29. Amigos
Rein
Camino a donde está estacionada la motocicleta de Max. Al final del sendero de la plaza, sobre el pasto y al lado de la calle. Él se encuentra sentado en su vehículo junto a su novia, andan de acaramelados.
—Lindo lugar para besuquearse —Sonrío y la brujita rubia se avergüenza pero luego me mira mal —. La bipolaridad —chiflo.
—¿Y tú qué quieres? —expresa molesta Uri y se cruza de brazos.
—Hablar a solas con mi amigo.
—Ni creas que... —dice pero se detiene cuando Max se acerca a su oído y le susurra algo que no logro escuchar, ella se sonroja, entonces se baja de la moto, me observa enfadada —. Ahora vuelvo, ni te le acerques —amenaza.
—¿Tienes miedo de que te lo robe? Cobarde —me burlo.
Ella va a respóndeme, pero el cazador la interrumpe de nuevo.
—Uri, ve, después hablamos —le aclara.
La brujita asiente, para después irse corriendo, aunque antes de retirarse me tira una mirada de odio.
—Si cree que me va a asustar con eso, está muy equivocada —Me río.
—Ten cuidado, es una bruja ritual —me advierte alegre el cazador —. Como sea, ¿de qué querías hablarme? —pregunta.
—Es que siento que voy a explotar sino hablo con alguien —Bufo.
—Lanza —pide.
—Te aclaro que esto es un secreto, si dices algo te destruyo, sabes que lo haré —amenazo y se ríe —. Hablo muy en serio —dictamino severo.
—Me sorprende que aún desconfíes de mí, si sabes que yo soy tuyo, mis sentimientos no han cambiado Rein, jamás haría algo para herirte y sobre todo soy tu amigo, no hay mejor razón que esa para confiar.
—Si te oye Uri, te mata —me burlo.
—Tú cállate y yo me callaré —Me guiña el ojo y sonrío.
—Vale, la cosa es así —Alzo un dedo —no te vayas a asustar.
—Ni te imaginas todo lo que he visto en mi vida, no voy asustarme, peque —Sonríe de lado.
—Las voces tienen cuerpo, engañaron a Blake para que utilizará su arma contra Eliza y así lo consiguieron, andan fingiendo ser una profesora y también un compañero de clases de Darren. Me acosté con ellas, me prometieron el universo y se enojaron porque luego estuve con Emmet ¡¿Y no tengo idea de qué hacer?! —grito alzando las manos, exhalando mi último aliento, ya cansado, bajo los brazos —¡Uf! Creo que eso es todo.
Max se queda callado hasta que abre la boca despacio.
—Wow ¿Tuviste sexo con la magia negra? —Se lo piensa —¿Y estuvo bueno o raro?
—Fue placentero, igual prefiero comer que tener sexo —Muevo los hombros —pero ese no es el problema ¡El problema es que se han enfadado conmigo! —expreso preocupado —¡¿Qué hago?! —insisto.
—Bueno, yo también estaría enojado si fuera ellas, después de todo, estoy seguro de que te has acostado con Emmet mientras las voces estaban en tu cabeza, no debe ser muy agradable ver como la persona que te gusta fornica con otro todo el tiempo.
—Hablando de eso, Emmet dijo que me las devolvería.
Se ríe.
—No creo que quieran volver, si les costó tanto obtener un cuerpo.
—Obvio que no, pero imagínate que las regreso mientras ellas están enojadas conmigo, sería peor, por eso no puedo decirle a Emmet quienes son las voces.
—Me siento importante, ya que a mí sí me lo cuentas —Sonríe ampliamente.
—Porque a ti no te interesa si el mundo explota, Emmet es amigo del "grupo alegre", así que obvio que sí le molestaría.
—Lo sé, es un señor amargado, no entiendo qué le viste.
—Es astuto —opino —pero dime, ¿qué hago para que dejen de estar enojadas conmigo?
—Disculparte, no acostarte más con Emmet y conquistar el mundo —Se ríe —. Es broma.
Bufo.
—Eso no me ayuda.
—Creo que estás obsesionado con las voces, debería tomar esta oportunidad para pensar, yo no te puedo decir lo que tienes que hacer, ya que son tus sentimientos, tú tienes que fijarte lo que quieres.
—¿Y qué hago mientras? —me quejo —Me miran de mala manera y me siento mal —Hago puchero y bajo la vista triste —. Me duele, no quiero que se enojen conmigo —Me refriego un ojo porque siento que voy a llorar.
Suspira, deja de estar apoyado en su moto y se me acerca, pone su mano en mi hombro, así que me regala una sonrisa cuando alzo la vista a mirarlo.
—Entonces diles lo que piensas. Quién puede entenderte más que tu propia especie, ¿no?
Sonrío y asiento. Me desconcentro cuando oígo el grito de Darren.
—¡¡Emmet!! —exclama en alto el restaurador asustado y se lanza a los brazos del vampiro —¡¡Sálvame, Leik Misteik está aquí!!
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