36 | Peligroso


M A R T E S

Simón POV

Me costaba creer lo que ahora me encontraba haciendo: armando mis valijas para irme verdaderamente de mi casa.

Estuve hablando con los chicos sobre lo ocurrido con mis padres y no fue hasta que Nico propuso la idea de vivir juntos que supe que era momento de hacerlo.

Mis padres no me habían dirigido la palabra en todo este tiempo y eso me dejaba muy en claro cuál había sido su decisión: darme la espalda.

No podía mentir, me dolía, pensaba que ellos lo entenderían o al menos harían un esfuerzo por hacerlo, pero nada, y eso me confirmaba que lo mejor para todos era dejar la mansión.

Por algo ahora me encontraba armando las valijas en compañía de Ámbar, quien se había ofrecido a ayudarme una vez que le conté mi decisión.

—¿Recordas cuando jugábamos escondidas por toda la mansión?— Cuestionó mi hermana doblando una remera de la pila que había dejado a su lado.

—Lo recuerdo perfecto— Reí para guardar las remeras que ella previamente había doblado —Mamá se ponía histérica pensando que romperíamos algo.

—¿Y también recordas las veces que me escabullía a tu habitación cuando tenía pesadillas?— Soltó tiernamente para seguir doblado.

—Nunca lo podría olvidar, te cantaba hasta que te quedabas dormida— Sonreí para soltar un leve suspiro.

—Tenemos tantos recuerdos juntos en esta habitación... ¿No la vas a extrañar?— Preguntó dejando de lado las remeras para mirarme con los ojos brillosos.

—Voy a extrañar mi habitación, a esta casa y a vos, bonita... Pero debo hacer esto— Hablé acariciando suavemente su mentón.

—Lo sé, y sé que no hay manera de hacerte cambiar de opinión... Es sólo que no me imagino esta casa sin vos... No será lo mismo.

Ámbar bajó la mirada, sé que para ella, el que yo me fuera, era muy difícil, ambos estábamos tan acostumbrados el uno al otro que también a mí me sería muy difícil no ver sus ojitos o escuchar su risa todos los días.

—Tampoco es que me iré al otro lado del mundo, además, nos seguiremos viendo todos los días en el Roller— Respondí intentando animarla.

—Pero no será igual, si vos te vas me sentiré muy sola.

—Nunca vas a estar sola, bonita... Yo estoy para vos toda la vida y cuando vos me necesites, bastará una llamada y aquí me tendrás... ¿Okay?— Ámbar asintió sonriente para continuar doblando remeras.

—Siempre pensé que de los dos la que se iría primero de la casa sería yo— Dijo logrando que riera.

—Yo también pensaba lo mismo, pero la vida es una caja de sorpresas... Sino, mírame a mí... Ahora me encontraría preparándome para tomar las riendas de la gran compañía Smith.

Ámbar y yo no pudimos evitar reír, pero, en cuestión de segundos nuestras risas se vieron silenciadas por el sonido de la puerta siendo tocada y antes de poder preguntar de quién se trataba, esta se abrió dejando ver a mis padres.

—Hijo... ¿Podemos hablar?— Cuestionó mi padre suavemente.

—Claro— Respondí para dejar las últimas remeras dentro de la valija.

—Nos gustaría hablar con tu hermano a solas, Ámbar— Habló mi madre hacia mi hermana.

—No, sea lo que sea yo también quiero...

—Está bien, Ámbar, es lo mejor para todos.

Ámbar me dedicó una mirada insegura a lo que asentí con una sonrisa de lado y suspirando, se levantó de la cama para salir de la habitación y cerrar la puerta dejando un profundo silencio.

—¿De qué es lo que quieren hablar?— Inicié tímidamente logrando que ambos fijen sus miradas en las valijas.

—Con tu madre estuvimos hablando estos días muy seriamente acerca de lo que nos dijiste la otra noche... Sobre tu futuro— Habló mi padre dedicándome una triste mirada.

—Y ambos nos dimos cuenta que tantos errores hemos cometido con vos que tuviste que llegar al punto de mentirnos con tal de hacer lo que a vos te gusta— Continuó mi madre con el tono apagado.

—Y las cosas no deberían ser así, hijo, nunca debieron ser así... Lo que tu madre y yo más queremos en el mundo es protegerlos a vos y a tu hermana... Y no nos dimos cuenta que por hacer eso les hicimos tanto daño que dejaron de confiar en nosotros como lo hacían— Las palabras de mi padre lograron hacer que frunciera el ceño, ¿en verdad esas palabras estaban saliendo de su boca?

—Temíamos que por seguir este sueño de la banda te frenaras contra la pared— Dijo mi madre soltando un suspiro.

—Y tenías razón hijo, es tu futuro y sólo vos podés decidir sobre él. Ni tu madre, ni yo, vos... Y por eso lo charlamos y estamos dispuestos a apoyarte si tu sueño es seguir con tu banda.

Inevitablemente, abrí mis ojos como platos, ¿de verdad había escuchado bien? ¿Mis padres dijeron que estaban dispuestos a apoyarme?

—¿Lo dicen en serio?— Cuestioné sintiendo mis ojos iluminarse.

—Muy en serio, hijo. Vos nos demostraste que tan comprometido estás con la música y si esto es lo que verdaderamente te hace feliz, lo aceptamos— Habló mi padre con una pequeña sonrisa.

Poco a poco, una sonrisa fue apareciendo en mi rostro, no podía creer lo que mis oídos escuchaban. Toda mi vida había vivido pensando que mis padres nunca llegarían a entenderme y mucho menos a apoyarme, y ahora, lo estaban haciendo.

—No lo puedo creer— Musité en un hilo de voz.

—Créelo, mi amor— Dijo mi madre acercándose para entrelazar su mano con la mía.

—Nunca pensé que llegaría este día... Son los mejores.

Mis palabras lograron que ambos sonrieran emocionados y sin dudarlo, acorté la distancia uniéndonos a los tres en un profundo abrazo.

—Muchas gracias por esto— Mencioné al apartarme de sus brazos.

—No tenés nada que agradecernos, Simón... Para eso estamos, para apoyarte en lo que sea— Respondió mi madre acariciando mi cabello.

—Sin darnos cuenta cometimos los mismos errores que nuestros padres cometieron con nosotros y porque tu madre y yo logramos encontrar el gusto en lo que hacemos, no significa que vos tengas que hacer lo mismo.

—¿De qué están hablando?— Fruncí el ceño sin entender lo que hablaban.

—Tu abuela fue la que me obligó a estudiar en París cuando yo soñaba con trabajar en Broadway— Confesó mi madre.

—Y tu abuelo Émile fue quien me forzó a estudiar la misma carrera que yo te obligué a seguir con tal de tomar las riendas de la empresa... Yo siempre soñé con ser chef y hasta el día de hoy sostengo ese sueño conmigo.

—No tenía idea de eso.

—Fueron tiempos difíciles de nuestro pasado, pero no lo vemos de esa manera porque gracias a ellos, tu padre y yo pudimos conocernos— Mis padres intercambiaron miradas sonrientes.

—Nunca es tarde para cumplir sus sueños, sólo hace falta trabajar por ellos, ustedes me enseñaron eso.

Hablé logrando que las sonrisas de mis padres crecieran, por más que en la vida me hayan educado para ser alguien que nunca quise ser, habían ciertas cosas que me habían vuelto la persona que era hoy.

—Entonces, ¿descartas la idea de irte de nuestro lado?— Inquirió mi madre esperando que mi respuesta sea afirmativa.

—Lo siento, pero estuve hablando con mis amigos y nos dimos cuenta que es lo mejor para los tres... Hemos vivido toda nuestra vida rodeados de lujos, que ahora queremos independizarnos y aprender a valorar el dinero y el trabajo... Y creo que es tiempo de hacerlo.

—¿Y a dónde piensan ir?— Cuestionó mi padre curioso.

—El tío de Nico nos rentará un loft que tiene cerca.

—¿Estás seguro de qué es lo que querés?— Preguntó mi padre serio.

—Muy seguro, haré esto por mí y por mi futuro.

Mis padres volvieron a intercambiar miradas con las que sólo ellos se comunicaban y, haciendo que mi alegría no pudiera caber más en mi cuerpo, asintieron.

Jamás, ni en mis más locos sueños, llegué a pensar que un día así llegaría, que mis padres me comprenderían y mucho menos me apoyarían, pero tal como le dije a mi hermanita minutos atrás, la vida era una caja de sorpresas y claramente no dejaba de sorprenderme.

V I E R N E S

Matteo POV

Suspiré para terminar de anudar los cordones del patín derecho de Luna y levantando la mirada, me encontré con una enorme sonrisa en su rostro.

—¿Y mi premio?

Luna rió tiernamente y se inclinó para depositar un corto beso en mis labios bajando su pierna de mi regazo. Se había vuelto un pequeño hábito nuestro que yo siempre le colocaba sus patines y un día tan importante como era la competencia, no sería la excepción.

—Estuviste a punto de quedarte sin él ya que casi me cortas la circulación en mi pie izquierdo— Habló Luna al poderse de pie quedando frente mío.

—Es que de verdad nadie se mueve más que vos en este mundo... Ni siquiera al dormir podés estar quieta, petisa— Solté causando que ambos riéramos.

—¿Estás listo para ser el mejor en la pista?— Preguntó cruzando de brazos.

—Yo siempre soy el mejor en la pista— Respondí logrando que rodara los ojos —¿Vos estás lista para ganar?

—Yo siempre estoy lista para ganar y a tu lado no me queda duda que esta competencia es nuestra... ¿Vamos?

Asentí y Luna no tardó en extender su mano hacia mí. Sonriente, la tomé para colocar un beso en esta y ponerme de pie rodeando su cintura con mis brazos para depositar otro beso sobre su cuello provocando esas risitas que me llenaban el corazón por completo.

Luna sonrió y sin perder un segundo más, me arrastró fuera de los lockers camino a la pista dónde Emilia y Seba se encontraban posicionándose en el centro.

—Llegamos justo a tiempo. Emilia me mataba si no la veía patinar.

Soltó Luna para acercarse hasta la baranda aun arrastrándome tras ella y por estar concentrada en su amiga, no notó que quedó a escasos pasos de Ámbar y Benicio logrando que termine tan cerca de ella que nos separaban milímetros.

🎶E: Yo puedo subir
Puedo bajar
Me sobra el tiempo
Para ganar

S: Puedo estar bien
Puedo estar mal
Dicto las reglas
Para jugar

Iniciaron patinando ambos con grandes sonrisas en sus rostros y cuando me dispuse a aplaudir con el resto del público por un truco, mi brazo y el de Ámbar terminaron rozándose a tal grado que ambos giramos uniendo nuestras miradas en una.

Ninguno sonrió, dijo una palabra o si quiera se movió, sólo permanecimos ahí, con las miradas unidas sin decir nada.

—¿Viste ese truco?

La voz de Benicio hablando a Ámbar hizo que ambos regresáramos a la realidad y sin dudarlo, enfoqué mi mirada en la pista intentando no volver a mirarla.

Podría hacer que el sol eclipse a la luna
No existe condición que yo no reúna

E: Lo que todos quieren tener
Ya lo tengo
Mil veces
Arriesgada y sin límites
Las ganas me mueven

S: No existe condición que yo no reúna
Aquí, mírame a mí
Ya sé, me recordarás

Por algún extraño motivo, tener tan cerca a Ámbar hizo que una especie de nervios me invadiera, en todo este tiempo, ella y yo apenas habíamos intercambiado palabra, pero tal como decían, una mirada decía más que mil palabras.

Y aquella mirada logró moverme algo en mi interior, una fuerza que me obligó a girar de nueva cuenta observándola mirar fijamente a la pista.

Giré de vuelta a la pista perdiendo la esperanza que su mirada se vuelva a encontrar con la mía, en realidad, ¿qué pretendía al querer mirarla a ella?

S: Lo que todos quieren tener
Ya lo tengo
Mil veces
E: Arriesgada y sin límites
S: Las ganas me mueven

Cada segundo que pasaba, nuestros brazos se rozaban más y más seguido, casi como si ambos acortáramos la distancia sin siquiera percatarnos de eso.

No existe condición que yo no reúna🎶

El Roller se inundó de aplausos una vez que Emilia y Seba finalizaron su presentación logrando que nuestras manos que se encontraban a escasos centímetros, se aparten.

—Increíble presentación de Emilia y Seba... Y el puntaje del jurado para ellos es de...

Inevitablemente, mi brazo regresó a la misma posición de antes y de alguna manera, no existía más distancia que nos separara obligando a nuestras manos a rozarse.

Aquel contacto obligó a mis ojos a buscar los suyos y al girar, la mirada de Ámbar estaba fija en mí.

Ambos permanecimos con los ojos fijos el uno en el otro, como si estos hablaran sin que nosotros lo hiciéramos. Ámbar dibujó una pequeña mueca que pronto anunciaba volverse una sonrisa.

Mi corazón comenzó a latir con más intensidad y cuando estuve a punto de emitir la primer palabra, sentí la mano de Luna tomar efusivamente la mía obligándome a apartar mis ojos de los de ella.

—¡Treinta y siete!

—¡Es nuestro turno, mi amor!

Sonreí hacia Luna y antes de poder contestar algo, ella me arrastró de nuevo pero en esta ocasión hasta la pista donde Emilia y Seba se encontraban entrando.

—Mucha suerte, amiga— Soltó Emilia con una sonrisa burlona.

—La suerte es para los perdedores...

Respondió Luna logrando que Emilia ruede los ojos y una vez más, Luna me arrastró con ella hacia el centro de la pista mientras Támara mencionaba nuestros nombres en el micrófono.

—Te quiero— Soltó Luna de repente descolocándome.

—Yo también te quiero.

Respondí sonriente logrando que ella imite mi acción y mientras me posicionaba, mis ojos involuntariamente se encontraron con los de Ámbar pensando que hasta hace una semanas, yo patinaba con ella mientras era mi novia, y ahora lo hacía con Luna, mi novia.

🎶L: Lo que quiera puedo ser
¿Cómo me ves?
Cuando piensas que me iré
Todo al revés
Un espejo, una señal
¿Que pasará?
Me preguntas que será
Lo verás

M: Lo que todos quieren ser
¿Cómo me ves?
Lo que siempre quieren ver
No fallaré
Un espejo, una señal
¿Que pasará?
Me preguntas que será

Nada cambiará
Esto es lo que soy
Mirarte a los ojos sin perdón
Mi fuerza, mi destino, es mi canción

Voy a salir de tu espejo
Tu voz que a lo lejos me encontró
Palabras que envuelven mi corazón
¿Cómo me ves? Soy tu reflejo
Siempre estará en mi tu amor
Quiero decirte
Cómo me ves, yo soy

Voy a salir de tu espejo
Tu voz que a lo lejos me encontró
Palabras que envuelven mi corazón
¿Cómo me ves? Soy tu reflejo
Siempre estará en mi tu amor
Quiero decirte
Cómo me ves, yo soy🎶

Luna y yo finalizamos de patinar en una perfecta cargada que se llevó aplausos y ovaciones por parte del público entero.

Sonrientes, volví a colocarla dulcemente en la pista y tomándola de la mano nos dirigimos al centro de esta para recibir nuestros puntajes.

—¡Maravilloso!... Y el puntaje para Luna y Matteo es de... ¡Treinta y siete!

Luna y yo abrimos los ojos como platos y no tardamos en comenzar a celebrar, treinta y siete era un puntaje extraordinario, mucho más considerando el puntaje tan bajo que obtuve la anterior ronda.

Llena de emoción, Luna rodeó mi cuello con sus brazos para unirnos en un efusivo abrazo que logró que terminara con la mirada sobre el público.

No obstante, mis ojos instantáneamente cayeron sobre una rubia de ojos azules y al hacerlo observé a Benicio rodearla con su brazo causando que ella repose su cabeza sobre su pecho.

Ámbar sonrió mientras él susurraba unas palabras en su oído y nuestras miradas volvieron a conectarse logrando que aquella sonrisa desapareciera en segundos.

Fueron cuestión de segundos que nuestras miradas permanecieron unidas y sintiéndome terriblemente culpable por pasar todo este tiempo pensando en ella en vez de concentrarme en la competencia con mi novia, me separé del abrazo de Luna.

Ella frunció el ceño y antes que reaccionara de otro modo, tomé suavemente su cuello para inclinarme y apoderarme de sus labios tomándola a ella y a todo el público por sorpresa.

Sentir sus dulces labios unirse a los míos me hicieron borrar por completo toda imagen de Ámbar y enfocarme en lo que debía, en celebrar un perfecto puntaje junto a mi novia que tanto quería.

Luna POV

Seguía sin poder creer la forma en la cuál Matteo me había besado frente a todo el público, en sí, lo nuestro no era un secreto para nadie, pero ese beso terminó de aclarar las dudas del resto y dejar bien en claro lo enamorados que estábamos.

No obstante, si aquel beso y el excelente puntaje me tenían de esa manera, saber que estaba a escasos minutos de concretar mi plan hacía que la sonrisa en mi rostro fuera inigualable.

—Sólo una presentación más y todo listo, socia— Sonrió victoriosa Emilia llegando hasta mi lado.

—Sólo una presentación más y todo vuelve a su lugar, socia— Sonreí para mirarla y guiñar un ojo.

—¿Qué traman ustedes dos?— Frunció el ceño Michel posicionándose en el medio de ambas.

—Nada.

Respondió Emilia regresando su mirada a la pista donde Jazmín y Ramiro se encontraban tomando sus posiciones para patinar.

—Las conozco perfecto... Socias... ¿Qué fue lo qué hicieron y me dejaron fuera?— Cruzó de brazos Michel para mirarme fijamente.

—¿Por qué me miras a mí, ito?— Solté confundida.

—Porque Emilia sólo tiene tres cosas en su cabeza... Chicos, patines y comida— Los tres reímos y soltando un suspiro sonreí regresando mi mirada a los chicos que comenzaban a patinar.

🎶R: Sé que esperas y me alejo
Como espero yo, honey
J: Sé que inventas un pretexto
Para verme hoy
Honey funny

—Digamos que le dimos una pequeña ayudita al karma.

Hablé para enfocar mi mirada en Emilia y ambas, con sonrisas evidentes, regresamos nuestras miradas a la pista recordando lo sucedido en los lockers antes que la competencia diera inicio, cuando nos encargamos de ponerle una solución definitiva a todo.

~F L A S H B A C K~

Emilia y yo entramos sonrientes a los lockers con la esperanza de que no hubiera nadie en estos, pero para nuestra desgracia, Aylinn y Diego se encontraban en estos frustrando por completo nuestro plan.

—¿Y ahora que vamos a hacer?— Susurré hacia Emilia preocupada.

—Tú déjamelo a mí— Respondió en el mismo susurro y dibujando una pequeña sonrisa se aproximó hacia ellos —Chicos, Támara los estaba buscando, al parecer quiere hacer un cambio de turnos de último momento.

—¿Ahora?— Soltó la chica confundida.

—Sí, ahora.

Afirmó en seco Emilia y bufando fastidiados, Aylinn y Diego caminaron fuera de los lockers dejándonos a ambas completamente solas.

—Ahora sí... ¿Tienes la llave?— Preguntó Emilia apresurada.

—Aquí está.

Respondí tomando la pequeña llave de repuesto del locker de mi prima que había conseguido la noche anterior. Emilia sonrió y tomó las llaves de mi mano dirigiéndose al locker de mi prima mientras yo me mantuve junto a la entrada cerciorándome que nadie entrara.

—¿Cómo la conseguiste?— Inquirió Emilia curiosa.

—Por favor, Emi... Ámbar nunca en la vida mueve las cosas de su lugar. Puedo tomar sus ahorros y ella nunca lo sabrá.

Emilia rió para tomar los patines en sus manos y colocarlos sobre el mueble de madera.

—¿Y la llave T?— Cuestionó apresurada.

—Aquí la tenés... Apúrate Emilia.

Presioné entregando la llave en sus manos para regresar mi mirada hacia la entrada sintiendo la ansiedad carcomerme, si alguien llegaba era nuestro fin y no podía arriesgarme a que eso sucediera.

—Dale Emilia... ¡Apúrate!

—¡Ya voy!

Exclamó Emilia para apresuradamente meter presión en la rueda que estaba sosteniendo y nerviosa, regresé mi mirada una vez más al frente sintiendo mi corazón acelerarse a más no poder.

—¡Listo!

Exclamó Emilia para colocar rápidamente los patines dentro del locker de Ámbar y cerrar este en la misma velocidad sonriendo apenas este lo hizo.

—Oficialmente... La reina de la pista está fuera de la competencia.

Emilia y yo reímos y poco a poco, mi corazón regresó a su ritmo natural llenándose esta vez de alegría, ahora sí, de una vez por todas me desharía de mi estúpida prima.

~F I N   D E L   F L A S H B A C K~

R: One, two, three, now
J: Honey funny
Honey love
R: Como tú, como yo, puede ser
J: Honey funny
Honey love

R: El directo es mi señal
Para verte más allá
J: Honey funny
Honey love

R: One, two, three, now
J: Honey funny
Honey love
R: Como tú, como yo, puede ser

J: Honey funny
Honey love
R: El directo es mi señal
Para verte más allá
J: Honey funny🎶

Emilia y yo nos dirigimos una última mirada sonrientes al escuchar los aplausos llenar el Roller por completo sabiendo que era cuestión de segundos para lograr nuestro objetivo y de paso, darle una lección al idiota de Benicio.

—¡Increíble chicos!... El puntaje para Jazmín y Ramiro es de... ¡Treinta y cinco!

Nuevamente, los aplausos llenaron el lugar mientras ellos abandonaron la pista logrando que mi sonrisa creciera aún más, era el momento que tanto había estado esperando, el momento de nuestra venganza.

—Y ahora es el turno de la última pareja de la noche... Ellos son, ¡Ámbar y Benicio!

Emilia y yo sonrientes enfocamos nuestra mirada hacia el centro de la pista donde mi querida primita y el traidor se encontraban posicionándose.

—Nada puede salir mal.

Escuché decir a Emilia y antes de poder contestar, sentí un brazo rodearme por el hombro provocando que gire apresurada uniendo mi mirada con la de mi perfecto novio.

Que mejor manera de presenciar lo que estaba por suceder que en compañía de mis amigos y mi novio, recordándome que esta vez yo saldría ganando.

🎶A: Me siento como el viento
Detrás no queda nada
B: Yo vivo como siento
En libertad, a todo o nada
A: Vivamos el momento
Tan sólo una mirada
B: Vuela el pensamiento
La partida y la llegada

Emilia y yo permanecíamos expectantes del momento en que nuestro trabajo hiciera lo suyo y las ruedas trabadas de mi prima la obligaran a arruinar alguno de sus pasos.

A: Hoy la belleza rompió su corteza
Y en su cabeza voló la tristeza
De estar esperando lo que esta pasando

I've got a feeling
A: No sé hacia donde
Pero siento que voy
I've got a feeling
B: Y cuando tengo lo que tengo lo doy
I've got a feeling
A: La vida es todo lo que siento que soy
I've got a feeling
I've got to love...

El momento pasó en total cámara lenta para mí, y aquella sonrisa que poseía lentamente se borró al percatarme como sucedía lo que tanto estuve esperando.

Pues yo nunca pensé, que de todos los pasos y trucos, justamente las ruedas hicieran lo suyo en el truco más complejo de todos, cuando Ámbar se encontraba tomando impulso para dar un salto.

Antes que mi prima pudiera reaccionar, sus ruedas no respondieron y casi como si la pista la hubiera absorbido, su cuerpo se estrelló causando un gran estruendo que dejó perplejo al público entero.

Su cabeza, inequívocamente, aterrizó antes que alguna otra parte de su cuerpo lo hiciera y gracias tanto impulso que tomó, rodó por la pista golpeándose cada rincón de su cuerpo.

—¡Ámbar!

Gritó mi primo quien sin importarle nada, entró a la pista a toda velocidad para quedar hincado frente a ella.

—¡Ámbar!

Ahora fueron Benicio, Támara y Gary quienes se incorporaron a gran velocidad seguidos de Delfina y Jazmín.

—¡Ámbar! ¡Háblame! ¿Estás bien?— Exclamó alterado Simón.

—¡Ámbar!

—¡Amiga!

—¡Ámbar!

—Parece que el golpe en la cabeza le afectó— Exclamó Támara consternada —Hay que llamar a una ambulancia... ¡Ya!

Negué sintiendo mi corazón acelerarse al escuchar aquellas palabras, esto debía ser un chiste, no podía ser en serio, no debía ser verdad.

Lo único que Emilia y yo queríamos era trabar sus ruedas para que equivocara un paso, nunca pensé que algo así podría llegar suceder.

—¿Qué fue lo que hicieron?— Musitó Michel en un hilo de voz.

El Roller se volvió un perturbador silencio mientras todos en la pista gritaban y sollozaban angustiados esperando que mi prima reaccionara.

Fue sólo una caída, un pequeño golpe, ella no podía estar inconsciente y si lo estaba eso significaba que algo grave estaba sucediendo, cuando sentía que mi corazón no podía ir más de deprisa, el sentimiento de culpa me consumió, repitiéndome incansablemente aquella pregunta, ¿qué es lo que había hecho?

»»»»»»»»»

¡Hola a todos! ❤️ Primero que nada quiero pedirles perdón por haberlos dejado una semana entera sin capítulo, sinceramente he estado con mucho bloqueo en mi cabeza, inclusive el capítulo de hoy no llega a convencerme del todo, pero odio no subir capítulo, así que de nuevo, perdón.

¿Qué tal el capítulo? ¿Simón dejará la mansión? ¿Matteo pensando en Ámbar? ¿Qué pasara con Ámbar? ¿Descubrirán a Luna y Emilia?

Y... No pude no mencionar que emocionada estoy porque juntas llegamos a 2k de votos ❤️ En serio, las palabras no me alcanzan, son lo mejor que existe en el mundo.

Y como es muy sabido, me encantaría recompensarlas, así que, ¿Qué les gustaría?

•Preguntas y respuestas
•Momento fan 2
•Extras

¡Ustedes deciden linduras!

Capítulos todos los Lunes y Viernes.

Voten ⭐️ si les gustó y Comenten 💬 cuál fue su parte favorita.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top