Darren

Ace revisa las cartas que se supone que tienen la solución a todo esto "el tiempo" y "un lobo", las mira atentamente, son esas que sacó la otra vez para mí. Si estaría un poco más lúcido y no tendría tanta energía negativa en mi cuerpo, intentaría ayudarlo. Me sobresalto cuando Seyn se sienta a mi lado en el sillón en el que estoy.

—Eris y Aradia hacen lo que pueden para que el lugar no se contamine de energía negativa, pero te necesitamos a ti —Me agarra de la mano y me sonríe —. Todo está bien, ¿de acuerdo?

—Te traté muy mal —le digo.

—No es cierto, ese fui yo, tú eres luz —Me acaricia la mejilla —y necesito que ilumines los días, ¿está bien?

Bajo la vista.

—Eso sería bonito, si no me sintiera tan pésimo.

—Estás dejándote llevar por esos malos pensamientos —Bufa —. No soy bueno para esto —Alza la vista y mira al otro rubio —¡Jovan, haz algo, ayúdame!

—Ya hablé —expresa mi amigo —no me quiere escuchar, la última vez que pasó esto, le dijimos que buscará a la mariposa, que la vea, pero creo que no está funcionando en esta ocasión.

—Claro que sí —Sonríe Ace desde la barra —ya no está llorando, es un avance.

—¡Tú no te distraigas! —lo reprende Seyn —Ya tenemos suficiente con tu novio que haya decidido regresarte la maldita carta demasiado tarde. Maldito lacayo de las voces —Mira de mala manera a Blake.

—Mi paraíso estaba asustado, déjalo —pide Ace —. Si queremos arreglar esto, no discutamos, debemos estar unidos y regresar a la florecita a la normalidad ¿Qué tal unas clases de ánimo del pequeño saltamontes?

—¡¿Por qué me metes a mí?! —grita Tarik alterado mientras la pandilla oye atentamente detrás de él.

—Porque hice un gran trabajo para salvar a todos nuestros amigos y mínimo deben ayudar, este sótano no es gratis.

—Quien me preocupa es Maik —dice Eliza inquieta, acercándose mientras sostiene a su bebé —. Es el único que no ha llegado, estaba en el trabajo y no me contesta las llamadas.

—No te preocupes por Maik —contesta Seyn —las voces no lastimarían a la única persona que quiere Rein, están obsesionadas con él, no van a atreverse.

Hablo después de estar un tiempo callado.

—Las voces terminaron con Rein, él les rompió el corazón. Maik puede ser su carnada para vengarse y Emmet debe también estar en problemas —Me agarro de la cabeza estando frustrado —¡Y es mi culpa! —Lloro sintiendo la energía negativa que me consume.

—¡Claro que no, Mariposa! —Seyn me agarra de los brazos y me mira atentamente —Cierto, lo olvidé por completo —Me quita el collar que tengo el cuello y lo tira —¡Eso tiene energía negativa, directo de las voces, nos pueden encontrar, destrúyanlo! —grita indignado.

Demasiado tarde.

Se escucha un fuerte golpe desde el techo y de repente se rompe en un gran agujero, una enorme mano negra sale de allí y me agarra, mientras se oyen sus carcajadas. Traspaso un portal, saliendo disparado, cayendo en una especie de santuario. Siento como me regresa la fuerza porque no tengo el collar, pero creo que me lastimé la pierna cuando me han lanzado al suelo.

—¿Qué... ¿Qué es este lugar? —Observo para todas partes y veo a Nyx escondida detrás de una columna, observando la situación.

Las voces, en su forma de Neira, caminan como mujer en el lugar y levantan una espada completamente negra.

—¿Quieres conocer a tu familia Darren? —Tocan el filo de su arma.

Intento levantarme, pero el dolor de mi pie es insoportable.

—No gracias, ya tuvimos esta conversación antes.

Se ríen.

—No me refería a esa familia. Lo pensamos mejor y decidimos que él debe ver tu desgracia. Además de vivirla también, por supuesto.

—¿Él? —Alzo una ceja.

—Basta de charla —Agarran mi mano de manera abrupta y me cortan un tajo, derramando un montón de mi sangre.

—¡Ag! —grito adolorido —¡Desgraciadas! —Hago un quejido mientras sostengo la zona herida que tiembla.

Ignoran mis quejas y se acercan al lugar donde hay cadenas. Clavan la espada justo en el centro, recitan algunas palabras indescifrables y de repente todo el lugar se ilumina. Quitan la espada de allí, mientras la luz se hace más cegadora. Un potente rayo cae allí, me sobresalto cuando mis cabellos y los de ellas se mueven por tanto viento.

Hay una pequeña explosión y las voces dejan de sonreír cuando ven lo mismo que ven mis ojos. Una extraña sensación de calidez y paz se apodera de mí al ver esas alas tan brillantes y llenas de plumas blancas. El hombre rubio, atado con las cadenas, se inclina en el suelo estando adolorido y observa a las voces sorprendido.

—¿Agatha?

Ellas bufan y gruñen molestas.

—Te hemos dicho mil veces que no somos Agatha.

Mis labios tiemblan al mirarlo atentamente y siento una extraña emoción.

—Un... un ángel.

Las voces me miran enfadadas.

—No es un ángel, es Ragnak, tu ancestro, el primer restaurador o eso se supone —Lo vuelven a observar indignadas —¡¿Qué hiciste con el hechizo de Agatha?! —gritan furiosas —¡¿Dónde está la desgraciada de tu mariposa?!

Él baja la vista triste.

—Sacrifique muchas cosas para encontrarte.

—Te hemos dicho mil y una veces que no somos Agatha —Alzan su espada y cortan una de sus alas, él grita, entonces se ríen —. Mucho mejor.

La sangre se derrama por el suelo y me frustro.

—¡Déjenlo! —grito.

—¡No es un restaurador, ni un ángel, Darren! —me aclaran —¡No merece misericordia!

—Lo lástiman —digo llorando.

—Que novedad —se burlan y vuelven a reír. Regresan a mirarlo —. Será mejor así, cortaremos la otra para que ya no puedas huir ni volar.

—Haz lo que quieras —dice Ragnak y la mira con tristeza —me lo merezco.

Sonríen con satisfacción y luego regresan hasta mí, se agachan a mi altura, entonces me acarician la mejilla.

—Darren, dile a tu ancestro, que él ya no es el protagonista de esta historia, ese eres tú —Se levantan del suelo y apoyan la espada en mi barbilla —. Que comience el show.

Continuará...