Problemas Acarreados. ¿Triunfaré...?
Las manos de Ash habían cruzado ya las barreras de la cordura que aguardaba en su interior...
Serena también suspiraba y gemía en señal de gusto por lo que ambos cuerpos ejercían.
"Aún no era el plato fuerte" pensó el de cabellos morochos.
Se contaba antes que en culturas antiguas las mujeres esperarían a estar dentro del matrimonio para abandonar la virginidad, siendo su primer encuentro con su esposo. Esto de no ser hecho así acarrearía el pecado que muchas veces se castigaba con la muerte...
Era una absurda comparación, pero Ash descubriría eso de manera natural.
Cuando su miembro de la entrepierna se encontró su punto más alto, lo dirigió hacia la húmeda vagina de su ahora esposa, ella sin embargo le dedicó unas palabras sinceras para el momento
–Aguardé... Todo este tiempo... Para que tú tomaras mi virginidad, como mi esposo... Sabía que serías tú...
Ash la vio tiernamente para besar sus labios una vez más, entregando en ello su amor puro por ella...
–¡Tómame y hazme tu mujer mi amor!
La señal de los sentidos del hombre explotó...
Las cosas que pasaron por su mente no importaron realmente por lo que sería el momento, ya que sería con quien realmente amaba
El lugar se invadió lentamente de un grito aferrado al dolor, mientras que la sombra de dos siluetas se reflejaba en la pared, una de ellas apretando las cobijas alzándolas del suelo mientras la otra apretaba su cadera en contra de su pareja de la aventura.
El llanto de la mujer peli miel, que acompañaba la punzante sensación de dolor mientras las lágrimas recorrían sus mejillas fueron callados junto a los gritos gracias a una nueva caricia de Ash, quien tiernamente pasaba su mano derecha, limpiando aquella gota de su ojo mientras la besaba
–Ya pasó...– Le susurró al oído, calmándola y aún limpiándole las pocas lágrimas que salían.
Ella asintió.
El pene del hombre se conservaba dentro de su intimidad, moviéndose un poco para probar lo que sentía. La mujer empezaba a gemir una vez más, sintiendo esa sensación placentera que le volvía a recorrer el cuerpo, pareciendo compensar lo que había sufrido hacía segundos.
Suspiró aliviada.
•=00=•
Hubo grandes cambios, el matrimonio regresó a sus vidas después de aquellas noches personales, anteriormente dicho de diferente manera.
Ash por su parte trabajaba habiéndose olvidado de los problemas e inconvenientes que cierta mujer le causó, y ahora se comportaba como un verdadero hombre que consentía a su esposa.
Serena por su parte disfrutaba de la vida que ya llevaba.
–Todo está bien, el azúcar en la harina es la suficiente– Dijo Delia asesorando una nueva receta que su nuera aprendía de ella, orgullosamente.
–Qué bien, espero que a Ash le guste– Respondió la peli miel mientras sonreía con el molde en manos.
La mujer procedió a llevar el postre al horno, luego lo encendió para ver unas luces que indicarían que el fuego había empezado a terminar con el trabajo de repostería.
Cuando Serena volteó, le sonrió de manera única a su suegra, quien respondió el gesto de la misma forma y con pasividad.
Pero algo no anduvo bien...
La mirada de la joven esposa se perdió un instante en el fondo del cuarto de cocina, llevándose consigo un agarrón al mantel de la mesa y jalándolo.
Delia al notar esto no dudó en también llevarle el agarre a la mujer para sostenerla de cualquiera que fuera su mal pasajero...
–¿Estás bien hija?– Preguntó con cariño y preocupación en la voz. Serena respondió:
–No lo sé– Con total sinceridad.
La mayor empezó a hacer teorías en su mente sobre lo que pasaba, el porqué de ese comportamiento de salud...
•=00=•
Ash estaba sonriente mientras comía, puesto que el plato frente a él constaba de la maravillosa colaboración de su madre con su esposa.
No podía estar más feliz.
–¿Qué te parece hijo?– Inquirió su madre sonriendo asomándose por la puerta.
–¡Está muy rico!– Respondió con la boca medio llena.
Serena en eso también se asomó.
–¡Espera a que salga el postre, mi amor!– Dijo con descuido, pero sonrojándose por la palabra.
Ash también detonó esto en su rostro.
–E, está bien mi amor– Respondió.
•=00=•
De forma cuidadosa Serena llevaba un pastel a la mesa, con total alegría y determinación.
Al ponerlo, Ash, quien veía junto a su madre no evitó sonreír por el postre de gran tamaño. Él solo sería capaz de tragárselo en una noche...
–¿Qué tal se ve?– Inquirió ella sonriendo con dulzura. El peli azabache observó el postre redondo por algunos segundos más, luego dijo:
–¡Excelente!– Con total vitalidad.
La chica de cabellos miel no podía contener más su alegría, puesto que lo que llevaban de matrimonio había sido maravilloso en infinitos sentidos a comparación de lo que decían en realidad siginificaba el estar dentro de ése compromiso de gran tamaño...
Pero para el joven esposo algo vino a remover su estómago, o eso sintió cuando le dieron unas ganas de querer vomitar...
Entonces se paró de la nada a correr por la casa hasta que entró al baño.
Serena estaba con los ojos de piedra... ¡¿Acaso su pastel le dió asco?!.
Delia estaba igual o peor que su nuera, confundida por esa repentina reacción de su hijo.
La madre del esposo caminó hacia donde el hombre de cabellera negra había entrado, cuidando bien los sonidos que salían del sanitario...
–¿Te sientes bien Ash?– Cuestionó desde fuera, un sonido obvio le contestó negativamente.
–Me dieron... Náuseas...– Respondió consecutivamente la voz del hombre completamente asqueado, aún.
Mientras esto acontecía, a penas a unos pasos en la cocina, Serena veía el postre que habia traído, tratando de descifrar el porqué de las asqueadas reacciones de su cónyuge. Pero no había nada extraño, todo parecía estar en su lugar perfectamente.
Tomó un poco de merengue en su dedo y lo chupó, estaba bien, aunque irónico porque ni lo había probado, se sentó en donde estaba, lo observó unos segundos y no pasó nada, incluso cuando vió que una mosca ya quería posarse sobre las fresas del mismo.
¿Habría sido eso, quizá?
Pero todas sus conclusiones se fueron por el caño cuando Delia, su suegra dió un grito que inundó la casa e incluso logró espantar a la mosca del pastel.
•=00=•
La tarde era hermosa, pero algo le hacía falta para ser aún mejor.
Al voltear frente a ella pudo imaginarse tan solo que el chico del que gustaba estaba ahí sonriéndole a ella...
A diferencia de las últimas veces, podía contener su frustración y cerrar los ojos calmándose a ella misma.
–Su cuenta, señorita– Llegó el mesero
–Está bien, muchas gracias– Pagó.
Así y con actitud indiferente salió del lugar empezando a caminar sin rumbo.
Su vida era extraña, debía admitir, puesto que su trabajo, a diferencia de otros, le ofrecía el descanso por embarazo siempre y cuando pudiera comprobar que lo estaba. Por lo cual le pagaban al ser soltera.
¡En cualquier otro lugar la hubiesen corrido por andar de ofrecida!
Pero su buen desempeño la salvó esa vez, aunque tal vez no se daba cuenta de ello.
Miró al cielo y suspiró.
Su teléfono sonó.
–¿Qué tal?, ¿ha habido algún avance?– Preguntó aquella voz
–No lo he visto, pero estoy segura de que en cuanto lo sepa, vendrá corriendo a buscarme...– Dijo totalmente segura.
Había tardado muchísimo por saber adónde era la casa de ese hombre despistadísimo, y de esa irritante de Serena. Así que no tardó en llevar a cabo su plan, donde le mandaba al hombre supuesto padre de su hijo un exámen donde resultaba positivo que ella llevaba un feto en su vientre...
Pero, en casa de ambos, las cosas seguían de cabeza.
Un sobre a penas se asomaba por la rendija de mensajes de la casa, donde hacía no mucho, el cartero había dejado todo el corresponsal de la familia residente de ahí.
Un perro a no mucho se vio interesado en el colorido sobre azul sobresaliendo, e inocentemente caminó hacia él a tomarlo, lo tomó en su hocico y con la cola agitándose corrió sin rumbo fijo...
–¡Estoy segura que no tarda!– Dijo Dawn con ilusión y recuperando el ánimo que ya poco tenía...
–Qué bien, y cuando Serena se sienta la mujer más traicionada del mundo, ahí estaré yo para consolarla...– Dijo Calem como villano desquiciado.
–Claro, Serena...– Desinteresó la peli azul con una mueca en la boca...
–Estará comiendo de la palma de mi mano...– Seguía diciendo Calem sin darle importancia a que Dawn lo oía.
Así que simplemente colgó.
•=00=•
Los presentimientos de Delia hacían que la misma quisiera saltar de alegría y mil y un emociones más...
Tenía sujetas las manos de los dos.
En un dos por tres había salido corriendo, y cuando regresó se había llevado a Serena al baño, ignorando y sacando a Ash de ahí mismo.
El peli azabache había tenido que irse afuera a calmar sus náuseas inexplicables...
Ahora él era el único en no entendía nada ahí. Inclusive Serena sonreía muy alegre, olvidando el pastel que él quería comer. Se lamentó mucho eso...
–Entiendo que para eso es la luna de miel, y hacer eso, siempre te dije que traería consecuencias...– Decía su madre sin borrar su sonrisa de su rostro
Nada era claro aún para él...
–Gracias por cumplir mi sueño...– Dijo Serena también sonriendo...
Ambas mujeres se voltearon a ver y asintieron...
–¡Vas a ser papá!
~Continuará...~
Pues fue algo corto, la verdad, pero me frustra entrar en la preparatoria...
Antes cuando leía en otras historias este mismo problema pensaba que no podría ser así, pero heme aquí batallando para actualizar... 😅😅
Hemos arreglado un poco las cosas, quise implementar algo de comedia absurda, pero no sé si salió bien 😐
Vemos también cómo los planes de Dawn son arruinados, tendremos una trama diferente con eso. Serena pues ya descubrió que también está embarazada, y Ash pues veremos cómo reacciona en el siguiente capítulo. Calem tendrá una idea absurda en su mente, que se irá viendo conforme a los capítulos.
Hasta lueguito...
Saludos
Atte: Angell0s/Ángel
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