5. Inconsciente.

Parpadeó y lo primero que su nariz percibió fue un olor a vainilla, seguramente era su amigo Zahir quien se encontraba cerca. Logró abrir por completo los ojos, enfocó su vista y se encontró con el rostro del pelinegro que sonreía suavemente.

—Hola, ¿ya te sientes mejor?

—La verdad es que no— su ojos se notaban tristes.

Zahir exhaló, —tus hermanos me han dicho; no sabes cuánto lo siento— le tomó la mano, quería transmitirle confianza y fuerza.

—¿Qué tan devastador fue el ataque?— preguntó; pero el pelinegro rehuyó del contacto visual.

—Zahir, mírame y dime la verdad; por favor— se sentó en el colchón puesto que había sido llevada a la habitación que le habían ofrecido desde que llegó.

—Del clan Lanz sólo contamos con la presencia de los Dorados Yumiel, Grisell, Arleny y Hiram; los Plateados Ryan, Adael, Kenth y Trish; y los Palladium: Kris, Lance y Merck— informó como si lo estuviera recitando de memoria.

—¿Cómo dices; son los únicos sobrevivientes?

—Al parecer sí; y algunos aún están muy mal heridos.

Guardaron silencio, la tristeza, temor e incertidumbre ante lo que estaban viviendo los abrumó: prácticamente el enemigo desconocido había acabado con un clan completo.

—Es un alivio que hayas despertado— Arleny apareció, la puerta había sido muy silenciosa o ambos estaban en verdad absortos en sus pensamientos.

Grisell miró a su hermana, ya lucía mucho mejor que cuando la vio tendida en la cama; ni siquiera una venda llevaba.

—Hermana, dime lo que sucedió— pidió.

Ella se acercó y tomó asiento en el colchón, acariciando el cabello de la pelirroja; —Yumiel y yo decidimos partir al territorio Yahw en busca de apoyo, los licántropos son excelentes rastreadores. Yossmar nos recibió muy bien e inmediatamente se puso a trabajar en ello; nos ofreció hospedaje y aceptamos, aunque nuestra estancia no duró demasiado ya que su beta, Vann, halló un rastro que lo llevó hacia la barranca de fuego.

—Sí, eso lo supe— intervino Grisell, —Trish fue el medio por el cual nos enteramos.

Arleny meneó la cabeza, —verás, antes de que partieran de casa Yumiel le dio indicaciones a Trish de que, en caso de ser necesario, usara un cuervo o lechuza como medio de comunicación con él, de esa manera sería más seguro— explicó y luego continuó con el relato de lo ocurrido, —pues bien, nuestra Trish nunca regresó al territorio Lanz, es por ello que nadie advirtió lo que sucedía en nuestra ausencia; y una vez que Yumiel y yo decidimos volver a casa nos emboscaron, usaron armas extrañas y explosivos. Sólo nosotros dos y el guardián Kenth sobrevivimos; como nos fue posible regresamos a nuestro territorio en busca de refugio pero lo encontramos en ruinas— exhaló, —atrapado e inconsciente bajo algunos escombros estaba nuestro hermano Hiram; el Plateado Ryan y los Palladium Kris, Lance y Merck yacían muy malheridos cerca de la entrada del salón, hicieron lo posible por defender a nuestra hermana— tragó saliva de manera pesada, —el cuerpo de Shanon estaba deshecho en la mesa central.

La pelirroja estrujó las mantas entre sus dedos, jamás perdonaría al desgraciado que dañó a su familia, si la oportunidad se presentaba ella misma le arrancaría la cabeza.

—¿Por cuánto tiempo estuve inconsciente?— indagó.

—Por casi tres horas— respondió Zahir.

—¿Y todo ese tiempo estuviste aquí?— le miró arqueando las cejas.

—Para eso son los amigos. ¿No?— se encogió de hombros. Una lágrima resbaló por la mejilla de Grisell y extendió los brazos para que el pelinegro se acercara, necesitaba un abrazo de consuelo.

Zahir se levantó de la silla y se aproximó, estrechó a su amiga y la dejó llorar; Arleny suspiró y acarició la espalda de su hermana; Grisell podía parecer la más fuerte y gélida, pero en realidad era muy sensible.

Luego de unos instantes sorbió su nariz, —¿Dd-dónde está Yumiel?

—Está con los Sulu— respondió Arleny sin dejar de acariciarle.

—Pensé que su reunión ya habría terminado.

La mayor de las Lanz negó con la cabeza, —se trata de algo diferente, han encontrado a un traidor.

Zahir se giró y cuestionó, —¿Aquí, en este territorio?— se sorprendió, aunque de inmediato comprendió el porqué de su ignorancia, había estado al pendiente de la recuperación de su amiga que dejó de lado todo, incluso la descarga de los baúles hallados y el reporte de la misión, Yomara y Litza de seguro se habrían encargado.

—Así es— respondió Arleny, —al parecer es unPalladium, creo que su nombre es Lucca.  


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