2.- Hand Holding.
Honeymaren sostuvo las manos de Elsa con detenimiento. Las analizo en silencio y luego le habló a la platinada.
- ¿Qué tienen? - cuestionó la ojiazul a su compañera.
- ¿Por qué tus manos siguen frías? - pregunto casi exasperada.
- Ya te había dicho, mis manos siempre están frías.
La castaña no acepto aquella respuesta, le parecía una contestación absurda en ese momento ¡Elsa había dejado sus manos cerca del fuego y ni siquiera se sentían tibias!
- ¿Por qué ahora te obsesiona que mis manos sean frías?
- No tiene sentido. Todo tu cuerpo tiene la temperatura normal de una persona sana, sólo tus manos permanecen heladas hagas lo que hagas. No es normal eso.
- Es cierto - concordó Elsa divertida -. Pero vamos ¿te parece más normal que saque hielo y nieve de las palmas de mis manos frías?
- Es normal en ti.
- Sip, es normal en mí. ¿Quieres seguir gastando tu tiempo en calentar mis manos o prefieres que demos un paseo? - le extendió la mano y fue aceptada.
— Acepto el paseo, pero sigue siendo ridículo - menciono Honeymaren casi ofendida.
— Vamos a superarlo ¿sí?
Sin querer queriendo la morena finalmente accedió. Ya no había métodos ni soluciones para el constante frío en las manos de Elsa.
- ¿No te sientes incomoda en el invierno?
- Nunca me ha molestado.
Siguieron tomándose de la mano y conversando mientras andaban por el bosque, mirando el cielo lila mientras anochecía por completo. La castaña soltó a Elsa y se frotó ambas manos con fuerza.
— Perdón, se me congelan las palmas.
— Oh, sí, llevamos mucho tiempo tomándonos de la mano - Elsa rompió una ramita que sobresalía del tronco de un árbol enano y sujeto una punta para que Honeymaren sostuviera la otra.
Con ese nuevo método comenzaron a tomar caminatas más largas, incluso cuando la rama se congelaba de un extremo.
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