45 | Confusiones
L U N E S
Simón POV
Si alguien me hubiera dicho que en un mismo año conseguiría junto con mi banda, dos contratos con grandes productoras musicales como lo eran Vidia y MSC Records, nunca les hubiera creído.
Sin embargo, esa era la realidad, en tan sólo un par de meses, todo el esfuerzo y el arduo trabajo que los chicos y yo habíamos puesto en la banda por tantos años, había tenido su recompensa y hoy tuvimos nuestra primera junta en las oficinas de MSC Records para cerrar el contrato que habíamos ganado a partir de su búsqueda de nuevos talentos.
Sí, la Roller Band había sido la seleccionada de entre cientos de cantantes y bandas para ser representada por la productora internacional y esa era una oportunidad que no planeábamos desaprovechar, ni mucho menos perder.
—Y bien, esas son las condiciones del contrato que acaban de firmar— Sonrió Eliana Narvaez, productora y fundadora de MSC Records —¿Alguna duda?
—Ni una sola— Respondió Nico dirigiéndonos rápidas miradas a lo que Pedro y yo negamos.
—Me alegro, chicos, porque mientras más rápido cerremos con los temas legales, más rápido podremos hablar de música, que creo que es lo que a todos nos interesa aquí— Intervino Blas Narvaez, productor, fundador y hermano menor de Eliana.
—Por supuesto— Contestó Pedro sonriente —Tenemos muchas ideas en mente pero sobre todo, muchísimas ganas de comenzar.
—Me encanta esa actitud, chico— Mencionó Bruno Heder, productor y nuestro nuevo manager.
—Lo primero y lo más importante es organizar el lanzamiento oficial de la Roller Band como parte de MSC Records para así dejar atrás su imagen con Vidia.
Bajé la mirada ante lo mencionado por Blas, pues sabía que inevitablemente, los productores querrían hablar sobre nuestro pasado con Vidia y no habría manera de esconder el motivo de nuestro despido, lo cual, podría resultar perjudicial para el cierre del nuevo contrato.
Sin embargo, a los tres productores pareció no haberles importado lo ocurrido, pues gracias a nuestro corto tiempo con Vidia, logramos juntar seguidores suficientes para hacer de nuestra colocación en el mercado, algo mucho más sencillo, y según Eliana, todo era cuestión de números.
—Y eso tiene que ser cuanto antes, Bruno— Agregó Blas regalándole una mirada a Bruno.
—Ya estoy trabajando en eso— Sonrió Bruno —¿Qué les parece el lanzamiento en la apertura del concierto de este fin de semana?
—¿Abrir un concier...— Exclamó Nico abriendo los ojos como platos.
—No, no, no— Se apresuró a responder Eliana —Un concierto es mucha distracción para lo que nosotros buscamos... Necesitamos que el evento gire en torno a la Roller Band y nada más.
—Pero claro— Soltó una risa nerviosa Bruno —Entonces podemos organizar un showcase exclusivo de la Roller Band.
—Me agrada la idea— Sonrió Eliana —¿Para este viernes?
Bruno abrió sus ojos como platos para dirigirnos una mirada nerviosa y regresar su vista a Eliana soltando otra risa nerviosa.
—¿Este viernes?— Cuestionó alzando ambas cejas.
—¿Tenés algún problema de audición, Bru?— Cruzó de brazos Eliana.
—No, no, no, Eli— Negó apresurado Bruno —Lo que pasa es que... Son sólo cuatro días.
—¿Y no sos capaz de organizarlo en cuatro días?— Inquirió Eliana demandante.
—Obvio que soy capaz, pero... Es muy poco tiempo para conseguir algún lugar disponible, el equipo, aún no hemos discutido con los chicos sobre los temas y...
—¿Podés o no podés, Bru?
Interrogó Eliana con una sonrisa amenazante, logrando que los chicos y yo intercambiemos miradas nerviosas. Ahora íbamos comprendido como una mujer tan joven había conseguido llegar tan lejos de la noche a la mañana.
—Nosotros conocemos un lugar disponible.
Hablé entre aquel tenso silencio ganándome las miradas de todos los presentes, pero especialmente la aterradora de Eliana.
Sin embargo, a mi mente había llegado la solución perfecta para sumar puntos con nuestros nuevos productores.
—¿Un lugar?
—S-Sí— Respondí nervioso —El Jam&Roller, es una pista de patinaje... El tío de Nico es el dueño y nos la puede prestar sin problema.
—Ahorrar recursos— Musitó Eliana —Me agrada la idea.
—Podemos hacer el showcase en la pista del Roller y así también ahorrar en todo el equipo.
—Doble ahorro, vos sí que sabés de negocios, Simón— Comentó Eliana sonriente.
—Y-Y por los temas y los ensayos— Intervino Nico tímido —Nosotros tenemos todos nuestros temas ensayados y listos para presentarse, sólo es cuestión de que ustedes elijan los que más les agraden.
—Maravilloso— Dijo Eliana —Deberías aprender un poco de estos chicos, Bru— Soltó Eliana causando que Bruno dibuje una forzada sonrisa en su rostro.
—Entonces tenemos lugar, equipo y temas ensayados... ¿Algún impedimento para realizar el lanzamiento este viernes?— Cuestionó Blas.
—Ni uno sólo— Sonrió Bruno —Me encargaré ahora mismo de la prensa para transmitir el lanzamiento por streaming.
—Fantástico— Soltó Eliana —Este lanzamiento tiene que ser extraordinario... El mundo entero tiene que saber que MSC Records ahora representa a la banda del momento.
—¿Banda del momento?— Preguntó Pedro asombrado —Pero si apenas nos conocen.
—Por ahora— Respondió Blas —Pero luego del lanzamiento, el mundo los conocerá.
—Y más porque en el lanzamiento anunciáremos la fecha de estreno de su primer sencillo bajo el nombre de MSC— Completó Eliana.
—¿Primer sencillo?— Dije anonadado —No hemos hablado nada de un...
—Este mundo es como una carrera, Simón— Interrumpió Eliana —Y aquí cada segundo cuenta.
—No podemos darnos el lujo de perder tiempo y es por eso que su primer sencillo será lanzado en tan sólo dos semanas— Siguió Blas causando que los tres nos miremos incrédulos.
—¡¿Dos semanas?!— Exclamó Nico en un hilo de voz.
—¿Vos también tenés algún problema de audición, Nicolás?— Cuestionó Eliana logrando que Nico niegue apresurado.
—No, no... Es sólo que...
—A ver, chicos— Intervino Blas —Los tres confiamos en que ustedes son capaces trabajar bajo presión, de otro modo no estarían sentados aquí esta mañana.
—Tenemos grandes planes con ustedes— Mencionó Bruno —Sencillo en dos semanas, disco en un par de meses y gira por todo el país al final del año.
—MSC sólo representa a los mejores y con nosotros sólo hay un camino, el de la fama— Habló Eliana —Ahora ustedes son parte de nuestro mundo y todas las puertas se han abierto para ustedes.
—¿Están listos para atravesarlas?
Cuestionó Blas provocando que una vez más, los chicos y yo intercambiemos miradas sin poder decir una sola palabra.
Era abrumador pensar lo rápido en lo que todo estaba sucediendo, hasta hace apenas dos días habíamos descubierto que ganamos el contrato y en tan sólo cuatro sería nuestro nuevo lanzamiento como banda.
Sin embargo, los tres tenían razón, esta era una oportunidad única y debíamos embarcarnos en este viaje sin vuelta atrás. Vidia y todos aquellos recuerdos quedaban atrás hoy. Nuestro presente y nuestro futuro eran MSC Records, y nada ni nadie nos podría detener.
Ámbar POV
Pensé una y mil veces que hoy sería un día en el cual desbordaría alegría, pues hoy, luego de tres largas semanas, dejaba atrás cualquier cosa que me diera algún recuerdo de mis duros días en el hospital, ya que hoy, me retiraron oficialmente la férula que había portado en mi tobillo izquierdo desde aquel horrible accidente, no tan accidental.
Sin embargo, había un pequeño detalle que me impedía disfrutar de mi libertad como lo había soñado y ese era tener que fingir que todo estaba bien, cuando claramente no lo estaba.
No podía hacer como si nada estuviera pasando, no podía pensar en otra cosa que no fueran todas las mentiras con las cuales se había construido mi familia, no podía siquiera estar en la mansión sin sentirme abrumada por recuerdos de toda mi vida que me hacían darme cuenta que mi familia siempre fue todo menos perfecta.
No obstante, le había prometido a Sylvana que ocultaría aquel oscuro secreto que me consumía por dentro, todo con tal de no ser la responsable de destruir lo poco que quedaba de mi familia, ni mi tía Lily, ni Luna, ni nadie merecía sufrir por la verdad.
Es por eso que a pesar de no tener ánimos de nada, acepté ir a la pista con Delfi y Jazmín, todo con tal de mantenerme lo más alejada posible de la mansión o de otro modo, explotaría en cualquier momento.
—Cuando dijiste que querías venir a la pista, pensamos que lo que querías hacer era patinar, amiga— Soltó Jazmín al encontrarnos saliendo de los lockers camino a la cafetería.
—Y eso es lo que hice— Respondí un tanto desanimada.
—Sí... Por apenas quince minutos— Intervino Delfi soltando un suspiro —¿Te sentís bien?
—Sí— Me apresuré a responder —Es sólo que aun siento mi pie un tanto inestable, apenas hoy me quitaron la férula, chicas.
—Y lo sabemos, pero pensamos que morías por volver a la pista— Exclamó Delfi.
—Al menos eso nos dijiste hasta hace unos días— Completó Jazmín.
Y lo hacía, pero tal como Jazmín dijo: hasta hace unos días, antes de que en mi interior sintiera mi vida entera como una enorme mentira.
—¡Ámbar!
No me tomó ni un segundo girar, al igual que las chicas lo hicieron, para observar al dueño de aquella voz que me llamó con gran desesperación.
—Benicio— Dije dibujando una pequeña sonrisa en mi rostro.
—Me alegra tanto verte— Sonrió soltando un suspiro que casi parecía de alivio —Te he estado buscando todo el día.
—Lo siento, olvidé decirte que pasé la mañana entera en el hospital y por eso no asistí al Blake— Exclamé recordando los cientos de mensajes sin atender que había recibido de su parte.
—Lo sé, las chicas me dijeron— Habló —Yo en realidad te he estado buscando porque necesito hablar con vos... Ahora.
—Nosotras justo nos íbamos a tomar un licuado, ¿o no, Jaz?— Intervino Delfi sonriente.
—Sí, sí, ustedes charlen tranquilos— Sonrió Jazmín guiñando un ojo.
Apenas le bastó a Jazmín decir aquello para que ambas se alejaran dejándonos frente a frente y no tardé en fruncir el ceño ante la seriedad de Benicio.
—¿Pasa algo?— Cuestioné confundida.
—Eh... Yo... Yo necesito decirte algo importante— Balbuceó logrando desconcertarme aun más.
—Benicio, ¿qué ocurre?
Interrogué provocando que baje la mirada, sea lo que sea que necesitaba decirme, parecía ser en verdad muy importante o de otro modo no estaría tan nervioso como lo estaba.
—¿Podemos ir a caminar un rato?
Fruncí el ceño y más confundida que nunca, asentí ante su pedido. No comprendía que estaba ocurriendo, pero tal parece que mi vida estaba destinada a rondar alrededor de secretos y misterios.
Ambos giramos dispuestos a salir del Roller, pero al apenas por hacerlo nos vimos forzados a detenernos en seco pues ante nosotros se encontraba nada más y nada menos que Michel.
—Vaya, vaya— Sonrió Michel causando que Benicio se tensara al instante—Al parecer Ámbar es mejor perdonando de lo que yo pensaba.
Me fue inevitable no fruncir el ceño aun más ante las palabras de Michel, ¿perdonar? ¿De qué es lo qué estaba hablando y por qué Benicio estaba tan nervioso?
—Estamos por irnos, Michel— Respondió Benicio en seco para tomarme rápidamente de la mano.
—¿Tan pronto?— Inquirió Michel alzando ambas cejas —Pero me gustaría saberlo todo... ¿Cómo te tomaste la noticia, boo?
—¿De qué noticia estás hablando?— Cuestioné consternada.
—¿Cómo?— Rió Michel —¿Acaso no te ha dicho la...
—¡Ámbar! ¡Benicio! ¡Que bueno que los veo!
La pregunta de Michel se vio interrumpida por la voz de Gary que repentinamente llegó a nuestro lado distrayéndome de aquel enorme desconcierto que sentía. ¿Qué es lo que estaba ocurriendo? ¿Por qué el ambiente era tenso entre Michel y Benicio? ¿Desde cuando ellos ocultaban secretos juntos? Pero aun más importante, ¿qué era eso que Benicio tenía que decirme?
—Ahora no es un buen momento, Gary, justo estábamos por irnos— Habló Benicio aferrándose a mi mano.
—Támara y yo organizamos una reunión de último momento y deben estar todos presentes— Exclamó Gary.
—Lo sentimos, pero...
—Serán sólo cinco minutos, Benicio— Suplicó Gary —Es una reunión muy importante.
Benicio giró para unir su mirada con la mía y sin poder salir de la confusión en la que me encontraba, asentí sabiendo que no había manera de decirle que no a Gary.
Benicio soltó un bufido y asintió causando que Gary dibujara una sonrisa en su rostro para dirigirnos a la cafetería donde todos los chicos se encontraban igual de desconcertados que nosotros. Tal parece que hoy era el día de actuar misteriosos.
—¿Ya nos dirán para qué es esta reunión misteriosa?— Cuestionó Gastón cruzando de brazos.
—Ahora que estamos todos, sí— Sonrió Támara mientras Gary llegó a su lado.
—Este viernes, la Roller Band tendrá un showcase en la pista del Roller con motivo de su lanzamiento con la productora de MSC Records.
Habló Gary creando un enorme silencio entre todos los presentes en donde nos limitamos a intercambiar miradas confusas.
—Genial— Exclamó Ramiro sin una pizca de ánimo, rompiendo con aquel silencio —¿Y eso que tiene que ver con nosotros, Gary?
—Mucho, chicos— Contestó Támara —Este evento será enorme y Gary y yo pensamos que sería la oportunidad perfecta para llevar a cabo la final de la competencia de patinaje.
—¿Cómo?— Soltó Matteo confundido.
—¿La final?— Cuestionó Seba abriendo los ojos como platos.
—Por supuesto, hijo— Sonrió Gary —El Roller estará ante los ojos de todo el mundo y es una oportunidad increíble para que la pista y ustedes puedan darse a conocer.
—Además, ahora que Ámbar volvió a la pista, estamos todos completos para continuar con ella— Completó Támara.
—Pero son sólo cuatro días— Intervino Jazmín preocupada.
—Jazmín tiene razón— Agregó Aylinn cruzando de brazos —Es muy poco tiempo para poder armar una coreografía.
—Y el vestuario— Mencionó Yam.
—Y la música— Comentó Jim.
—¡Chicos, chicos!— Alzó la voz Gary —Támara y yo sabemos que es muy poco tiempo, pero es una oportunidad única para todos ustedes.
—Además, lo más importante de las competencias es que ustedes se diviertan— Exclamó Támara —Y creemos que esto supondrá un reto que los hará volverse mejores patinadores de lo que ya lo son.
Sonrió Támara causando que nuevamente, un silencio invada la cafetería en el cual, mi mirada no tardó en caer en la de Matteo luego de sentir su fija mirada sobre mí o más específicamente, sobre mi mano que se encontraba entrelazada con la de Benicio.
—Sin embargo, ustedes son los que eligen si participar o no— Añadió Támara —¿Aylinn, Diego?
—Claro— Sonrió Diego observando a Aylinn —Estamos dentro.
—Maravilloso— Respondió Gary —¿Hijo?
Cuestionó hacia Seba provocando que nuestras miradas rápidamente se unan. Sé lo difícil que era para él saber que su ex pareja de patín había sido la responsable de todo lo ocurrido en la última competencia.
—Supongo que puedo hablar con Fernanda de los Adrenaline— Dijo regresando su mirada a Gary —Acepto.
—Me alegro, hijo— Sonrió Gary tomando por el hombro a Seba.
—¿Jazmín, Ramiro?— Alzó ambas cejas Támara.
—Obvio que participáremos— Se apresuró a responder Ramiro cruzando de brazos —¿O no, Jaz?
—Obvio que sí— Asintió Jazmín sonriente.
—Increíble, chicos— Comentó Támara —¿Luna, Matteo?
—Lo siento, Támara— Contestó Luna —No pienso seguir patinando en la competencia.
Tanto Támara, como Matteo y yo, abrimos los ojos como platos ante la seguridad con la que Luna habló. ¿En verdad había dicho que no pensaba seguir patinando en la competencia? Ganar era su más grande sueño en el mundo.
—¿Cómo? ¿Por qué?— Cuestionó Támara anonadada.
—No planeo seguir patinando junto a mi pareja de patín, así que prefiero bajarme de la competencia.
Replicó Luna sin siquiera dirigirle la mirada a Matteo, ¿qué es lo que estaba ocurriendo? Había notado que ellos no pasaban tanto tiempo juntos como antes pero no tenía idea que tuvieran problemas entre ellos.
—¿Estás segura, Luna?— Inquirió Gary.
—Nunca había estado más segura de algo en mi vida— Sonrió Luna —Y ya que no voy a participar creo que no necesito seguir perdiendo mi tiempo aquí.
Dijo para caminar fuera de la cafetería rumbo a los lockers. Las miradas no tardaron en posarse sobre Matteo y antes de que Támara o Gary pudieran hacer la pregunta, Matteo caminó siguiendo a Luna dejando un tenso silencio.
—Eh... En ese caso la última pareja son ustedes, chicos— Habló Támara terminando con aquel profundo silencio —¿Ámbar, Benicio?
Tanto Benicio como yo giramos al instante para unir nuestras miradas sin decir una sola palabra.
Los dos parecíamos estar abrumados por todo lo ocurrido en los últimos segundos que la competencia parecía algo insignificante para ambos.
—¿Patinarán o no?— Replicó Gary cruzando de brazos.
—Eh... No lo hemos...— Musité en un hilo de voz.
—Es muy pronto para...— Dijo Benicio en un susurro sin dejar de vernos fijamente.
—Yo sé que es muy pronto para volver a patinar como antes, Ámbar— Interrumpió Támara —Pero creo que será la oportunidad perfecta para distraerte un poco y olvidar todo lo ocurrido.
—Además esta vez supervisáremos que todo se encuentre en orden para que no vuelva a ocurrir un accidente nunca más— Intervino Gary.
Suspiré sintiendo un nudo en la garganta. Tenía demasiado en mi mente como para preocuparme por una competencia ahora. Sin embargo, antes de poder articular una palabra, Benicio se aferró con más fuerza a mi mano logrando descolocarme.
—Quizá Támara y Gary tengan razón, Ámbar— Mencionó regalándome una mirada.
—¿Cómo?
—Tal vez la competencia nos ayude a enfocarnos en algo distinto y... No sé, pasar más tiempo juntos— Fruncí el ceño ante la extrañeza con la que aquellas palabras salían de su boca.
—Benicio tiene razón, boo.
Intervino Michel causando que ambos giremos para encontrarlo observando toda la escena sonriente pues hasta ahora había permanecido en total silencio tras nosotros.
—Patinando juntos tendrán mucho tiempo para... Hablar.
Michel guiñó un ojo a Benicio provocando que este nuevamente se tense, en verdad, ¿qué es lo que estaba ocurriendo entre ambos que no sabía?
Sin embargo, las palabras de Michel lograron que mi cerebro hiciera clic y si en verdad quería averiguar cuales eran todos esos secretos que Benicio y Michel escondían de mí, lo mejor era pasar más tiempo con Benicio y ahora mi única alternativa era la competencia.
—De acuerdo— Musité —Patinaremos en la final.
Támara y Gary, al igual que el resto de los chicos no tardaron en sonreír festejando mi decisión.
Por mi parte, me limité a observar a Benicio confundida quien se encontraba fulminando con la mirada a Michel.
Tenía suficiente con los secretos de Sylvana y mi madre, Sharon, como para tener que soportar la idea de que otras dos personas me mentían, ¿acaso algo en mi vida era real?
Matteo POV
No podía creer cuanto me odiaba Luna que ni siquiera se molestó en dirigirme la mirada al tomar la decisión de bajarse de la competencia.
Era obvio que no quería verme ni en pintura, eso me había dejado más que claro en estas dos semanas desde que habíamos terminado, pero tampoco creí que sacrificara su sueño de ganar una competencia con tal de no pasar un sólo segundo a mi lado.
Ganar una competencia era un gran sueño de ella y no me permitirá ser yo el responsable de que no pudiera cumplirlo ahora.
Es por eso que al apenas verla salir hecha una masa de furia de la cafetería, no dudé en seguirla hasta los lockers con la esperanza de poder hacerla cambiar de opinión o que al menos me diera la oportunidad de pedirle perdón.
Sin embargo, al entrar a estos me fue inevitable no fruncir el ceño al escucharla explotando contra alguien y me bastaron sólo un par de segundos para percatarme que ese alguien se encontraba del otro lado de su teléfono.
—En verdad no sé cómo hacer para que entiendas que no quiero saber nada más de vos— Bufó alterada logrando confundirme —No pasó nada entre nosotros, ni siquiera hay un nosotros, Benjamín... Tuvimos relaciones, una vez, eso fue todo.
Apreté los ojos al escuchar aquellas palabras salir de su boca sintiendo mi corazón estrujarse. Ahora todo me cerraba, la persona al otro lado de la línea era Benjamín, el chico que estuvo toda la fiesta del sábado con Luna.
Ni siquiera lograba recordar como Gastón y Ramiro me habían convencido de ir a esa fiesta en primer lugar, pero tal parecía que todo era obra del destino pues al apenas llegar, mi mirada y la de Luna se encontraron y no bastaron ni cinco minutos para que mis ojos la captaran nuevamente, pero ahora, en compañía de ese tal Benjamín.
Gracias a aquello, pasé la fiesta entera observando cada uno de sus movimientos y duramente me vi obligado a verlos besándose en más de una ocasión, o al menos así fue hasta que los perdí de vista por completo y ahora me cerraba a dónde y porqué se habían esfumado de repente.
—Sí, y ahora vos me hiciste recordar porque no repito chicos nunca— Exclamó en seco —¡Basta, Benjamín!— Alzó de repente la voz —Grábate en la cabeza que vos para mí fuiste sólo uno más y ya... Olvídate que existo, presumime con tus amigos o hace lo que quieras, pero déjame en paz.
Demandó para cortar furiosa la llamada y girar logrando sobresaltarse al encontrarme frente a frente a ella. Sin embargo, fueron cuestión de segundos para que rodara los ojos llevando sus manos a sus caderas.
—¿Acaso tu mami y tu papi no te enseñaron que está mal espiar a las personas?— Escupió causando que soltara un suspiro.
—No te estaba espiando— Respondí desanimado.
—¿Ah no?— Rió burlona —¿Y cómo le llamarías exactamente a escuchar mis conversaciones privadas?
—Simplemente vine a hablar con vos, Luna— Dije acortando distancia con ella.
—Pues que mal por vos, porque yo lo último que quiero hacer en este mundo es hablar con vos.
Contestó para intentar dejar los lockers, sin embargo, me interpuse en su camino obligándola a detenerse en seco.
—No podés ignorarme toda la vida, Luna— Solté mientras rodaba los ojos.
—Claro que puedo, de hecho, es lo que he estado haciendo estás últimas semanas— Respondió sin importarle nada.
—Yo sólo quiero hablar con vos, Luna, no serán más de cinco minutos— Supliqué apresurado.
—No, ni eso vas a conseguir.
—No podés fingir que nada pasó entre nosotros— Exclamé de repente —No fui cosa de una vez, Luna, entre nosotros hubo algo muy fuerte.
—Por supuesto que no puedo fingir que nada pasó entre nosotros, Matteo— Cruzó de brazos —Pero me arrepiento por completo de eso.
—No es verdad— Negué en un susurro.
—Lo es— Afirmó en seco —Mi error fue enamorarme de vos una segunda vez.
—No, no fue un error, Luna— Repliqué negando.
—Claro que lo fue, debí de imaginarme que si me rompiste el corazón una primera vez lo harías una segunda— Negó —Pero por estúpida caí ante tus pies cuando sé perfectamente que los sentimientos no sirven para nada y sólo terminan lastimándote.
—Eso no es verdad, Luna— Musité intentando acortar distancia pero ella se apartó —Yo te quería, yo te sigo queriendo, Luna.
—¿Y por eso dudaste de mí?— Cuestionó en un hilo de voz.
—Ya te pedí perdón mil veces, sé que fui un completo idiota en haber dudado de vos y mucho más luego de haber estado juntos, Luna, por favor.
—Eso no cambia el hecho de que lo hiciste, y si dudaste una vez, lo harás otra y otra— Respondió mirándome fijamente a los ojos —Gracias por recordarme que no necesito un novio en mi vida.
Dijo para intentar alejarse pero al apenas dar un par de pasos, mi corazón me obligó a detenerla y es por eso que extendí mi mano tomando bruscamente la suya, pero ante aquel rápido movimiento, mi mano accidentalmente golpeó el teléfono que sostenía en esta provocando que este termine fuertemente en el suelo.
—¡Maldita sea!— Gritó llena de ira —¡¿Acaso hay algo en tu cabeza que no sea aire?!
Soltó para inclinarse a tomar su teléfono y no tardé en imitar su acción intentando ayudarla, pero ella fue más veloz que yo y al ponernos de pie, nuestras frentes chocaron obligando a nuestros rostros a encontrarse a escasos centímetros.
La distancia prácticamente era inexistente entre nosotros, nuestras narices se rozaron, nuestros ojos se encontraron y pude notar como a través de las lágrimas de impotencia y furia que tenía, se encontraban ese par de gemas verdes que me enamoraron de ella hace mucho tiempo.
Mi corazón se aceleró al sentir su respiración tan cerca de la mía como extrañaba hacerlo cuando estaba a punto de besarla y aquellos recuerdos se apoderaron de mí obligando a acortar más la distancia entre nosotros.
Cerré los ojos a medida que nuestros labios se iban aproximando pensando en que todo había vuelto a la normalidad, que todo se había arreglado, que todo era como antes.
Sin embargo, al sentir nuestros labios tocarse, Luna suspiró apartándose por completo de mí.
Nuestros ojos se encontraron por escasos segundos en los cuales una lágrima corrió por su mejilla y sin pensarlo dos veces, me incliné para intentar apoderarme nuevamente de sus labios, pero ante aquella acción de mi parte, Luna tomó distancia y se apresuró a dejar los lockers.
Bufé sintiendo la sangre hervirme y sin poder pensar en nada claro, golpeé con mi puño el primer locker que tuve al alcance, llevando mis manos a mi rostro al sentir mis ojos cristalizarse.
¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? Por un segundo llegué a pensar que Luna me perdonaría y que todo volvería a estar como antes. Pero eso no era así, nada podría estar como antes, tal como ella había dicho, nada podría regresar a la normalidad luego de lo que había hecho.
No obstante, yo no podía parar de pensar en ella, seguía estando enamorado de Luna, por más que lo intentara, no podía sacarla de mi mente tal como nunca pude sacar de mi mente a Ámbar, ¿por qué todo era tan complicado?
Simón POV
Luego de nuestra primera junta como miembros de MSC Records esta mañana, con los chicos habíamos tenido una larga charla sobre lo que nos deparaba el futuro y nuestros nuevos sueños y metas, pues las palabras de Eliana, Bruno y Blas nos hicieron dar cuenta que la banda no era más un juego.
Al firmar el contrato los tres entendimos que la banda ahora era un trabajo serio, y por tanto, nosotros debíamos portarnos como los adultos que hasta ahora no habíamos sido.
Gracias a eso fue que tomamos la decisión de hacer la mudanza al loft algo oficial y es por eso que ahora me encontraba subiendo las escaleras de este en compañía de Delfi, cubriendo sus ojos con mis manos para evitar que viera la sorpresa que anteriormente había preparado para ella.
Sí, luego de resultar ganador de un pequeño sorteo con Nico y Pedro por quien tendría el privilegio de ocupar el loft esta noche, tuve la brillante idea de preparar una sorpresa para mi hermosa novia.
Por tanto, pasé la tarde entera cocinando la pasta preferida de mi chinita según la receta de Pedro y tiré un par de velas de último momento alrededor de todo el loft con tal de hacer de este lo más romántico posible.
—¿Lista?— Susurré a su oído a lo que ella asintió sonriente —Sorpresa.
Dije suavemente al remover mis manos de sus ojos provocando que los abra y su sonrisa se viera reemplazada por un rostro de total asombro mientras admiraba cada rincón del loft.
—¿Qué te parece?
Cuestioné causando que salga de aquel trance para girar y observarme frente a frente. Sonreí aproximándome hasta ella y coloqué dulcemente un clavel rosa sobre su oreja para entregarle otro en su mano.
—¿El loft o la hermosa sorpresa?— Replicó sin soltar mi mano que sostenía la flor.
—Ambos— Respondí sonriente logrando que suelte una risita.
—Me encantó— Sonrió para acariciar suavemente mi mejilla —Gracias.
—No me tenés que agradecer nada, mi amor— Dije tomándola de ambas manos —Yo haría cualquier cosa por vos.
—Eso lo sé— Contestó para soltar un suspiro —¿Por eso no atendías mis mensajes?
—Más bien por eso...
Exclamé apuntando hacia la mesa provocando que Delfi frunza el ceño y gire para observar a lo que me refería, logrando que rodee su cintura con mis brazos y apoye mi cabeza sobre su hombro.
—Cociné pasta a la boloñesa... Tu favorita.
—¿Vos cocinaste?— Soltó incrédula.
—Te lo dije— Reí —Yo por vos haría lo que fuera.
—¿Y es comestible?— Cuestionó Delfi burlona alzando ambas cejas.
—Graciosita— Exclamé provocando su risa burlona —A ver si con esto te seguís riendo...
Dije para comenzar a hacerle cosquillas por todo su cuerpo provocando que aquella ligera risa se vuelva una descontrolada e intente zafarse de mi agarre.
—¡No! ¡Simón! ¡Basta!— Dijo entre risas retorciéndose entre mis brazos sin poder salir de estos.
—¿Te seguirás burlando de mí?
Pregunté sin parar de reír, hasta que Delfi fue capaz de librarse de mis brazos empleando una gran fuerza que provocó que ambos perdiéramos la estabilidad y termináramos en el suelo.
Aquel repentino impacto causó el doble de risas en ambos logrando que estas se silencien al momento en que nuestras miradas se encontraron a escasos centímetros de distancia.
—Me alegra verte tan feliz, mi amor— Sonrió Delfi una vez que consiguió calmar su respiración.
—¿Y cómo no estarlo? Estoy con vos— Sonreí tomándola de la mano —Y eso es suficiente para que todo sea perfecto.
—Todo es perfecto.
—Lo es— Afirmé —Por primera vez luego de tanto tiempo lo es... La Roller Band está por despegar, mis padres me apoyan, tenemos el loft y lo más importante... Estás aquí conmigo.
—Siempre voy a estar aquí, Simón... Pase lo que pase— Asentí soltando una ligera risa.
—Lo sé— Suspiré —Y por eso preparé esta sorpresa para vos.
—Y me encantó— Aclaró a lo que ambos reímos —Es perfecta... Igual que vos.
—Aún no lo es— Dije logrando que frunza el ceño —Falta sólo una cosa para que sea verdaderamente perfecta.
—¿Qué cosa?— Inquirió confundida.
Suspiré nuevamente para aferrarme a su mano logrando que ambos nos sentemos frente a frente en el suelo, pues hasta ahora habíamos permanecido tirados uno sobre el otro luego de aquella caída.
Delfi me observaba desconcertada y antes de que la confusión creciera en ella, tomé de mi bolsillo trasero aquella pequeña caja de color negro que guardaba el verdadero motivo de mi sorpresa.
—¿Y esto?— Soltó confundida al observar la cajita en mis manos —¿Qué es?
—Abrilo...
Respondí causando que Delfi me mire extrañada, y nerviosamente, se aproximó para abrir la pequeña caja que sostenía en mis manos revelando su interior.
—¿U-Una llave?— Musitó desconcertada.
—Sí, es una llave— Contesté mientras ella la tomaba de la caja —Pero no vayas a creer que voy a salir con algo cursi y decir que es la llave de mi corazón o algo así —Dije causando nuestras risas —Es la llave del loft... Tu llave del loft.
La sonrisa de Delfi se esfumó al instante ante mis palabras. Sabía que aquello la tomaría por sorpresa, pero luego de pensarlo por mucho tiempo, sabía que estaba tomando la decisión correcta.
—¿M-Mía?
—Toda tuya, mi amor.
—No, no, yo no puedo aceptar esto, Simón— Negó tomando distancia.
—¿Por qué no, Delfi?
—Porque el loft no es sólo tuyo, Simón... Nico y Pedro también viven aquí.
—Nico y Pedro están de acuerdo con esto, no haría nada sin consultarlo antes con ellos.
—Pero...
—Yo sé lo que estoy haciendo, Delfi— Interrumpí colocando mi mano sobre su pierna que se encontraba a un costado mío —Luego de la junta de esta mañana me di cuenta que en la vida no se puede perder un sólo segundo y gracias a eso entendí que no quiero perder un sólo segundo a tu lado... Quiero pasar todo el tiempo que pueda con vos.
—Yo también quiero pasar todo el tiempo del mundo a tu lado, pero, no quiero causar ni un sólo problema.
—No lo vas a hacer— Sonreí acortando distancia con ella —Este loft es tanto mío, como ahora lo es tuyo... Vos podés venir cuando quieras y hacer lo que vos quieras aquí.
—¿Estás seguro?— Preguntó frunciendo el ceño.
—Tanto como lo estoy de que te amo y que quiero pasar el resto de mis días a tu lado.
Poco a poco Delfi fue dibujando una sonrisa en su rostro para aferrar la llave a su mano y asentir logrando que mi sonrisa creciera.
—Solo procura venir los lunes y los jueves, porque los demás días son de Nico y Pedro— Mencioné causando que ambos riéramos y Delfi rodara los ojos.
—Son únicos ustedes tres.
Ambos volvimos a reír y al apenas callar nuestras risas, me incliné para colocar un dulce beso sobre los labios de mi novia.
—Te amo— Musité al separarnos.
—Yo te amo más— Sonrió acariciando mi mejilla —Gracias.
—No me agradezcas aun... Apenas está comenzando la noche.
Delfi soltó una risa a medida que sus mejillas se sonrojaron y antes de que pudiera decir algo más, volví a apoderarme de sus labios.
Sus manos no tardaron en posarse en mi pecho mientras que yo rodeé su cintura con las mías logrando eliminar cualquier distancia que nos separaba.
Poco a poco, los besos fueron cambiando su ritmo, nuestras manos viajaron por todo nuestro cuerpo sin nada que las detuviera, las prendas fueron saliendo una por una y el resto era historia.
Delfi y yo nos entregamos el uno al otro en el que de ahora en más sería nuestro pequeño nido de amor, y una vez más, confirmé que había tomado la decisión correcta.
Amaba a Delfi con cada parte de mi ser y lo que más anhelaba en este mundo era poder pasar día y noche a su lado.
Aun era muy pronto para poder vivir juntos pero eso no impedía que yo supiera que ella era la mujer con la cual quería pasar cada segundo del día por el resto de mi vida, porque Delfi era el amor de mi vida.
»»»»»»»»»
¡Hola a todos! ❤️ Sí, sí, es lo que creen que es, un nuevo capítulo de Ella o Yo.
En verdad que no comprendo porqué me costó tanto escribir este capítulo y la verdad es que no es uno de mis favoritos, pero, ¿qué se le va a hacer?
Sin embargo, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó? ¿Qué tal la Roller Band? ¿Benicio le diría la verdad a Ámbar? ¿Lutteo sigue vivo? ¿Qué tal Delmón? ¡Comenten linduras!
Y dos cositas rápidas. La primera es que me gustaría saber su opinión sobre la nueva portada de la novela... ¿Les gusta? ¿O prefieren la anterior?
Y... Ella o Yo está nominada junto a otras increíbles historias en varias categorías de los Like Awards de BiaAwards, en verdad que no me canso de agradecerles linduras, son las mejores de todo el mundo. Perdonen por ser la peor escritora del mundo.
Voten ⭐️ si les gustó y Comenten 💬 cuál fue su parte favorita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top