culpable, y ahora la que se siente culpable soy yo.

Me pongo de pie y me dirijo hacía la puerta de su habitación, alzo el puño dispuesta a tocar, pero mi orgullo de no pedir disculpas me impide hacerlo. Me trago todo el orgullo que tengo y toco la puerta sin obtener respuesta, por lo que abro pensando que está ignorándome.

No sé que hacer ante lo que veo.

Estoy impactada, sorprendida y todos los sinónimos que se me vienen a la cabeza al ver lo que está en la pantalla de su computadora.

Ahora sé porque no me oía, está demasiado concentrada viendo eso...

—¡Jesús! ¿Qué haces aquí? — Suelta sorprendida al percatarse de mi presencia

Sus mejillas adoptaron un tono rojizo mientras cierra su laptop abruptamente, se acomoda en la cama quitándose los auriculares y aclarándose la garganta.

—¿Por qué estabas viendo eso? — Cuestiono alterada, siento el calor en mis mejillas también.

—Yo...— Se aclara la garganta incomoda— Bueno, yo...— Rasca su cabeza nerviosa y niega con la cabeza— ¿Por qué entras a mi cuarto así?

—Toqué pero no respondías— Suelto en defensa

—Tenía los audífonos puestos— Los alza mostrándomelos— Lo siento

Baja la mirada y comienza a enredar el cable entre sus dedos.

—Venía a disculparme en realidad— Musito. Alza la mirada sorprendida y se mueve en la cama

—Ven, vamos a hablar— Palmea la cama en el lugar libre que tiene a su lado y me siento ahí sin refutar.

—Creo que fui grosera contigo el día que Darrell se fue— Comienzo en tono bajo— No debí hablarte de esa forma

—Bueno, no voy a justificarte— Se encoge de hombros— Pero entiendo que hayas reaccionado así, creíste que me había liado con él

Asiento— Saque conclusiones apresuradas

—Errar es de humanos— Responde con una sonrisa— Esta bien, Emma

—En serio, perdón

—No pasa nada— Suspira pesadamente— Pero creo que la disculpa no debería ser para mí, sino para Darrell

Niego— No tengo que disculparme con el, se metió en donde no le incumbe

—Solo se preocupa por ti— Lo defiende como si lo conociera, y la llamarada que creí apagada vuelve a encenderse— Solo debes darte la oportunidad de dejar de lado tu lado obstinado, y te darás cuenta que hombres como Darrell no se encuentran todos los días

—No quiero una relación con él

—Yo no dije eso

—Es un mujeriego— Aclaro y ella niega con la cabeza— No lo conoces, como yo hay otras chicas que están con el

—¿Y se acuesta con todas?— Su pregunta me hace tensarme— Si es así ¿Por qué seguías con él?

Desvío la mirada suspirando pesadamente.

¿Por qué seguía con él aun sabiendo que se enredaba con otras?

Eso ni siquiera yo lo sé

—No lo sé

—Yo si— La miro confundida— Darrell te da la seguridad que deseas

—¿De qué hablas?

—Cuéntame ¿Cómo conociste a Darrell?

—¿Por qué quieres saber eso?

—Porque sospecho el porque de seguir con Darrell

—Es o era un amigo de papá

—La relación con tu padre no ha sido buena ¿No es así?

—¿Eres psicóloga?

Ríe negando con la cabeza

—No

—La relación con mi padre iba de maravilla hasta que apareció Zara— Susurro con la mirada gacha— Ella vino a robarme a mi padre y lo convirtió en algo que no era

—Darrell te da la atención que tu padre ya no te da— Dice evadiendo el tema de Zara, lo cual agradezco— Por eso no te alejabas de él

—Me gustaba— Confirmo— Pero no me gusta que se meta en mis asuntos

—Esta preocupado por ti— Sonríe de medio lado y se encoge de hombros— Cree que tiene que cuidarte, porque es lo que tu papá quiere

—¿Eso quiere decir que no me quiere?— Nunca me preocupe por desarrollar sentimiento por él, porque siempre lo veía como alguien con quien podía divertirme, pero el saber que el solo estaba conmigo para cuidarme y no porque realmente le gustara me hace sentir herida

—Yo no dije eso— Junta sus labios— Creo que deberías hablar largo y tendido con él, ponerle etiqueta a lo que sea que tenían y ser honestos con sus sentimientos

—Nunca he tenido amigas— Susurro apenada— No sé que se dice cuando te dan un consejo

Ríe mientras se acerca y me rodea con sus brazos haciéndome tensar

—No tienes que decir nada, basta conque no eches todo a un saco roto— Me da un beso en la mejilla y se separa— Creo que ambos tienen miedo de afrontar la realidad de lo que sea que tuvieran, darse cuenta de que lo único que los unía era un lazo sexual y no uno emocional— Baja la mirada— Eso es la peor realidad que puede llegarte, créeme

Sonrió en respuesta, sin duda tiene razón.

—¿Qué hacías viendo eso?— Susurro rompiendo el ambiente tenso, cosa que la hace reír

—¿Nunca has visto porno a caso?

—Solo por curiosidad— Respondo divertida

—Estoy componiendo algunas fotos— Abre su laptop y la pantalla se ilumina mostrando una foto de una mujer siendo penetrada por detrás.

Que incómodo.

—Estoy confundida

—En mi tiempo libre hago fotografía en la industria del porno— Se encoge de hombros como si no fuera la gran cosa— Mi papá tiene una productora y yo me dedico a la fotografía de allí mismo

—Wow— Susurro porque es lo único que se me ocurre decir

—Todas las fotos y videos de la industria son editados— Señala una parte de la pierna de la actriz— Nadie tiene la piel así de perfecta— Pica algo y de pronto la misma imagen, pero con textura diferente aparece— Esa es la original

—¿No es incómodo?

—Crecí con ello, hace mucho dejo de ser incomodo— Se encoge de hombros— No te dejes engañar por lo que se ve en la pantalla

Asiento no muy convencida

—Me voy, no quiero incomodar— Me levanto de la cama y ella se despide.

Salgo de su habitación y me dirijo a la mía. Tal vez tenga razón y deba hablar con Darrell.

Respiro profundamente armándome de valor, y me decido a realizar la llamada.

Dos tonos después la llamada es tomada, pero no es Darrell quien responde.

-*-*-*-*-*

Darrell

Subo las escaleras hacia mi oficina rápidamente, no entiendo como es que dejé mi teléfono y me di cuenta hasta ahora. Al entrar a la oficina comienzo a rebuscar por todos lados sin éxito, puedo jurar que lo dejé aquí.

—¿Buscas esto?— La voz de April hace que levante la vista de mi tarea.

Esta de pie en el umbral de la puerta con mi teléfono en la mano. Frunzo el ceño molesto, no me gusta que entre a mi oficina cuando no estoy.

—¿Por qué lo tomaste?

—Estaba buscándote— Se encoge de hombros— Pero encontré tu teléfono y lo guardé para cuando volvieras

—No debes entrar aquí cuando no estoy— Le quito mi teléfono y paso por su lado bajando las escaleras

Escucho la puerta cerrarse y sus pasos detrás de mí siguiéndome. No me detengo, sigo mi camino saliendo del bar y así poder irme ya.

—Últimamente no te he visto— Habla cuando me ha alcanzado a unos pasos de mi auto— ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien— Abro la puerta del coche dispuesto a subir, pero su mano me detiene— Nunca te había visto esa cara de pena desde que te conozco

—¿Cuál cara de pena?— Le doy un ceño fruncido, cosa que la hace reír— Solo estoy estresado con un caso

—¿Tu clienta se llama Emma?

Le doy una mala mirada y ella se encoge de hombros.

—Hablo en serio, solo estoy cansado

Respira profundamente acercándose a mí, hasta que su pecho se toca con el mío.

—Tal vez te haga falta sacar un poco de tu estrés— Se pone de puntillas dejando un beso en mi mandíbula— ¿Te puedo acompañar?

Trago duro, aunque la oferta es tentadora, lo que menos quiero ahora es tener sexo.

—Otro día será— Beso su coronilla y la muevo para entrar a mi coche— Encárgate del bar, estaré ausente

Cierro la ventanilla de mi coche y salgo del estacionamiento dejándola de pie.

Necesitaba estar solo, alejarme del bar y de April. Tal vez deba considerar por primera vez en asentarme como tanto quiere mi madre, después de todo tengo ya 40 y no me hago cada vez más joven.

Al llegar a la casa de mi progenitora, me percato que hay otro coche en la cochera, si mi memoria no me falla puedo asegurar que es mi hermana.

Genial, ahora dos mujeres insistiéndome en casarme.

Respiro profundamente después de apagar el coche, estaba considerando en irme cuando la puerta se abrió. Se suponía que la cena sería entre mis padres y yo, agregar a mi hermana en la ecuación no era un buen plan.

—¿Vas a bajar o debo bajarte yo?— Amaba a mi hermana muchísimo, nos llevábamos 5 años pero para mi siempre sería mi hermanita adolescente

Puse los ojos en blanco bajando del coche, me aflojé la corbata y la lance contra el asiento.

—¿No se supone que debes estar acostada?

—Estoy embarazada, no enferma— Responde divertida

Camino en su dirección y la rodeo con mis brazos, me corresponde el abrazo soltando una risita.

—Mi barriga no me deja rodearte— Ríe divertida

—Ya eres como un balón de básquet— Bromeo, cosa que no le parece graciosa ya que me da una mala mirada

—No vuelvas a decir algo así

Comenzamos a caminar hacia la puerta, yo detrás de ella cuidando sus pasos. Al entrar el olor de la comida inunda mi nariz.

—Que bien huele— Suelto mientras me encamino a la cocina

—Tu madre cocino para ti— Responde mi padre sentado en la isla de la cocina— Agradécele

—No soy un crio, se lo que debo hacer— Me encamino a donde está mi madre probando la comida que se encuentra sobre la estufa y beso su mejilla— Gracias, mamá

—Siempre estaré feliz de cocinar para ti— Lleva su mano a mi mejilla. Mira a mi espalda y frunce el ceño

Se lo que busca

—Pierdes el tiempo, mamá— Habla mi hermana entrando a la cocina también— Llegó solo

—No sé porque te sorprende— Dice papá riendo— Probablemente es gay y no nos lo ha dicho

Mi padre a sus 62 años no pierde el sentido del humor, y mi madre a sus 59 sigue regañándolo como si no fuese mayor que ella, justo como lo hace ahora.

—Estoy segura que no es así— Me mira con ojos esperanzados— ¿Qué hay de la bonita señorita con la que te vi en tu oficina?

Oh no, había olvidado eso

Mi madre llegó a visitarme de manera sorpresa al despacho hace unos meses atrás justo cuando me estaba despidiendo de Emma a la entrada del edificio, solo era un beso, nada más. Pero al parecer mi madre ya estaba esperanzada en que había encontrado con quien asentar cabeza.

Sí, claro

La mirada de todos está puesta sobre mí ahora, ¿Por qué no preguntármelo en privado? Ahora debo someterme a un interrogatorio por parte de todos los integrantes de mi familia.

—¿Señorita?— Pregunta mi hermana confundida

—Es una buena señal que haya sido con una mujer— Opina mi padre

—Darrell estaba con una linda señorita despidiéndose hace unos meses— Me alejo de su lado sentándome a lado de mi padre

No sabía dónde meterme ahora

—¿Eso de señorita es figurado verdad?— Cuestiona mi hermana

—No lo creo— Responde mi madre llevando la comida a la mesa— Se veía muy joven

Desvío la mirada hacia la ventana evadiendo a mi hermana

—Darrell Black ¿Te estas convirtiendo en un Suggar Daddy?— Mi hermana me mira sorprendida y mi papá comienza a reír

—Que maneras de gastar dinero

—No— Digo inmediatamente— Es una amiga

—¿A las amigas se les besa en los labios?— Cuestiona mi madre con una sonrisa

—Habla ahora, grandulón— Mi hermana parecía muy curiosa con el tema, tanto que tomó asiento frente a mí

—La mujer que vio mamá en la oficina es solo una amiga— Respondo molesto— No tenemos una relación ni nada así

—¿Qué edad tiene?— Ahora quien me mira curioso es mi padre quien no me quita la mirada de encima

—No pregunten eso— Me cruzo de brazos

—Ay no— Suelta mi hermana en tono exagerado— Dime que no es menor de edad

Lleva su mano al pecho, mi papá sigue esperando una respuesta. Mi madre parece no importarle eso, ella sigue sirviendo, ignorando el hostigamiento por los otros dos integrantes de la familia Black.

—No...— Murmuro— Bueno, depende del estado en el que lo preguntes

—Mierda— Susurra Aaron Black sorprendido— ¿Cuánto años le llevas? ¿20?

—Papá— Suelto en tono de advertencia

—18— Dice mamá encogiéndose de hombros— Estudia en el colegio Washington

—Estudiaba— La corrijo

Sonríe dándose cuenta de que me confesé solo.

—¿En qué mierdas estás pensando? — Suelta mi hermana molesta— Es una niña

—Burradas— Intercepta papá— Hoy en día, a esa edad de niñas no les queda mucho

—Aarón, no digas eso— Mi madre palmea el hombro de mi padre reprendiéndolo— Estoy segura de que es una buena chica

—Darrell, eso está mal— Verónica, mi hermana parece estar molesta con ese asunto

—Oh vamos, estamos en otra época— Dice mamá sentándose a un lado de papá— Para el amor no hay edad

—Mamá, son 20 años— Reprocha mi hermana queriendo hacerla entrar en razón

—22— Murmuro empezando a comer

Mi madre me golpea la mano dándome una mala mirada.

—Oremos primero

Reza y agradece a Dios por nuestros alimentos, y hasta entonces comenzamos a comer.

—¿Sus padres lo saben?— Cuestiona mi hermana insistiendo con el tema

—Lo sabe su papá— Me encojo de hombros restándole importancia— Pero relájate, que ya no tenemos nada

—Menos mal— Dice aliviada

—Oh—Susurra mi madre cabizbaja

—Tal vez deberías considerar buscar mujeres cercanas a tu edad ahora— Sugiere mi padre

—Tal vez tengas razón— Coincido

Mi mamá me da una mirada extraña, pero no dice más.

Un rato después el esposo de mi hermana llegó por ella y papá salió a trotar con un compañero exmarine como él.

—Creo que es hora de irme a casa— Digo mientras bebo lo ultimo de mi taza de café

—Puedes quedarte a dormir aquí— Sugiere con una sonrisa— Así no llegas a un departamento solitario

—Está bien mamá, ya no soy un niño

Mamá asiente y se levanta cuando lo hago, me acompaña a la salida en silencio. Beso su mejilla en modo de despedida y me rodea con sus brazos.

—¿Por eso traes esa cara?— La miro confundido ante su pregunta— La razón por la que traes ese semblante

—¿De qué hablas mamá?

—Que tu relación con esa muchacha haya terminado, ¿Por eso traes esa cara?

—Mamá— Digo negando con la cabeza— No empieces

—Solo digo, la semana pasada tenías otra cara— Dice encogiéndose de hombros— Si esa niña te hace feliz, ¿Por qué razón terminaste con ella?

—Mamá, no quiero ser grosero— Digo molesto— Pero solo manteníamos relaciones sexuales hasta antes de que se fuera a la Universidad

—Pero la extrañas

—Mamá, es una niña y ya no tengo edad para soportar berrinches ni desplantes

—Solo quiero que seas feliz— Acaricia mi mejilla dándome una sonrisa reconfortante— Y solo digo que, si ella te hace feliz, deberías ir a por ella sin importar la opinión de nadie

—Una mamá normal me diría que me aleje de ella

—Creo que está claro que no lo soy desde que decidí casarme con tu padre

Río sin ganas

—Me voy ya— Doy un paso atrás bajando los escalones de la entrada— Descansa mamá, nos vemos la próxima semana

—Cuídate cariño, aliméntate bien, toma agua y llama a esa muchacha

Me doy la vuelta despidiéndome con la mano.

Mamá, no deberías tener esperanzas.

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¿Alguien más odia la Universidad o solo soy yo?
☹️
Gracias a todas por leer 💜
Nos leemos pronto, xx.
Por cierto, superamos los 3K graaaaacias los amo 💜

Veronica Black, hermana de Darrell

Aaron Black, papá de Darrell

Meredith Black, mamá de Darrell

April

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