E P Í L O G O 2 | Lutteo


| 1 año después |

🎶...I've got a feeling
No se hacia donde
Pero siento que voy

I've got a feeling
Y cuando tengo lo que tengo lo doy

I've got a feeling
La vida es todo lo que siento que soy

I've got a feeling
I've got to love🎶

Los aplausos se hicieron escuchar en la pista del Jam&Roller por parte de la única persona que se hallaba contemplando como aquel grupo de seis chicos –integrantes del reconocido equipo de patinaje de los Red Sharks– finalizaba su coreografía con una pose digna de ellos, los mejores patinadores de toda Argentina.

—Una palabra... —exclamó Gary ingresando a la pista en un tono intrigante—. In-cre-í-ble.

Los seis chicos suspiraron aliviados temiendo que una vez más, Gary se mostrara inconforme con la rutina que con mucho esfuerzo habían estado preparando día y noche las últimas semanas para el gran momento que se avecinaba.

—¿Estás seguro qué es esta? ¿No más cambios? —inquirió temerosa de oír la respuesta la pelirroja Jim.

—Segurísimo —respondió Gary—. Con esta coreografía no me caben dudas de que lo único de lo que se hablará luego del River Live Fest será del equipo de los Red Sharks.

Los seis chicos se dedicaron miradas entusiasmadas. Sí. En tan solo una semana el equipo de los Red Sharks sería el encargado de abrir con el evento más importante de disciplinas artísticas de todo el mundo: el River Live Fest. Un evento al cual solo accedían los mejores de los mejores y eso eran lo que eran los Red Sharks, no por nada habían sido contratados para abrir con aquel importantísimo evento.

—¿Eso quiere decir que por fin podemos descansar? —suspiró aliviado Ramiro llevando sus manos a su cintura.

—De ninguna manera —contestó Gary cambiando repentinamente su tono—. Los descansos son solo para los perdedores y ustedes son ganadores.

Los seis chicos volvieron a dedicarse miradas preocupadas, ¿no hacia tan solo un par de segundos atrás Gary había dicho que la coreografía estaba perfecta?

—Pero si acabas de decir que la coreografía está bien, Gary.

Fue Pablo, el quinto integrante del equipo y ex integrante del grupo de patinaje de los Adrenaline, el que se animó a hablar por sus compañeros.

—Bien no. Perfecta —aclaró Gary sonriente.

—¿Y entonces, pa? —cuestionó Seba cruzando de brazos, hijo de Gary y el primer integrante en formar parte del nuevo equipo de los Red Sharks.

—La coreografía está perfecta, pero hace falta que la ensayen hasta que sean capaces de hacerla con los ojos cerrados.

Los seis bufaron fastidiados. Ni siquiera por tratarse del inicio del primer fin de semana de vacaciones, Gary dejaría de lado sus exigencias para con ellos.

—Pero... —habló tomando por sorpresa a los seis—. Reconozco que han hecho un gran trabajo y por eso se merecen el resto del día libre.

Sólo tuvo que decir para que los seis festejaran aliviados, no sólo de tener el resto del día para ellos, sino que por fin podrían ir y disfrutar de...

—¡¿Qué se supone que hacen aun en la pista?!

La presencia de una octava voz un tanto furiosa provocó que los chicos se dedicaran miradas nerviosos, pero ninguna se comparaba con el nerviosismo que se podía observar en el rostro de Gary. Solo una persona en todo el mundo era capaz de hacer que el exigente y frío Gary López se pusiera de esa manera, y esa persona era...

—¡Mi amor! —exclamó Gary esbozando una sonrisa en su rostro para girar hacia su mujer, Támara—. ¿Q-Qué hacés aquí?

—¿Qué hago aquí? ¿Qué hacen ustedes aun aquí? —replicó de brazos cruzados dirigiéndose hacia ellos—. Te dije muy claramente que solo un ensayo y ya. El Open Music está por empezar y aun tenés a los chicos aquí.

Gary sonrió nervioso pues sabía perfectamente que había desobedecido a su mujer luego de que con mucho esfuerzo la convenciera de dejar al equipo practicar minutos antes del primer Open Music de vacaciones.

—Támara, Támara —intervino repentinamente Seba colocando una mano sobre el hombro de su padre—. No lo regañés a papá. Ya sabés que tanto a él como a nosotros nos apasiona el equipo que nos dejamos llevar.

—Deja de inventar excusas para justificar a tu papá, Seba —continuó Támara un tanto más calmada.

—No son excusas, es la verdad, ¿o no chicos? —inquirió hacia el resto de sus compañeros.

—Sí.

—Claro.

—Obvio —fueron las tres respuestas que se hicieron escuchar al unísono por parte de los chicos.

—Ya escuchaste a los chicos, mi amor —intervino por fin Gary tomando las manos de su mujer.

—Como siempre, tiene que salir tu hijo a defenderte —negó Támara por fin dibujando una sonrisa en su rostro—. Ya no importa como fueron las cosas, el Open está a nada de empezar así que vamos chicos, tienen que prepararse los que van a participar, ¡vamos!, ¡vamos!

—Vos y yo ajustamos cuentas más tarde en casa.

Fue lo último que dijo Támara regalándole una sonrisa un tanto más pícara a Gary quien sin más le correspondió y ambos se dispusieron a abandonar la pista dejando a los chicos solos.

—¿Y ahora tú por qué tanto en interés en defender a tu padre? —inquirió Ramiro a Seba al no haber rastro ni de Gary, ni de Támara.

—No me conviene que justo en el primer día de vacaciones el viejo sea puesto en penitencia —respondió él causando risas por parte de los chicos.

—¡Bien pensado! —exclamó Pablo para chocar manos con él.

—Sea como sea, Támara tiene razón. El Open está por empezar y Yam ya debe estar desesperada esperándome, así que vamos —intervino Jim.

—Entonces vamos.

—Vamos.

Contestaron los demás integrantes para, al igual que Gary y Támara abandonar la pista a toda velocidad, acción que Luna Benson, integrante y patinadora estrella del nuevo equipo de los Red Sharks, se dispuso también a imitar, sin embargo, tan solo pudo patinar un par de centímetros antes que la sensación de su medallita de la luna y el sol desprendiéndose de su cuello la hiciera detenerse apresurada.

Aquella pieza de joyería se había vuelto muy especial para ella en el último tiempo, pues era una de las pocas cosas que le quedaban como recuerdo de sus padres juntos, al final de cuentas, ambos habían diseñado esa pieza que por muchos años había decidido guardar sin darle la importancia que ahora tenía para ella.

La castaña se inclinó para levantarla del suelo de la pista, no obstante, no fue capaz de tomarla pues antes de poder hacerlo, una repentina mano se le adelantó y la tomo en sus manos.

—Toma.

Dijo aquella voz mexicana entregándole en manos la medallita a Luna y permitiéndole a esta enfocar sus ojos en los de la sexta y última integrante del equipo de los Red Sharks: Emilia.

—Gracias —respondió Luna dedicándole una ligera sonrisa.

—Ya deberías llevar a reparar esa medallita, amiga. Un día de estos vas a perderla y no me tendrás a tu mejor amiga para recuperarla.

Ambas chicas rieron mientras que la castaña rodó los ojos y sí, la respuesta a su pregunta es sí. Luna y Emilia eran nuevamente amigas. Mejores amigas para ser más específicos.

Y si se preguntan cómo era posible que eso llegó a suceder, la respuesta estaba en Luna.

Tal como Matteo le había dicho el día que había convencido a la castaña un año atrás de realizar la audición para el equipo, a Gary solo le interesaba tener un equipo de ganadores, y al haber aceptado que Luna formara parte de él, luego de todo lo que había hecho, le fue suficiente para reincorporar a la que por mucho tiempo fue su patinadora estrella.

Fue un largo camino el que Luna y ella transitaron para ganarse la confianza tanto de su equipo, como del resto del Roller, pero lo lograron pues se tuvieron la una a la otra para apoyarse, ya que al hallarse de nuevo en el mismo bando, nadie tenía porque temer.

—Muy chistosita.

Bromeó Luna causando que ambas rieran y fue justo en ese momento cuando el sonido de la música anunciando que el Open Music estaba dando inicio se hizo presente provocando que ambas chicas abran sus ojos como platos, especialmente la castaña, quien tal como Jim, formaba parte de los participantes del evento musical.

—¡Es tardísimo! ¡Me tengo que ir!

Fue lo último que dijo Luna antes de patinar a toda la velocidad que sus pies le permitían fuera de la pista y camino a los lockers para, una vez ahí, despojarse de sus patines y colocarlos en su locker.

Era tardísimo, era tardísimo, era tardísimo, se repitió sin cesar al hallarse realizando aquellas acciones y continuó haciéndolo al intentar ahora correr fuera de los lockers camino al backstage del escenario donde su vestuario y maquillaje aguardaban.

Sin embargo, no contó que al intentar llevar a cabo esa acción, la presencia de un cuerpo que se encontraba dirigiéndose en dirección opuesta se aparecería, y sin más, haría que ambos chocaran logrando descolocarse por un instante.

—Perdón —exclamó Luna recuperándose del impacto y tan solo le bastó decir eso para qué...

—De verdad que no entiendo que tenés vos con chocarme, petisa.

Sí. La persona con la que Luna había chocado se trataba de nada más y nada menos que Matteo Balsano.

—¿Qué decís? Si fuiste vos quien me chocó —soltó indignada Luna.

—¿Yo? —rió el italiano—. ¿Te parece que yo te quisiera chocar?

—Sí, yo creo que cualquier chico haría cualquier cosa para tener una oportunidad de hablar conmigo...

Exclamó Luna cruzando de brazos e imitando aquel tono en el cual Matteo le había dicho aquella misma frase la segunda vez que chocaron en aquellos mismos lockers el día de lo que podría considerarse su primera cita.

—Pero yo no soy cualquier chico... —respondió Matteo en un tono más bajo y divirtiéndole la situación, en uno más seductor.

—¿Ah no? —inquirió Luna siguiéndole el juego—. ¿Y entonces qué sos?

—Su novio, señorita.

Le bastó decir a Matteo para que ambos rieran y ella rodara los ojos una vez más.

Y sí se lo preguntan una vez más, la respuesta nuevamente es un sí. Luna Benson y Matteo Balsano eran novios otra vez, y lo habían sido los últimos tres meses.

Cómo se preguntarán. La respuesta era simple: al tomar Matteo la decisión de quedarse a terminar sus estudios en Argentina, Luna encontró en él la compañía que no tuvo más al encontrarse Ámbar a kilómetros de distancia en otro continente y Simón, de gira por todo el mundo.

Aunado a eso, ambos castaños se encontraron siendo abandonados constantemente una y otra vez por sus mejores amigos, Nina y Gastón, ya que ambos tenían sus propias parejas con las cuales pasar todo su tiempo.

Una cosa llevó a la otra y los profundos sentimientos que algún día compartieron, lograron renacer en ambos convirtiendo lo que empezó como una amistad en algo más. Algo mucho más fuerte.

—¿Qué hacés aun en tu ropa de ensayo? —cortó con sus risas Matteo al observar a su novia—. Estamos a nada de salir al escenario.

—Lo sé, lo sé, lo sé —exclamó apresurada Luna—. Pero ya sabés como es Gary. Nos hizo repetir la coreografía un millón de veces —suspiró con alivio—. La buena noticia es que al fin aprobó la coreografía para el River Live Fest.

—¿En serio? —inquirió el chico asombrado y la castaña asintió—. ¡Que buena noticia, amor!

—¡Lo es! —festejó ella—. Estoy tan emocionada, el River Live Fest es el mejor evento del universo. Asisten cazadores de talento, managers, agentes de casting...

—Lo sé, amor, lo has repetido vos también un millón de veces.

Interrumpió el italiano aquella frase de su novia pudiendo ser el mismo quien citara lo que estaba por decir de tantas veces que lo había dicho desde que la propuesta había llegado a ellos.

—Esto hay que celebrarlo esta noche en mi apartamento.

Sugirió Matteo causando que Luna sonriera emocionada. Y tal como lo leían y como Matteo se los había hecho saber tanto a su novia como a Ámbar, al haber tomado la decisión de quedarse en Argentina, sus padres le habían rentado un apartamento para él solo donde había vivido el último año.

Apartamento que sin dudas se había vuelto el lugar designado para todo tipo de fiestas y reuniones, y por supuesto, donde Luna y Matteo habían compartido todo tipo de momentos antes y después de retomar su relación.

—Pero eso será esta noche... Ahora tenemos que salir a cantar —aclaró el chico causando que Luna asintiera rápidamente.

—Sí, tenés razón, mi amor. Me daré prisa.

Fue lo último que dijo la chica antes de, con la misma velocidad con la que pretendió salir minutos antes, retomara su acción dejando al italiano solo, quien, con una sonrisa en el rostro, observó a su hermosa novia sintiéndose como el chico más afortunado del universo, pues sabía que lo era al estar con ella.

•••

—¡Muchas gracias Gastón!

Exclamó Támara al subir al escenario y despedir a Gastón quien al contrario, se dispuso a bajar del escenario con guitarra en mano luego de haberle dedicado su nueva canción a su novia Jim.

—Y ahora tenemos el turno de una increíble pareja, los favoritos de todos, ellos son: ¡Luna y Matteo!

Anunció Támara para que ambos subieran al escenario tomados de las manos con enormes sonrisas en sus rostros, pues lo que había dicho era en realidad cierto. Luego de haberse ido Ámbar, y Simón dedicarle todo su tiempo a la banda, Jazmín había hallado una nueva pareja a quien stalkear sin descanso, y esa era la pareja de Lutteo, el nombre que la pelirroja había designado para ellos.

Los castaños se posicionaron tal como lo habían ensayado y dedicándose unas últimas sonrisas, se dispusieron a cantar una vez que la música dio inicio.

🎶Eres mi flor favorita en un cuento de hadas —inició Matteo hacia el público.
Eres la frase más bella jamás escuchada —siguió Luna al igual que su novio.

Eres el frío, el calor
Eres el miedo, el valor
Eres la sombra que sale cuando quema el sol —cantó ahora Matteo para cambiar su mirada del público a su hermosa novia.

Eres un confidente de todas mis emociones
La causa, la razón de mis canciones
Los sueños, la verdad y mucho más
Y mucho más —retomó Luna para acortar distancia con Matteo y dedicarle toda su atención a él, olvidándose del público por completo.

Eres un mar donde navegan emociones
El cielo en que flotan corazones
Mi cómplice, mi guía y mucho más
Y mucho más
Eso eres —Matteo fue ahora quien cantó tomando de las manos a su novia.

Eres pregunta, respuesta, mi euforia y mi calma —dijo ella.
Eres tu bella sonrisa, la rima y el alma —continuó él.

Eres el frío, el calor
Eres el miedo, el valor
Eres la sombra que sale cuando quema el sol

Eres un confidente de todas mis emociones
La causa, la razón de mis canciones
Los sueños, la verdad y mucho más
Y mucho más

Eres, un mar donde navegan emociones
El cielo en que flotan corazones
Mi cómplice, mi guía y mucho más
Mucho más

Cantaron ahora ambos uniendo sus voces, aun sin importarles nada más que ellos mismos. Desde el momento en que aquella canción había sido la elegida para su presentación, ambos habían pensado que no se trataba simplemente de rimas de amor, sino que era exactamente lo que ambos sentían por el otro.

Eso eres —terminó él.
Eso eres🎶 —acompañó ella.

Tan sólo bastó eso para que el Roller estallara en aplausos que provocaron que ambos regresaran a la realidad y se percataban que no se hallaban solos como ellos pensaron.

Fue justamente la euforia del público lo que motivó a Matteo a que, sin previo aviso, se incline apoderándose de los labios de novia, otorgándole una fuente de likes a la pelirroja Jazmín, lo cual para él era insignificante, pues lo único que pretendía con ese beso era demostrarle a todos en el Roller lo feliz que estaba de tener por novia a la chica más perfecta del universo.

•••

—¡Estuvieron increíbles!

Exclamó Gastón a su amigo y su novia al hallarse todo el grupo celebrando el exitoso final del Open Music y el maravilloso comienzo de las vacaciones.

—Gastón tiene razón —intervino Jazmín— Y ese beso será la sensación del Internet... ¡No puedo esperar para publicarlo!

—Gracias chicos —sonrió Luna—. Significa mucho viniendo de ustedes.

Los chicos le regalaron sonrisas a Luna. Y así era. No más odio. No más desprecios. No más ZorriLuna. Todo aquello que le había impedido a Luna ser aceptada en aquel grupo había quedado atrás, es más, podía decirse que de alguna manera, Luna se había vuelto la líder de ese pequeño grupo de amigos, lo cual para ella era insignificante, todos esos deseos de ser la mejor o la única habían quedado atrás.

El tiempo había hecho que verdaderamente, una nueva Luna naciera, una que ahora era querida por todos y todas en el Roller y más lentamente, en el Blake South College. Al menos no existía nadie que se atreviera a molestarla sabiendo que tenía un grupo de personas dispuesto a defenderla.

—Y supongo que vamos a darle inicio a las vacaciones con una fiesta en tu piso, Matteo, como debe ser —intervino sin más Ramiro causando que el grupo mirara expectante al italiano.

—Eh... En realidad Luna y yo teníamos planes para... —intentó responder Matteo antes de ser interrumpido por Nina.

—Tienen todas las vacaciones para eso, amiga. No pueden defraudarnos de esta manera...

—¿Y bien? ¿Qué dicen?

Inquirió Yam causando que los pares de ojos insistentes se dirigieran al castaño quien, nervioso miró a su novia comprendiendo que ambos no tenían escapatoria.

—De acuerdo —bufó Matteo—. ¡Fiesta en mi apartamento!

Fue suficiente que dijera Matteo para que el grupo festejara logrando que una ligera sonrisa se dibujara en su rostro. Al final de cuentas Ramiro tenía razón, que mejor manera de dar comienzo con las vacaciones que con una fiesta y como las suyas, no habían mejores.

—Matteo...

Una repentina voz femenina provocó que Matteo girara repentinamente para encontrarse frente a él, y terminando con el festejo de sus amigos, a Támara y Gary, en compañía del mejor productor musical de todo el continente: Santi Owen.

—¿Tenés un minuto? —siguió Gary y Matteo asintió intrigado.

—Santi Owen, me presento —habló sin más el brasileño estrechando la mano de Matteo.

—Claro que sé quien sos —sonrió Matteo aun sin comprender exactamente que estaba sucediendo.

—Perfecto, entonces seré breve. Vi tu presentación en el Open Music y solo tengo una cosa que decir: ¡Amazing! —exclamó causando que el chico sonriera ahora orgulloso—. En Vidia estamos buscando nuevos talentos que representar y al verte en el escenario no me quedaron dudas de que eres el candidato perfecto para nosotros. Tienes todo: look, carisma, talento... Una diamante en bruto.

—¿Estás hablando en serio? —inquirió Matteo sin poder creer lo que estaba sucediendo.

—Yo nunca bromeo —respondió entregándole en manos una tarjeta—. Esta es mi tarjeta. Llámame para arreglar una prueba con el resto del equipo de Vidia pero de una vez te lo digo... El mundo entero va a conocer el nombre de Matteo Balsano —Matteo asintió incapaz de poder pronunciar una palabra—. Nos vemos guys.

Fue lo último que dijo Santi antes de partir junto a Gary y Támara y permitiendo que el grupo reanudara su celebración pero ahora por un motivo totalmente diferente.

—¡Mi amor! —exclamó Luna tomando el rostro de su novio en manos—. ¡Es increíble!

—¿Acaso paso lo qué pasó? ¿Ustedes lo vieron? —musitó el chico aun sin caer de la situación.

—¡Pasó, amor! ¡Pasó! —respondió Luna logrando que por primera vez reaccione su novio dibujando una sonrisa en su rostro—. ¡Mi novio va a ser la nueva estrella de Vidia!

—¡Voy a ser la nueva estrella de Vidia!

Festejó ahora Matteo inundando el ambiente de una euforia incomparable, al final de cuentas, no todos los días llegaba una propuesta así del cielo y algo como esto solo podía ser obra del destino, eso lo sabía perfectamente Matteo.

Tanta era la emoción que reinaba en su cuerpo que una vez más, sin previo aviso para la argentina, el italiano se apoderó de sus labios de una forma más profunda que el beso que habían compartido en el escenario horas atrás.

—Te amo.

Pronunció el chico al separarse de su novia provocando que esta lo mirara de una forma diferente, pues a pesar de no tratarse en definitiva de la primera vez que lo decía, ella sabía que el que había hablado no había sido Matteo, sino su corazón, confirmándole que no tenía porque tener dudas de su amor, Matteo la amaba a ella de la misma forma que ella lo amaba a él.

—Te amo.

Musitó ahora Luna acariciando lentamente la mejilla de Matteo y causando que los dos sonrieran con sus miradas sumergidas la una en la otra.

Era real, ambos lo sabían. Eran tan real que parecía imposible y fue ahí entonces cuando Matteo lo entendió: "el futuro era incierto", fue eso lo que le había dicho Ámbar, la hermana de su novia el día que habían compartido su último beso, y aunque en ese entonces él pensara que aquello significaba que tenían una oportunidad más, el destino se refería a otra cosa, a otra persona, a Luna.

En definitiva el futuro era incierto, pues un año atrás el que ellos estuvieran juntos y más felices que nunca parecía algo imposible, algo que ahora, en el presente, era real y muy fuerte.

Al final de cuentas la vieja leyenda tenía razón: en la vida tienes dos grandes amores, uno con el que vives para siempre, el padre o la madre de tus hijos. Y otro con el que naciste conectado tan fuertemente que les será imposible estar juntos, pero que siempre estará contigo.

Matteo sabía que ese segundo amor era Ámbar, un amor que Matteo sabía que nunca podría olvidar, por más distancia y vida que los separara en esos momentos.

Pero ahora comprendía que Luna era ese primer amor, y tal como decía la leyenda, estarían juntos para siempre, pues Matteo no imaginaba más su vida sin su petisa argentina a su lado.

Tantas adversidades, tanto sufrimiento, tanto dolor fueron solo pruebas, pruebas que les demostraron a ambos que su amor era tan fuerte capaz de vencer a todo, y un amor tan fuerte solo puede ser obra del destino, un destino que había hecho a Matteo tomar la decisión un año antes de quedarse en Argentina. El mismo destino que los había hecho chocar dos años antes en los pasillos del Blake y dar comienzo con su historia, una historia a la que ese mismo destino, hoy le daba su final feliz.

Fin.

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