10.- Drunk confession.
Elsa no era del tipo bebedora que se quedaba con la botella en la mano hasta el amanecer, mucho menos en los días donde su trabajo como reina se acumulaba, sin embargo aquella noche fue la excepción.
El reino había acordado tener un día de celebración para la tribu Northuldra y también para Arendelle donde la comida y el alcohol abundarian.
La celebración inició tranquila sirviendo un barril de cerveza en un considerable lapso de tiempo. Luego los barriles comenzaron a desaparecer velozmente después de cierta hora de la noche.
Kristoff, estando ebrio se quedó dormido en una banca de la plaza junto a otro grupo de borrachos.
Anna, se mantuvo dentro de lo posible "sobria" ella se retiró a su habitación antes de comenzar con impertinencias.
A Olaf le prohibieron asistir a la celebración por ser todavía muy chico para eso, así que él y los niños del reino y la tribu se pusieron a jugar dentro del palacio siendo cuidados por algunos soldados que no quisieron unirse a la celebración.
Honeymaren y Elsa, cuyos sentidos ya estaban perdidos desde hace rato se retiraron de donde servían las bebidas. La castaña, con mayor capacidad cognitiva por el momento se encargo de encaminar a la platinada hasta la habitación y ya dar por finalizada la noche.
Con trabajo llegaron a la habitación y se tiraron a la cama, con el olor del alcohol llenando las sábanas.
— Fue ¡hip! Divertido... - murmuró Elsa estirándose en la cama y abrazando una almohada —. Que suavecita ¡hip! Estás Honeymaren.
— Esa no soy yo - explicó la morena también tirándose a abrazar la almohada —. Sí, es suavecita.
Elsa soltó la almohada y abrazo a Honeymaren. Ninguna se percató de sus acciones durante la noche, Honeymaren simplemente se quitó a Elsa de encima y le dio un golpe con la almohada.
Ambas comenzaron a pelear por la almohada, Honeymaren ganó, pero no contaba con la astucia de Elsa tomándola del rostro para confesar algunas palabras.
— Eres bonita ¡hip! - cuando la morena se distrajo, la ojiazul le quito la almohada, pero la dejo caer al suelo sin interés —. Quiero ¡hip! Besarte...
— Yo también ¡hip! Te haz hecho ¡hip! La difícil mucho tembo... Tie--¡hip! Tiempo.
Ambas se besaron sin tomarle tanta importancia. Elsa tomo una pluma y escribió en la mano de Honeymaren. >Propiedad de la reina Elsa, no tocar excepto la reina Elsa. Atte: La reina Elsa.
Igualmente, la northuldra tomo la pluma y le escribió en el brazo a la platinada: >La reina Elsa de Arendelle le ofreció un anillo de matrimonio únicamente a Honeymaren Nattura. Nos vamos a casar cuando llegue el invierno. Besos.
Cuando el efecto del alcohol finalmente terminó su trabajo se quedaron dormidas, en el suelo con los cojines tirados y una sabana enredandolas. Despertaron con el peor dolor de cabeza que pudieron imaginar y al verse tiradas en el suelo supusieron que bebieron excesivamente de más.
— Eerg, me duele la cabeza - Elsa cubrió la ventana con las cortinas y se dirigió a Honeymaren —. ¿Qué tienes pintado en la car--? - se cubrió inmediatamente los labios. En el rostro de Honeymaren había algunas manchas carmesí que le rodeaban los labios. Carmesí, como el labial de Elsa.
— ¿Mi cara? - se limpio una mejilla solo evidenciando más el labial —. ¿Qué hay en tu brazo?
Elsa se miró los brazos y leyó el mensaje con Honeymaren. Ambas se sonrojaron al instante. Luego la morena leyó lo que estaba escrito en su propia mano.
— Esto... - la mayor trato de recomponerse tomando aire profundamente —. Lamento...
Sin razón o motivo, Honeymaren volvió a besarla.
— Esto esta mal - le borro un mensaje de la frente que decía: >perfecta besadora. Y lo reemplazo por: >No tan buena besadora. —. Listo.
Se dirigió al espejo y con un poco de dificultad leyó el nuevo mensaje.
— ¡¿Eh?! ¡¿Quién dice que no lo soy?!
Se tomó el resto de la mañana para limpiarse los mensajes del cuerpo y desmentir la falsedad de "no tan buena besadora".
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