Capítulo 19

Mi estancia en el Polo Norte ha sido una de las experiencias más fascinantes que me haya pasado jamás, me he conectado con la naturaleza y he creado sinfines de dibujos, he tomado fotos, y me siento como otra persona, llena de vida y energía. Es como si mi corazón gris se volviera arcoíris, no sé si desde que ando con Nick le he bajado mucho a la intensidad y el ser amargada, aunque él dice que me veo tierna cuando frunzo el ceño, pero me he dejado llevar por el presente disfrutándolo al máximo.

Las cosas han fluido más de lo normal, veo a Nick trabajar y lo contento que se pone cantando villancicos a todo pulmón y leyendo cartas sin detenerse. Como es de exigente con los elfos y como se concentra, lo atractivo que se ve.

Mi celular está reventando en mensajes, no entiendo qué está pasando. Así que verifico que las chicas han estado escribiendo, ya entiendo su emoción de vernos de nuevo. Desbloqueo el cel y voy directo a sus mensajes, mi sonrisa se borra inmediatamente.

"ALEX, ALEX, TIENES QUE DECIRNOS

SI ESTO ES REAL O NO. ESTÁ EN TODAS

LAS REDES SOCIALES,

INCLUSO EN TELEVISIÓN"

Megan pasa varias captures de pantalla de Twitter, la palabra "embarazo" y "Santa" están en tendencia. Revelan que ando embarazada del ser más famoso del universo entero, hay imágenes mías y de Nick caminando por el centro comercial.

"Esa chica es afortunada, porque todos sus deseos se le van a cumplir"

"Vaya, qué hombre. Quiero un Santa para Navidad, por favor"

"Es asqueroso, miren nada más como arruinan las Navidades por gente estúpida como ella, que solo quiere tener un poco de fama"

"Díganle que no combinan juntos"

"Ya mi hijo lo sabe, y anda decepcionado. Arruinan todo"

"¿Cómo se supone que tengo que soportar esto? ¡No que la magia tiene que ser ilusión! Mi hijo se esmero pensando que Santa le da buenos ejemplos, y miren nada más"

"Deberían callarse la boca todos. ¿Qué nunca han tenido sexo, estúpidos? ¡Déjenlos en paz!, a estas alturas nadie es santo, ni el que dice que es virgen. Más bien eso es un milagro navideño, y es muy lindo que pueda tener su propia familia. Deberían agradecer todo el trabajo que hace para que SUS HIJOS tengan regalos. Hay que ver que la gente es bien inútil "

"Ojalá abortes, porque eres de lo peor"

"Y lo peor es que es la menos navideña, según su Instagram ni le gusta, es la decepción"

—NICK, NICK —corro hasta la cocina gritando alterada, él me observa—. TIENES QUE VER ESTO. —Mi cuerpo tiembla y no soy consciente de lo que está pasando, quién lo hizo ni nada. Me arranca el teléfono y su semblante cambia a uno terrorífico.

—¿QUÉ? —es lo que llega a decir.

—¿Y ahora qué haremos? Tus pa...

—YO SABÍA QUE ESTO IBA A OCURRIR —grita su madre acercándose a nosotros—. YO SABÍA QUE ESTA MOCOSA NO ES DE FIAR, LO SABÍA. DEJA DE HACERTE LA INOCENTE, SOLO QUIERES UN POCO DE FAMA, RIDÍCULA.

—¡HEY!, NO LE HABLES ASÍ A ELLA, NO TIENE NADA QUE VER CON ESTO. Y SI EL MUNDO LO SABE, ¿QUÉ LE HAREMOS? ¡QUE SOPORTEN Y LISTO! —Nick me mantiene abrazada y no me suelta.

—¡Ya, mujer! ¡Deja al muchacho en paz! En algún momento tenía que pasar, y listo. Los niños son muy inteligentes en estos días. —Aparece un señor gordito, canoso, con barba blanca, y mejillas rosadas caminando con un bastón—. Gran cosa, todos hemos tenido hijos, que tanto.

—¡Abuelo! —exclama Nick asombrado—. Yo te hacía en Alaska.

—Aburrido todo. La abuela quería ver la pancita de la niña.

La tensión se va disminuyendo, aunque mi celular no para de sonar. Honestamente, no quiero escribirle a nadie en estos momentos, así que tendrán que esperar un poco más. Nos sentamos en la sala, el padre de Nick trae chocolate caliente para todos.

—Nunca había visto tanta felicidad en muchos años —comenta el abuelo Claus, su voz es muy calmada, y te hace entrar en confianza. Es de esos típicos abuelitos que te echan cuentos divertidos—. El frío característico de este lugar es más cálido, incluso los elfos andan muy contentos y menos estresados. Has hecho un buen trabajo, Nickolas.

—¡Ya decíamos que pasaba! —exclama Justin llegando con sus hermanos y dos personas más. Se sientan en los puffs sonriendo.

—¡Qué lindo encuentro!, aunque falta Nicolas —comenta Zack—. Y el abuelo sigue vivo.

—Igual si estuviera muerto, te jalo los pies, mocoso —le responde el abuelo haciendo muecas divertidas que nos hacen reír.

Llega la abuela Claus, una persona muy dulce, con un peinado muy de los setenta, y trae galletas, que nada más olerlas, mi estómago no puede más que probarlas. Nick me da una, y al morderlas, ese sabor de chocolate con vainilla, toque de fresa en el medio, siento que estoy en el cielo, como si todo lo que paso ahorita, ya no existe. ¡Dios mío!, es que es la gloria, son la cosa más divina que he probado en toda mi vida.

—Ah, por cierto, princesa —me dice Nick mirando a las dos personas sentadas en otros puffs al lado de nosotros—. Liam, Benjamín, son mis otros hermanos. Nicolas es el mayor como ya lo sabes, le sigo yo, después Liam, Benjamín, y los tres tarados de allá —me presenta a sus otros hermanos. ¿Por qué son tantos?, preguntaré en otra ocasión.

—¡Hey! —responden los tres al mismo tiempo.

—¡Lindo reencuentro! —exclama Nicolas sentándose al lado de nosotros.

—Bueno, me voy, tengo cosas por hacer. —Se levanta la madre de Nick con el ceño fruncido—. Nos vemos en Navidad.

El silencio no dura mucho, cuando todos comienzan a charlar al mismo tiempo. Finalmente, les estrecho las manos a Liam y Benjamín, ambos se parecen demasiado, son rubios, cabello largo y lucen muy europeos.

—Viven en Praga, y se vienen en esta época —explica Nick—. En esta fecha estamos todos, ayudando y haciendo varias actividades familiares, pero desde hace unos tres años no sucede, porque ellos estaban ocupados, mis abuelos se habían mudado y mis papás siempre andan viajando. En el Polo Norte, solo quedábamos Nicolas y yo. Ahora, puede que volvamos a reunirnos.

Luego de todo el caos en el exterior, la prensa anda como loca queriendo saber más detalles, pero Nick no desea mencionar nada, y yo por mi parte ya les envíe audios a mis amigas y a mi familia confirmándoles que los hijos que espero son de Santa Claus.

"WOW, INCREÍBLE" -escribe Rosa.

"¡OMG!, ANDO IMPACTADA DE VERDAD! "-dice Megan.

"¡WOW!" -dice Nanny.

"OJALÁ SE TE PEGUE EL

ESPÍRITU NAVIDEÑO, HERMANITA"

-me dice Noah en una nota de voz, muriéndose de la risa.

"Un milagro navideño acaba de ocurrir, jajajaja"

-Johan mi otro hermano en una nota de voz.

"Nuestras voces fueron escuchadas,

así que ya damos por sentado que es magnífico

lo que vives. Saca el pavo del horno, no amor,

aprieta ese botón "

-un audio de mis papás, cada uno

dice demasiadas cosas que no comprendo del todo.

Un día muy agotador, ya no quiero seguir leyendo los mensajes, estoy abrumada con todo. No puedo ni siquiera consolidar el sueño. Y los bebés andan muy intranquilos moviéndose de un lado a otro, que hace que me duela todo. "La mejor forma es caminar, y tomar respiraciones cortas", el consejo de la doctora, así que hago caso. Me cambio la pijama a un pantalón más abrigado, una chaqueta, guantes, gorro, para salir y al menos percibir la noche estrellada. Camino hasta un largo pasillo, para llegar hacia una sala, y de ahí debo bajar hacia el piso de abajo y poder salir.

—¿A dónde vas, princesa? —Me encuentro a Nick cuando sale del ascensor, tiene un short y una camiseta. ¿Qué no tiene frío?—. Está muy helado afuera y te puedes resfriar.

Me guía de nuevo hacia la habitación, y prende la calefacción de nuevo. Me quito toda la ropa para volverme a poner la pijama. Frunzo el ceño molesta, y él me besa la frente.

—No es broma, es demasiado helado y te hace daño.

—Estoy cansada, los mensajes, la gente, las redes sociales...todo es un caos total.

—Mi vida, tarde o temprano tenía que pasar, es mejor ignorarlos y no darles de que hablar, que ellos sean quienes se golpeen entre ellos mismos; si le damos importancia a lo que nos dicen, jamás vamos a prosperar. Son gente que desean lograr que nos molestemos e insultemos, es mejor dejar que el río siga su cauce, y ellos mismos verán una cascada. Estamos juntos en esto, y sé que no será fácil para ambos, pero vamos a superarlo.