M A R T E S

Luna POV

La sonrisa en mi rostro era imposible de borrar. No sólo mi plan estaba saliendo a la perfección, sino que los entrenamientos con Benicio iban de maravilla. En tan sólo dos días habíamos logrado crear una coreografía que nos aseguraría la victoria, era imposible negar que entre nosotros había una química increíble dentro de la pista.

Sin embargo, no le jugaríamos al destino y entrenaríamos todos los días para poder ganar esta competencia, por algo nos encontrábamos ahora dentro de la pista.

—Se me ocurrió que quizá podemos agregar un paso nuevo entre estos— Intervine logrando captar su atención.

—¿Cuál?

—Mira... Cinco, seis, siete y...— Conté para comenzar a patinar siendo seguida por la mirada de Benicio.

—Sí, está bueno... Vamos a intentarlo.

Sonreí y ambos nos colocamos en posición para practicar el paso nuevo que habíamos agregado a la coreografía, y tan sólo bastó con un ensayo para poder hacerlo sincronizados, ¿hacían falta más pruebas de que Benicio y yo éramos la pareja perfecta de patín?

No obstante, al estar por ensayar toda la secuencia nuevamente, el sonido de un mensaje en el teléfono de Benicio fue capaz de hacerlo patinar con tanta velocidad hasta ese dejándome sola en el medio de la pista.

—¿Me estás cargando?— Exclamé frunciendo el ceño al observarlo patinar y no tardé en seguirlo.

Al llegar a su lado alcancé a leer los mensajes que había recibido y no tardé en rodar los ojos, en serio que este chico no podía más consigo mismo.

—¿Decime que es una joda?— Crucé de brazos mientras él escribía una respuesta.

—No, no es joda...

—Bue, ya veo cuales son tus prioridades.

—Mi prioridad sos vos— Exclamó en seco enseñándome la respuesta enviada a Luly —Podría estar pasándola bien con ella, pero me quedo entrenando con vos.

—No, no sigas que se va a derretir el corazón— Respondí sarcásticamente logrando que él rodara los ojos —Pensé que te había dicho que cortaras con el tema de Luly y Camila.

—Camila es pasado. Dejame dar un paso a la vez... Además, ¿cuál es el punto que las deje a ambas?... Ámbar ya no me interesa en lo absoluto, ahora quiero enfocarme en otras chicas, entre ellas Luly...

—Es todo parte de mi plan Benicio... Confía en mí— Sonreí colocando mi mano en su hombro.

—A mí me parece que el único motivo por el cual querés que las deje a ambas es porque vos estás celosa— Soltó canchero logrando que riera burlona.

—Por favor, ¿te parece que yo voy a estar celosa de tu par de barbies?... Si yo te quisiera podría estar con vos cuando quiera. Lástima que para mí no sos más que un simple amigo.

—No te creo nada, vos estabas loca por mí, Luna— Habló acortando distancia entre nosotros.

—Estaba. Tiempo pasado— Intervine empujándolo hacia atrás —Ahora mis prioridades son otras... Como ganar una competencia. Así que vamos a entrenar antes que...

—¡Bro!

Me bastó escuchar eso para saber de quién se trataba y sonriente giré encontrándome con nada más y nada menos que Michel quien caminó sonriente hacia Benicio fuera de la pista.

—¡Bro!— Respondió Michel para abrazar a Benicio.

—No puedo creer que al fin vuelvo a verte— Mencionó Benicio sonriente —Cuando Luna me dijo que vos eras el plan B no pude estar más feliz.

—Bue, ¿tanto me extrañaste?— Rió Michel para sonreírme —Yo también me alegré al saber que eras parte del plan... Aunque debo admitir que me sorprendió un poco que pasaste de ser novio de la enemiga a nuestro aliado...

—Esto no tiene nada que ver con Ámbar, mi venganza es en contra de Matteo... Y por lo que me dice Luna todo va de maravilla.

—Por supuesto...— Los tres reímos y en cuestión de segundos mi mirada cayó sobre ella.

—¡Emilia!

Ambos chicos giraron para observar a la mexicana patinar hacia nosotros con una mirada de disgusto en el rostro, pero al observarnos su rostro cambió por completo.

—¿Qué celebramos?— Preguntó agitando su cabello al detenerse junto a Michel.

—Que nuestro plan está saliendo de maravilla— Respondió Benicio sonriente.

—Emilia, él es Michel... Michel, Emilia...

—Claro, nos vimos recién en los lockers, pero no había tenido el gusto— Sonrió Emilia estrechando la mano de Michel.

—Exacto y quiero felicitarte por tu magnífica actuación— Exclamó sonriente hacía Emilia.

—El iluso se creyó que me lastimé con la rueda del patín— Habló retirando un curita de su dedo para tirarlo al suelo —Sabía que era un tonto, pero te juro que ahora hasta me dio lástima— Rió al igual que el resto —No puedo creer que te hayas enamorado de alguien cómo él amiga.

—No te metí en esto para que cuestionaras mis elecciones — Rodé los ojos ganándome un par de risas burlonas —Mejor hablemos de lo importante... ¿Qué tal la segunda parte del plan Michel?

—De maravilla... Matteo se creyó completito el cuento de que me gusta Ámbar.

—Perfecto.

—¿Y eso por qué es bueno?— Inquirió curiosa Emilia.

—Porque Matteo no se resistirá y correrá a contarle todo a Ámbar...—Habló Benicio cruzando de brazos.

—Y Ámbar no le creerá ni una palabra porque Michel y ella son como hermanos— Completé la frase de Benicio.

—Entonces eso sólo traerá más problemas— Musitó Emilia con una sonrisa en el rostro.

—Exacto... ¿Ahora entendés todo?

—Sí... Ahora nada más te pido que no vayas a convertir esa mentira en realidad Michel, esa chiquita trae vueltos locos a todos que no querrás ser uno más en su lista— Soltó Emilia logrando que los tres riéramos a carcajadas intercambiando miradas cómplices claramente desconcertándola —¿De qué se ríen?

—Eso no va a pasar Emi— Habló Benicio con una gran sonrisa causando que Emilia frunza el ceño.

—Digamos que Michel tiene gustos... Distintos— Comenté para reír nuevamente.

—No estoy entendiendo el chiste— Cruzó de brazos mientras Benicio y yo miramos a Michel quien estaba sonrojado.

—Soy gay, Emilia— Habló para morderse el labio y ella no tardó en abrir los ojos para sonreír.

—Eso sí que no me lo esperaba.

—No es algo que ande compartiendo con todos, pero ahora que somos socios y amigos, vale la pena que lo sepas.

—¿Y Ámbar no tiene idea de eso?

—Ni la más mínima y usaremos eso a nuestro favor— Sonreí para mirar a todos —Debemos seguir entrenando...

—Mira que coincidencia, yo también voy a entrenar— Intervino Emilia patinando hacia la pista.

—¿Ya tenés pareja?— Cuestioné alzando ambas cejas y ella asintió.

—¿Y quién es el afortunado del año?— Preguntó Benicio curioso.

Y casi como de película, a la pista llegaron Támara, acompañado de Sebastián, o Seba, el hijo de Gary. Y Benicio y yo nos miramos conteniendo las risas.

—¡Ni se les ocurra decir una palabra!— Amenazó Emilia llegando a nuestro lado.

—Gary perdió la cabeza— Rió Benicio mirando al chico.

—No es tan malo como piensan. En realidad es muy bueno, sólo le falta práctica...

—Un milagro es lo que te falta a vos— Solté burlona ganándome una mirada fulminante de su parte.

—Rían lo que quieran, pero nosotros reiremos al final... He ganado todas las competencias en las que he participado y esta no será la excepción— Habló confiada Emilia.

—Hola Emilia, ¿estás lista para entrenar?— Preguntó Seba con una gran sonrisa en el rostro.

—Claro que sí...

—Yo los dejo, cualquier cosa que necesiten, me dicen— Comentó Támara a lo que Emilia asintió.

—A entrenar...

Benicio y yo reímos una última vez antes de regresar al centro de la pista para continuar practicando nuestra coreo. Ahora con Seba como pareja de la "patinadora estrella" las chances de ganar iban en aumento, y si mi plan resultaba antes de lo esperado, Ámbar y Matteo estaban fuera de la competencia, lo que significaba que el primer lugar era mío.

Ámbar POV

Suspiré terminando de colocarme los patines para mirar al frente y enfocar mi mirada en el locker de Matteo, tan sólo hacer eso me bastó para desviar la mirada sintiendo mi cabeza querer explotarme.

Desde anoche que discutimos por segunda vez no había parado de pensar ni un segundo en él, yo a Matteo lo quería muchísimo, pero esa nueva fase de él no la conocía y sinceramente no me gustaba.

Lo mejor para nosotros era hablar las cosas, pero ahora mi cabeza era una ensalada de pensamientos que no tenía una idea clara y prefería evitar decir algo de lo que me pudiera arrepentir.

Sin embargo, el mundo seguía y la competencia era la próxima semana, y a pesar de todo lo qué pasó entre nosotros, yo terminaba lo que empezaba, así que por más que lo odiara, debía ir a la pista a entrenar.

Tan sólo puse un pie en esta mi mirada cayó en Matteo quien se encontraba practicando un paso nuevo y soltando un último suspiro patiné hacía él.

—Hola— Hablé logrando que se detenga y me mire serio.

—No pensé que vendrías— Respondió para soltar un suspiro.

—Yo cumplo con lo que prometo y aquí estoy... ¿Podemos...

—¿Acaso estás insinuando que yo no cumplo mis promesas?— Soltó a la defensiva logrando que frunza el ceño.

—No, para nada. Matteo no quiero discutir más... ¿Podemos patinar?

—Me parece que antes de hacerlo nos debemos una charla...

—No, no hay nada de que hablar ahora... La prioridad es patinar...

—Será la tuya, pero yo necesito hablar con vos... Tengo algo importante que decirte— Dijo en un tono seco.

—Matteo, en serio, si hablamos ahora lo único que haremos es decir cosas de las que después nos arrepentiremos.

—No es verdad Ámbar, lo que yo tengo para decirte es muy importante... ¿No confías en mí?

—Yo debería hacerte la misma pregunta— Crucé de brazos logrando que ruede los ojos —¿Acaso no confías en mí?

—Mira, si lo decís por lo de ayer...

—¿Lo ves?... Llevamos dos minutos hablando y lo único que hacemos es atacarnos.

—Es porque ambos tenemos mucho para decir...

—Y sea lo que sea puede esperar— Exclamé demandante —Decime de una vez si vas a seguir hablando para que me vaya o vas a patinar.

—¿No entendés que lo que tengo que decirte es importante?... Es sobre Michel.

—¡No quiero hablar sobre él!... ¡No quiero hablar de nada ahora!— Alcé la voz probablemente ganándome un par de miradas.

—¡¿En verdad querés patinar y hacer cómo que nada pasa?!— Me siguió alzando el tono.

—¡Sí!... Y si me quisieras harías lo mismo— Matteo abrió la boca en sorpresa para comenzar a negar.

—Increíble... ¿Ahora todo esto es cuestión si te quiero o no?— Rodé los ojos ante su mala onda —No respóndeme... ¿Qué tiene que ver cuanto te quiero con querer hablar del tema?

—Que si tanto me quisieras como decís te darías cuenta que tu desconfianza de anoche me hizo regresar a mi relación con Benicio y yo no quiero repetir eso Matteo, no quiero...

—Yo no fui el único que desconfió— Musitó sin dirigirme la mirada.

—Perdón, ¿sí?... Pero vos no sos el único que sufrió con todo esto...

—Yo no quiero ser como él, por eso quiero que aclaremos todo...

—Si no querés ser cómo él entonces no me obligues a hablar algo de lo que no quiero hablar... Una semana Matteo, en una semana es la competencia y después de eso vos y yo hablaremos todo... Antes no... ¿Podés hacer eso por mí?

Matteo rodó los ojos y patinó al centro de la pista dándome a entender su respuesta, soltando un nuevo suspiro patiné para quedar a su lado y comenzar a entrenar.

Sé lo que están pensando y no, una competencia no es más importante que mi relación, pero no quería escuchar el clásico verso de: ese chico esta enamorado de vos, nos quiere separar y todo lo que me conocía de memoria, más aún sabiendo que se trataba de Michel, mi hermano.

Por eso lo mejor para Matteo y para mí ahora era silencio, si no hablábamos más del tema las cosas solas se acomodarían y en cuestión de una semana todo sería olvidado, pero más importante, Matteo entendería que Michel era sólo un amigo, y siempre lo iba a ser.

M I É R C O L E S

Matteo POV

Caminaba por el pasillo decidido a encontrar a cierta chica con la que necesitaba hablar, ayer luego del terriblemente incómodo entrenamiento con Ámbar mi cabeza había duplicado la cantidad de pensamientos en ella, que estoy seguro en cualquier momento estallaría.

No podía creer que no quería hablar del asunto cuando yo tenía algo sumamente importante para decirle, sin embargo, no iba a permitir que los intentos del tal Michel dieran resultado, así que decidí no contradecir a Ámbar y bancarme una tarde entera junto a ella sin cruzar una sola palabra.

No obstante, las cosas no se iban a quedar así, y si quería solucionar todo cuanto antes debía recurrir a la única persona que en este momento podía ayudarme: Luna.

Divisé a Luna acompañada de Nina y... Yam, cierto, no sabía desde cuando ellas se habían vuelto tan amigas, pero eso no importaba ahora, Ámbar lo hacía, por lo que, con el mismo paso firme, caminé en dirección a ellas.

—... Y de verdad que en ese traje se veían tan lindos— Soltó Yam hacia Nina quien sonrió ante el comentario.

—Eso es porque no has visto lo que usarán hoy— Respondió Nina logrando que Yam abriera los ojos sorprendida.

—¿Ya lo viste?

—Nico me mandó una foto esta mañana... Está tan pero tan lindo... En definitiva el negro es su color— Exclamó mostrando una foto a Yam.

—No puedo creerlo... Pedro no me dijo nada...

—Eso es porque debe estar grabando con Caro, les tocaba después de Simón y Aria— Respondió Nina y sus miradas cayeron instantáneamente en mí.

—Perdón chicas... Lamento interrumpir, pero... ¿Podemos hablar Luna?— Intervine logrando que las chicas miraran a Luna confundidas.

—¿Conmigo?— Preguntó igual de confundida que sus amigas.

—Un minuto nada más... Es importante.

—Siento dejarlas en el medio de quien de sus novios es más lindo... ¿Nos vemos en el aula?— Ambas asintieron para comenzar a caminar.

—¿Te contaron que hicieron ayer con...— Siguió con la misma emoción Nina mientras se alejaban.

Luna y yo comenzamos a caminar en dirección contraria mientras ella rodó los ojos ante las últimas palabras de las chicas.

—Gracias por rescatarme de ellas— Bufó para sonreír.

—Pensé que eran tus amigas...

—Nina es mi amiga... Y Yam es la novia del mejor amigo de su novio... Nada más— Dijo en seco deteniéndose frente a mí —¿De qué querés hablar?— Suspiré desviando la mirada.

—De Ámbar— Dije sin rodeos logrando que ella comience a caminar lejos de mí —¡Espera! ¡Luna!— Exclamé corriendo tras ella.

—¿De verdad te pensas que yo quiero hablar con vos de Ámbar?— Respondió furiosa.

—Lo siento, es que vos sos la única persona que puede ayudarme... Sus amigas no me sirven, Simón es como ponerme una soga al cuello y Gastón... Bueno... Él no sabe darme respuestas— Luna cruzó de brazos —Por favor, aunque ustedes estén distanciadas vos sos la única persona que sabe todo sobre Ámbar... Por favor Luna.

—Es lindo verte rogándome— Sonrió burlona —Tenés cinco minutos, no los desperdicies...

—¿Qué sabés sobre Michel y Ámbar?— Pregunté directo cómo a ella le gustaba.

—¿Michel y Ámbar?— Rió burlona logrando que frunciera el ceño —Si lo decís por lo del jardín la otra noche...

—Michel me confesó que siente algo por Ámbar.

Las risas de Luna se callaron y se vieron reemplazadas por una mirada desconcertada al borde de la ira, no sabía que esperar de mi repentina confesión.

—¿Es una joda?— Preguntó llevando sus manos a su cintura.

—Desearía que lo fuera pero no... Él me dijo que hará todo lo posible para separarnos...

—Escúchame Matteo... La marihuana es mala, ¿lo sabías?

—¿De verdad pensas que te estoy mintiendo?— Crucé de brazos furioso.

—¡Obvio que sí!... Michel y Ámbar se bañaban en la misma bañera, compartían pijamas iguales... Son prácticamente hermanos... De seguro escuchaste cualquiera...

—No, escuché perfecto... ¿Por qué te mentiría a vos, justo a vos, con algo así? ¿Qué ganaría?— Exclamé logrando dejar a Luna pensativa.

—Nada.

—Exacto... Vos lo conocés mejor que nadie... ¿No te ha dicho nada? ¿O has notado algo de...

—La cena— Musitó Luna causando que frunciera el ceño desconcertado.

—¿Cómo?

—Que el día de la cena Michel no despegaba su mirada de Ámbar y no paraba de morderse el labio y eso sólo lo hace cuando...

—¿Cuando?

—Cuando está enamorado... No puede ser... ¿A Michel le gusta Ámbar?— Soltó Luna llevando sus manos a su cabello —No es posible.

—¿Entonces me crees?

—Sí te creo... Pero... Es una locura...

—Lo es, y necesito que me ayudes a convencer a Ámbar que es verdad— Luna alzó ambas cejas hacia mí.

—De nuevo Matteo, la marihuana es mala— Rodé los ojos —¿Cómo querés que haga eso?... No sé si lo recordas pero por tu culpa ella y yo no somos más amigas...

—No es mi culpa lo qué pasó entre ustedes.

—¿Ah no?— Cruzó de brazos —Porque si mal lo recuerdo, antes de que vos llegaras todo era perfecto...

—Yo no te obligué a engañar a tu prima con su novio— Solté sin pensar en mis palabras.

—Te pasaste— Respondió Luna intentando alejarse de nuevo.

—Lo siento— La tomé del brazo evitando que diera otro paso —No fue mi intención...

—Es que no te entiendo Matteo... ¿Qué pretendes de mí? ¿Qué arregle su relación?

—Lo único que quiero es que me ayudes a convencer a Ámbar, porque al igual que vos ella nunca me creerá lo de Michel... Más ahora cómo están las cosas... No quiere ni hablarme...

—Ese no es mi problema Matteo... Lo que pase entre ustedes me importa poco y nada.

—Por favor, Ámbar es muy importante para mí... Hacelo por mí... Y por lo que algún día tuvimos.

—No tuvimos nada— Contestó bajando la mirada —Y no pienso ayudarte con ella... ¿Qué ganaría ayudando a mi prima a estar con el chico del que algún día estuve enamorada?

Bajé la mirada mientras Luna dio unos cuantos pasos lejos de mí logrando que me sintiera terrible, no sabía que hacer ahora, ella era mi única esperanza y...

—Mira— Su voz me hizo alzar la vista logrando que sonriera ligeramente —Lo único que te diré es que respetes el tiempo que ella necesite antes de hablar y conseguí pruebas de Michel... Sólo así podés lograr que te crea...

—Gracias Luna.

Sonreí hacia ella y sin resistirme incliné para abrazarla, a lo que ella respondió tensándose y apartándome de su lado.

—Cómo sea. Decile la verdad. Cuanto antes mejor... Y no me vuelvas a buscar si vas a hablar sobre ella.

Asentí y ella sonrió para comenzar a caminar lejos de mí. Luna tenía razón, si quería demostrarle a Ámbar la verdad sobre Michel debía encontrar pruebas, y eso haría a partir de ahora, no descansaría hasta encontrar pruebas en su contra, todo con tal de recuperar a Ámbar, ¿qué tan difícil podía ser?

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¡Hola a todos! ❤️ ¡Lunes de Ella o Yo! Y... Oficialmente estoy de vacaciones... Lo que significa que tendré mucho tiempo para dedicarle a Wattpad.. Yeii

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó? ¿Qué nombre deberíamos darle al grupo de Emilia, Michel, Luna y Benicio? ¡Leo sugerencias! ¿Se esperaban la sorpresa de Michel? ¿Qué pasará con Mambar? ¿Qué tal Lutteo? ¿Qué piensan que hará Matteo? ¿Qué pasará después? ¡Comenten bellas linduras!

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