Introduction
31 de Octubre de 1981
-Regulus iré a la casa de James nos vemos más tarde-hable acercándome a Regulus para darle un cortó beso en los labios.
-Bien, solo no llegues tarde -dijo Regulus con una sonrisa.
-Tranquilo, no llegaré tarde.
-Te amo -dijo Regulus para darme un beso corto.
-Yo te amo más -dije.
-Al parecer tendré que decirle a Lily que deje de robarme a mi esposa -dice Regulus separándose de mí para tomar un vaso y servirse agua.
-¿Celoso Black?
-Para nada -hablo de una forma seductora.
-Si claro, bueno yo me voy yendo y dile a Kreacher que no le dé leche de almendras a Carson le hace daño -avise para después tomar mis cosas e irme por la chimenea con ayuda del polvo flu.
Al llegar a la casa vi que todo estaba destruido.
-¿Qué paso aquí?-me pregunte a mi misma.
En eso escucho unos pasos atrás mío y veo como Sirius y Remus van entrando a la casa, Ellos estaban tan distraídos que no se dieron cuenta de que todo estaba destruido.
-Chicos...- susurré.
En eso ellos levantan la vista y ven todo destruido.
-¿pero qué paso aquí?-pregunto Remus.
-no se acabó de llegar y...vi esto.
-vamos al segundo piso, pero tengo un mal presentimiento-hablo Sirius.
Empezamos a subir las escaleras, yo estaba al frente y al llegar veo a James en el piso... muerto.
-No...no, no por favor, no—supliqué corriendo hacia donde estaba James poniendome de rodillas mientras algunas lagrimas se deslizaban por mis mejillas-No, James tu no.
-No, esto no-pronuncio Sirius con lágrimas en sus ojos al igual que Remus.
Deje ir un grito desgarrador tras la muerte de mo hermano,mi mejor amigo.
Escuche un llanto de bebé así que corrí hacia la habitación de Harry y vi a Lily... Muerta.
-No, no,no Lily, no-dije con Lily en mis brazos mientras lloraba.
En eso llega Remus corriendo y al ver a Lily se paraliza.
-Emily, hay que irnos ahora-hablo Remus para después tomarme del brazo.
-¿Qué hay de Harry?-pregunte, pero Remus trataba de arrástrame hacia afuera de la habitación-¡No! ¡Harry!
Podía ver cómo Harry lloraba no podía dejar no ahora.
Remus logra sacarme de la habitación de Harry para después llevarme a la habitación de James donde estaba una chimenea la cual me metió y aparecí en la mansión Black.
Yo en ese momento estaba destrozada había perdido a mi hermano, mi mejor amigo, mi mestizo y a mi mejor amiga.
Me levanté del piso con dificultad para luego subir las escaleras y entrar a la habitación de mis hijos, Carson y Jennifer.
Tome a Carson dándole su biberón, mire la cuna de Jennifer pues la recién nombrada no estaba presente debido a que a que la señora Granger se había encargado de curar a Jennifer. Quien tenía una enfermedad y yo no confiaba dejarla a manos de un mago.
-Eres igual a tu padre- pronuncié con algunas lágrimas en mis ojos mientras acariciaba su bello rostro.
Al pasar las horas se me hizo raro que Regulus no haya llegado así que baje y de pronto Kreacher entro en mi campo de visión así que le pregunto:
-¿Sabes dónde está Regulus?
-No, ama-dijo Kreacher, pero sabía que era mentira pues el tiene la costumbre de rascarse la nariz.
-Kreacher dime la verdad.
-le Prometí al amo Regulus no decir nada-dice Kreacher cabizbajo.
-Kreacher por favor-Suplique en un susurró lo suficientemente para que el escuchara.
Tras la suplica Krearcher dejó ir un gran suspiro para luego hablar.
-Te llevaré con el ama Black-dice para tomarme de la mano para después transportarnos a una especie de cueva la cual me pareció extraño que Regulus estuviera aquí.
Al caminar unos centímetros veo la silueta de Regulus, me acerqué poco a poco y pude ver qué estaba pálido.
-No, no tú por favor- pronuncié llorando-eres lo único que me queda.
Mientras lloraba recordaba nuestros recuerdos juntos.
-¡AHHHHHH!-Deje ir un grito desgarrador haciendo que mi poder saliera.
Al calmarme Kreacher se acercó y dijo:
-Creo que hay que irnos.
En eso él me tomo del brazo haciendo que nos transportáramos a mi casa.
Al llegar escucho el llanto de Carson y cuando llego al pasillo hacia la puerta veo a... Bellatrix y a su par de mortifagos.
-Hasta nunca, Pottah -pronuncio Bellatrix con Carson en sus brazos.
-¡No!-Exclame para tomar mi varita y tirarle un crucio, pero lo esquivo.
Pero, en eso uno de los mortifagos tira un hechizo no verbal haciendo que diera sueño y cayera... Ahí me di cuenta de que lo perdí todo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top