Capítulo 13

Capítulo 13

La tarde ha sido abrumadora, el frío cala en mi cuerpo y me siento mal. Me toca la consulta prenatal y estoy lista para saber más información al respecto. La doctora Marino, nos recibe con una sonrisa y nos hace pasar al consultorio. Me toma los datos para luego llenarlos en una ficha la cual me va a servir como control de cada semana. Me pesa, mide la barriga, toma la presión arterial, para después chequear mi vientre.

—Muy bien, Alex. Tienes exactamente nueve semanas de embarazo. Te mandaré varias cosas para que comiences a tomar y cuidarte, es importante mantener a los fetos sanos y salvos, ¿de acuerdo? Aun no se les ven sus partes íntimas porque apenas están en su etapa de desarrollo, ya lo sabremos en dos semanas.

—Gracias.

—Me puedes llamar cuando presentes una emergencia y estaré contestándote rápidamente.

—De acuerdo, doctora —contesta Nick por mi—. Somos inexpertos, por lo que te vamos a fastidiar un poco.

Ella se ríe. Se ve que Nick la conoce porque la confianza es superior a cuando no conoces a alguien y no sabes con qué te pueda salir. Ella no toma a mal su comentario.

—Muy bien, cuídense y estaremos en contacto.

»«

Noviembre llega con frío infernal y aun no estamos en invierno; abonado a que me tiene mal y casi que no pudo salir sin chaqueta por ningún motivo. Me he vuelto sensible a los olores, la grasa me dan ganas inmensas de vomitar, no puedo ver que hacen pasta o arroz, porque me produce lo mismo; por lo que mi alimentación son vegetales, con proteína bien sea carne, pollo o pescado, todo asado me gusta más.

Y los antojos, son una locura, quiero comer pie de limón a cada rato, o cheese cake. Cuestión de olerlos para pedir, y llevarme a casa. Menos mal que la doctora Marino es una dulzura, todo lo que pregunto me lo responde de una manera que pueda entender con facilidad, además es muy amable y siempre tiene algo que contar sobre su esposo o sus hijos y nos hace reír a Nick y a mí.

Ella ha sido la persona que más cosas le he preguntado, si presento algo distinto, le escribo y me responde a las horas, pero nunca me deja en intriga. Así que todo lo que me pasa es natural en el embarazo por lo que ando más tranquila y menos ansiosa.

Debo trabajar todos los días, y aunque unos son más fuertes que otros, intento llevarme fruta, agua, jugo, postre por si acaso me atacan los mareos. Y Nick anda muy pendiente de mi estado, a pesar que se fue a quién sabe dónde, me escribe todos los días sin falta, y manda a sus hermanos a ver cómo estoy para informarse que este sobreviviendo a esta nueva experiencia.

Ya quisiera saber qué hace, porque no lo ha comentado. Si bien dijo que llegará el momento de decírmelo, capaz es algo que con confianza lo puede mencionar; no le insisto a que me responda. Si deseo saberlo, porque puedo pensar que es un narcotraficante o que la FBI lo persigue o simplemente es un mafioso que ha matado gente sin piedad, pero descarto varias, no creo que sea un delincuente. Otra teoría es que capaz es un empresario o asesor de negocios y ya o puede que sea un espía y deba estar encubierto. Cosas tontas que pasan en mi cabeza, pero que no dudo que sean reales.

—Puede que sea un investigador privado —dice Megan mientras estamos viendo que ver en Disney plus—. O que su empresa sea muy famosa y no quiere que nadie sepa que es el dueño, hay mucha gente que lo hace, no me extrañaría que lo hiciera para escudarse.

—Me voy por la segunda opción —opina Rosa, dándole la razón a Megan.

Suena mi cel y es un mensaje de Nick:

"Mi hermosa gorilita, ¿cómo amaneció?

¡Te extraño a mares! "

Adjunta una foto de él en un lugar donde puede parecer una oficina demasiado lujosa y llena de vida. Le hago zoom, pero solo hay cuadros, un mueble de cuero vinotinto, algunos papeles y como no se percibe todo, es lo que puedo observar. Mis amigas también ven lo mismo que yo, no tenemos más nada que decir, hasta que de su boca confiese qué clase de trabajo tiene.

"Comí frutas, luego me hice un sándwich, jugo de fresa y

un pedazo de pastel de naranja que hizo Megan. Hice algunos

trabajo en la computadora que necesitaba enviar y ahorita

veremos una peli, pero todo bien. Yo también te extraño"

"Me encantaría escaparme y verte,

pero debo supervisar muchas cosas.

Igual puede que mañana te vea un ratico.

Disfruta de la peli, hablamos más tarde, mi princesa"

Nick tiene dos formas de llamarme: Gorilita, y princesa; el primero no es que me agrade demasiado, pero me causa gracia, no lo dice porque me parezca uno, sino que pronto podré tener la panza similar a la de ellos y lo hace para que me ría y me distraiga de días malos. El segundo es más cursi, cuando me extraña demasiado o quiere mimos y habla como bebecito, pero ya es costumbre.

Guardo el cel con las mejillas sonrojadas, mis amigas se burlan y no les digo nada. Me he vuelto una sumisa desde que estoy con Nick. Mi fuerte carácter si continúa, pero cuando ando con él, soy demasiado complaciente y de solo verlo me derrito.

Nos disponemos a ver una peli vieja de Disney, que es de esquí sobre hielo. Las chicas andan llorando y yo como si nada, la verdad no me causa ninguna emoción estar llorando por alguien que ha logrado algo, si bien es su esfuerzo, pero no tengo ese sentimiento de botar lágrimas hoy. Luego de eso, Rosa nos comenta que su relación con Justin va creciendo, ya van a cumplir dos meses y desea regalarle algo significativo.

—Siento que ya tiene todo, y regalarle algo, es como decir: ah, ya lo tengo —dice Rosa, no le quito la razón, pero debe haber algo que pueda ser más allá de comprarle algo.

—Le puedes hacer un video, algo menos material, pienso yo —comento dando la idea—. También pueden no sé, combinar gustos o irse solos a un lugar especial. Sé que su primera cita fue en París, pero quizás comer algo francés o ir a un lugar natural. Si quieres hacer el video, en mi habitación anda mi computadora.

—No lo había pensado, Al. ¡GRACIAS! —Sale corriendo hacia mi habitación a buscar mi laptop con gritos.

—Solo espero que no se rompan el corazón —dice Megan en voz baja—. Yo sé que Rosa es nuestra amiga, Al, pero Justin ha estado distante, y capaz ella lo absorbe mucho, no sé...—no dice más nada, al ver que Rosa regresa emocionada y chillando.

Megan tiene razón, es capaz que Justin este cansado de su actitud infantil, pero ambos deberían hablar. No quiero ni siquiera meterme porque puede ser peor, mi deber como amiga es darle consejos, tal vez me vaya, por otro lado, pero ya cada quien tomara su decisión.

Nosotras hacemos la cena mientras Rosa anda inspirada haciendo el video, Megan revisa su cel una vez que me pasa las papas cortadas para añadirlas a la olla caliente. Su semblante cambia de repente y me preocupo, lágrimas corren por sus mejillas.

—¿Qué pasa, Meg? ¿Qué ocurre? —le pregunto y ella me mira queriendo responder, pero las palabras no le salen—. ¿Qué pasa? —Me entrega el cel y presiona una publicación de un grupo de la universidad.

"¿CÓMO QUÉ ES GAY?"

"MATHIAS ES GAY, NO PUEDO CREERLO"

"TODAS ESTAMOS DE LUTO HOY"

¿CÓMO? Quedo impactada y trago saliva. Abrazo a Megan y dejo que suelte sus gemidos de dolor, no puedo ni comprender como deberá sentirse, pero ya se le pasara en algún momento. Analizando cuando trabaje con él en el festival si insinuaba cosas que a mi parecer eran un shock, pero ahora puedo afirmar cuando miró a Leon y su rostro estaba brilloso.

Ahora, Rosa comienza a llorar, Justin le ha terminado y tengo a dos amigas en despechadas.

"¿Qué haces, gorilita? "-me escribe Nick.

"Consolando a dos personitas

con el corazón roto. Megan se entero

lo de Mathias, y Rosa y Justin

terminaron" -respondo.

"Ah, sí, ya me enteré. Mis papás andan de malas

con Mathias, pero estoy remediando la situación. Quería verte mañana, pero

capaz puede ser el fin. Y con Justin, pues espero que no

cuelgues sus bolas en el árbol de Navidad en diciembre, dice que

anda preocupado por eso, pero que fue mutuo acuerdo

aun así, son cosas que pasan. "

"Dile a Justin que no se preocupe.

No debo meterme en relaciones ajenas, ellos sabrán el porqué.

Al final no pensé que iban a durar mucho, mi amiga es

absorbente en extremo y Justin no es ningún santo. Sí fue mutuo

acuerdo, pues no fue que le rompió el corazón.

Espero que Mathias se sienta a gusto siendo él mismo, y tus

papás comprendan que no tiene nada de malo.

Me harás llorar. Dime que también quieres dejarme. "

Tarda en responder una media hora, capaz piensa todo mal o quizás está con su hermano, pero lo dejo, no quiero ser tóxica ni nada. Él debe estar con sus hermanos y apoyarlos, así que no me preocuparé por eso. Mis amigas siguen llorando a moco suelto, hasta que ambas me dicen que irán a un bar a tomarse unas cervezas, y ahogar sus penas con alcohol.

A los quince minutos, tocan el timbre, ¿quién pudiese ser? Cuando abro, es Nick con las flores rojas. Me comienzo a reír cuando cierro la puerta y él me mira con ojitos de gato con botas.

—Ni que seas la mujer más celosa de la tierra, te voy a abandonar —me dice con voz suave, y cursi. Me besa los labios una vez que estamos en el sofá—. Los extrañé demasiado. —Me soba la barriga—. Ya les dije a mis padres, pensé que se iban a molestar y si lo hicieron, pero me dijeron que debería decirte toda la verdad, ya que ahora formas parte de mi vida. Promesa es promesa, mi princesa. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top