Capitulo 28: Confesión y un maldito acosador.

—Les volví a ganar♪ — me burle de ellos, Samy chocó su puño con el mío y me guiño un ojo.

—Ese es mi Tontonado— río y me lanzó un beso.

—Solo tuviste suerte— dijo Crissie sentándose en mi moto, Jake se acercó a Samy y la abrazo por detrás.

—Que mala perdedora eres pequeña Salamandra — dije apretando su nariz, ella se removió un poco para que la soltara, en un mal movimiento casi se cae de la moto, la primera reacción que tuve fue abrazarla.

—¡Kyle!— no podía ser, era imposible, ¿que hacia ella aquí? me separe de Crissie y miré en dirección de aquella voz tan familiar.

—¿Astrid? ¿Que haces aquí?— pregunté incrédulo, ella se acercó a mí y por unos segundos miró a Crissie, luego me miró directo a los ojos.

—Kyle, se que dije que ya no insistiría más, que te dejaría ser feliz, pero...— miró a Cristine y tenso la mandíbula— No puedo, yo te amo, te necesito— ¿como podía responder a eso? No creía correcto decirle algo desagradable sólo para alejarla, no quería hacerla sufrir, miré el suelo pensativo ¿que podía hacer?

—Disculpa linda, pero mi primo ya tiene novia, a la cual ama con todo su corazón y ella también lo ama a él— y ahí estaba Samy, aún abrazada a Jake, diciendo las palabras que yo no me atrevía a pronunciar para no lastimar a Astrid— Si tanto lo amas como dices, dejalo ser feliz, aunque no sea contigo— Samy me sorprendía cada vez más, vi que Astrid tenía los ojos vidriosos, tense la mandíbula, no me gustaba ver a las chicas llorar, ella fijo su mirada en el suelo por unos segundos antes de mirarme, sonreír e irse sin decir ni una sola palabra.

Me quede mirando por donde se había ido Astrid, ¿estaría bien después de esto? No lo sabía, pero esperaba que así fuera, me lleve la mano a la cabeza y rasque mi nuca, esto era incómodo, todos estábamos callados y yo no sabía que decir, miré a Samy y ella me sonrió algo triste.

—¿Me puedes llevar a casa?— le preguntó Samy a Jake.

—Claro— se separó de Samy y se acercó a mí — Nos vemos— dijo dándome la mano.

—Si— respondí, Samy me abrazo y luego se despidió de Crissie, los vi subirse a la moto e irse.

—Será mejor que yo también me vaya— dijo Crissie bajándose de mi motocicleta.

—¡No, espera!— la afirme del brazo para que no se fuera, ella me miró sorprendida y confundida a la vez.

—¿Qu-que, pasa algo?

—Necesito hablar contigo— la solté y trate de relajarme, esto de confesarse no era lo mío, la verdad es que nunca lo había hecho.

—Te escuchó— dijo algo seria, rayos, su mirada me ponía aún más nervioso, ¿como era posible que esta chica me pusiera así?

—Crissie, tú m-me... me — ahora tartamudeas, ¡estupendo, terminarás viéndote como un completo idiota! me regañe internamente, hazlo ahora o te arrepentirás ¡se firme! — Tú me gustas— solté sin más, ella seguía seria, sin demostrar ninguna reacción en su rostro, espere por unos segundos a que dijera algo, pero lo único que hizo fue reírse ¿se estaba burlando de mi? Me pase la mano por la cara, que de seguro estaba roja, esto era humillante, ya no quería estar allí, me acerque a la moto con intención de irme.

—Espera— la escuche hablarme, aunque aún reía— Lo siento, es que...— me di la vuelta para verla a la cara, enfrentaría cualquier cosa que me tuviera que decir, que no le gustaba, que tenía novio, que sólo me veía como amigo, tal vez como un hermano mayor, cualquier cosa la tendría que soportar— No creí que tú... — se acercó a mí y me tomó las manos, me miró a los ojos y sonrió— Tú también me gustas y desde hace mucho— ¿que había dicho? No lo podía creer, hace mucho, y yo no me había dado cuenta, respire aliviado y le sonreí.

—Por un momento me asustaste— confesé, ella rió y luego me abrazo, ahora era el hombre más feliz del mundo, la abracé con fuerza, no la dejaría ir nunca de mi lado.

      ♥♥

Desperté por el sonido de la ruidosa alarma, estire la mano hasta la mesita de noche y di unos cuantos golpes hasta acallar el infernal sonido, me levante perezosamente y fui a ducharme, el domingo había estado castigada todo el día por haber salido y haber llegado tarde el sábado por la noche, salí de la ducha y fui a buscar algo que ponerme, me puse unos jeans, una polera negra con rosado y unos botines negros con un cierre atrás, me puse un poco de maquillaje y deje mi cabello suelto.

Tomé la cartera negra de Abby y metí el celular junto con el cargador, si, por fin los tenía de vuelta, sobre el sofá había un blazer negro, lo tomé y me lo puse ya que era aún de madrugada y hacía algo de frío, salí de la habitación y baje las escaleras, aún era temprano pero me quería ir antes de ver a la bruja, cuando salí John, el chofer ya me estaba esperando, subí al auto y espere a llegar al internado, alrededor de unos veinte minutos llegamos, John abrió la puerta y baje.

—Gracias John— le sonreí, él sólo asintió con la cabeza, se subió al auto y se fue.

Entre al internado el cual se veía desierto, tal vez me había excedido en levantarme a las 5:15 de la mañana, había hecho que el pobre John se levantara más temprano de lo normal, para él claro esta, entre al edificio y subí hasta mi habitación, abrí la puerta despacio y vi que tanto Liz como Sash seguían dormidas, entre sin cerrar la puerta, deje la cartera sobre mi cama y salí.

No quería molestar a las chicas tan temprano, pero había alguien a quien si me gustaría molestar y sabía que estaría en su habitación, camine a la sección de los hombre y me detuve al frente de la puerta que marcaba B178, ahora que estaba aquí no sabía si entrar o no, ya que no tenía ni idea si estaría él sólo o estarían algunos de sus compañeros de habitación, no tuve más tiempo para pensar ya que escuche pasos por el pasillo, y estaba segura que era el guardia del pasillo, abrí la puerta con cuidado de no meter ruido y entre, la cerré detrás de mi con sumó cuidado y espere a que los pasos se alejaran, cuando el guardia se alejó decidí prender la luz por unos segundos para ver quien estaba dentro, cuando lo hice pude ver que el rubio estaba acostado en su cama, sin camiseta y yo con frío, mire las otras camas y por suerte no había nadie más, volví a apagar la luz y camine hasta la cama de Jack, cuando estaba al lado de él me saque los botines, el blazer y me metí en su cama, lo abracé y le di un pequeño beso en los labios.

—¿Que haces aquí?— preguntó adormilado mientras me abrazaba, me quede callada— Abby, te estoy hablando.

—¿Como sabias que era yo?— pregunté, quería saber el porque me había reconocido, una vez había escuchado a Liz decir que cuando no podía dormir se venía a acostar con Jack, también había escuchado rumores que decían que varias chicas se venían a meter a su habitación mientras él dormía, ¡malditas arpías!

—No lo sabía, sólo dije el primer nombre que se me vino a la cabeza_ dijo y yo le di un codazo— Auch, ya, es broma, lo supe por tú olor.

—¿Olor?— pregunté fruncido las cejas— ¿Acaso huelo a pescado podrido?- dije tratando de sonar seria— Por que si es así, la culpa la tiene Ines, ya que me dio pescado para desayunar— era mentira puesto que no había desayunado, sólo estaba aburrida y cuando estaba así solía decir estupideces, que romántica soy.

—No es por eso— dijo entre risas— Es por el perfume que usas, a nadie más le he sentido ese aroma, ¿entiendes?— por mi perfume ¿eh? Aunque no era la gran cosa, usaba uno llamado Endless Euphoria de Calvin Klein el cual le había sacado a Abby la primera vez que se lo había comprado, recuerdo que aquella vez Abby se había enfadado mucho, aunque luego se le paso cuando le di uno de los míos, desde ahí que yo ocupaba aquel perfume y Abby ocupaba otros.

—Ya veo— dije sonriendo, puse mi cabeza sobre su pecho y me acomode mejor, aún faltaban unas cuantas horas para levantarse.

—¿Porque llegaste tan temprano?— preguntó Jack y me di cuenta que estaba viendo la hora en su celular.

—Porque no podía dormir— mentí— Y me aburría en la cama.

—Así que, ¿querías hacer algo más divertido en una cama?— preguntó en tono provocador, sentí como la sangre subía a mis mejillas.

—Puede ser, ¿que me sugieres que se pueda hacer?— dije siguiéndole el juego a pesar de estar avergonzada.

—Hay muchas cosas que se pueden hacer— dijo aún con su tono sensual— Pero por ahora, sólo dormir así un rato esta bien— me abrazo apegandome más a su cuerpo.

—Si— susurré, estuvimos un rato en silencio y no me di cuenta cuando me quede dormida.

—Abby, despierta— se escuchaba a lo lejos, sentí el roce de unos labios sobre mi mejilla_ Abby— otra vez aquel roce, pero ahora era sobre mis labios, no quería despertar, quería seguir así_ Vamos Abby, de lo contrario te empezaré a desvestir.

—¿Y que te detiene?— pregunté inconscientemente, escuche una pequeña risita, abrí los ojos de golpe, sentí que la sangre subía a mis mejillas ¡pero que calor hacía aquí!

—Bueno, lo que me detiene es el guardia, siempre revisa las habitaciones a las siete de la mañana, y estoy seguro que llegara aquí a las 7:15, ya que esa es la hora que siempre abre esta puerta— dijo sonriendo.

—¿Y que hora es? — pregunté.

—Las 7:13— dijo él.

—¿Que?— dije fuerte, Jack me tapó la boca con su mano.

—No grites, ahora— decía mientras me sacaba la mano de la cara— Como aún no podrás salir por la puerta, deberías esconderte, debajo de la cama, en el armario o el baño, tú elijes.

—Maldición— dije mientras me levantaba, me ponía los botines y recogía mi blazer, camine hasta el armario y me metí dentro, lo bueno de estos armarios era que tenían mucho espacio, me preguntaba si podía llegar a Narnia desde aquí, a los pocos segundos de haber cerrado la puerta del armario escuche como se habría la puerta de la habitación.

—Que madrugador estas hoy, Jake— la voz del sujeto era ronca, lo había visto varias veces pero nunca había escuchado su voz.

—Y tú como siempre tan puntual, Edgard— Así que se llamaba Edgard, sentí el sonido de la puerta al cerrarse, exhale aliviada aunque no me había dado cuenta en que momento había contenido la respiración, la puerta del armario se abrió y Jack entró con una sonrisa, se acercó a mi y me abrazo.

—Me tengo que ir— dije separándome lentamente de él.

—Lo sé — respondió y beso la punta de mi nariz, le sonreí y luego salí de su habitación, fui hasta la mía con cuidado de no pillarme al guardia y cuando llegue me metí deprisa, Liz seguía dormida, mientras Sash se duchaba, fui hasta el armario y busque mi uniforme, después de ponérmelo me miré en el espejo que había dentro del armario, mi cabello estaba algo desordenado así que me lo arregle un poco con las manos.

[...]

Estaba en el patio cerca de la biblioteca, ya era de noche y no había nadie fuera, excepto yo y unos cuantos guardias de los que me tenía que esconder, no tenía sueño y por eso había decidido quedarme afuera un rato, hoy había sido un día tranquilo, hace un rato atrás habíamos terminado de ensayar una nueva canción para la competencia, me recoste en el pasto y miré las estrellas, hace mucho que no las miraba por tanto tiempo, luego de un rato me dio sueño, me levante y camine hacia el edificio.

—Hey, tú— oh, oh, me habían pillado, ¿que debería hacer?— ¡Detente ahí!— me di la vuelta para ver al guardia, cuando lo vi lo reconocí enseguida, ¿porque tenía que ser él? — Mira que tenemos aquí, la chica que andaba buscando ¿como te llamas?

—Estrella— respondí, no pensaba decirle mi nombre, más bien el de mi hermana.

—¿Enserio? Deja la broma, se que no te llamas Estrella, he escuchado tú nombre aunque en este momento no lo recuerdo.

—Pues, que mala suerte— dije volteándome para irme, sentí un pequeño jalón en mi brazo.

—No señorita, no se ira a ningún lado— frunci el ceño y me volteé a verlo otra vez.

—Mira— vi la pequeña placa con su apellido ¿enserio?— Drew, más te vale que me sueltes o te acusaré por acoso sexual— dije con una pequeña sonrisa malvada.

—Ah, claro, ya se quien eres— dijo sonriendo y soltando mi brazo— Eres la ex novia de mi primo.

—¿Tú primo?— pregunté.

—Si, mi primo, Lance Drew— contestó.

—Disculpa, pero Lance es sólo un compañero de clase, no tengo ni tuve nada que ver con él.

—Si claro, es cierto, el ex de tu hermana, tú eres Abby ¿cierto? entonces es el ex novio de Maira— odiaba ese sobrenombre, apreté la mandíbula, Drew se acercó a mi y me tomó por la cintura— Dime, ¿eres igual de ardiente que tu hermana? Lance me contó muchas cosas de Maira y quiero saber si su gemela es tanto o mejor que ella.

No podía creerlo, se notaba que eran primos, aunque este era peor, era un maldito acosador de menores, un pedófilo, no era viejo ni nada de eso, es más, se veía muy joven, pero no era guapo, ni tampoco feo, era normal, trate de separarme de él, pero cada vez que lo intentaba me apretaba más contra él.

—Sueltame ahora, maldito acosador, ¿sabias que puedes ir a la cárcel por acosar a menores de edad?— dije entre dientes, mientras trataba de soltarme de su agarre.

—¿Y crees que en este momento me importa? Con tal de sentir tu ardiente piel desnuda contra la mia, no me importaría ir a la cárcel— dijo mientras pasaba sus labios por mi cuello, esto era horrible, me daba asco y lo peor era que no podía soltarme.

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♥HarunaNanami.

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