Capítulo 2: Una nueva amistad.


Era tiempo de que aquel maravilloso momento terminara, pues ya caía el atardecer, guardaron todo lo utilizado en la cesta que su madre había traido y así decidieron retornar nuevamente al palacio.

-- Oh mis bellos hijos, no había salido en años gracias por eso los quiero mucho -dice muy alegre para luego abrazarlos- ¡Los amo!

-- Nosotros a ti mamá. -- dijeron al unisono correspondiendo su dulce gesto.

Unos dos caballeros apenas vieron que se acercaban, abrieron las puertas del palacio. La reina les agradeció y finalmente entraron en el.

-- Mamá voy a salir a correr un momento,  ¿si? -- dijo apenas entró.

-- Hijo acabamos de llegar. -- responde confundida.

-- Lo sé mamá, pero cuando se trata de correr nada me detiene. -- mencionó estirándose de un lado para otro.

-- Bueno, esta bien hijo ve, pero vuelves antes de cenar ¿eh? -- le advirtió.

-- Si mamá, lo haré, ya regreso nos vemos hermanos.

Un leve impulso fue sufieciente para provocar un estallido de viento, dejando a lo largo del camino una estela azul brillante. Mientras que los pies de Sonic se movían más rápido que nunca. Sentir el viento en su rostro, era una de sus sensaciones preferidas, pues se sentía libre.

--¡Esto es divertido, wuju!-- exclamó mientras seguía su recorrido a toda velocidad con los ojos cerrados.
Chocó con alguien.

-- ¡Auch! -- cayó al suelo algo brusco.

-- ¡Au...! -- estaba tendido en el suelo, para luego levantarse sacudiendo la cabeza de un lado a otro, se la tomó con la mano derecha mientras sus ojos continuaban cerrados -- Lo siento, no me fijé por donde iba.

--No importa, estoy bien. -- afirmó.

Era la voz de una chica, al escucharla, Sonic abrió los ojos y lentamente alzó la mirada hacia aquella chica. Era hermosa, sus mejillas se tornaron de un color rosa al igual que las puntas de sus orejas triangulares, mientras sus ojos esmeralda resplandecían al verla.

--Oh lo, lo siento de verdad señorita.-- nervioso una gota de sudor desprendió de su sien.

Ella solo rió por su adorable reacción.

-- Esta bien, no te preocupes acepto tus disculpas. -- lo perdonó.

--Oh vaya-- suspiró viéndola ruborizado-- No se si sonaré muy directo o atrevido pero usted es muy bonita señorita.

-- ¿E-Enserio? -- tartamudeó por tal comentario inesperado.

--Si-- rió nervioso mientras sus mejillas se tornaban de un color rosa más intenso.-- Lo lamento, no quise sonar tan directo.

-- No, para nada -- soltó una risilla mientras sus mejillas se tornaban carmesí.

Linda, muy linda, su nombre ha de ser igual de lindo, por supuesto, no me quedaré con las dudas.

-- ¿Cuál es su nombre señorita?-- prengunta sonriente.

-- Me llamo Amy Rose, mucho gusto, ¿y tu?.

-- Me llamo Sonic the hedgehog mucho gusto, Amy-- responde estando tan emocionado que sus mejillas resaltaban mucho más su rubor.

-- El gusto es mío Sonic. -- dijo de manera familiarizada.

-- ¿Y por que estás en esta vereda tan sola?. -- es curioso, no me quedaría con la intriga.

La eriza torna su mirada brillante a una más nostalgica.

-- Oh, solo mirando como los demás se divierten. -- contestó siendo su respuesta muy sola.

-- oh, y ¿por qué solo lo estás observando?, deberías divertirte también -- le sugirió intentando animarla un poco.

-- Bueno, es que no tengo ni un solo amigo, así que no se con quien divertirme. -- menciona.

¿Cómo es eso posible?, ella parece ser el tipo de chica que es agradable para quien sea. Pensé. Bueno, supongo que como su primer amigo es mi deber ayudarla a sentirse como aquellos que observa.

-- mm.. -- me hice el pensativo-- y ... ¿Que te parece si te diviertes conmigo? jeje -- pregunté.

(yo: aquí debe haber malpensados que malinterpretaron lo que dijo Sonic como yo :v XDXD)

-- ¿eh, de verdad? -- brillaron sus ojos.

-- Claro, si quieres puedo ser tu amigo.

-- ¡Si!, claro que quiero -- se levanta y se abalanza a él abrazándolo desde sus hombros-- ¡gracias, gracias gracias!.

-- Eeh...-- se queda inmóvil debido a que los nervios invadieron su cuerpo.

La eriza rosa notó de inmediato que el erizo se encontraba nervioso por su acto, ello hizo que lo dejara de abrazar, se avergonzó de haber incomodado al erizo.

-- je l-lo siento no pude contener la emoción. -- dijo nerviosa mientras jugaba con sus dedos.

-- No te preocupes Amy. -- sonrió nervioso, rascándose la nuca.

-- Bueno esta bien pero no se nada de lo que hacen los amigos para divertirse. -- jugó nuevamente con sus dedos.

-- Calma yo si, es más, soy experto. -- afirmó señalándose a si mismo.

-- Ya veo que si. -- soltó una risilla -- bueno y ¿que hacemos?.

-- Mm.. -- tuvo una idea y de inmediato tomó la mano de la eriza para luego arrastrarla cual trapo -- ¡¡Demos un paseo, vamos!!!.

-- Woah, esta bien, esta bien.

-- Mira -- frenó de inmediato. -- Esa es la tienda de chilidogs, ¿compramos unos?.

La cara del erizo resplandecía cual sol de verano por tan solo pensar en aquellas delicias.

-- Claro. Esta bien, vamos. -- cedió al notar el entusiasmo de su acompañante.

Se dirigen a la tienda, al parecer el vendedor era conocido de Sonic, pues apenas lo vió, estiró su brazo, agitándolo de derecha a izquierda.

-- ¡Hey Robert! -- saludó con confianza -- ¿Podrías darme dos chilidogs por favor?.

-- Claro que si. -- los preparó con gran energía, entregándoselos en un dos por tres -- Para él príncipe Sonic, ¡tenga!.

-- ¡Gracias Robert!, cuida esas manos, que con ellas haces -- besa sus dedos índice tanto como pulgar formados en "o" -- magia.

Robert solo río manteniendo sus brazos cruzados ante el comentario del erizo, quien estaba sacando de una pequeña bolsita de tela crema, pequeños granitos dorados y relucientes. Se los entregó al vendedor.

-- Oh dios mío señor Sonic, no puedo aceptar esto. -- trató de devolvérselos, pues era oro.

-- Nah, quédatelo Robert tu lo necesitas más que yo,  además tu magia con los chillidogs merece una recompensa así, incluso más. -- chasqueó sus dedos señalándolo.

Robert no podía estar más agradecido.

-- Gracias príncipe Sonic. -- resplandecieron sus ojos azules como el mar.

-- Para ti soy solo Sonic Robert. -- le sugirió, pues él lo consideraba un amigo más que un súbdito.

-- Oh claro es la costumbre solamente -- rascó su nuca apenado -- pero gracias Sonic.

-- De nada Robert, te lo mereces. -- dió media vuelta a punto de irse.

-- Y ¿para quién es ese otro chilidog Sonic? -- cuestionó curioso deteniendo al erizo.

Sonic se confundió, pues su acompañante estaba justo al lado suyo, le pareció raro que no la haya notado.

-- Para mi amiga Amy que está aquí a mi lado... -- la señaló arqueando una ceja.

-- Eeeeh ... -- se confundió también -- Usted está solo príncipe Sonic. -- trató de hacerle notar ello.

-- Pfft, oh Robert, jaja que gracioso, solo Sonic por favor y Amy está justamente a mi lado, así que no trates de engañarme, no se te da pillín. -- bromeó -- un gusto volver a verte, nos vemos.

Se marchó, dejándo a un Robert fuera de contexto.

-- ¿Acaso... el príncipe está drogado?.

Camino a casa, Sonic estaba sacado de onda por aquel comentario incoherente que hizo Robert.

-- Vaya... -- posó sus dedos sobre su frente -- ¿puedes creerlo?, necesita gafas-- rió -- no te vio.

-- Si, tienes razón, que raro. -- rió del mismo modo.

-- En efecto, bueno ten. -- le dió el chillidog que compró.

-- Gracias. -- lo recibió para darle un mordisco tremendo, como si se hubiese aguantado el hambre por décadas -- vaya sabor, pica, pero a la vez es delicioso.

-- Si, lo sé -- le da un mordisco a su comida para continuar hahablando-No entiendo como es que...

-- Shh -- le tapa la boca, posándo su dedo índice entre los labios del erizo -- No hables con la boca llena.

Aquel acto, hizo que la timidez del erizo incrementara, dirigiendo la vista hacia los dedos de la eriza y luego a los ojos jade de esta. Solo se ruborizó. Ella solo sonrió y apartó sus dedos de allí.

-- jeje -- rió por la tierna reacción del erizo, le encantaba su rubor -- ¿eres un príncipe?.

-- ¿E-eh? -- aún estaba embobado, al cabo de unos segundos reaccionó -- ¡Ah, sí!, pero no estoy acostumbrado a que me digan príncipe a cada segundo de mi vida.

-- Ooh ya veo, no te preocupes, yo solo te diré Sonic. -- mostró su palma jurando. Un acto gracioso para el erizo.

-- Esta bien. ¿Sabes?, es la primera vez que conozco a alguien como tu. -- afirmó sonrojado.

-- Oh, ¿de verdad?, eso es lindo. -- le dedicó una sonrisa.

-- Je... -- fijó la vista en un reloj del parque en donde se encontraban -- ¡Oh cielos, es tarde y debo irme!.

-- ¿De verdad? -- prenguntó ella tranquila.

-- Si, es que le prometí a mi madre que iría antes de cenar y ya sabes mi madre es una reina, siempre me dice "un príncipe siempre es puntual" -- imitó la voz de su madre -- Así que debo hacerle caso.

-- jaja -- rió por la imitación -- Bueno, esta bien, nos veremos cuando quieras. -- guiñó.

-- ¡Excelente! -- dijo entusiasmado -- Adiós Amy.

La eriza rosa lo despidió agitando la mano de un lado para otro, al ver que ya se había marchado, su rostro cambió a uno nostálgico. Ella siguió su camino, dirigiéndose nuevamente hacia aquella vereda, sentándose en ella.

-- ¡Rayos, mi madre me matará! --Corriendo pensaba.

El azulado erizo entró por la puerta del palacio a toda prisa una vez que el gran portón del palacio fue abierto por los guardias encargados de ello. Para pocos segundos después detenerse en seco frente a su madre, causándole un susto, a lo cual dió un pequeño paso hacia atrás retrocediendo

-- Cielo santo Sonic, ¿por qué tardaste tanto?. -- preguntó preocupada.

-- ¡Oh si, eso! -- exclamó nervioso, mientras su rubor volvía a reaparecer en sus mejillas  -- es que yo...

-- ¿Si...? -- lo miró de brazos cruzados esperando una respuesta por parte de su hijo-- Requiero de una explicación, dime.

El oji esmeralda suspiró unos segundos.

-- Conocí a una chica, me volví su amigo, la encontré sola es por eso que decidí acompañarla un rato luego fuimos a la tienda de chilidogs, pedí dos, uno para ella y uno para mí pero lo raro fue que Robert no la vio a pesar de que ella estaba a mi lado. -- explicó casi como si de un rap se tratara.

-- aww -- unió sus palmas llevándoselas hacia su mejilla derecha -- Mi hijito está enamorado y que raro que Robert no la haya visto el nunca a requerido de gafas.

-- Eso fue lo raro. -- repitió.

-- Bueno no importa y ¿cómo se llama tu amiga eh?. -- codeó el brazo de su hijo bromeándole.

-- Oh vamos mamá, para. -- cubrió su rostro sonrojado --se llama Amy Rose.

-- Jaja mira nada más como te pones con solo mencionar su nombre -- rió por ternura ante la reacción de su hijo -- que bueno que tengas una nueva amiga, hijo mío.

-- Si ma, es... una nueva amistad y una muy hermosa. -- pensó en ella.

- Ow, que hermoso hijo mío. -- arqueó las cejas mientras sonreía.

-- Si, lo es -- suspira.

" Ella es muy intrigante, amable, bonita, es alguien que se me hace tan fácil expresarme, como si hubiera estado ya presente en alguna parte de mi vida, será que, ¿la conoz-"

-- ¡Sonic!, ¡Sonic! -- llamó su atención sacándolo del trance de sus pensamientos.

-- ¿eh? -- salió de su mundo.

-- Pequeño pícaro -- lo molestó de nuevo -- Deja de pensar en aquella chica y ayúdame.

-- ¡No estoy!... -- suspiró de nuevo -- ah ... Olvídalo, te ayudaré.

Continuará...

Espero que les haya gustado bye y no se pierdan el siguiente cap ;) los quiero bye!!

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