13.

¡Noticias de última hora!

"La familia Hamilton, empresarios y dueños de la compañía Hamilton Product's & Cosmetics anuncian que han dado a luz a un heredero más, la madre dió a luz a un lindo varon ¿será que podría ser un nuevo representante de la empresa ahora que su hijo mayor Shawn Hamilton decidiera retirarse de los negocios de su padre?"

Se lograba divisar en el periódico y en las noticias.

"La gente pobre realmente no tiene nada más que hacer que meterse en la vida de los ricos. "

Es lo que muchas veces escuchaba decir a su papá cada que leía esos papeles grises y feos, por eso usualmente no los leía.

Desde que tenia memoria, sabía que su familia era diferente, más aún por qué el no era igual al resto, tenía un hermano gemelo, pero no era nada idéntico a el, éran también muy diferentes.

-¡Jake! Te hemos dicho que no salgas a fuera, la gente te puede ver! -Exclamo su madre con molestia.

-Pero Adrián si puede hacerlo, porque yo no? -Lloro el pequeño Jake de seis años.

-Sabes que no puedes, la gente es mala, y tú eres muy hermoso, diferente a tu hermano, tengo que cuidarte bien, tu carita no puede estar manchada ni lastimada, igual que tú cuerpo, debes estar sin ninguna herida.

-Pero quiero jugar con Adrián! -Lloro ahora con más lágrimas.

-¡Dios, ya te dije que no! No seas un niño necio, tu hermano es diferente a ti, es igual a tu padre, no importa si se lastima, contigo es diferente, debes cuidar tu piel y tu cara, si estás jugando con tierra, se te pondrá fea, lo mismo si pasas siempre en el sol, se te secará.

-Puedo usar protector solar, por favor mamá, quiero jugar...

-Puedes jugar adentro, dónde te pueda ver y dónde sepa que no te sucederá nada malo que afecte tu carita, por favor hazme caso si?

-... E-esta bien mamá. - Se limpio sus lágrimas fue a su cuarto a jugar adentro solo.

Por la ventana podía ver como su hermano mayor Shawn y su hermano gemelo Adrián jugaban en el patio juntos, mamá siempre regañaba a Shawn y le decia que se fuera, siempre se preguntaba porque mamá siempre pasaba molesta.

Pero a el solía tratarlo con mucho cuidado, cuando iban a la empresa de papá a visitarlo, solía esconderle en el armario con juguetes para que no saliera ni se lastimara.

Un día un señor alto y de sonrisa extraña lo encontró en el armario escondido jugando con unos carritos.

-Vaya, que niño más bonito, cómo te llamas?

-Mamá no me deja hablar con extraños.

-Pero no veo a tu mamá aquí, o si?

-No...

-¿Porque estás solo?

-Mis papás no me dejan salir porque tienen miedo de que me lastime.

-Con esa carita tan hermosa hasta yo tendría miedo de que te lastimes, cuando crezcas serás hermoso, aunque incluso ahora lo eres. -Tomo suavemente el rostro del niño y acarició un poco sus mejillas.

-N-no me gusta que me toquen, mamá no deja que me toquen la cara. -Dijo el pequeño niño apartándose con algo de miedo, no le gustaba como le hablaba.

-Veo que protegen mucho tu hermoso rostro, incluso en los medios solo se ha visto a tu hermanito, no a ti.

-Mamá dice que la gente con cámaras es mala, no les importa lastimar a las personas que toman fotos, así que me esconden para que no me vean. -Expreso con tristeza, sabe que siempre debe estar escondido, si no su mamá se enoja mucho.

-Asi que eres tú a quien están preparando, ya veo, entonces no tengo nada de que preocuparme, nos vemos lindo Jake.

-Me llamo Jacob.

-Es un apodo bonito para una cara bonita. -Acaricio de nuevo su mejilla y se retiró.

Cuando el hombre se fue Jake sintió un fuerte alivio, de alguna forma le asustaba mucho, le sonreía y le tocaba muy extraño, ojalá y no lo vuelva a ver.

El tiempo seguía pasando, Jake con diez años era cada vez más cuidado por su madre, tanto así que hasta le llamaban el "muñeco de porcelana" de la casa.

Dificultaba su relación con otras personas, se dio cuenta que su padre usualmente no le prestaba atención o le decía que fuera a su habitación a esconderse.

Siempre le dolía qué su padre parecía siempre querer más a su hermano.

Sus clases eran dentro de casa, solo podía socializar con otros niños en reuniones en casa con otras familias, y aún así tenía estrictamente prohibido lastimarse.

Jake no era un niño tonto, sabía que era extraña la forma en la que lo cuidaban, no comprendía mucho a su madre, su padre usualmente no pasaba en casa, así que no hablaba mucho con el al respecto.

Pero se daba cuenta de algunas cosas que pasaban a su alrededor, como que cada que su padre llegaba a casa, mamá le regañaba mucho cuando llegaba borracho, igualmente decía algo sobre el dinero de la empresa, pero no entendía porque.

Su casa era muy grande, tenian sirvientes, y muchos juguetes, no imaginaba que el dinero fuera un problema para sus padres, almenos no a qué grado.

A veces su hermano a escondidas solía llevarlo al patio a jugar, Adrián sabía que su hermano era tratado distinto, sabía que aunque le ponía algo celoso la atención que el recibía, Jake nunca pidió ser tratado así, así que solía animarlo cuando lo encerraban.

Su hermano Adrián llegó a tocar suavemente su puerta, vio que su mamá le dio de comer muchas verduras y nada de postre por que ahora debía seguir una dieta "sana".

Se sintió mal cuando lo vio llorar e irse a su cuarto cuando a él si le pudieron dar pastel.

Su hermano siempre parecía estar llorando, mamá a veces era ruda con el más que con todos, pero a la vez lo protegía más.

Cuando Jake la abrió estaba llorando como siempre cada que lo encerraban.

-¿Qué haces aquí? Mamá te va a regañar.

-Ten - Le dio en su manita un chocolate de la cocina - Le dije a mamá que era para mi, comelo rápido y dame la bolsa para tirarlo.

-... Gracias Adrián.

-De nada, se que mamá es algo mala a veces.

-No quiero que me cuide siempre.

-Tranquilo, cuando seamos grandes, compraremos nuestra propia casa grande, en la que vamos a poder jugar juntos siempre. - su hermano le dio un suave abrazo seguido de sus palabras.

Un día, mientras jugaba a las escondidas en el armario, un clavo que sobresalir de la esquina le lastimó su mano, llorando al salir corriendo con su mamá se molesto y entró en pánico.

Pidió que llevaran a curar su herida de forma en que cicatrizara sin dejar marca.

Pero pudo ver a lo lejos como su madre le dio una fuerte bofetada a su hermano y echarle la culpa por ser el quien jugó también.

-¡Eres una maldita vergüenza! Te he dicho que no eres igual a tu hermano, el no debe herirse ni ensuciarse, te dejo hacer lo que quieras mientras estés lejos de él!- Exclamo molesta la mujer, Jake quería decir algo, pero tenía mucho miedo, solo dejo que lo llevaran a limpiar su herida.

Su hermano dejó de llegar a su habitación a jugar con el desde ese entonces, cada vez se sentía más y más solo, su madre era la única que podía socializar con el en casa, debía seguir las reglas o serían más estrictos.

Todo siguió de esa forma hasta que un día Jake con diez años se despertó en medio de la noche con sed, no quería molestar a María (señora de la limpieza) a las doce de la noche por un vaso con agua, así que se levantó y se dirigió a la cocina, al regresar con su vaso, vio que la habitación de trabajo de papá estaba abierta.

Se asomo con curiosidad pero vio a un señor extraño que se le hizo muy familiar, sonrisa aterradora, rubio y muy alto.

-Te dije que debes esperar, aún no cumple ni los once años,  quedamos en que seria hasta sus dieciocho -Expreso la mujer con molestia.

-Tú hijo salió muy hermoso Helen, se parece a ti.

-Ya lo se, ¿por qué crees que lo cuido tanto? Se que te gustan "puros", pero como dije aún no es el momento.

-Sabes como me gusta, pero su deuda ya rebasó el tiempo límite, parece que deberás hacerme un adelanto, seré el primero en probar esa hermosa carita.

-Eres un idiota, escucha, he cuidado mucho de el, quiero que cuando lo devuelvas, no tenga nada, ni un moretón, ni un rasguño, se que eres algo sádico, pero es mi hijo, y además como dije aún es un niño, aún no es tiempo.

-Eres muy graciosa, crees que lo devolveré? Piensas que con una vez pagará su deuda? Claro que no, pienso también prestarlo a buen precio a otras personas, muchos que lo han visto tienen curiosidad por su carne fresca sabes?

-No seas imbécil. ¡Ese no era el trato! Dijiste que lo harías una vez.

-Eso era antes de que tú marido extendiera su apuesta, además, cumpliré mi palabra, me encargaré que nadie toque su rostro, será igual de hermoso y perfecto dentro de unos años.

-No... El no tiene porque pasar por esas cosas, yo... No quiero, olvídalo, haré otro trabajo de ser necesario, haré otras cosas para pagarte, crees que no conozco las torturas que hace tu gente? Olvídalo, no quiero eso para mí hijo.

En ese momento el hombre se levantó de su silla y sujeto con fuerzas su rostro acorralandola contra la pared.

-Tú cuerpo no vale ni tres centavos, no seas idiota, no te puedes retractar ahora, tu marido no tuvo ninguna queja al respecto, y tú tampoco la tendras.

-No... No quiero, haré otra cosa solo... Dame tiempo.

-No hay más tiempo, pienso salir con ese niño por esa puerta hoy a más tardar, de lo contrario, tendré que hacer esto por las malas. -Dijo apuntando su arma en la entrepierna de la mujer.

Jake no entendía que pasaba, iría con ese señor? Que le haría? Algo no se sentía bien, dejo caer el vaso de vidrio que se quebró al chocar contra el piso, y salió huyendo afuera de la casa, no sabía donde ir o esconderse, tenía mucho miedo.

No quería que ese señor lo lleve...

Salio al pato y empezó a sollozar con mucho miedo hasta que escucho que abrían su puerta del jardín trasero donde estaba, trato de correr, pero unos brazos grandes lo sujetaron con fuerza, no quería que se lo llevaran, ¿Porque no pudo ser igual a sus hermanos? ¿Que es los que le harían?

Tantas cosas pasaban en la cabecita asustada del pobre niño, trato de callar su llanto pero estaba con mucho temor, hasta que su mamá salió.

-¡Mamáa! -Grito el niño soltandose del agarre yendo ahora a abrazar a su mamá.

Su madre tenía ciertas lágrimas en sus ojos, podía ver que estaba asustada también.

-Hijo... Perdoname enserio.

-Mamá... ¿Por qué yo tengo que irme? No dejes que me lleven mamá por favor.

-... Hijo, será por un tiempo, pase lo que pase se fuerte, yo me encargaré de ir por ti cuando todo termine.-Hablo susurrante.

-Tengo m-miedo mamá.-Siguio llorando Jake.

-Jacob, escucha, quiero que sepas que lamento mucho todo esto, tendrás que irte con el por algunos problemas, pero enserio prometo que me encargaré de traerte de vuelta así cuando todo termine.

-... No quiero, no quiero, no quiero, ¡No quiero mamá! -Siguio negándose entre lágrimas.

-Ya es hora de irnos.

-¡No mamá! MAMÁ POR FAVOR TE LO SUPLICO! -Los llantos poco a poco se detuvieron por la jeringa inyectada repentinamente en el cuello del niño.

Con mucha molestia en sus ojos, Helen le entrego a su hijo dormido en brazos de ese hombre, sabía que no recibiría noticias de el en mucho tiempo, en qué momento ese trato se le fue de las manos?

En la mañana siguiente se levantó con su cabeza algo mareado, estaba en una habitación pequeña en una cama matrimonial con una pequeña ventana que solo daba algo de luz natural.

A su lado tenía una mesita de noche con cajones, abrió los cajones por curiosidad, y vio que habían varios botes que decían "lubricantes" parecían aceite.

En ese momento escucho que tocaron la puerta, se escondió debajo de las sábanas mientras pasaba al hombre rubio de la noche pasa con mucho miedo

-¿Ya despertaste?... No te asustes, no seré malo contigo, Te daré desayuno.

-...¿Enserio?

-Si, ¿tienes hambre?

Jake se limito a asentir aún con miedo.

-Te daré de comer si te portas bien y haces lo que te digo, te parece? -Dijo acariciando su pierna por encima de la cobija a lo que instintivamente Jake los encogió.

-...Quiero ir con mi mamá, no quiero estar aquí.

-Pero si apenas acabas de llegar, no te pongas así... Te cuidare bien, me encargare de que cada uno de tus clientes use condón aunque a varios no les gusta, pero tú lindo cuerpo debe ser cuidado. -Empezaba a inclinarse ligeramente mientras tomaba su mejilla.

-N-no entiendo, que me van a hacer? ¿Por qué yo? -Poco a poco lágrimas empezaban a caer de sus mejillas, cuánto más se acercaba más le dolía el pecho.

-Shh, no llores, tu cara se pondrá fea.

Ese dia comenzó lo que Jake temía, cuando ese hombre, su ahora llamado "dueño" termino, con sus piernas escurriendo algo de sangre y con mucho dolor en su cuerpo lo hizo ir a la cocina a comer su desayuno.

Se dió cuenta que estaba en una casa subterránea, no podía subir al primer piso,ese hombre cuyo nombre usaba era "Michael" le estableció esa regla, de hacerlo, dijo que lo haría más difícil para el.

Ese mismo día, llegaron más personas en la noche, lo tomaron con fuerza y con mucho temor vio como traían un objeto metálico con forma de herradura que calentaron a fuego, grito y suplico hasta quedarse sin voz, pero jamás lo escucharon, lo habían marcado para siempre por segunda vez.

Su herida tardo mucho en cicatrizar, desde entonces su infierno comenzó y siguió en ese lugar por muchos años.

El miedo y la desesperación llevaban a Jake al deseo de escapar, y lo intentó, pero los perros de seguridad lo atrapaban y termino lastimado.

Eso solo provocaba castigos grotescos y permisiones obscenas para sus clientes, como dejar que hicieran sadismo con el, utilizar juguetes de tamaños dolorosos, junto con fuertes heridas con armas blancas.

El deseo de morir se hacía cada vez más grande, ni si quiera podía hacerlo el mismo, esperaba que en algún momento lo golpearan o lo drogaran lo suficiente como para matarlo, pero siempre era su decepción al levantarse por las mañanas con dolor y ver que la luz del dia volvia a atravesar su diminuta ventana.

-Mamá... ¿Cuando vendrás por mi? -Susurro con lágrimas volviendo a quedarse dormido.

Esa noche llegaron más personas de las que podía contar con sus manos, no quería... Su cuerpo seguía exhausto, los moretones de la noche anterior ni siquiera habían curado.

Pero jamás era escuchado, era un muñeco, para ellos era como alguien incapaz de sentir o hacer.

Llegaron al punto de hacerle un fuerte corte en su clavícula por mero placer de ver su rostro llorar, igualmente otra persona con un encendedor y unas velas comenzó a quemar su piel sin piedad mientras era sometido por tres personas a la vez.

Cada vez eran menos restricciones, solo una regla se había mantenido intacta durante esos años... "No tocar su rostro"

Su rostro... Lo único que nunca fue profanado por nadie, por eso el disfrutaba tocarle el rostro, desde esa primera vez, jamás volvió a tocarle otro lugar que no fuera el rostro.

Por eso dejaba que hicieran lo que quisieran con el? Era tanta su obsesión con la "pureza"?

Estaba durmiendo por la mañana, ya eran más de cuatro años, su cumpleaños pasó de nuevo, el "regalo" que le daba ese sujeto era descansar por ese día, el único día donde tenía las tres comidas completas junto con un buen descanso, podría parecer nada, pero ha visto la situación de otros niños considerados ya sin valor, está mejor que mucho que ellos, además de que tiene prohibido quejarse.

-Pequeño~ Despierta. -Acaricio suavemente su cabello.

-Es muy temprano aún, estuve hasta tarde anoche, por favor no. -Pidio suplicante aún con cansancio.

-Tranquilo, vengo a felicitar a mi pequeño corsel azul, has tenido mejor resistencia que otros niños, pero tu cumpleaños acaba a las doce, así que ya hay un cliente que espera, recuerda bañarte y no te prepares, dice que le gusta sentir cuando los rompe.

-... ¿Mi mamá aún no ha venido por mi?

-¿Sigues con eso? ¿Cuántas veces te lo voy a decir? Jamás vendrá nadie, tu ya eres de mi propiedad ... Además, ya no queda nadie que pueda venir por tí.

-... ¿D-de que hablas?

-Oh, dije algo que no debía? Olvídalo, ve a bañarte, el que te rentó no le gusta que huelas mal. -Dijo levantándose de la cama a punto de retirarse hasta que la pequeña mano lo sujeto con fuerza de su camisa.

-Explicate, ¿qué quieres decir? ¿Algo le paso a mi mamá? ¡Dime! ¡Por favor! -Pidio con miedo en su rostro.

-Bueno, supongo que debes saberlo, la casita de tu papi sufrió un allanamiento de parte de otras personas con las que tuvo deudas, hicieron un incendio y ... ¡Pum! Explotó y todo se quemó, obviamente junto a tu mami y quién más sea que estuvo dentro.-Dijo el hombre tranquilamente.

-No... Es mentira, me lo dices porque me quise escapar, pero no es necesario que me mientas así! Por favor dime qué es mentira, mi mamá, m-mi hermano... Ellos no pueden estar...

-¿Muertos? Lo están hace algo de tiempo, tu hermano también fue cobrado como parte de otra deuda, creo que el cocinero se encargo de el, quien sabe, tu padre se metió con muchas personas que no debió, y el junto a su hermosa familia pagaron las consecuencias.

-No... ¡¿Cuando fue esto?! ¡PORQUE NO ME LO HABIAS DICHO? ¡ESTAS MINTIENDO, ES MENTIRA!

Una fuerte bofetada llegó al rostro de Jake- A mi no me llamas mentiroso maldito mocoso, no te sientas mal, siéntete afortunado, eres el único vivo de la familia Hamilton, quien diría que tendrás que regalar tu culo por el resto de tu vida.

En lo que estaba a punto de retirarse, Jake tomó el jarrón de la mesa y con mucha rabia lo reventó en su cabeza haciéndolo desmayar.

Salió corriendo pero al intentar subir por las escaleras, fue capturado por un guardia quien lo sostuvo con fuerza y su cuerpo semi desnudo fue aventado al piso con fuerza.

-Vaya, planeaba usar la cama para más comodidad pero veo que es un niño difícil. -Dijo el cliente con satisfacción quitando sus prendas.

De nuevo repentinamente su cerebro simplemente se apagó y solo despertó con mas heridas, en ese momento supo... Que en verdad ya nada valía la pena.

Sus días de infierno continuaron igual que siempre hasta que cumplió quince años.

-¿Jake? Despierta, el señor quiere verte. -Hablo una señora sirvienta de la casa.

-... Para que me quiere? El puede venir cuando se le plazca.

-¿Te volvieron a herir anoche? No has comido nada, desayuna antes de ir y toma un baño, te ayudaré a limpiar tus heridas antes de que te vayas.

-¿De que sirve? Los que lleguen volverán a abrirlas heridas por mero placer.

-No diga eso, almenos sirve para que no se te infecten.

-Talvez infectadas mi cuerpo les de asco y no me hagan nada no crees?

-... Enserio siento mucho que estés aquí, no quisiera tener que ayudarte a hacer esto, pero yo solo sigo las órdenes del señor.

-Lo se Ana, no es tu culpa, no tengo hambre, iré a bañarme. -Dijo el adolescente retirándose.

Después de bañarse y que me ayudarán con sus nuevas heridas, cada vez sentía que su cuerpo más se acostumbra a ellas, la esperanza en ver a su madre se habían esfumado, ojalá y la razón por la que lo llame será para decirle que ya cumplió el lapso de tiempo, desaparecer en el mundo era lo único que queria.

Al llegar a la diminuta sala donde lo esperaba, le dijo que irían a la planta de arriba, cosa que lo sorprendió, porque desde hace dos años no podía hacerlo, ya que fue su último intento de escape y salió muy mal.

-¿Es alguna clase de trampa? ¿Acaso me espera algún sádico con asquerosos instrumentos de tortura ahí?

-Eres muy gracioso, si lo hubiera de todas formas tu podrías con ello, no es como que sigas siendo un pequeño niño, aunque me sigue encantando tu rostro. -Se acercó nuevamente para tomar su mejilla y plantearle un pequeño beso en los labios, Jake no tuvo ninguna reacción, solo esperaba a que el se separara, ya que sabe que no puede negarse a nada.

-Enserio, ¿Que es lo que quieres?

-Te prepararé para ello antes de subir, una persona estuvo tan encantada con tu rostro, que decidió tenerte solo para el, no crees que es adorable? Pago el doble de lo que he ganado estos años por ti, ese fue el trato y no se negó, parece desesperado, incluso no me molesto que tú cuerpo ya estuviera tan profanado, no es lindo?

Con molestia Jake apretó sus puños, tenía ganas de matarlo ahí mismo, pero se contuvo porque sabe que tiene heridas aún en sanación.

-¿Cómo se llama ese hombre?

-Es un tipo de muchos nombres, es extranjero, rico y con esposa, quizás solo te haga un amante más, pero almenos será una sola persona, buenas noticias no?

-A ti te parecen buenas noticias, a mí me da igual.

-Es una pena, una despedida hubiera estado bien no crees? ¿Que te parece una última vez de tu primer hombre?

-...

-Estaba bromeando pequeño corsel -Pellizco suavemente su mejilla- tu cuerpo usado no me sirve ni para que se me pare, pero despues de ti vendra nueva mercancía, debes estar feliz de salir de aquí.

-Voy con alguien posiblemente peor que tú, no me interesa.

Michael solo rio y lo llevo a la planta de arriba directo a la sala donde esperaba sentado el señor de cabello castaño canoso, traje formal, y portaba un anillo en su dedo anular.

No hubo mucha presentación, el hombre que lo habia comprado simplemente lo hizo entrar a una camioneta con sus pertenencias, realmente solo era un diminuto maletin con tres cambios de ropa, nunca usaba tanta ropa.

Llegaron a un pequeño aeropuerto y partieron en un vuelo directo a Alemania en un jet privado.

Jake noto el silencio abrumador, por su supuesto que no quería hacerle conversación a ese señor, pero, no podía evitar sentirse aturdido por lo misterioso que se veía, ni si quiera le dijo su nombre.

Después del largo vuelo, al llegar vio que era una enorme propiedad que se adentrada cerca de un bosque, de alguna forma le recordaba un poco a su antigua casa... Su casa... El no fue capaz de saber nada, quizas ahi pueda saber algo al respecto.

Al entrar un mayordomo los recibio a ambos.

-Lleva las cosas del niño a su nueva habitacion, por mientras tu acompañame.

-("Acompañame"... No me gusta esa palabra) 

Jake camino de forma automatica, su cerebro empezaba a ponerse en blanco, como si de alguna forma esperaba prepararse para lo peor, pero sintio como era llamado varias veces sin contacto fisico alguno.

Al darse cuenta simplemente estaba en un balcón con vista al patio de la casa.

-Tienes un nombre o no?

-Uhm?

-No estes tan distraido, te llaman corsel por esa marca no es asi?

Jake solo se limito a asentir sin siquiera verle fijamente a los ojos.

-Cual es tu nombre? No pienso llamarte asi.

-Me llamo Jacob, señor...?

-Alexander, tengo 58 años, y a partir de hoy, tu eres parte de esta casa.

-Ah?... Disculpe... Usted entonces no va a...

-No, no te traje con esas intenciones, tendras tu propia habitacion y estudiaras en casa, tienes 14 años no?

-Cumplire quince dentro de poco...

- Eres bastante joven... Porque no me sorprende.

-Usted... No está bromeando verdad?

-No lo estoy, ve a tu habitación y acomódate, mañana deberás levantarte a primera hora a iniciar tus clases.

Jake asintió y se retiro lentamente.

Su cuerpo aún tenía el instinto de que algo extraño pasaba, ese señor era demasiado tranquilo como para haberlo comprado, no sabe que intenciones tiene.

Pero acato lo dicho, y acomodo su poca ropa en el enorme armario... aun estaba demasiado vacío.

Paso el día metido en su habitación, cuando los mayordomos llegaban, el se negaba a pedirles algo, durmió todo el día hasta la cena que insistieron en que el señor necesitaba su presencia.

Llego a paso corto a la mesa, era una enorme mesa larga, así que se sentó un par de sillas alejadas de el.

-Me dijeron que dormiste todo el día.

-Lo siento.

-Tranquilo, debes estar agotado, pero debes tener un sueño regular, si duermes por las tardes, no dormirás en la noche, te despertaré temprano mañana, recuerda que es tu primera clase.

Siguieron comiendo mientras el señor Alexander seguía explicando que es y que no es sano para el cuerpo, Jake solo escuchaba y asentía sin dejar de ver el plato,de alguna forma aún le aterrada el contacto visual.

-Aún no terminas la carne, no te gusta? Les pido que te preparen algo más?

-No, (no estoy acostumbrado a comer carne, solo me daban verduras y pan en ese lugar) siento que esta carne es deliciosa pero me lleno muy rápido.

-Comprendo, te llevare con un nutricionista para que te recomiende una dieta, necesitas proteínas y vitaminas.

-...

-No trajiste mucha ropa, ¿no es asi?

Jake solo negó con la cabeza.

-Te llevare a comprar algo de ropa después de tus clases.

Jake asintió, cuando el señor se levantó de la mesa, se levantó también y se retiraron.

Aún se sentía extraño, porque hacía todo eso? La comida estaba realmente buena, y el lugar se veía bien, le recordaba a su casa...

Si tiene la oportunidad, mañana le preguntara al respecto, se recostó y nuevamente durmió, aún sintiendo su cuerpo tenso trato de descansar.

Al levantarse, el mayordomo le llevó una prenda formal de una camisa y pantalón junto a unos zapatos, para que se dirigiera a la sala para iniciar sus clases.

Al alistarse y bajar vio a un hombre con cabello atado y lentes se veía bastante joven, no le gustaba mucho tener que compartir tiempo con un hombre, pero no podía negarse a sus clases.

Se encargo de sentarse lo más lejos posible el solo se acercaba para asignarle ejercicios, pero no le comprendía tanto, su acento era diferente.

-Usted... ¿De donde es?

-Mi inglés no es tan fluido no? Disculpa, soy de Turquía.

-Y-ya veo,  no es malo.

-Tengo conocimientos de otros pocos idiomas, pero eso lo veremos en otras clases, el señor me dijo que te inscribiria en cursos de distintas lenguas.

-¿El que?

-Bueno, supongo que aún no te lo ha dicho, esta bien, sigamos con la clase, necesitas tener conocimientos básicos de séptimo grado si quiere que vayas a algún instituto privado.

-Instituto privado? Quiere decir... que iré a la escuela?

-Es una probabilidad, a menos que tu no quieras.

-... (No quiero)

-Tranquilo, por tu rostro puedo ver que te tiene inconforme.

-Nunca he estudiado en una escuela, y no me interesa hacerlo.

-Te da miedo?

-Me da algo de angustia... Como si no me gustará el ambiente, estoy bien así.

-Ya veo, entonces hablaré con el, puedes expresarle tu incomodidad también.

-No quiero ser grosero.

-No lo eres, sigamos con la clase.

Pensó que seria difícil, pero su profesor era paciente, y logró entender varias de sus clases, otras se le complicaron un poco, llevaba muchos años sin estudiar.

Después de que su profesor se fuera se dirigió a su habitación, otra mudada de ropa estaba ahí.

-Alistate, te llevare a comprar ropa, no será cualquier ropa, te vestirás elegante siempre, recuerda que serás parte de esta casa por ende también mostrarás mi imagen.

-Entiendo, esta bien señor.

El mayor se retiro y dejo que se vistiera, Jake noto como la ropa que le daban se veía realmente cara... Aun estaba preocupado por si en algún momento cobrarían algo de esto de alguna forma

Bajo las escaleras para encontrarse con una mujer alta, morena, con lunar rojo en la frente y bastante elegante.

-Jake, esta de aquí es mi esposa Khushi.

-Mucho gusto señora. -Hablo tranquilamente el peliazul, era la primera vez que veía a su esposa, temía mostrarse irrespetuoso con la señora de la casa.

La mujer solo lo vio descaradamente de arriba a abajo, y dándole una última mirada molesta a su esposo se retiro.

-...

-Disculpala, para ella aun es una sorpresa, no te preocupes, con el tiempo le caerás bien.

-Comprendo.

Se fueron a hacer sus compras por el resto de la tarde, y al llegar Jake sintió que traía más bolsas de las q podía contar, le compro de todo, zapatos, camisas, pantalones, cinturones, hasta corbatas.

Paso el tiempo y en ningún momento le reprocho haberle comprado esas cosas, es más, siempre parecía estar agradecido de poder darle cosas, incluso cumplió llevándole a una nutricionista, su dieta cambió mucho, y le llevaba seguido a chequeo médicos, aún no conocía mucho a ese señor pero el parecía haberle tomado cariño.

Un año y medio paso, Jake casi no salía de esa casa, por lo que su miedo nunca fue dispersado por completo, de alguna forma sentía ser escondido a veces.

Su relación con la esposa tampoco mejoraba, se la cruzara donde sea, parecía tener algo en contra suyo.

Un día el señor Alexander le pidió ir a su oficina, era raro, nunca le pedía ir a su oficina, sentía que le sudaban las manos, conocía la sensación...

Pero al llegar le pidió sentarse y el se sentó en la silla del escritorio contraria a el.

-¿Cómo vas con tu Alemán?

-Estoy mejorando señor, puedo enter a la perfección al escucharlo, pero mi pronunciación a veces se oye mediocre, disculpe.

-No te disculpes, mañana iré a una reunión con mucha gente importante, y quiero que vayas tú.

-... Yo?

-Si por supuesto, debes estar aburrido de solo pasearte por los vacíos pasillos de esta casa, saldrás conmigo, y te presentaré a ellos como mi hijo.

-¿¡Que!?

-Tranquilo, te tomo por sorpresa? Quizás tu no me ves como un padre, pero yo si te siento como un hijo, asi que quiero enseñarte todo lo que se.

-... Señor, disculpe la pregunta, pero ¿Por qué hace esto?

- Bueno... Yo perdí a mi hijo hace 5 años, mi casa, mi trabajo, mi vida, todo se sentía vacío, el tenía tu edad, iba a ser todo un hombre, pero lo perdí, de alguna forma cuando supe de ti, quise sacarte de ese lugar, no lo hice con la intención de que me agradezcas o para sentirme como un Salvador, si no... quería criar de nuevo, y tú estabas solo, fue una casualidad nada más.

-(El solo quiere ser un padre) ... Lamento oír lo de su hijo, puedo saber como murió?

-Un tiroteo en el banco, el estaba en el lugar incorrecto a la hora y el lugar incorrecto.

-Lo siento mucho... Yo ni si quiera se si perdí a mis padres o no, solo... estoy vacío.

-Disculpame Jacob, pero si tus padres fueron quienes te dieron a esas personas, pienso que no deberias pensar en ellos.

-Yo... Solo quiero saber que fue de ellos, quería preguntarle si sabía algo.

-No lo creo, quienes eran tu familia?

-Familia Hamilton.

-Hamilton... Bueno hace muchos años no escuchaba ese apellido, esa familia se metió en apuestas con peces más grandes de los que podían aguantar, ellos hace años dijeron que murieron en un incendio.

-¿Que? Entonces es verdad... Quería tener fe en que fuera mentira, pero parece que nunca fue así. -Pequeñs lágrimas se asomaron por la ojos del menor, era la primera vez que lloraba frente al señor Alexander, pero le dio un suave abrazo para hacerlo sentir mejor.

De alguna forma, ya no se sentía inseguro a su lado, como si ahora pudiera confiar un poco más en el.

-Quiero que sepas que ahora esta casa es tu casa, como te dije, te presentaré a personas mañana para que lo sepan, y... Quiero también avisarte de algo, tendrás 17 dentro de poco, así que quiero que siempre estés informado de todo.

-¿Qué pasa?

- Escucha, en este mundo hay muchos tipos de personas, las personas a las que veamos mañana pueden no ser muy agradables algunas, pero quiero enseñarte desde ahora, con quienes debes rodearte y con quienes es mejor mantener una relación de lejanía, pero nunca hagas enemigos, a veces ellos se hacen solos, pero tú jamás provoques nada.

-Me esta asustando, que clase de reunión es?

-Son políticos, y agentes de otros países, mañana es el cumpleaños de uno de ellos, así que planeó una fiesta para que vayamos muchas personas.

-Es correcto que me lleve a mi?

-Lo es, es necesario, puedes ponerte el traje azul qué compramos, recuerda mantener tu postura y portarte bien.

Jake asintió, el señor e dio otro suave abrazo para después retirarse.

Al día siguiente se prepararon pero antes de irse vio que llegó otra mujer morena, delgada , alta, con un abrigo y hermosa a saludar a la señora, se veían realmente idénticas.

-Quien es ella? -Susurro Jake hasta que su padre apareció detrás de él.

-Jake, ella es mi hijastra Riya, es una mujer totalmente adulta, así que no vive con nosotros, quizás puedas caerle bien.

-Espero no caerle mal...

Todos se fueron, cuando Jake trato de saludarla le saludo de vuelta con una sonrisa extraña, es como si ya lo conociera, decidió mejor no hablarle.

Al estar en la fiesta, era un departamento enorme con muchas personas, su padre, lo llevo a saludar a mucha gente, varios estaban contentos de verlo, otros simplemente se notaba su falsedad.

-Jake, ella es Miriam, cuando Alec termine con el Alemán, ella te enseñará ruso y otros idiomas, no es genial? Ella es toda una poliglota.

-Es un placer señora -Hizo una pequeña reverencia.

-Que muchacho más educado, me alegra que le hayas enseñado bien.

-Gracias Miriam.

Después de un rato su padre estaba platicando mucho von otras ñersonas y le dijo que podía ir a ver el resto del lugar si deseaba.

Con algo de miedo se alejo de su padre y camino por todo el lugar, mientras paseaba escuchaba a gente mencionar algo sobre matar a alguien, algunos sobre sus "cargamentos", no le gustaba por donde iban.

Vio pasar a su hermanastra y madrastra a lo lejos dirigiéndose al balcón, no quería ser chismoso, pero en verdad tenía curiosidad por saber que hablaban.

Se acercó con cautela y se ubico detrás de la cortina fingiendo tomar un libro del estante para oírlas.

-Porque tienes que seguir atada a ese idiota? Mi hermanastro esta muerto, le puedes pedir el divorcio de una vez.

-Callate Riya, no seas insolente con tu madre, no sabes que planes tiene este hombre, me quedare a su lado hasta que pise la tumba, pero no me ire sin tener todo lo que me corresponde, perdi a mi hijo, asi que lo minimo que puede hacer es darme todos sus bienes cuando muera.

-Esto es ridiculo, entonces deberias dejar de quejarte sobre el todo el tiempo.

-Tu eres la que deberia cerrar la boca, escuche que tu esposo perdio un cargamento de niños, almenos enseñale a administrar bien su negocio no crees?

-Los perdio en un barco, lo mas probable es que ya este muertos en altamar, esos accidentes no ocurririan si el me escuchara.

-Pero no lo hara querida, eres una mujer India casada con un maldito blanco americano, mejor conoce tu lugar, mientras sus negocios sean de el, no puedes hacer nada. 

Con mucha molestia Riya cerro sus puños y se retiro, Jake antes de que le pudieran ver, se retiro huyendo hacia el salon principal donde estaba su padre.

Al irse a otra habitación algo agitado se dirigió al balcón para relajarse y pensar un poco, estaba ahora rodeandose de gente realmente peligrosa, no le gustaba para nada la manera en la que esa mujer le vio en la mañana y ahora parecía tener algo que ver con tráfico de menores.

Se calmo un poco hasta que rato después escucho un par de pasos y al voltear ahí estaba parada justo detrás de él.

-Vaya vaya, finalmente solos tu y yo... Hermanito.-Dijo de forma burlista.

-No es necesario que me digas así.

-Claro que no lo es, tu y mi padrastro... Dios, cuando mi esposo me dijo que el fue personalmente a traerte de verdad sentí algo de náuseas, no crei que fueran a gustarle tan jóvenes... Y tan usados.

-(El es su esposo...) ¡Te equivocas! El señor Alexander no es así, el no tiene esas intenciones.

-¿Qué hombre que tenga que comprarte no tendría esas intenciones? Y lo peor es que lo disfraza con que te adoptó, que ridículo, siento pena por mamá, compartir cama con un mocoso de cuarto barato como tú.

-¡Riya! - Se escucho una fuerte voz gritar desde atrás- No voy a permitir que le hables de esa forma, Jake es un hijo para mi y ahora es parte de la familia te guste o no.

-Como digas, seguro que lo es, cuando salgas con una ETS me reiré,  me voy, no tengo nada que hacer aquí.

Odiaba tener momentos de tensión con las personas y ahora su hermanastra parecía odiarlo, que increíble comienzo.

-----------------------

Por petición pública estoy soltando el lore antes de lo previsto, lamento estar inactiva, pero gracias por el apoyo y ser pacientes 💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top