22 | Problemas
L U N E S
Ámbar POV
Si había algo en este mundo que odiaba además de la mentira, era la impuntualidad, por algo me esmeraba en llegar siempre a tiempo a todo, pero hoy era yo la que estaba cometiéndola, gracias a los preparativos de mi fiesta de cumpleaños no pude llegar puntual a mi primer entrenamiento para la competencia con Matteo.
Amaba celebrar mi cumpleaños, pero la planeación siempre me abrumaba, más aún cuando tenías de madre a Sharon Smith, y cada cumpleaños era sinónimo de excesivo, no sabía bien porqué pero mi mamá celebraba mis cumpleaños a lo grande, tal como si se trataran del último, y eso siempre me agotaba.
Por suerte quedaba un mes entero para arreglar todo y junto con la organizadora de eventos las cosas serían más fluidas. No obstante, hoy me retrasé más de lo debido y ahora me encontraba colocándome mis patines a toda velocidad, Matteo llevaba casi una hora en la pista esperándome, no podía tardar un segundo más.
Al finalizar de colocarme los patines, me puse de pie lo más rápido posible y me dispuse a salir de los lockers, sin embargo, la sensación de otro cuerpo a centímetros de distancia me obligó a detenerme en seco y por consecuente perder el equilibrio.
—¡Cuidado!... ¿Estás bien?— Preguntó una voz masculina que me sostuvo de los brazos evitando que cayera al suelo.
—Sí, sí... Estoy per...
Mi frase fue imposible de terminar, ya que al alzar la vista para encontrarme con mi salvavidas me encontré con un par de ojos avellana imposibles de no reconocer.
—¿Michel?
—¿Ámbar?— Sonrió el chico igual de asombrado que yo.
No pude evitar hacerlo y me lancé a los brazos del ahora conocido salvavidas, era una locura, ¿de verdad lo tenía frente a mí y no era un holograma?
—Pero... ¿Qué... Qué hacés acá?— Pregunté sorprendida tomándolo de las manos —¿Cuando volviste?
—Hace un mes.
—¡¿Un mes?! ¿Y por qué no me dijiste nada? ¿Por qué no llamaste?
—He estado con muchas cosas, además, no pensé que me extrañaras tanto— Rió ante mi rostro anonadado.
—¿Estás loco? ¿Cómo no te voy a extrañar booboo?
Repliqué para abrazarlo nuevamente. Michel Gutiérrez, mi mejor amigo de toda la infancia. Nuestras madres habían sido mejores amigas toda la vida y eso nos convertía a nosotros en mejores amigos. Su padre, al ser un hombre de negocios, viajaba de Brasil para Argentina todo el tiempo, el motivo por el cual perdimos contacto, él se mudó definitivamente a Brasil hace dos años y desde ahí no volvimos a hablar jamás.
—Mírate, has crecido mucho— Habló para observarme de pies a cabeza —¿Cómo has estado? ¿Cómo están tus padres? ¿Y Luna?— Mi sonrisa poco a poco se fue desvaneciendo.
—Espera, son muchas preguntas a la vez... He estado muy bien, al igual que mis padres y Simón.
—¿Pasa algo con Luna?— Preguntó frunciendo el ceño.
—¿Por qué lo preguntas?— Fruncí ahora yo el ceño.
—Porque las conozco a las dos y sé que si no es de la primer persona de la que me estás hablando ahora es porque... ¿Algo pasó?
—No, bueno, en realidad sí... Hemos estado distanciadas estas últimas semanas, pero nada grave... Ella está bien— Sonreí intentando evadir el tema lo mayor posible, no quería entrar en detalles con él.
—Como lo lamento. Ustedes eran inseparables— Comentó acariciando mi mejilla para soltar definitivamente mis manos —Pero bueno, no quiero que me expliques nada boo... ¿Qué tal el resto? ¿Cómo está todo con Benicio?— Bajé la mirada para suspirar, eso me ganaba por jamás hablar con él.
—Benicio y yo terminamos... Hace casi dos meses.
—No te lo puedo creer— Exclamó abriendo los ojos como platos —Pero, ¿qué fue lo que pasó? Pensé que todo estaba excelente entre ustedes.
—Prefiero no hablar de eso... Han pasado demasiadas cosas, pero, mejor hablame de vos... ¿Qué tal todo?— Sonreí intentando deshacerme de la mala onda.
—De maravilla... Estudiar en casa me ayudó muchísimo, hace unos meses volví de un curso intensivo en Miami y ahora vine a tomar un curso intensivo acá en Buenos Aires.
—¿De verdad? ¡Eso es genial!... Yo te dije, vos serías todo un bailarín profesional tarde o temprano— Sonreí para morderme el labio al mismo tiempo que él rió.
—¿Y seguís patinando por lo visto?
—Sabes que patinar es algo que amo, más ahora que se acerca una competencia.
—Eso escuché en la cafetería, es de lo único que todos hablan por acá... ¿Vas a participar? ¿Verdad?
—¡Obvio! Jamás me perdería una competencia— Reímos —Pero, no me has dicho todavía, ¿qué hacés acá en el Roller?
—Quedé de verme con un asesor acá para acordar unas cosas. Y bueno, tenía la esperanza de encontrarme a alguno de los primos Milder por acá... Y al parecer cumplí con mi objetivo al encontrarme a la más hermosa de los tres.
Sonreí sintiendo mis mejillas sonrojarse, Michel siempre había sido un galán y al parecer no había perdido su esencia en todos estos años.
—Basta booboo, de verdad me alegra mucho que estés de vuelta... Te extrañé un montón.
—Y yo te extrañé mucho más boo... ¿Qué te parece si vamos por algo de tomar y nos seguimos poniendo al día?
Propuso logrando que sonriera pero al instante recordé algo fundamental... Matteo. Por la emoción del momento olvidé que Matteo me estaba esperando y si no corría ahora no llegaría nunca.
—Me encantaría en serio booboo, pero tengo que entrenar para la competencia... Pero, ¿qué te parece si esta noche venís a cenar a casa? Estoy segura que mis padres y mis tíos se alegrarán mucho de verte.
—Sería un placer. Nos vemos esta noche entonces...
—Esta noche— Sonreí para depositar un beso en su mejilla.
Michel se limitó a sonreír y sin esperar más nada patiné a toda velocidad hacia la pista. Matteo debía estar odiándome en estos momentos tanto como yo lo hacía, pero ahora tenía una buena excusa para haberme retrasado aún más.
No obstante, la sonrisa que tenía en el rostro se esfumó en cuestión de segundos al llegar a la pista y observar frente a frente la escena. Matteo estaba a centímetros de distancia de... ¿Emilia?
¿Qué hacía Matteo con Emilia? Más bien, ¿qué hacía Emilia con mi novio? Conocía a la perfección la fama de esa chica y no me gustaba nada que estuviera junto a él. Por eso, sin dudarlo ni tantito patiné hasta dónde ambos se encontraban juntos.
—¿Perdón?
Exclamé ganándome la mirada de ambos, Matteo al obsérvame empujó a Emilia de su lado para mirarme nervioso mientras que ella simplemente cruzó de brazos ante mí.
—¿Interrumpo algo?— Pregunté con el mismo rostro serio.
—Mi amor, no, no para nada, no interrumpís nada, mira, ella es Emilia— Se apresuró a responder logrando que conectara miradas con ella quien sonrió en ese momento.
—Sé perfectamente quien es ella... ¿Qué hacés vos con mi novio?— Crucé de brazos logrando que ella riera ligeramente.
—Tranquila tigre, sólo estábamos patinando.
—¿Ah sí?... ¿Y desde cuando se necesita estar así de cerca para patinar?— Pregunté comenzando a enfurecerme.
—Mira, piensa lo que quieras rubia, yo ya te dije lo que estábamos haciendo... ¿O acaso no confías en tu novio?
—En mi novio confío— Hablé arrastrando a Matteo a mi lado —En la que no confío es en vos, así que escucha claro porque sólo te lo diré una vez... Aléjate de mi novio para siempre.
—Ámbar...— Intervino Matteo sorprendido.
—Tranquilo tano, está todo bien, ya me acostumbre a esto... Me divertí mucho contigo, ojalá y podamos repetirlo pronto...
Soltó Emilia burlona para guiñarle un ojo a Matteo y patinar fuera de la pista no sin empujarme antes logrando que mi nivel de ira fuera en aumento. Al no tener rastro de la rubia Matteo me miró desconcertado.
—Ámbar, ¿en verdad fue necesario hablarle de ese modo?— Exclamó cruzando de brazos al mismo tiempo que yo los soltaba.
—¿Qué la estás defendiendo?— Cuestioné frunciendo el ceño.
—No, sólo quiero saber porque la trataste de ese modo, ella sólo me hizo compañía mientras te esperaba a vos.
—Porque esa chica, así de inocente como la ves, es igual o peor que mi prima... ¿Suficiente?— Solté furiosa probablemente enojándolo a él.
—A ver, me parece que estás exagerando, mi amor... Emilia y yo sólo patinamos, no pasó nada más. Pienso que le hablaste pésimo.
—¿Me estás llamando exagerada?
—No, Ámbar, mira, yo sólo digo que me parece horrible la manera en que la trataste cuando no pasó nada entre nosotros.
—Nada que ella no hubiera deseado, esa chica es mala y no para hasta conseguir lo que quiere... Y ahora al parecer te quiere a vos, y yo no voy a permitir que se te acerque.
—Ámbar...
—Ámbar nada Matteo, yo sé muy bien lo que te digo... Prométeme que no vas a acercarte a Emilia...
—Pero...
—Prométemelo.
—Está bien, te lo prometo. No quiero pelear con vos, ¿podemos patinar?
Asentí logrando que Matteo dibuje una mueca en su rostro y ambos nos dispusimos a comenzar con nuestro primer entrenamiento.
Sé que quizá fui un poco exagerada con el tema, pero en verdad conocía las intenciones de Emilia y quizá Matteo no lo viera pero yo sí lo hacía, y era claro que lo único que quería ella era acercarse a él, y eso si que no lo iba a permitir, para nada.
Simón POV
Luego de mi discusión con Delfi no pude concentrarme en ni un sólo momento, el resto del rodaje se sintió eterno a pesar de los intentos fallidos de Aria y los chicos por animarme, pero lo único en lo que podía pensar era en ella.
Sé que estuve mal en enojarme con ella, debí de ser más comprensivo, no debió ser fácil para ella enterarse del beso de esa manera, pero también me pareció mucho la forma en la que actuó, no pensé nunca que Delfi me armaría una escena de celos por algo así, no obstante, yo no quería pelear más con ella, así que estaba dispuesto a pedirle perdón.
Por eso, apenas terminé con las diez horas del rodaje, me dispuse a ir al Roller para poder hablar con ella, sabía que ahí la encontraría. Sin embargo, estaba muy equivocado, llevaba más de tres horas y no tenía un sólo rastro de ella.
En todo ese tiempo intenté llamarla muchas veces, pero jamás atendió, era obvio, seguía enojada conmigo y eso me hacía sentir pésimo.
Cuando por fin me di por vencido y acepté que Delfi jamás llegaría, decidí sentarme sobre el escenario con mi guitarra y hacer lo que sabía me haría sentir mejor, componer.
🎶Me conectas en otra realidad
¿O es mi percepción?
Te pienso y ahora me culpo por dentro
Dime ¿qué siento?
Entiendo, que no puede más
Esta situación
Si eres conmigo tan imposible, inaccesible
¿Esto es amor o es una señal para escaparle al miedo?
No puedo evitar mi estupidez
Este no soy yo, oh, no🎶
Terminé de tocar para soltar un suspiro, lo último que quería era estar mal con Delfi y ahora no sabía que hacer para reparar las cosas, ni siquiera terminaba de entender quién de los dos estaba mal.
Levanté la mirada para continuar tocando y al hacerlo mi vista cayó sobre la única chica que se encontraba en el lugar, no pude evitar fruncir el ceño, pensaba que estaba sólo.
—Sigue por favor— Habló y al escuchar su tono mexicano no pude evitar sonreír, no había notado de quién se trataba.
—Pensé que estaba sólo... ¿Hace cuanto estás acá?— Cuestioné para soltar un suspiro mientras que ella se levantó de su asiento para caminar hacía mí.
—Lo suficiente para impresionarme... Pero haz cómo si no estuviera y sigue tocando, por favor— Respondió logrando que soltara una ligera risa.
—En realidad, me refería a... ¿Hace cuánto que regresaste al Roller, Emilia?
—¿Qué pasa que todos viven en sus burbujas? Llevo acá un par de días... ¿Desde cuando soy tan invisible?— Bromeó para reír —¿Es una nueva canción para la banda?
—Es solamente un desahogo... Componer me ayuda a ordenar mi cabeza un poco.
—Entonces que te líes más seguido para que surjan más "desahogos"— Dijo haciendo comillas con los dedos logrando que riera —Al menos te saqué una risa, mi misión se cumplió.
—Creo que si me hacía falta reír un poco.
—¿Puedo?— Preguntó señalando el escenario a lo que asentí logrando que sentara a mi lado —¿Está todo bien?
—¿Desde cuando la gran Emilia Reynaud se preocupa tanto por cómo estoy?— Cuestioné jugando con mi guitarra.
—¿No puedo preocuparme por cómo esta un viejo amigo?
—No, vos y yo no somos amigos...
—¿Ah no?— Preguntó entrecerrando los ojos —¿Y qué nombre nos designarías a nosotros?
—Sólo dos viejos conocidos que ocasionalmente se hablan— Solté causando una risa de su parte.
—Original, pero, me quedo con el título de amiga... Guardarse las cosas para uno hace mal al alma, lo mejor es sacarlo todo, así no sólo liberas tensiones sino que piensas las cosas con más claridad... ¿No opinas lo mismo?
—Pienso que lees muchas historias en internet... ¿De verdad piensas que te diré lo que me pasa? Apenas y nos conocemos.
—Si ese es el problema, entonces... Emilia Reynaud, patinadora estrella del Roller, mucho gusto— Habló estirando una mano hacía mí —Dale Simón, me muero por saber que tiene así al chico más popular de todo el Roller e integrante de la Roller Band.
—¿No paras hasta conseguir lo que quieres?— Fruncí el ceño a lo que ella negó.
—No. Es lo que me llevó a estar en el lugar en el que estoy... ¿Entonces?— Solté un suspiro entendiendo que la rubia no pararía hasta que hablara, y honestamente, no me vendría nada mal una nueva opinión al respecto.
—Bien, te diré— Emilia sonrió victoriosa —Hoy Delfi, mi novia, y yo discutimos por el tema de un beso que debo de dar con una actriz para el videoclip de la banda... Y sinceramente no sé quién de los dos estuvo mal... Si ella... O yo...
—¿Ese es el problema?
—¿Te parece poco?
—No, no me parece poco, me parece ridículo, digo, no es por hablar mal de tu novia, pero ella debería entenderte y apoyarte, tú estás cumpliendo un sueño con la banda, y si de verdad te quiere y confía en ti no debería armarte escenas de celos por algo así... Una cosa es el trabajo y otra muy distinta la realidad.
—Es que de verdad pienso que yo cometí el error...
—Por supuesto que no Simón, tú no hiciste nada malo...
—¿De verdad pensas eso?
—Obvio, si yo fuera ella estaría más que orgullosa de que estés cumpliendo tu sueño y te apoyaría en todo momento.
—Quizá tengas razón...
Suspiré nuevamente, las palabras de Emilia no habían ayudado, sólo me habían hecho dudar más, yo quería pedirle perdón a Delfi, pero quizá Emilia tenía razón, yo no hice nada malo, en todo caso ella sería la que tendría que disculparse conmigo, no sabía nada más.
—Yo siempre tengo razón— Sonrió logrando que imitara su acción —Pero bueno, basta de hablar de cosas que te ponen mal... ¿Por qué no sigues desahogándote, pero ahora, en compañía de alguien?
—¿De vos?
—¿Ves a alguien más por aquí?— Ambos reímos —Me encantaría cantar con el gran Simón Smith... ¿Me darías ese privilegio súper estrella?
—¿Vos cantas?
—Que no me hayas visto cantar nunca no significa que no lo haga... ¿Quieres comprobarlo?
—¿Por qué no?— Reí para suspirar y acomodar mi guitarra.
🎶S: Nunca creí en historias del corazón
Estar enamorado
Para mí era sólo un juego
E: Como en caída libre
Ya no hay razón
No puedo controlar
Mis sentimientos, todo es nuevo
We can talk about it
But I think I had enough
We can dream about it
But I think I wanna wake up
Tú
Me haces sentir
Que esto es el cielo
Y que en la tierra ya no hay como tú
Me tienes así
Rogándote please, oh baby
I need nobody but you🎶
Finalicé de tocar sin despegar mi mirada de los ojos de Emilia tal como lo hice durante toda la canción, no sé que era que me impedía dejar de mirarla sonriente.
—Vaya, no sabía que tenías una voz tan hermosa... Yo...— Inicié pero me fue imposible finalizar ya que una voz bastante conocida sonó captando nuestra atención.
—¿Qué está pasando acá?— Soltó desconcertada Luna ante la escena —¿Qué hacían?
—Tranqui amiga, estábamos charlando nada más— Contestó Emilia sonriente.
—¿Amiga?— Fruncí el ceño confundido —¿Desde cuando ustedes dos son amigas?
—Desde hace muy poquito— Se apresuró a responder Luna —¿Qué hacés acá Simón?
—Vine por Delfi, pero ahora estoy esperando a Ámbar para irnos a casa.
—Ámbar se fue con Matteo hace mucho... ¿No te aviso?
—No, no me dijo nada... Entonces sólo somos vos y yo... ¿Vamos?— Pregunté poniéndome de pie.
—Sí, sí, sólo dame un minuto que tengo que hablar algo con mi amiga... ¿Sí?
—Por supuesto. Yo iré por unas cosas al locker mientras ustedes hablan y luego nos vamos— Luna asintió y miré hacia Emilia —Gracias Emilia, me ayudaste mucho.
—Fue un placer Simón. Me gustaría repetirlo pronto... Desconocido.
Ambos reímos logrando que Luna frunciera el ceño, y sonriente me alejé camino a los lockers para tomar mis pertenencias, pero al llegar mi mirada cayó instantáneamente sobre el locker de Delfi y no pude evitar soltar un suspiro.
Las palabras de Emilia me habían revolucionado por completo, tenía razón en decir que yo no había cometido ni un error, pero tampoco quería seguir peleado con Delfi, por lo que me decidí a intentar llamarla una vez más.
—Hola, soy Delfi Alzamendi, ahora no te puedo atender, pero deja tu...
No dejé que el contestador me repitiera la frase que me había memorizado en todo el día, era obvio que no quería atenderme, por más que intentara no lo haría, por tanto me dispuse a mandarle un mensaje deseando que ese me ayudara aunque sea un poco.
Suspiré para dar un ligero golpe a uno de los lockers, si eso no funcionaba no sabía que lo haría, sin duda este día había sido una caída en picada, y no parecía subir en ningún momento, sólo esperaba que pudiera solucionar las cosas, pronto.
Luna POV
Al fin mi vida comenzaba a tener orden, Emilia había comenzado con su parte del plan y por lo que me había dicho todo había salido de maravilla, mientras que Benicio había aceptado ser mi pareja para la competencia.
¿Pensaron que me quedaría fuera de la competencia? Por supuesto que no, patinar era mi vida y esta vez no sólo ganaría contra mi prima, sino que ganaría la competencia entre pistas, Benicio era el rey de la pista y junto a él, estaba segura que la victoria sería mía.
Por algo me encontraba en el Roller hasta tarde, era el único momento que Benicio había accedido a entrenar ya que el resto del día se dedicaba a jugar a dos puntas con Camila y Luly, ¿de verdad no se cansaba de ser un patán?
Por suerte el entrenamiento fluyó de maravilla, no había ni la más mínima duda de que ambos ganaríamos la competencia. Y ahora me encontraba camino a la cafetería para esperar al chófer, cuando me mirada cayó sobre mi primo y... ¿Emilia?
¿Qué hacía Emilia con mi primo? ¿Cantando? No, no, no, esa mirada la conocía, y no me gustaba nada de ella, por lo que sin dudarlo me acerqué a su lado en busca de una explicación.
—¿Qué está pasando acá?— Pregunté ganándome las miradas de ambos—¿Qué hacían?
—Tranqui amiga, estábamos charlando nada más— Ah no, yo la mataba a Emilia, cómo se le ocurría decirme amiga frente a Simón.
—¿Amiga?— Inquirió mi primo confundido —¿Desde cuando ustedes dos son amigas?
—Desde hace muy poquito— Me apresuré a responder evitando que Emilia abra la boca de nuevo—¿Qué hacés acá Simón?
—Vine por Delfi, pero ahora estoy esperando a Ámbar para irnos a casa.
—Ámbar se fue con Matteo hace mucho... ¿No te aviso?
—No, no me dijo nada... Entonces sólo somos vos y yo... ¿Vamos?— Preguntó poniéndose de pie.
—Sí, sí, sólo dame un minuto que tengo que hablar algo con mi amiga... ¿Sí?
—Por supuesto, yo iré por unas cosas al locker mientras ustedes hablan y luego nos vamos— Asentí apresurada —Gracias Emilia, me ayudaste mucho.
—Fue un placer Simón. Me gustaría repetirlo pronto... Desconocido.
Fruncí el ceño para observar a Simón alejarse y apenas no hubo rastro de él tomé a Emilia del brazo arrastrándola lo mayor lejos posible.
—¿Me querés explicar que fue esto?— Musité alterada.
—Cálmate un poco— Exclamó soltándose de mi agarre —Sólo estábamos charlando.
—Sólo estábamos charlando— Solté burlonamente imitando su tono —Te conozco perfecto Emilia, te vi mirando a mi primo... ¿En qué estabas pensando?
—¿Qué acaso no tengo derecho de charlar con tu primo?— Cruzó de brazos furiosa.
—No mientras estemos llevando a cabo el plan, se supone que tenés que conquistar a Matteo, ese es tu papel.
—Bien sabés que Matteo no me gusta ni tantito— Respondió con un rostro de disgusto.
—¿Y mi primo sí te gusta?
—Tu primo me encanta Luna— Contestó sonriente logrando que frunza el ceño.
—¡¿Vos te volviste loca Emilia?! Simón tiene novia.
—Sí, una novia que no te agrada para nada... ¿O me equivoco?
—Que no me agrade Delfina no significa que no quiera lo mejor para mi primo, y si él es feliz con ella entonces lo respeto... Por eso de una vez te advierto que no se te ocurra hacer algo para separarlos... ¿Me escuchaste?
—Primero que nada bájame el tono, que yo acá soy la que tengo que fingir que me encanta el italiano insoportable y bancarmela a tu prima... Y segundo, yo no tengo que hacer nada para separarlos, ella sola esta terminando con su relación.
—Sea cómo sea, te necesito más enfocada que nunca Emilia, no podés arruinar el plan por estar con Simón...
—¿Me llamaron?
La voz de mi primo logró que mi cuerpo se congelara por completo, si Simón se enteraba de algo por culpa de Emilia más le valía comenzar a cavar su propia tumba.
—¿Nos vamos Luna?— Soltó sonriente, logrando que el alma me regresara al cuerpo, entonces no había escuchado nada.
—Vamos. Acordate de lo que hablamos... Amiga.
Emilia rodó los ojos mientras que Simón y yo nos dispusimos a ir por el auto. El camino fue puro silencio y una que otra palabra, a kilómetros podía notar que algo tenía Simón y no pude evitar pensar en lo que Emilia dijo.
—¿Vas a hablar o seguirás fingiendo que no pasa nada?— Solté a pocos metros de la mansión.
—¿Perdón?
—No te hagas el desentendido, sé bien que estás así por algo... ¿Me querés contar?
—¿Tan predecible soy?
—Soy tu prima, casi tu hermana, así que puedo leerte, y en tus ojos puedo ver que algo te tiene mal... ¿Qué es?— Suspiró para sonreír.
—Delfi... Hoy discutimos y ahora no quiere ni hablarme.
—¿Por qué discutieron?— Pregunté jugando con mis manos, me preocupaba por mi primo que soportaría hablar sobre ella.
—Se enteró que tendré que besar a una chica para el videoclip y no le agradó la idea para nada... ¿También pensas que es ridículo el problema?— Exclamó estacionando el auto en seco.
—No, para nada Simón... Pienso que quizá deberías restarle importancia al asunto, digo, ser una estrella es algo nuevo para los dos y creo que nadie está listo para eso... Es un gran reto para los dos, pero estoy segura que lo podrán superar juntos.
—¿Entonces decís que tengo que pedirle perdón?
—Digo que tenés que hablar con ella sobre esta nueva etapa, y bueno, juntos tomar decisiones... No la culpo, no debe ser fácil ver a tu novio besar a otra chica, pero probando que puede confiar ciegamente en vos es suficiente para poder afrontarlo— Simón sonrió al mismo tiempo que yo lo hice.
—Gracias Luna, tenés mucha razón— Exclamó tomando mi mano —Hace mucho no hablamos así vos y yo.
—Lo sé... Y lo extrañaba.
—También yo. Te quiero mucho mugrosita.
—Y yo te quiero más.
Ambos sonreímos para unirnos en un abrazo y luego de que Simón depositara un beso en mi mejilla ambos bajamos del auto para dirigirnos a la mansión riendo sobre una anécdota que Simón me contó sobre su día de rodaje.
—Chicos... ¡Que bueno que llegan!— Exclamó mi mamá al momento en que ambos entramos por la puerta —Los estábamos esperando... Les tenemos una gran sorpresa.
—¿Una sorpresa?— Inquirió Simón frunciendo el ceño al mismo tiempo que yo.
—Sí, vení...
Soltó mi mamá sonriente y justo en ese instante apareció en mi campo visual él, tanto Simón como yo abrimos los ojos en sorpresa sin poder creer a quién teníamos frente a nosotros, y sin esperar un sólo segundo más corrimos hacia él para unirnos en un abrazo.
—¡Michel!— Grité lanzándome a sus brazos logrando que él me elevara por los aires.
—¡Luna! ¡Simón!
—¡Hermanito!— Exclamó Simón uniéndose en un abrazo con él al momento que me puso nuevamente en el suelo.
—Mírate nada más... Has crecido un montón ita— Soltó sonriente Michel al mirarme de pies a cabeza —Y tú, hermanito, no has cambiado nada...
—Pero, ¿qué hacés acá? ¿Cuando volviste?— Cuestionó Simón sin salir del shock.
—Hace un mes...
—¿Un mes? ¿Y por qué no nos dijiste nada?— Pregunté sorprendida.
—He estado muy ocupado, pero eso no importa ahora, lo importante es que estoy acá.
—Te extrañé demasiado ito— Mencioné para volver a abrazarlo —Me tenés que contar todo ya... ¿Dónde has estado? ¿Cómo sigue la tía Maggie? ¿Seguís bailando para...
—¡Bueno, bueno!— Intervino mi tío logrando que callara —Todos estamos muy ansiosos por escuchar las historias de Michel, ¿qué les parece si vamos a cenar y así nos cuenta que ha sido de su vida?... Mónica preparó arepas.
—¡No!... Las arepas de Mónica son exquisitas... Muero por volver a probarlas.
—Entonces vamos.
Todos asentimos y nos dispusimos a ir a la mesa dónde transcurrió toda la cena escuchando las fascinantes historias de Michel. Al terminar de cenar, él accedió a acompañarme al jardín para continuar platicando un poco más.
—Me alegra tanto que estes acá— Solté sonriente mientras caminábamos bajo la fría noche.
—Anoche me preguntaste si podías confiar en mí y te dije que podías hacerlo... Así que aquí me tienes linda.
Respondió logrando que sonría orgullosa, sabía que Michel era el chico indicado para ayudarme con mi plan B, él nunca me fallaría.
—Ahora, ¿me terminarás de explicar el plan?
—Por supuesto, por lo pronto cumpliste a la perfección la primer parte... Acercarte a Ámbar inocentemente... Ella al igual que toda mi familia se creyó la historia de que todo fue una gran coincidencia.
—Las clases de actuación valieron la pena... Y debo admitir que me sorprendió tu actuación, hasta me creí que de verdad te sorprendió verme.
—Tengo experiencia en esto— Ambos reímos burlones —Te explicaré paso a paso lo que tenés que hacer, por lo pronto, seguí fingiendo que extrañabas a Ámbar como a nadie en este mundo.
—Tranquila, sé muy bien lo que tengo que hacer, es más, diría que lo estoy haciendo bastante bien.
—Veo que no perdiste la modestia...
—Y vos no perdiste la hermosura, es más, diría que estás más hermosa que nunca...
Soltó Michel y sin puder evitarlo, una risa se escapó de mi boca. Tenía razón, las clases de actuación habían servido pues podía jurar que sus palabras eran honestas y que él no era...
—Perdón, ¿interrumpo? —Bufé sin más al escuchar la voz de Ámbar acallar nuestras risas.
—No, no para nada— Soltó Michel sonriente.
—Será mejor que yo me vaya— Comenté sin dirigirle la mirada a Ámbar.
—No... Quedate— Exclamó logrando que la mirara desconcertada, ¿en verdad me había pedido que me quede? —Charlemos los tres.
—No, yo ya charlé con él... Además, tengo tarea por hacer, pero charlen ustedes... ¿Hablamos mañana ito?
—Claro que sí, ita... Suerte con la tarea.
Michel depositó un beso en mi mejilla el cual correspondí y antes de irme le dediqué una mirada profunda a él dándole a entender lo que quería que hiciera logrando que captara mi mensaje y asintiera.
Podía quedarme tranquila, Michel avanzaría con su parte del plan. Hice muy bien en involucrarlo a él al mismo tiempo que a Emilia, así no había margen de error.
Caminé dispuesta a ir a mi habitación cuando una persona captó mi atención, y no, no era una alucinación, Matteo estaba en la entrada de mi casa con Amanda y un ramo de flores en la mano.
—¿Matteo?— Exclamé desconcertada.
—Señorita Luna, este joven estaba buscando a la señorita Ámbar, pero...— Habló Amanda mientras que caminaba hacía ellos.
—Sí, sí, está bien Amanda, yo me ocupo, gracias— Amanda asintió y se alejó de nosotros —¿Qué hacés acá Matteo?
—Vine a hablar con Ámbar, ¿está?
—Sí... Pero... ¿Pasó algo?
—No, no pasó nada, sólo que no fue el mejor día y quise sorprenderla con esto— Mencionó enseñándome el ramo —¿Podés... Llamarla?
—Ella está en el jardín, si querés puedo acompañarte— Propuse aún confundida.
—¿De verdad?— Asentí sonriente —Me encantaría.
—Entonces vamos.
Matteo sonrió y ambos comenzamos a caminar hacia el jardín. Si tan sólo supiera que mi sonrisa era por otro motivo, y ese motivo era que en el jardín justo se encontraban Ámbar y Michel, y sabía que siguiendo mis instrucciones, Matteo podría encontrarlos de la peor manera posible. Esto era maravilloso, mi plan cada vez iba mejorando.
Y sí, tal cómo lo predije, al llegar al lugar en el que minutos atrás había dejado a Michel con mi prima, Matteo no pudo evitar fruncir el ceño desconcertado mientras que yo batallaba por no sonreír en ese momento.
—¿Perdón? ¿Qué significa esto?
Soltó Matteo en un tono furioso logrando que Ámbar y Michel se separaran del abrazo en el que se encontraban, el momento fue digno de ser grabado para mis recuerdos, esto traería problemas seguro, y es justo lo que buscaba, problemas, Benicio podía ir cerrando la boca, porque mi plan estaba saliendo a la perfección, y eso que apenas era el comienzo.
»»»»»»»»»
¡Hola a todos! ❤️ ¡Lunes de Ella o Yo! Y ahora si, en lunes... Yeiiiii
¿Qué les pareció el capítulo? A mí me encantó ¿Les gustó? ¿No? ¿Se esperaban al chico misterioso? ¿Similia? ¿Delmon se reconciliará? ¿Problemas y más problemas Mambar? ¿Qué creen que pasará? ¡Comenten bellas linduras!
Capítulos todos los Lunes.
Voten ⭐️ si les gustó y Comenten 💬 cuál fue su parte favorita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top