Antes de empezar a leer, me gustaría aclararles cómo se lee este libro.

Historias Para Viajar es una antología de diez cuentos independientes pero relacionados entre sí. ¿Qué quiere decir esto? Que ustedes pueden leer uno, dos, o varios capítulos, y van a tener un final asegurado. Pero habrá muchas interrogantes que quedarán inconclusas porque se esclarecen en otros cuentos.

Un ejemplo de esto son los nombres. Van a ver que en cada capítulo los protagonistas de la historia no tienen nombre, y son Ella y Él. En otros cuentos van a descubrir sus nombres, esa es la jodita del libro.

A su vez, los diez capítulos conforman una gran historia, ahí es cuando la antología se transforma en novela, y todo cobra sentido. Incluso, si leen los capítulos en desorden el resultado será el mismo, por la independencia de cada historia en particular.

Vamos a jugar con el tiempo, así que no se asusten si vamos y venimos en la línea temporal, o si encuentran escenas y diálogos enteros repetidos. Eso es porque habrá escenas que se repiten desde el punto de vista de otro personaje.

Incluso, al finalizar el libro pondré cómo se debería leer si quisieran leerlo en orden cronológico, ya sabiendo quién es quién. Y ahí esta antología se transformaría en novela.

Son 17 personajes. 17 historias distintas que conoceremos a lo largo de todo el libro. Ninguno es secundario, todos tienen su momento protagonista.

Espero que disfruten esta historia, acá tienen 5 años de trabajo minucioso, encajando cada historia con coherencia y realismo. Intentando que nada quede suelto, viendo hasta el más mínimo detalle, y acompañando el crecimiento y maduración de los 17 personajes a lo largo de sus vidas.

Y una última pequeña cosa. Este libro está ambientado en Buenos Aires, Argentina, por lo que está narrado en español rioplatense. Van a ver palabras raras, comas y acentos fuera de lugar. No se asusten, es por el voseo. Al final de cada capítulo voy a dejar un espacio para que consulten palabras o referencias culturales que no entiendan.

Sin más que aclarar, ahora sí. Acomódense, preparen el mate, y a leer se ha dicho.

Que la disfruten tanto como yo disfruté escribiéndola.