capítulo 2

Taehyung abrió los ojos de golpe al escuchar aquella voz del otro lado de la línea.

<¿Hoseok? >

«Ese mismo, cariño.»

<Vaya, hace semanas que no sabía de ti y de la nada apareces para invitarme a beber... Jung Hoseok, qué buen amigo eres.>

«Perdóname, muñeco, estaba algo ocupado lidiando con los problemas que ocasiona la loca de mi madre.»

<¿Ahora qué fue lo que hizo?>

«No quiero decírtelo por llamada. Mira, ¿qué tal si paso ahorita por ti y salimos a comer? Te platico todo y en la noche  vamos al club.»

<Mm, no me convence.>

«Te compré tu postre preferido, pero por favor acompáñame a comer y al club.»

<Trato hecho.>

«Llego en 20, hay demasiado tráfico.»

<¿Ya venías de camino?>

«Sí, ¿por qué?»

<¿Qué tal si te decía que no?>

«Oh, Taehyung, soy Jung Hoseok, a mí nadie me dice que no o se resiste a mí,» dijo bromeando, sacándole una carcajada a Taehyung. «Nos vemos ahorita.» Colgó la llamada.

En cuanto la llamada acabó, Taehyung se levantó rápidamente, abrió su clóset, sacó un conjunto nuevo y después se dirigió al baño de su habitación con la ropa en mano para darse una ducha rápida, ya que no tenía suficiente tiempo para un largo baño.

Luego de unos minutos, salió ya vestido del baño, pero su cabello estaba un poco despeinado. Tomó su cepillo y lo pasó por su cabello, intentando que se vea de la mejor forma posible, pero fue imposible, ya que parecía que su cabello tenía vida propia. Se puso un poco de perfume y, cuando estuvo listo, recibió un mensaje de Hoseok diciéndole que ya había llegado. Tomó su cartera y salió de su departamento, hasta llegar afuera del lujoso edificio donde vio el automóvil de Hoseok y se acercó rápidamente, saludando al castaño antes de subir al vehículo.

{....}

Estaban en un gran restaurante, sumamente tranquilo al parecer de Taehyung.

Ambos se encontraban sentados frente a frente, mirándose a los ojos, siendo Hoseok quien se encontraba nervioso y ansioso.

Taehyung soltó un suspiro y bajó la vista al poste frente a él para luego tomar el tenedor y llevar un pedazo del postre a su boca.

—¿Por fin me dirás por qué estás tan ansioso? —inquirió Taehyung—. ¿Y por qué desapareciste semanas? —preguntó el doncel castaño, y Hoseok asintió.

—Primero lidiando con los problemas en los que la mujer que me parió me mete —Hoseok suspiró—. Está loca esa mujer, primero quiso poner como director de la empresa de mi padre a su amante, 20 años menor que ella.

—¡Mierda! Tu madre dejará en la quiebra a tu padre.

—Lo sé, pero mi padre no fue estúpido y antes de tener ese accidente me firmó un poder sobre sus bienes y empresas. Ella no puede tomar un solo centavo sin mi consentimiento —Hoseok, a ese punto, parecía enojado—. Y la segunda cosa es que posiblemente esta sea la última salida en mi soltería.

—¿Qué?

—Me quiere obligar a casarme con un completo desconocido. Es eso o... o desconecta a mi padre.

—¿Hobi...?

—Lo sé, ella al fin de cuentas es su esposa, y si puede hacerlo. Quiere casarme con un hombre poderoso, y me siento asqueado de ella, de su amante, de mi futuro prometido, que aún no conozco.

—¿Entonces aceptaste?

—Sí, no dejaré que lo desconecte. Mi padre solo lleva dos años en coma, yo sé que puede despertar —sonrió con tristeza—. Solo espero que no lo haga demasiado tarde...

Taehyung se levantó de su asiento y se acercó hasta Hoseok, abrazándolo, sintiendo cómo las lágrimas del doncel castaño mojaban su saco.

—Hoseok, está bien. Te acompaño al club, pero solo beberé una copa porque mañana tengo que cuidar a las niñas Jeon —dijo Taehyung mientras aún lo abrazaba.

—Tu jefe es un maldito explotador de mierda, pero hoy no me siento de buen humor como para beber. Solo necesitaba tu compañía —expresó Hoseok mientras se alejaba de los brazos de Taehyung y este volvía a su silla y se sentaba—. Taehyung, te contaré mi gran secreto.

Taehyung sabía que Hoseok le diría una estupidez, pero aún así le siguió la corriente a su amigo.

—¿Cuál?

—Si no fuera un doncel, al igual que tú, te haría 10 hijos —su rostro era serio, y después de ver la cara de Taehyung, explotó en carcajadas.

—Ya sabía que dirías algo así —rodó los ojos—. ¿Entonces seré el único soltero?

—Parece que sí —Hoseok sonrió—. En serio, le haré la vida imposible al idiota de mi futuro esposo.

{....}

Jungkook entró a su casa soltando un suspiro bajo al escuchar la voz de Jimin detrás de él.

—¿Me puedes decir la razón por la cual estás detrás de mí?

Jimin sonrió.

—Claro que sí, mi querido Jungkook... Porque eres un maldito traidor que se escapará de mí solo por no ir a beber.

Jungkook se giró para mirar al rubio de manera desagradable y después caminó hasta la barra, sacando una botella de whisky, sirviéndose en un vaso de vidrio, y le dio un trago.

—Eres desagradable.

—Ajá, lo que digas, pero vete a dar un baño mientras saco tu ropa.

—¿Y por qué sacarás mi ropa? —habló mientras dejaba la copa en la barra.

—Porque si te dejo a ti, te vestirás como un vejete, y eso no queremos.

—Per—

—¡Lárgate al baño! —ordenó, apuntando hacia las escaleras.

—Maldito enano —dijo antes de dirigirse a las escaleras para darse un baño.

Jungkook subió las escaleras y se dirigió a su habitación. No iba a mentir, se sentía demasiado cansado. Al llegar a su habitación, se sentó un momento en la cama y no recuerda más.

{....}

Una mujer de cabello negro con algunas arrugas en su rostro estaba parada frente a aquella camilla donde yacía el hombre que respiraba gracias a unas máquinas.

Ella dio unos pasos y el tacón de sus zapatos resonó por toda la habitación, la cual estaba en silencio, solo se escuchaba el pitido de las máquinas.

—Qué gracioso es, querido esposo —miró con asco al hombre de la camilla—. Tan fuerte que eras y no soportaste nada. Ahora solo me estorbas, pero te encontré un buen uso. Por fin seré muy poderosa y millonaria.

{....}

Cuando Jimin ingresó a la habitación, encontró a Jungkook tumbado en la cama con la boca levemente abierta mientras roncaba.

Trató de despertarlo, pero no hubo respuesta, así que tomó su teléfono y le envió un mensaje a Jennie.

Con un suspiro, Jimin apagó el foco y salió de la habitación para irse a su casa.

{....}

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