♡ a n t e s ♡
*¡Ojo! este Flashback ocurrió
la noche del baile. Cuando Jack le pidió matrimonio a Aurora. Ahora sabremos lo que contesto Aurora y lo que paso con ellos. ¡El primer Flashback de esta temporada! *
nota:
A partir de aquí los Flashbacks tendrán el título; ♡a n t e s♡
los demás capítulos permanecerán
enumerados.
Por cierto se quiero aclarar que no hago esto para molestarlas, es solo que no quiero dejar ningún cabo suelto.
I; Sé mi esposa.
*¡Ojo! este Flashback ocurrió
la noche del baile. Cuando Jack le pidió matrimonio a Aurora. Ahora sabremos lo que contesto Aurora y lo que paso con ellos. ¡El primer Flashback de esta temporada! *
nota:
A partir de aquí los Flashbacks tendrán el título; ♡a n t e s♡
los demás capítulos permanecerán
enumerados.
Por cierto se quiero aclarar que no hago esto para molestarlas, es solo que no quiero dejar ningún cabo suelto.

I; Sé mi esposa.
Justo en ese preciso momento la mente de Jack se volvió un tornado de emociones colisionando una con otra, tan deprisa que lograron aturdirlo al instante. Ver a Aurora cerca de Elsa lo puso nervioso y al mismo tiempo logro hacerlo sentir como el peor de los imbéciles. Pudo haber sido la forma en que lo miro, con los ojos vidriosos y el reflejo en el rostro de un corazón roto en miles de pedazos. Pudo haber sido el simple hecho de saber que dentro de ella habitaba una pequeña vida que él ayudo a engendrar.
Aurora estaba sufriendo por causa suya, las chicas la insultaban, dejaban notas con palabras anti-sonantes como «Zorra» en su casillero sin conocer la historia completa. No sólo era eso, corría el rumor de que un par de chicas habían hecho una visita personal a su casa para dejar un graffiti en su ventana con la frase: Las zorras como tú deberían morir. Además los chicos la acosaban y no paraban de mandarle mensajes asquerosos. Y todo, o al menos la mayoría, era su culpa.
Su culpa por haber aceptado participar en un juego estúpido, su culpa por no haber sido un mejor ser humano, por haber sido un ser miserable. Aurora estaba enamorada de él hasta la médula y él como un cínico se había aprovechado de ese sentimiento para jugar con el cómo arena moldeable entre sus manos, como si Aurora no tuviese ni voz ni voto. Como si ella no fuera un ser humano.
Las luces y la música fueron el detonante para que la bilis subiera por las paredes de su garganta reseca, proporcionándole un sabor amargo a su lengua, pero él podía apostar a que no era ni la mitad de asqueroso que el momento que Aurora estaba viviendo a los ojos juiciosos de sus compañeros. El baile debería ser un momento dulce para ella.
Aurora se marchaba y quien sabe si podría verla otra vez, a ella y a su bebé. Y quizá no fuera lo más valiente, pero si era lo correcto en lo que a su futura familia se refería. Se despidió de Elsa sin decirle nada y aquello fue como recibir un buen puñetazo en la zona baja, pero lo hizo por que en medio de tanta devastación quería ser en él quien pudiera darle la esperanza de que había calma después de la tormenta.
Y él era su tormenta.
Ella pudo haber sido la calma, si tan solo él no hubiese estado tan enamorado del torbellino de caos que era Elsa.
—Lo hago por ella —susurro mientras corría por los pasillos de la escuela, para llegar a fuera antes de que la rubia lo hiciera.
Su pecho subía y bajaba tan rápido que le dolió a cada paso que daba. Igual no fue el hecho de correr como si su vida dependiera de ello, fue más bien la sensación de desprendimiento que lo consumía de pies a cabeza, la sensación de vacío cuando se daba cuenta que su vida como adolescente había encontrado su final en una bala pérdida que llevaba el nombre de embarazo por todas partes.
Con el corazón desaforado llego a la entrada, antes de que Aurora lo hiciera, se acomodó el smoking y el cabello. Para cuando escuchó pasos del otro lado de la puerta, Jack se arrodilló bajo las escaleras. Impecable y nervioso como una mezcla que no puede llevarse nada bien. Luego saco la pequeña argolla de su saco y le pidió al cielo darle las fuerzas para seguir con estos hasta las últimas consecuencias.
Las puertas se abrieron.
Y ahí estaba ella de pie en la cima de las escaleras, mirándolo como un preso mira el sol, como lo haría una enamorada. Su vestido rojo ondeó al compás del viento y su piel blanca se erizó, tal vez por miedo. Pero si entráramos en detalles Jack también abría dicho que en sus ojos había destellos de irá dispersos como estrellas en el cielo.
Estaba molesta y terriblemente enamorada y eso la estaba volviendo loca.
—¿Qué haces? —Aurora cruzó los brazos sobre su pecho. Luego vio el anillo que sostenía entre sus dedos y su sonrisa apareció entre sus labios rosas.
—¿Te casas conmigo? —Jack se mordió los labios, ignorando el sudor frío en sus manos.
—No, Jack —Aurora negó con suavidad a la par en que el gesto de Jack se transformaba en confusión. Parpadeo un par de veces, más aún de rodillas —. Lo siento.
—Pero... Yo, bueno, creí que...
—Mira —comenzó la rubia descendiendo por las escaleras con cuidado —, yo no quiero "atraparte" o que sientas que casarnos es la solución... Porque no lo es Jack.
—Pero, yo vi tu sonrisa. Cundo viste el anillo fue como...
Cuando llego a su lado Aurora le tomo la mano y lo ayudo a ponerse de pie. Ella jamás habría pensado que Frost pudiera haber llegado a tanto, porque si era honesta con ella misma sabría que no querría casarse con el chico que la utilizo a pesar de todo el amor que sentía por él. Cuando lo tuvo frente a ella suspiro de cansancio y desilusión.
—Sí, lo hice —admitió mordiendo su labio inferior —. Pero no fue por el anillo o la propuesta, tonto. Es por lo que representa.
—¿Amor? —adivino buscando su mirada cuando ella no quería mirarlo a los ojos. Ya no.
Amor, un sentimiento curioso por ratos dulce por otros trágico, pensó la rubia. Sabía que lo que Jack sentía por ella no era amor porque la destruyó y eso no lo hace el amor. Sabía que no era amistad porque no existía ni existió entre ellos.
—No —rodó los ojos —. Compromiso. Y eso significa que te comprometes con nuestro bebé y eso era lo que yo quería. Nunca quise un anillo, ni una boda y la darse amor frente a todas esas personas hipócritas. Quería amor y no para mí, si no para tu hijo o hija.
Una vez más se sintió como un terrible idiota. Jamás entendió a las mujeres, jamás entendió a Elsa por ser un laberinto sin salida, jamás entendería a Aurora por ser la cosa más inocente y buena entre tanta basura de humanidad. Era simple y compleja, era amor y la calidez de una fogata en medio de la nada. Él podría ser en cruel viento que la apaga pero también el despreciable frío que la necesitaba.
Una rosa creciendo en medio de un montaña nevada.
—Yo no quiero que dejes tu vida, al contrario, no seremos la causa de tus futuros reproches. De que digas que es nuestra culpa que tu no hicieras esto o el otro. Me basta con que la ames tanto como yo lo haré, ¿sí?.
—Aurora —dijo Jack con suavidad, alzando su barbilla con el pulgar sin querer lastimarla aún más —. Perdón. Yo no tenía idea de que te sentías así, soy un imbécil. Tampoco quiero hacer esto, no quiero que ambos nos atemos a una vida que no deseamos. Es solo que no sabia que más hacer.
Aurora se encogió de hombros apartándose de su toque casi al instante, aún con la mirada seria y la postura fría. Jack se sintió extraño con esta postura que estaba tomando, pero tampoco pudo culparla. Él lo merecía.
—Se hace tarde. Mi vuelo sale en 45 minutos, tengo que irme.
Antes de que Aurora pudiera girar por completo, Jack le tomo la muñeca. Prestando especial atención en la unión que ese pequeño toque representaba. La rubia alzó una de sus cejas espera do el siguiente movimiento.
—Voy contigo.
—No pienso obligarte.
—Es mi deber —Por primera vez la seguridad brotó de él al decir aquellas palabras. Aurora cerro los ojos un breve instante. Ya no quería más culpas.
—Es tu decisión. No será mi culpa.
—Lo prometo —soltó Jack alzando su mano derecha. Aurora asintió no muy convencida ni conmovida. Solo a la espera de que otro error llegará a su vida con esta decisión.
¿Qué más podía pasar? Un solo bebe seria su única unión y fuera de eso cada quien su vida y sus errores. Sus triunfos y nuevas experiencias.
❤
Empatamos los Flashbacks.
Siento que no sea tan largo
pero... Dios, las que me
conocen un poco más sabrán
por todo el estrés —y la felicidad —
que estoy pasando en estos momentos.
Este capítulo va dedicado a todos los que siguen aquí y no sean marchado aunque yo sea una desobligada de lo peor xD.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top