1. Ojos de gato
Las luces del escenario eran visibles incluso a través de la pesada cortina. Los gritos de la multitud le decían que pronto iban a comenzar a gritar su nombre. Siempre era en ese momento en el que se ponía nervioso. Tan pronto como pusiera un pie en el escenario el mundo simplemente desaparecía, y el estaría elevado en vida, y una sinfonía de energía por parte de las porras de la multitud.
La música comenzó y Magnus camino a través de la cortina que lo separaba de los tumultuosos aplausos.
Vestido por su estilista, Magnus usaba unos pantalones negros de cuero pegados con una pequeña playera pegada, debajo de una chamarra de cuero negra, con rayas amarillas y clavos de metal decorándola. Arriba de eso, usaba un abrigo de peludo medio abrigado de amarillo intenso, que combinaba con el amarillo de su chaqueta. Su cabello negro estaba salpicado con colores como arcoíris, pero su parte favorita era su maquillaje. Magnus siempre se sentía más cómodo debajo de una capa de glitter. No solo lo hacia para que su piel de caramelo brillara, sino que también acentuaba sus ojos de un verde brilloso. Además sus ojos también estaban rodeados por delineado negro que los hacia más visibles para la multitud. Sus uñas estaban cubiertas de esmalte brilloso que brillaba con la luz. Mientras parpadeaba, podía sentir los lentes de contacto en sus ojos. No necesitaba lentes, pero estos eran su marca personal: ojos de gato.
Aunque Magnus era la obra maestra esa noche, el escenario también era espectacular. El suelo estaba cubierto por niebla espesa creada por una maquina que estaba del lado derecho del escenario. Luces brillantes alumbraban el escenario desde todos los ángulos.
– ¡Hola Londres– Magnus gritó y la multitud lo animó. – ¿Cómo están esta noche? –. El grito de la multitud amenazaba con romper los tímpanos. Magnus no podía ver con cuanta gente estaba hablando pero sabia que el Albert Concert Hall podía llegar a alojar hasta cinco mil personas, y que los tickets se habían agotado. Las luces lo estaban cegando, y como era usual, Magnus pensó que era extraño sentirse tan desolado al estar hablando con tanta gente.
– No escuche bien – Magnus dijo sonriendo. Apuntó hacia el lado izquierdo del estadio – ¿Cómo se la está pasando esta mitad de la sala? – Las palabras "bien" e "increíble" se distinguían mientras la multitud gritaba a todo volumen. – Es bueno escucharlo –. Magnus volteó al otro lado y repitió la misma pregunta, recibiendo respuestas similares.
– Pero no vinieron solo a escucharme hablar ¿verdad? – Preguntó y escuchó un colectivo "no". – Eso es lo que pensé– Y con una sonrisa malvada, señalo a la banda que estaba detrás de el, y la música comenzó a sonar. Magnus golpeó su pie al ritmo de la música y espero.
Cuando la señal en la melodía llegó, comenzó a cantar la letra de su mayor hit, fluyendo fácilmente por su garganta hacia los oídos de los fans. Cuando el cantaba esa canción había cierto baile. Durante el coro Magnus siempre se volteaba contrario a la multitud y movía las caderas al ritmo de la música, luego brincaba y giraba para cantar el siguiente verso.
La canción rápida terminó y las luces disminuyeron mientras comenzaba a tatareas las primeras notas. A la mitad de la canción, el ritmo subió. Su outfit había sido designado para esa parte. El baile para el resto de la canción fue rápido y a Magnus se le estaba yendo un poco el aire. Él nunca grababa su voz, el creía que un concierto en vivo debía ser completamente en vivo. Además de que no quería decepcionar al público.
Para las siguientes canciones, dos bailarines se le unieron en el escenario. Ambos vestidos con el mismo amarillo que el. También tenían micrófonos con los que hacían las armonías en el coro.
– ¡Hey chicos! – Magnus llamó cuando la canción terminó. – ¿Se están divirtiendo? – más aplausos – ¿Qué tal una favorita antigua? – más aplausos. Hasta ahorita todas las canciones habían sido de su nuevo álbum, pero siempre cantaba una canción en particular en cada concierto. Era la canción con la que inició su carrera, su primer hit.
– "Our love lifts me high" – cantó – High into the sky. Leaving the problems of the world far behind, It's true... true love". –
La letra era un cliché, y Magnus lo sabia, pero tenia que agradecer a esta canción su vida actual. Estaba agradecido con esta canción, incluso si el mismo no la había escrito. Intentaba escribir sus propias canciones, pero a veces le pedían que cantara canciones que el no había escrito. A veces le molestaba, pero el sabia que conocía muy poco sobre el amor, entonces ¿Cómo podría escribir una canción decente de amor? Al menos era bueno cantándolas.
Cuando completo su clásico, caminó hacia la multitud, bajando por uno de los lados. Las luces lo siguieron mientras la música cambiaba a una más rápida, se movió más rápido para poder alcanzar su cambio de vestuario.
– Se lo que todos ustedes quieren escuchar – Magnus dijo. Se la había estado guardando, la canción de su nuevo álbum. Le gustaba verlas lado a lado, su hit más viejo frente al más nuevo.
– "Don't you wanna, oh don't you wanna" – Magnus cantó. – "Go out to-night" – golpeó su pie alritmo y esperó la señal. – "Hit the town and getdown" – brincó y susurro al micrófono – "On me"–
La luz que lo alumbraba desapareció y gente vestida de negro lo rodeó. Cuando la luz volvió, ya se había transformado. Los gritos de la multitud inundaron las siguientes líneas de la canción, mientras la gente observaba los nuevos colores de su nuevo outfit.
Magnus terminó la canción mientras caminaba hacia atrás del escenario donde sus bailarines lo esperaban. El escenario cambió otra vez, mostrando un estado de melancolía. Las luces azules eran suaves, justo como la melodía. Magnus amaba el color azul. Había intentado convencer a su estilista de que su outfit debía ser azul con negro, pero el se negó. Magnus creía que el blanco y negro eran la mejor combinación.
– Gracias a todos por venir esta noche– Magnus gritó a la multitud. – Una última canción antes de irnos. Hubo un silencio antes de que la canción comenzara. Magnus cantó y el concierto terminó. La cortina cayó y las luces se apagaron
– Eso estuvo fantástico – Dijo el manager de Magnus, Ragnor Fell. – El escenario se lleno de gente felicitándose unos a otros por su buena actuación.
– Gracias – Magnus sonrió con alegría. Aun tena la adrenalina que el escenario le daba. Sentía que podía volar. Para el no había sensación mejor que pararse frente a miles de personas que lo amaban. Nada excepto pararte frente a la persona que tu amas... pero Magnus descartó ese pensamiento. Sus fans eran maravillosos, habían hecho sus sueños realidad, y se los debía.
– ¡Magnus! – una voz femenina grito. Camille tenia una voz aguda que a veces le recordaba a Magnus algo dulce. Ella era su novia, tanto si le gustaba como si no. Era guapa, como una figura de porcelana rubia y de ojos verdes. Compartían el amor por la música pero cuando estaban en público ella hablaba más con las cámaras que con él. Magnus intentaba no pensar lo peor pero a veces no lo podía evitar.
– ¡Eres maravilloso cariño! – dijo, mientras se lanzaba a sus brazos, un abrazo que solo duro un segundo antes de que lo arrastrara ale escenario. – Vamos – ronroneo. Magnus le permitió que lo llevara por la multitud. Escuchar su voz simplemente arruinaba sus notas. Ya no se sentía volando, si no parado firmemente en el suelo.
Un océano de gente le agradeció. Suprimió un suspiro cuando se dio cuenta de que Camille lo había arrastrado hacia las fans gritando. Claro que amaba interactuar con ellos. Se movía entre ellos mientras intentaba cantar y hablar para los que se lo pedían. Todos tenían cosas que decirle pero nada le sorprendía.
– Somos tu más grandes fans– le gritaban un grupo de chicas. Una de ellas le dio la última edición de Pop Music Weekly con su cara en la portada.
– Gracias– Contestó mientras firmaba la revista.
– Tu música cambió mi vida– fue la siguiente frase que escucho. Volteó y vio a un niño como de 12 años usando una playera con la cara de Magnus.
– Es bueno escucharlo– Dijo mientras le firmaba la playera. El chico se veía feliz así que Magnus siguió.
– ¡Te amo! – la voz pertenecía a una chica que no parecía mayor de 15 años, que usaba demasiada base. Sus labios cubiertos de rojo, mientras intentaba lanzársele a Magnus. Tambaleó y Magnus puso su mano en su hombro para estabilizarla, causando chillidos.
– Wow– dijo la chica como idiota. Magnus le sonrió mientras ella intentaba recuperar el balance. Después de eso, la chica perdió las palabras de la boca.
– ¿Cásate conmigo? – dijo una mujer que le agarró la mano. Magnus no sabia que responder. Eso ya no había pasado en un buen tiempo. Camille estaba bastante lejos por lo cual no la podía usar para salir de la situación.
– Lo siento– murmuró Magnus mientras se iba rápidamente. Estaba agradecido, pero la ausencia de Camille y sus inseguridades lo estaban haciendo sentir superficial y falso. Haciéndole sentir que sus fans no le conocían lo suficiente como para amarlo. Se regocijaban de escucharlo y amaban sus chismes sobre su vida amorosa, pero eso era todo.
Magnus trató de no mostrar sus pensamientos, mientras continuaba agradeciendo a los fans y firmando autógrafos. Se apresuró a llegar a su camión y vio a Ragnor seguirlo.
–¿Qué estás haciendo? – preguntó Ragnor antes de llegar al tráiler. – Todos los tickets se han vendido desde aquí hasta Toronto. –
– Solo necesito un minuto- dijo Magnus mientras entraba al tráiler y colapsaba en el sofá. Ragnor lo siguió.
– ¿Qué está mal? – Ragnor preguntó con un tono que dejaba en claro que estaba más preocupado por sus futuras presentaciones que por su bienestar.
– Canto acerca de amor– dijo Magnus – Es por lo que soy conocido, pero no se nada acerca del amor. Ni siquiera escribo mis propias canciones. –
– ¿Qué tal esto? – Dijo Ragnor – Para tu siguiente álbum puedes contribuir con la letra ¿Qué te parece? – Magnus suspiró. Usualmente disfrutaba su adrenalina después del concierto al menos algunas horas, pero hoy no era esa clase de día.
– Tienes a Camille – Ragnor trato de consolarlo.
– Si ¿Y dónde está ahora? – Magnus preguntó – ¡Firmando autógrafos por mi! – Sabia que no debía estar enojado, pero no podía evitarlo.
– ¡Magnus! – la voz de Camille entró por la puerta de su tráiler, invalidando su última frase.
– ¿Sí? – Magnus dijo cansado, sin levantarse del colchón.
– Los fans están esperando por ti– dijo con una risilla.
– Dime algo que no sepa– Dijo Magnus.
– Oh, vamos, sal – Su voz ahora sonaba como que estaba haciendo un puchero. – Ellos te quieren demasiado – Magnus se paró y abrió la puerta del tráiler, mirándola con una expresión seria, haciéndole una pregunta y esperando una respuesta honesta.
– ¿Tu me quieres? – Preguntó franco.
– Claro que si, cariño – Dijo Camille automáticamente, sin siquiera mirarlo – Ahora vamos, no podemos hacerlos esperar.–
– Si, si podemos – Magnus dijo firmemente mientras cerraba la puerta en su cara y volvía a su sillón. A veces Magnus se preguntaba si algo de lo que ella decía era verdad.
– Pero aun quieren verte – Intentó de nuevo, golpeando la puerta. – Por favor, prometí que te llevaría de vuelta.–
– No hagas promesas que no puedes mantener – Le gritó a través de la puerta.
– ¿Pero Magnus! – ella gimoteó.
– ¿Te quieres ir antes de que bloqué la puerta? – Magnus le preguntó a Ragnor, quien suspiró, pero se fue. Magnus se volteó y se miró al espejo. Los ojos de gato le miraron de vuelta; todo lo que veía era su vestuario, sus lentes y su maquillaje. A pesar de su amor por el glitter, de repente sintió una necesidad de quitárselo. Empezó quitándose la ropa y la pintura. Luego sus lentes de contacto, revelando sus ojos color avellana con machas verdes. Después se quitó todo el glitter y el delineador. Se miró otra vez al espejo y vio su cara limpia, dejando escapar un gran suspiro.
Hubo un golpe en la puerta y Magnus estaba apunto de gritar que se fuera hasta que reconoció la voz de su maquillista. La dejo entrar.
– Todo el trabajo duro se fue al desagüe– dijo Clary sacudiendo su cabeza.
– Bueno, te aseguro que me harás lucir incluso mejor para el próximo concierto– dijo Magnus, sonriéndole.
– Si pero usualmente no te lo quitas tan rápido– dijo Clary. – No olvides cuantas veces te he tenido que recordar que no duermas con él. –
– Buen punto– Dijo Magnus sonriendo mientras cerraba la puerta. Ambos se sentaron en el sillón.
– ¿Qué está mal? – pregunto Clary, poniendo su mano en su rodilla. Con Clary, si podía decir que se preocupaba por él y no por sus presentaciones.
– Oh, simplemente estoy teniendo uno de esos días, supongo– Magnus dijo. – Me paré frente al escenario, observe a millones, pero no veía a nadie. –
Clary no dijo nada, solo lo abrazó. Magnus no se había dado cuenta de cuanto lo necesitaba hasta que ella lo rodeó con sus brazos. El la abrazó de vuelta.
– Gracias – susurro mientras se separaban.
– Creo que cuando este tour haya acabado, necesitas tomar unas vacaciones– Clary dijo.
– ¿Sabes qué? Creo que tienes razón. Eres muy sabia Clary Fray. – ella le lanzó un beso antes de levantarse e irse del tráiler. Magnus cerró la puerta. Usualmente no lo hacia, pero esta noche quería paz y silencio.
Se quedó dormido fervientemente esa noche. No podía recordar los días antes de ser famoso. Cuando trabajaba en una tienda y podía salir con quien quisiera sin preguntarse si lo que querían era la fama y su dinero. El nunca había amado. Los chismes decían que tenía un romance nuevo cada semana.
Lo que los tabloides no sabían es que Magnus no solo estaba interesado en mujeres. Pero ya que nunca había conocido un hombre que valiera la pena, nunca se había declarado bisexual. Su única experiencia fue con un amigo suyo, Woosley Scott, pero no había amor, más bien fue curiosidad.
Magnus despertó a la siguiente mañana sintiendo que no había descansado, el el show debía seguir. Repitió el mismo concierto cada noche por las siguientes dos semanas. Sus días libres los pasaba viajando. El sentimiento de soledad solo aumentaba cada vez más, cuando Camille lo ignoraba por las cámaras.
Finalmente Magnus llegó a Toronto, la última parada del tour. Cuando las luces se apagaron, Magnus dejó salir un gran suspiro que llevaba guardado desde Londres. Recibió abrazos y aplausos y le anunció a Ragnor que se iba a ir de vacaciones, cuando de repente escucho a Camille hablando con algunos reporteros. Rápidamente se puso a escuchar y lo que escuchó lo disgustó.
– Bueno, saben que Magnus y yo somos muy románticos– Camille ronroneó – El ama adorarme y esas cosas – Su voz rosaba un nivel de dulzura molesto, y agregó. – Lo caché mirando anillos justo el mes pasado.–
– ¿Crees que va a haber una propuesta en el futuro? – el reportero preguntó.
– Puede que si – Camille sonrió – Trabajo muy duro en este tour para poder estar para mi. Pero a mi me gusta pensar que soy parte de su equipo.–
– Estoy seguro de que el valora tu apoyo–. El reportero contestó.
Esa fue la última gota; Magnus estaba furioso. El nunca había dicho que la amaba ni viceversa. Cada palabra era una mentira. Todas sus sospechas fueron confirmadas. Magnus llegó a donde estaba el reportero.
– Camille – Magnus dijo alto. Ella volteó sorprendida. – ¿Porqué le estás diciendo mentiras a la prensa?
– Yo...– Ella comenzó pero parecía incapaz de hablar. El reportero y otras personas estaba filmando a ambos. – Ellos... querían escuchar...–
– Oh así que ¿solo les estas diciendo lo que crees que ellos quieren escuchar? Bueno pues déjenme decirles lo que no quieren escuchar – Pauso para darle efecto y gritó – Hemos terminado. Separados. Hemos roto. ¡No quiero volver a verte otra vez! – Se volteó y caminó rápidamente lo bien que se sintió hacer eso.
¡A la mierda pedir las vacaciones! A la mierda pasar las vacaciones rodeado de guardaespaldas y evitando a la prensa.
Magnus se encerró en su tráiler otra ve, rápidamente se quito su maquillaje y ropa del concierto y comenzó a meter cosas en una maleta. Dudó que sus fans lo reconocieran sin sus lentes de contacto, maquillaje y roma brillante. Sus fans no le conocían. Camille no lo amaba. Su vida no tenia sentido y necesitaba irse lejos. Con maleta en mano Magnus se movió rápidamente, aun guiado por su enojo. Antes de que Ragnor y su gente le detuvieran.
Magnus sabia que no podía quedarse en Toronto. Lo buscaría ahí por ser la última parada de su tour. Subirse a un avión era la mejor idea, pero su nombre quedaría en un registro. Así que tomó un taxi al aeropuerto, sin saber como le iba a hacer para no ser descubierto. Llegó al aeropuerto, pago, tomó un suspiro y habló con la señorita detrás del mostrador.
– Estoy buscando un destino de último minuto – Dijo – Algo muy al oeste de aquí.–
– Está Winnipeg– dijo la mujer con voz aburrida – Edmonton, popular por su mal. Vancouver es muy al oeste. He oído buenas cosas–
– Un lugar remoto – Dijo Magnus, sospechando que todas esas eran ciudades grandes. – Estoy buscando salir de ciudad.–
– ¿Quiere playa? – la mujer con nombre de Lori preguntó. Aun no había levantado la cara de la computadora – Vancouver Island es un lugar popular para escapar de las grandes ciudades.–
– Claro– Dijo Magnus – suena bien. –
– Hay 5 aeropuertos en la isla a, ¿cuál le gustaría llegar? –
– Al menos poblado – Contestó.
– Un ticket para Tofino, BC, – dijo Lori mientras apretaba los botones de su computadora. – Identificación y como va a pagar? –
– Tengo mi ID– Magnus susurró – pero esperaba que inventaras un nombre para el registro, no quiero que mi fans me sigan.– La mujer miro hacia arriba, su boca se abrió un poco mientras pestañeaba hacia el. Magnus sonrió. Reconoció, esa mirada, ella sabia quien era él. Su boca era un perfecta O.
– ¡Oh Wow! ¿Acabo de ayudar a Magnus Bane a elegir su lugar de vacaciones? –ella dijo.
– Si, lo has hecho– Magnus murmuro – Y ¿podrías mantener tu voz baja?
– ¿Puedes firmar ... todo lo que tengo? – ella chilló.
– Si puedes encontrar una forma de que suba al avión sin que nadie se entere, firmaré lo que sea. –
– ¡Hecho!–
¡Nueva historia! C: espero que les guste, está muy linda. Voten y comenten, y si no han visto mi otra historia, les invito a que la lean
Recuerden que esto solo es una traducción no es una obra original (:
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