26 | Cumpleaños
L U N E S
Ámbar POV
Miré la pantalla que anunciaba los puntajes una última vez para regresar mi mirada a Matteo quien no se molestó en siquiera sonreírme y sin importarme nada, patiné fuera de la pista dejándolo completamente sólo.
No podía permanecer más tiempo a su lado. El día había sido peor de lo que imaginé. Nuestra presentación fue pésima y en todo este tiempo no nos habíamos dirigido la palabra en ni una sola ocasión.
Patiné a toda velocidad hacia los lockers para sacarme los patines antes que todos ocuparan el lugar y una vez que regresé a mis tacos, solté un largo suspiro intentando contener mis emociones para salir de los lockers en busca de mis amigas.
—¡Acá estás!— Una voz bastante familiar me tomó por sorpresa al apenas poner un pie fuera de los lockers —Te estuve buscando boo... ¿Estás bien? Apenas anunciaron los puntajes saliste a toda velocidad de la pista.
—Sí, sí... Necesitaba tomar aire, es todo— Hice mi mayor esfuerzo para dibujar una sonrisa para Michel.
—¿Segura?
—Te lo prometo— Suspiré logrando que él sonría al creer en mis palabras.
—Bueno, me alegro que estés bien... Quería felicitarte por tu puntaje— Solté una ligera risa rodando los ojos.
—¿Por apenas y pasar a la siguiente ronda?
—Lo importante es que pasaste y que su coreografía estuvo increíble... Te luciste en la pista.
—Gracias por mentirme— Dije logrando que él ría —Sé que no fue mi mejor presentación, tuve muchísimos errores... Tuvimos.
—Bueno, pero nada que el entrenamiento no pueda solucionar... Tú tienes un gran talento boo y lo demostraste allá en la pista... ¿Qué no eres la reina de esa pista?
Rodé los ojos mientras él acarició mi mentón causando que soltara una pequeña risa y él abrió la boca intentando decir algo cuando una voz ocupó el lugar.
—¡Ito!
Mi sonrisa se borró al observar a Luna sonriente caminar hacía nosotros provocando que Michel sonría más de lo que ya lo hacía.
—¡Ita! ¡Felicidades!— Exclamó emocionado para elevarla por los aires causando sus risas mientras que me limité a desviar la mirada, háblenme de incómodo —¡Lo hiciste increíble!
—Gracias— Rió Luna mientras él la ponía de vuelta en sus pies —¿Te gustó?
—Me encantó, has mejorado muchísimo desde la última vez que te vi patinar— Habló Michel logrando que ella sonría emocionada —¿No lo crees Ámbar?— La sonrisa del rostro de Luna se borró mientras que yo miré a Michel extrañada.
—Sí, estuvieron increíbles— Mencioné apenas y siendo capaz de mirarla a los ojos.
—Gracias... Ito... ¿Podemos hablar un minuto en privado?— Cuestionó Luna tomándolo del brazo logrando que Michel busqué mi aprobación a lo que sólo me limité a asentir.
—Claro, ahora vuelvo boo...
Asentí nuevamente mientras que Luna arrastró del brazo a Michel lejos de mí dejándome completamente sola y en busca de mis amigas, pero al apenas girar para escanear el lugar con la mirada, sentí unos brazos rodearme por la espalda.
—¿Acaso es la hermanita más talentosa de todas?— Aquellas palabras dibujaron una sonrisa en mi rostro y no dudé en girar para lanzarme a los brazos de Simón.
—Simón... Me alegra que hayas llegado— Exclamé al separarme mientras él me tomaba de las manos.
—Obviamente no me iba a perder tu presentación bonita... ¡Estuviste asombrosa!
—No es necesario que me mientas, sé que estuve espantosa— Bufé logrando que él me miré confundido.
—¡¿Qué?!... Por supuesto que no, fuiste la mejor de todas, ¿okay?
—Simón, basta... Sos mi hermano y por eso me decís esto, pero yo sé que estuve terrible... Mi puntaje lo dice todo.
—Que hayas tenido muy bajo puntaje no significa nada... Para mí, vos sos la mejor patinadora del mundo entero y si yo lo digo entonces lo sos, ¿estamos?
Rodé los ojos causando que él bufe y me sostenga en un nuevo abrazo regalándome un beso en mi frente.
—Verás que en la próxima competencia vos tendrás el puntaje más alto de todos... Sólo debes entrenar un poquito más.
—¡Amiga!... ¡Mi amor!... Al fin los encuentro.
La voz de Delfi provocó que Simón me soltara en cuestión de segundos para extender sus brazos a ella con una enorme sonrisa en el rostro, ¿así o más abandonada me dejó?
—Recién termino de hacer las entrevistas que Jazmín me pidió así que estoy cien por ciento libre...
—Genial... Y yo creo que debemos cerrar esta noche saliendo todos juntos... ¿Qué dicen?— Propuso Simón sonriente.
—¡Suena increíble!
—Yo paso— Dije cortando con la alegría de ambos.
—¿Qué? ¿Por qué?— Preguntó Simón confundido.
—Estoy muy cansada, prefiero ir a casa a descansar.
—Pero bonita...
—No mi amor, Ámbar tiene razón, ha estado entrenando muchísimo que merece un descanso— Intervino Delfi tomando de la mano a mi hermano.
—¿Estás segura?— Inquirió Simón alzando ambas cejas.
—Sí, vayan ustedes y diviértanse por mí— Sonreí logrando que él asienta —Gracias— Musité hacía Delfi quien simplemente me regaló una sonrisa.
—Bueno, entonces vamos por el resto de los chicos.
Ambos me regalaron una última sonrisa para comenzar a alejarse tomados de la mano y dejándome una vez más sola, pero esta soledad tampoco duró mucho tiempo pues al apenas no tener rastro de mi hermano y Delfi, Michel apareció de nuevo en mi campo visual.
—¿Qué onda boo? ¿Tenés algún plan ahora?— Inquirió logrando que suelte un largo suspiro.
—No, en realidad quiero irme a casa...
—Te acompaño— Se apresuró a responder.
—No, no es nece...
—No, no está a discusión... No voy a dejar que una reina como tú camine sola por las calles a estás horas— Exclamó causando que suelte una pequeña risa —¿Vamos?
—Sí... Sólo que debo ir por mis cosas que dejé en el locker... No tardo...
—¡No!... Yo te acompaño— Sonrió logrando que imite su acción.
—No es necesario booboo... No me voy a perder.
—No me cuesta nada acompañarte... Además, así podés seguir contándome sobre tu fiesta de cumpleaños.
Reí ligeramente para comenzar a caminar hacia los lockers siguiendo con la charla que dejé pendiente con Michel un día antes acerca de mi fiesta que sería en un par de días y por la cual cada vez estaba menos emocionada.
Michel, como siempre, me hacía reír en todo momento, y me hizo olvidarme aunque sea por unos instantes los sentimientos que llevaba dentro, o al menos fue así hasta que ocurrió aquello.
Mi sonrisa se esfumó al observar aquella escena que pensé encontrar sólo en mis pesadillas: Matteo y Emilia a punto de besarse en los lockers.
—No lo puedo creer...
Mi voz hizo que ambos se separaran rápidamente y que Matteo se pusiera de pie para mirarme a los ojos sin una sola expresión.
—Decime qué es un chiste...— Musité en un hilo de voz.
—Será mejor que yo me vaya Matteo— Intervino Emilia en un tono serio para tomar su bolso y ponerse de pie.
—No Emi, no tenés porque...
—¿Perdón?— Cuestioné incrédula recibiendo una mirada fulminante por parte de Matteo.
—En serio Matteo, no estoy bien para soportar esto. Gracias por intentar animarme pero será mejor que yo me vaya...
—De verdad no tenés por que irte...
—Hacele caso a tu amiguita.
Solté en el tono más frío posible recibiendo otra mirada fulminante de Matteo, esta vez más fría que antes, pero no me arrepentía en lo absoluto, de esa manera sentiría lo mismo que yo sentí aquella noche en mi jardín.
—Yo me voy.
Dijo Emilia para caminar a toda velocidad siendo seguida por la mirada de Matteo quien al no tener más rastro de ella enfocó sus ojos en los míos para crear una competencia de miradas.
—¿De verdad fue necesario hablarle de esa manera?— Cruzó de brazos furioso logrando que ría burlona.
—¡Sos un caradura! ¿De verdad te estás poniendo de su lado?— Exclamé levantando el tono de mi voz.
—No tenías derecho a hablarle de ese modo— Alzó la voz Matteo haciendo evidente su enojo.
—¡Hey! ¡Hey! No te voy a permitir que le hables así a Ámbar— Intervino Michel quedando en el medio de los dos.
—Yo a Ámbar le hablo como yo quiera— Dijo amenazante Matteo acortando distancia con Michel —Esta conversación es entre los dos así que no te metas.
—Sí me meto— Contestó furioso Michel —A Ámbar la respetas.
—¡¿Por qué no te metes en tus cosas?! ¡Dejanos hablar tranquilos!— Atacó Matteo señalándolo furioso.
—¡Basta!— Grité logrando que se separaran —Michel déjanos solos por favor— Solté demandante.
—Pero Ámbar...— Habló desconcertado.
—Michel...
Michel bufó para salir de los lockers causando que mi mirada y la de Matteo se unan nuevamente comenzando de vuelta con aquella batalla fulminante.
—No puedo creer lo que estabas por hacer— Rompí con el silencio negando repetidas veces.
—Ay Ámbar, yo no estaba por hacer nada...— Soltó en un tono arrogante.
—¿Nada? ¡¿Besarte con Emilia no es nada para vos?!— Alcé la voz de vuelta sintiendo la sangre hervirme.
—¡Pensa lo que quieras! Pero yo a Emilia no la iba a besar.
—¿Ahora me vas a decir que soy una loca que alucina cosas?— Crucé de brazos logrando que él sonría furioso.
—Sólo estaba conteniendo a Emilia... Si te tomaras cinco minutos para mirar más allá de tu hombro te darías cuenta que el mundo no gira alrededor de vos...
—¡No, no! Disculpame, perdóname Matteo por no ponerme en su lugar... Perdóname por ponerme celosa de ver a mi novio besarse con otra chica— Hablé sarcástica causando que él golpee uno de lo lockers.
—¡Maldita sea Ámbar! ¡¿Por qué sos así?!— Gritó causando que mi respiración se agitara.
—¡¿Así cómo?!— Matteo rodó los ojos —¡Respóndeme! ¿Así como?... ¿Una chica que se pone celosa de que su novio estaba por besarse con otra chica que claramente daría todo por estar con él?
—Y ya no sé si somos más novios...
—¿Perdón?— Musité en un hilo de voz —¿Qué significa eso?
—Que no estoy seguro si esto que tenemos acá es un noviazgo, pero de lo que estoy seguro es que si así fuera no me hubieras obligado a callar lo que tanto te he querido decir estos días...
—Entonces decilo. Decilo de una vez...
—¿Para qué? ¿Ahora sí te interesa escucharlo?— Cruzó de brazos calmando su tono.
—Si eso te hará cambiar esta actitud nefasta que estás teniendo, entonces habla Matteo Balsano...
—Aunque lo diga no me vas a creer, porque vos sólo crees lo que vos querés sin siquiera escuchar mis argumentos...
—Te juro que te escucho y no te reconozco.
—Yo tampoco te reconozco... Seguí creyendo lo que vos quieras, algún día te darás cuenta de que equivocada estás... A Emilia yo no la iba a besar, yo nunca la besaría...
—Te vas a arrepentir de tus palabras Matteo, no te quiero ver más...
Solté para comenzar a caminar fuera de los lockers sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas, ¿a quién le hice tanto daño para merecer a chicos así? Pensaba que Matteo era totalmente diferente, pero al parecer estaba tan equivocada, Matteo era exactamente igual a aquello a lo que huí. Yo misma tropecé con la misma piedra.
S Á B A D O
Simón POV
Miré hacia las escaleras de la mansión una vez más esperando encontrarme con ella pero no fue así, cada minuto que pasaba mi ansiedad crecía más y más, ¿qué tanto podía tardar una mujer arreglándose?
Bufé para beber de mi copa siendo incapaz de prestar atención a una sola de las palabras que exclamaban mis amigos soltando ocasionalmente risas.
Hoy era el gran día, hoy era la fiesta de cumpleaños de mí hermanita, ¿pueden creer que esa pequeña rubia hoy cumplía diecisiete años? Sin duda yo no.
Y como cada año, mis padres no dudaron en consentirla planeando una extraordinaria fiesta de cumpleaños de la que se hablaría en toda la ciudad por al menos un mes entero.
Y la magnitud de esta fiesta podía observarse por la inmensa cantidad de gente que no paraba de llegar, todos igual de ansiosos que yo por verla bajar por esas escaleras, o bueno, quizá no tan ansiosos como yo.
Sin embargo, mis minutos de tortura se terminaron en cuanto las luces del lugar cambiaron de intensidad enfocando la enorme escalera por la cual mi bella hermana comenzó a descender, y a quien no tardé en acompañar dándole la mano para ayudarla a sostenerse.
Y de esa manera, juntos bajamos aquellas escaleras acompañados de los aplausos logrando que ambos sonriamos enormemente.
—Te ves tan hermosa— Susurré logrando que su sonrisa crezca aun más.
—Gracias— Musitó en el mismo tono para tomar el micrófono que se le proporcionaba y soltar un suspiro para hablar en el— Buenas noches a todos. Muchísimas gracias por haber asistido, espero que disfruten de la fiesta tanto como yo y juntos hagamos de esta noche una inolvidable. Gracias.
Los aplausos se hicieron presentes nuevamente hasta ser silenciados por la música que ocasionó que todos comenzaran a posicionarse dispuestos a bailar.
—Mi amor... Feliz cumpleaños. No puedo creer que hoy cumplas diecisiete. Aún recuerdo cuando eras sólo una nena, con tus colitas y tu flequillo... Con esos ojitos azules tan hermosos que nos enamoraron desde el primer día— Habló mi mamá logrando que mi hermana suelte una ligera risa y se incliné a abrazarla.
—Mi princesa— Dijo mi papá tomándola de la mano —Mi pequeñita ya es toda una mujer y aunque sigas creciendo vos siempre serás mi bebé... ¿Estamos?— Soltó mi padre fingiendo seriedad ocasionando que los cuatro riéramos —Feliz cumpleaños princesa...
—Gracias mamá, gracias papá... Gracias por todo esto que hacen por mí y también gracias por haberme hecho parte de sus vidas— Mencionó mi hermana logrando que sus ojitos le brillen.
—No nos tenés que agradecer nada mi amor... Vos fuiste un angelito que llegó a nuestras vidas y supimos que eras esa parte que nos faltaba para ser una verdadera familia.
Habló mi mamá sonriente acariciando la mejilla de Ámbar y ella no tardó en abrazarlos a ambos dejándome completamente fuera del abrazo familiar. Muchas gracias hermana.
—Por supuesto que lo fue, mi sobrina fue una lucecita que llegó a nuestras vidas para llenarnos de alegría y amor— Intervino mi tía logrando que las miradas caigan sobre ella —Y siempre ha sido así. Una luz que nos ilumina.
—Siempre. Sin mi princesa esta casa sería muy triste... Ella llegó a robarse los corazones de todos nosotros y a unirnos como familia... Y cada día mi princesa crece más y más, y se vuelve muchísimo más hermosa...
Ahora fue el turno de mi tío quien habló acariciando a mi hermana en su mejilla llegando hasta tomar su mano. No obstante, nuestras miradas cambiaron de dirección al escuchar el sonido de una bandeja volcarse, la cual dos empleadas del catering no tardaron en limpiar.
—Igual les tengo que dar las gracias a ustedes tíos, por recibirme en su casa y en su familia— Sonrió Ámbar ignorando aquel momento por completo.
—Esta es tu casa mi amor y nosotros somos tu familia— Exclamó mi tía logrando que ella vuelva a reír como me encantaba que lo hiciera.
—Y vos mi amor... ¿No le dirás nada a tu prima?— Cuestionó mi tío Bernie causando que tanto mi sonrisa como la de Ámbar se esfumaran.
—Feliz cumpleaños prima... Espero que disfrutes este día.
—Gracias... Prima.
Dijo Ámbar mientras ambas se regalaban pequeñas sonrisas y Luna no tardó en desaparecer del lugar ocasionando que el ambiente se vuelva tenso.
—Bien, supongo que es momento de que nos vayamos... Disfruta de tu noche mi amor— Soltó mi tío para tomar a mi tía de la mano —Vamos Lily.
—Supongo que nosotros también nos vamos... Mucho cuidado con lo que hacen ustedes dos, confiamos en ustedes— Exclamó mi papá amenazante.
—Quédate tranquilo papá, todo estará en orden.
—Eso espero... Disfruta tu fiesta mi amor.
Mencionó mi mamá para colocar un beso en la mejilla de mi hermana seguido por mi papá y ambos se alejaron en compañía de mis tíos dejándonos la fiesta a nuestro cargo. Que mala elección tomaron.
—¿No te faltó algo?— Cuestioné provocando que ella frunza el ceño —¿La felicitación del mejor hermano de todo el mundo?— Ella rodó los ojos sonriente —Pero la mía será un poquito diferente...
—¿A qué te referís?
—Mira al escenario y obsérvalo por vos misma.
Ámbar continuó mirándome desconcertada mientras corrí hacía el escenario en el cual Nico y Pedro se encontraban ya en sus posiciones tal cómo se los había pedido, todo para darle un regalo a mi hermanita.
—Hola a todos— Hablé a través del micrófono causando que la música se corte —No les voy a quitar mucho tiempo, solamente quiero regalarle algo a esa personita tan importante para todos nosotros, especialmente para mí, porque no sé si saben pero yo soñaba con un hermano menor, y de repente, de la noche a la mañana, llegó esa bola rubia que no paraba de llorar, muy confundida pero muy hermosa— Solté una ligera risa acompañada de un suspiro —Y desde el primer momento que la miré supe que ella era mejor que cualquier hermano menor, era mi hermanita, y prometí cuidarla y hacerla feliz siempre, porque ella lo merecía... Y así ha sido todos estos años, y esta noche no es la excepción, porque quiero hacerla sonreír con una canción muy especial para los dos. Es la primer canción que escribí. Nuestra canción bonita... Espero que la disfruten.
Durante todas mis palabras solamente miré a Ámbar directo a sus hermosos ojos que comenzaron a ponerse brillosos exactamente como sucede antes de llorar, y sonriente suspiré dándoles la señal a mis amigos quienes comenzaron a tocar.
🎶Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Siempre vas rodando en la vida
Y te ves tan decidida
A buscar la luz que hay en todo
A cambiar el mundo a tu modo
Sé muy bien que eres valiente
Y luchas por lo que sientes
Una canción siempre va contigo
Para abrir nuevos caminos
Canté ocasionando una enorme sonrisa en el rostro de Ámbar y sin resistirme bajé del escenario para tomarla de la mano y subirla a este conmigo.
Vas a crecer, vas a despertar
A descubrir para deslumbrar
En busca de tus sueños
Tienes el valor y vas a volar
Vas a sentir, vas a encontrar
Vas a vivir para demostrar
Que eres tan valiente
Y todo lo que quieras lo podrás alcanzar
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Porque estás siempre en tu mundo
Eres quien decide su rumbo
Solo es ver las cosas más simples
Para ti no hay nada imposible
Canté dándole un pequeño giro y un toquecito en su nariz que provocó que soltara una tierna risa sin dejar de cantar para ella.
Sé muy bien que es este el momento, ser feliz
Sin formas ni tiempo
Lograrás a todo lo que intentes
Porque en ti está ser valiente
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Suspiré para colocar el micrófono en el medio de los dos para que juntos cantáramos nuestra parte favorita de la canción.
Conozco bien el valor que hay en ti
Y lo que intentes podrás
Lograrlo, siempre
Vas a crecer, vas a despertar
A descubrir para deslumbrar
En busca de tus sueños
Tienes el valor y vas a volar
Vas a sentir, vas a encontrar
Vas a vivir para demostrar
Que eres tan valiente
Y todo lo que quieras lo podrás alcanzar
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh
Eres tan valiente
Y lo vas a alcanzar🎶
Canté la última estrofa y los aplausos no tardaron en llenar el lugar así como Ámbar no tardó en abalanzarse a mis brazos para unirnos en un fuerte abrazo, y cumplí una vez más mi promesa de cuando era pequeño, e hice feliz a mi hermana como adora hacerlo.
Ámbar POV
Solté una pequeña risa al separarme de Simón quien me tomó de las manos ayudándome a bajar del escenario en el cual hace unos segundos habíamos cantando juntos mientras que la música volvía a inundar el lugar.
—¿Y bien? ¿Te gustó la sorpresa?... No creas que no tengo un regalo para darte e improvisé esto— Indagó apresurado logrando que volviera a reír.
—Me encantó. Fue perfecto Simón— Respondí sonriente logrando que él suspire.
—Menos mal, porque puede o no puede ser verdad lo del regalo...
—No necesitas darme un regalo, suficiente regalo es que seas mi hermano.
—¿Por qué sos así bonita?
—¿Así cómo?— Reí sin entender su cuestionamiento.
—Así de buena, perfecta y hermosa... Vos sos el mayor regalo que me dio la vida y sin siquiera desearlo— Sonrió para colocar un beso en mi mejilla.
Miré a Simón una vez más y soltando un suspiro decidí abrazarlo nuevamente. Desde que tenía memoria, Simón había sido así de bueno conmigo y a veces me preguntaba porqué, ¿por qué no podían ser todos los hombres cómo él?
—¡Amiga!
Escuché dos voces gritar emocionadas y no dudé en separarme de Simón encontrándome con mis mejores amigas quienes se apresuraron a abrazarme.
—¡Te ves hermosa Ámbar!— Soltó Jazmín al tomar distancia de mí.
—Muy hermosa, y la fiesta quedó increíble... Vos sí sabés hacer fiestas— Continuó Delfi causando que riera.
—Ya saben que me encanta hacer mis fiestas para todos— Contesté sin borrar mi sonrisa en ni un momento.
—Y con los chicos nos encargamos del resto... Ya saben— Intervino Simón rodeando a Delfi por la cintura quien le regaló una mirada fulminante —No te enojes mi amor, es sólo para entretenimiento de los invitados.
—Más te vale Simón— Habló amenazante Delfi causando que mi hermano deposite un corto beso en sus labios.
—Quizá una o dos copitas nada más...
—¡Simón!
—Es un chiste chinita— Rió mi hermano tomándola de la mano —¡Vamos a bailar!
Jazmín y yo reímos mientras vimos a Simón arrastrar a Delfi hacia la pista dejándonos solas.
—Gracias Ámbar— Soltó de repente Jazmín causando que frunza el ceño —Delfi me dijo que accediste a tener tu fiesta luego todo lo qué pasó sólo para que yo pudiera estar más cerca de Ramiro— Sonreí para bajar la mirada.
—No me costó nada hacerlo amiga, además, mis papás se hubieran preocupado mucho si no hubiera hecho mi fiesta después de todo el tiempo que le invertimos.
—¿Y cómo estás?— Preguntó curiosa logrando que bufe, lo que menos quería era hablar del tema.
—Bien, pero no quiero hablar de eso ahora... O nunca... Hoy es una noche para pasarla bien...
—¡Bien dicho!— Una voz masculina se incorporó logrando que mi amiga se tense —Hoy es una noche para divertirse y eso deberían estar haciendo ustedes dos.
—Ramiro... No te había visto— Hablé mientras él me regalaba un abrazo.
—Llegué hace poco... Estás muy linda y está fiesta es asombrosa.
—Gracias... ¿Y Gastón? ¿Lo viste?
—Hablé con él antes de venir, me dijo que no se perdería esta fiesta por nada del mundo, así que tranquila... Seguro no tarda en llegar— Solté un suspiro mientras Ramiro giraba para observar a mi amiga.
—Jaz... Estás... Muy, muy hermosa... Sos hermosa... Eh... ¿Quieres... Quieres bailar?
—Me encantaría.
Dijo sin rodeos mi amiga guiñándome un ojo sonriente mientras se alejaba tomada de la mano de Ramiro y no pude contener una risa de ternura. Jazmín y Ramiro habían sido amigos toda la vida, y ahora verlos juntos y enamorados era algo extraño pero ciertamente adorable.
—¿Su majestad?
Giré al escuchar aquella voz hablarme a mis espaldas encontrándome con Nico y Pedro junto a sus novias, Nina y Yam, todos regalándome sonrisas.
—¿Qué tenemos para que hacer para que nos des las gracias por lo que hicimos sobre el escenario?— Cuestionó Nico logrando que ruede los ojos —Feliz cumpleaños barbie— Exclamó logrando que bufe ante su creativo apodo.
—Gracias molestoso— Respondí recibiendo un abrazo de su parte.
—Feliz cumpleaños rubia— Exclamó Pedro al abrazarme.
—Gracias igual, y gracias por la sorpresa... A pesar de todo lo que me han molestado en mi vida, los quiero.
—Y nosotros te queremos más— Replicó Pedro colocando un beso en mi mejilla —Cuando éramos pequeños nos encantaba hacerle bromas a Ámbar... Una vez casi la dejamos sin cabello.
—Y Simón siempre se enojaba con nosotros, odiaba que la molestáramos tanto— Sonreí recordando aquellos tiempos.
—Se nota que Simón y vos son muy unidos— Se unió la conversación Yam.
—Mucho... Siempre lo hemos sido.
—Me parece muy tierno... Feliz cumpleaños, por cierto... La fiesta está asombrosa y es la primera vez que estoy en la famosa mansión Benson-Smith.
—Yam... ¿En qué quedamos?
—Tenés razón... Lo siento— Rió avergonzada.
—Un gran regalo sería escucharlos cantar a ustedes dos— Dije dirigiéndome a Pedro y ella —Me dicen que tenés una voz divina.
—¿De verdad?— Asentí logrando que sonría —Bueno, gracias, cuando quieras cantamos para vos.
—Okay, suficiente halago por hoy... Sino su ego crecerá más— Rompió con el momento Nico —Vamos a bailar todos.
—¡De una vez mi amor!— Exclamó Nina emocionada —Feliz cumpleaños...
Alcanzó a decir sin muchos ánimos para arrastrar a Nico a la pista quienes no tardaron en ser seguidos por Pedro y Yam, mientras yo los observaba divertida, era raro hablar con Nina ahora que las cosas entre Luna y yo eran complicadas.
—¿Puedo felicitar a la cumpleañera o debo sacar una cita?
—¡Booboo!— Giré emocionada para lanzarme a sus brazos —Al fin te encuentro.
—Intenté acercarme muchas veces pero parece que hablar con la festejada es más difícil de lo que pensaba... ¿Cómo estás?
—Bien, muy bien... Y agradecería que no volvieras a preguntármelo... No quiero pensar en eso esta noche— Sonreí logrando que el asienta.
—Sólo chequeo de rutina... ¿Qué te parece si te rescato de soportar felicitaciones de todos los invitados y vamos a bailar?— Preguntó estirando una mano hacía mí.
—Me parece perfecto, gracias.
—Estás muy hermosa, ¿lo sabes boo?
—Gracias... Ayúdame a disfrutar mi fiesta por favor.
—Deseo concedido... Vamos...
Reí tomando la mano de Michel quien delicadamente me llevó hasta la pista para comenzar a bailar junto a todos los invitados, este apenas era el comienzo de mi fiesta, pero haría todo lo posible por disfrutarla, y más importante, todo lo posible por no pensar en él.
Matteo POV
Bufé para continuar arrastrando los pies por todo el camino rumbo a la entrada de la mansión maldiciendo una y otra vez a Gastón, el responsable de que ahora esté por entrar a la mansión Benson-Smith.
—Sigo sin creer que me convencieras de haber venido a la fiesta— Bufé logrando que él ruede los ojos para sonreír.
—Punto número uno, no iba permitir que pasaras un sábado por la noche encerrado en casa y punto número dos, ¿desde cuándo te negas a ir a una fiesta vos?— Soltó burlón Gastón logrando que ruede los ojos.
—Pero no es cualquier fiesta. Es la fiesta de Ámbar... Yo no tengo que estar haciendo nada aquí.
—A ver, la fiesta es inmensa y todo Buenos Aires está acá, dudo mucho que te encuentres con Ámbar y si lo hacés, la ignoras y listo... No podés ser tan inmaduro Balsano, seguirás viéndola todos los días en clase.
—Pero una cosa es verla y otra muy diferente es venir a ella... ¿Qué crees que pensará si me ve? ¿Qué quiero arreglar las cosas?
—¿Y no es lo que querés?— Cuestionó mi amigo alzando ambas cejas.
—Ya no sé más lo que quiero— Musité soltando un largo suspiro.
—Bueno, pues mientras salís de esa confusión, relájate y disfruta de la fiesta.
Habló mientras ambos poníamos un pie dentro de la casa totalmente decorada para la celebración, y tal como dijo Gastón, todo Buenos Aires se encontraba en la mansión, todas caras desconocidas.
—¡Gastón!
Una voz llamó la atención de ambos logrando que giráramos para encontrarnos con una pelirroja sonriente corriendo hasta nosotros. Ahora me cerraba todo.
—Hola linda... ¿Cómo estás?— Sonrió Gastón abrazando efusivamente a la pelirroja.
—Súper bien... Pensé que no vendrías más.
—Me costó sacar al señor Balsano de entre sus sábanas más de lo que esperaba, pero aquí lo tenés... ¿Y los chicos?
—Bailando, aunque a Jazmín y Ramiro no los veo más... ¿Se habrán ido?— Cuestionó Jim mirando para todos lados.
—Ni idea, pero, ¿por qué nos quedamos atrás?... ¡Vamos a bailar!— Propuso tomando de la mano a Jim.
—¡Sí! La música está increíble, y digo, no queda más que hacer... Ya cortaron el pastel y todos están en la pista...
—¿Entonces por qué seguimos acá charlando? Vamos... Vamos Matteo...
—No, yo paso... Creo que iré por algo de tomar— Dije sin dar un sólo paso.
—¿Estás seguro?— Inquirió la pelirroja logrando que asienta —Bueno, tú te lo pierdes... ¡Vamos Gas!
Gastón me regaló una última mirada antes de ser arrastrado por la chica hacia la pista y cumpliendo lo que temí que pasara, que el boludo me dejara sólo para estar con Jim, ¿para qué insistió tanto en que viniera si ni siquiera estaría conmigo? Pero bueno, lo dejaría disfrutar su felicidad con aquella chica pelirroja y yo buscaría la manera de entretenerme.
—Pensé que jamás vendrías.
Aquella voz me hizo sentir un escalofrío recorrerme el cuerpo entero y giré mirando nervioso a Simón sonriente, ¿será que mi fin había llegado?
—Eh, no... No...
—Igual me alegra que al fin hayas llegado... Creo que mi hermana se hubiera puesto muy triste si no llegabas.
—¿Triste?— Cuestioné desconcertado ganándome una risa de su parte.
—Sí, triste... Imagina que su novio no llega a su fiesta de cumpleaños... Eso sería decepcionante— Sonreí nervioso ante sus palabras sin comprenderlas del todo —Igual no vine a asustarte, sólo vine a decirte que podés tomar lo que quieras. Tenemos alcohol suficiente para un naufragio de un año, eso sí, mis padres no tienen idea así que si vas a tomar procura no hacer alguna locura... ¿Okay?— Asentí logrando que él me de una palmada en la espalda —Divertite.
Exclamó para alejarse de mí dejándome totalmente confundido. Pensé que Ámbar le había contado todo a Simón y ahora él me mataría, pero no fue así, al parecer Ámbar no había hablado con nadie sobre lo sucedido, ¿eso qué significaba?
Caminé desconcertado en busca de algo para beber que me ayude a aclarar mis ideas y una vez que tenía en mis manos aquella bebida, regresé a la pista en busca de algún conocido con quien pasar la noche sin sentirme como el boludo del año.
Sin embargo, mis esperanzas por hallar a alguien se desvanecieron al notar que todos tenían acompañante y que era el único perdedor sin una pareja.
Caminé alejándome un poco de la conglomeración de gente sosteniendo en mis manos la segunda o tercera bebida hasta que mi mirada dio con una escena que provocó que el vaso que sostenía terminara en el suelo.
No lo podía creer, debía ser una pesadilla. Ámbar no se estaba besando con Michel. Sentí mi corazón detenerse en seco y giré sin continuar lastimándome a mi mismo mirando aquella escena.
No, no podía ser verdad, ¿por qué tuve que observar aquello? ¿Por qué tuvo que suceder? ¿Era mi karma? ¿Era su venganza por lo de Emilia? Sea lo que sea, había hecho que mi mente se pusiera en blanco.
Caminé en busca de una nueva bebida para abandonar el lugar cuando accidentalmente choqué con una chica atropellando su vaso que ágilmente sostuvo para que el contenido de este no terminara sobre ella.
—¡¿Por qué no...— Su rostro pasó de enfado a desconcierto en dos segundos —¿Matteo?
—Lo siento Luna, no te vi— Respondí sin ánimo alguno bajando la mirada.
—Por supuesto que no me viste... ¿Qué hacés acá?
—¿No puedo estar en esta fiesta?— Cuestioné cruzando de brazos.
—No, obvio que podés, es sólo que no esperaba verte... Al menos no después de lo que sea qué pasó entre vos y mi prima.
—¿Cómo sabés eso?— Pregunté confundido, si Simón no lo sabía, Luna tampoco debería hacerlo.
—Por favor Matteo, hacen falta dos dedos de cerebro para darse cuenta que las cosas no están bien entre ustedes... Además, los chismes corren rápido en el Blake— Respondió en un tono burlón.
—Pues no quiero hablar de ella.
—No, veo... Digo, veniste a su fiesta... Algo debés de querer...
—Sólo vine a divertirme, es todo— Suspiré logrando que ella ría divertida y beba un poco más de su vaso —¿Qué tomas?
—Vodka... Derecho...
Sin dejarla decir una sola palabra más arrebaté aquel vaso de sus manos para tomar un gran sorbo de este sintiendo mi garganta arder a lo que le presté cero importancia.
—Si que querés divertirte— Exclamó para reír y arrebatarme de vuelta el vaso —Desafortunadamente tendrás que conseguir el tuyo...
—Entonces vamos por él— Sonreí logrando que me mire burlona.
—¿Yo? ¿Con vos?
—Vamos petisa... ¿Tenés una mejor compañía que yo esta noche en Ámbarlandia?
Luna rodó los ojos soltando una risa y comenzó a caminar junto a mí en busca de una nueva y fuerte bebida para mí, suficiente para borrarme aquella escena que minutos antes había presenciado.
—¿Te encuentras bien Matteo?— Inquirió al verme tomar un shot confundida.
—¿Tanto te importa?— Pregunté intentando que el ardor cesara.
—No, de hecho no me interesa, pero no entiendo que es lo que pretendes viniendo a la fiesta de mi prima...
—Gastón me trajo y me abandonó... Y yo busco diversión en dónde sea, y en este momento vos y yo somos los únicos que no tienen con quien compartir un baile— Respondí para soltar un suspiro.
—¿Y quién te dijo que estoy sola?— Cruzó de brazos alzando una ceja.
—Porque estoy segura que nadie acá es precisamente tu amigo... ¿O me equivoco?— Luna rodó los ojos logrando que ría burlón.
—¿Y vos sos mi amigo?
—No sé, puedo ser tu amigo si vos querés...
—Ser amiga del chico que me dejó por mi prima... ¿Suena asombroso no?— Exclamó irónicamente para beber un poco más.
—No me recuerdes eso...
—¿Por qué? ¿Qué te pone mal?... Vos tomaste esa decisión Balsano— Suspiró logrando que mi sonrisa se borré.
—Lo sé, lo sé... Tomé esa decisión de la cual ya no estoy más seguro— Musité bebiendo otro sorbo enorme.
—¿Perdón? ¿Qué dijiste? ¿Acaso te arrepentís de lo que decidiste?
—A veces... No sé... Pienso que estaba cegado y no vi las cosas con claridad... Y ahora no sé más en que pensar— Suspiré para mirarla luego de largo rato.
—Creo que dejé de entenderte...
—A lo que me refiero es que capaz y tomé una decisión apresurada... Y pensé que estaba enamorado de Ámbar cuando todavía no la conocía o más bien, conocía otra parte de ella...
—Esas palabras son cómo melodía para mis oídos... Lástima que te diste cuenta un poco tarde— Rió bebiendo un gran sorbo para continuar mirándome.
—Nunca es tarde...
—¿De qué hablas?
—De que nunca es tarde para remediar tus errores... Yo cometí uno muy grande al estar con Ámbar sin siquiera ver más allá de ella, y ahí estabas vos... La chica con la que tengo tanto, pero tanto en común, con la que pareciera que nacimos destinados a estar juntos... La linda e increíble petisa que me conquistó desde el inicio.
Hablé mirando a Luna fijamente a los ojos causando que ella ría mordiéndose el labio inferior para desviar su mirada de mí.
Y ahí es cuando me permití admirar luego de tanto tiempo su belleza y mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte exigiéndome que lo hiciera, y sin poder ni querer detenerlo, decidí hacerlo.
Me incliné tomando a Luna del rostro logrando que su mirada confundida se una con la mía y soltando un largo suspiro lo hice, uní sus labios con los míos.
Luna no se tensó ni nada, al contrario, correspondió mi beso dándome toda la libertad posible y dejándome disfrutar de ese beso que hizo que mis pensamientos se esfumaran y que lo único que pasara por mi cabeza fuera cuanto me estaba gustando.
Mis manos bajaron hasta su cintura apegándola más a mí y permitiéndonos disfrutar de aquel beso cómo si fuéramos los únicos en todo el lugar.
El aire hizo falta y ambos nos vimos obligados a separarnos abriendo los ojos por primera vez, los cuales se unieron dejándome ver eso hermoso brillo en ellos y dibujando una sonrisa en mi rostro.
Luna no tardó en sonreír sin dejar de mirarme y un extraño sentimiento me obligó a alzar la mirada encontrándome con ellos, más específicamente con ella, con Ámbar, quien seguramente había contemplado todo el beso.
Al observarme ella negó para huir del lugar seguido de su perro faldero Michel y tragando saliva regresé mi mirada a Luna quien continuaba sonriéndome.
Solté un largo suspiro y sonreí de vuelta ocasionado que ambos riéramos. No me importó en lo absoluto que Ámbar haya presenciado aquello, porque el sentimiento que ese beso con Luna me dejó era mucho mayor, tanto que ahora tenía la necesidad de repetirlo, de besarla una vez más.
»»»»»»»»»
¡Hola a todos! ❤️ ¡Volvió Lunes de Ella o Yo! Y con muchísimas novedades.
En primer lugar, tenemos nueva portada, ¿Les gustó? ¿O prefieren la anterior?
Segunda cosa que creo que les encantará.. Debido a que terminé de publicar mi otra novela, comenzaré a publicar Ella o Yo dos veces por semana, ahora no sólo será Lunes de Ella o Yo, sino que Viernes de Ella o Yo.
Y... Otra súper novedad, creé un grupo de WhatsApp para ponerme en contacto con mis linduras, así que si les interesaría formar parte de él, envíenme sus números con sus códigos de su país y no dudaré en agregarlas ✨
Pero bueno, ahora si, ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Llegó el fin oficial de Mambar? ¿Qué opinan del beso Mimbar? ¿Y del Lutteo? ¿Qué creen que pase ahora? ¡Comenten!
Capítulos todos los Lunes y Viernes.
Voten ⭐️ si les gustó y Comenten 💬 cuál fue su parte favorita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top