16 | Fiesta


M A R T E S

Ámbar POV

Por fin había llegado el momento, me encontraba dando el primer paso dentro de la mansión de Milo. La fiesta no llevaba ni una hora de haber empezado y ya se podía comenzar a percibir el ambiente de una fiesta del Blake South College, o más bien, de cualquier fiesta adolescente del país: visión borrosa producto del humo que desprendían los cigarros mezclado con el de las máquinas, en perfecta combinación con las luces neón y el sonido de la música en el punto exacto de hacerte reventar los timpanos. Aquello, combinado con chicos bailando, bebiendo, ingiriendo solo Dios sabe qué, algunos comiéndose frente a otros sin pudor alguno, entrando y saliendo de las habitaciones, en fin, una fiesta como cualquier otra.

Sin embargo, mis compañeros borrachos y drogadictos no me arruinarían esta noche, ya que había declarado que esta sería la mejor noche de todas: hoy tenía mi primer cita con Matteo y aunque hace un par de días ni siquiera hubiera imaginado lo que estaba por pasar, ahora, saber que pasaría toda la noche a su lado me llenaba de nervios, de las típicas mariposas en el estómago.

Caminé tratando de buscar a alguno de mis amigos o a Matteo, eso me pasaba por llegar tarde, ya que Luna y Nina se habían ido desde muy temprano, al igual que Simón que había ido por Nico y Pedro, así que sólo me restaba caminar y saludar hasta encontrar a alguien a quien verdaderamente deseara ver.

–Dios mío– Escuché una voz detrás mío que me hizo girar confundida y al percatarme de quien se trataba no pude evitar en sonreír –Es decir que... Que lind... Hermosa. Hermosa es la palabra– Soltó Matteo con la mirada perdida en mí.

–Gracias... Pero deja de mirarme así que me ponés nerviosa– Reí cruzando de brazos a señal de vergüenza.

–No tenés porque ponerte nerviosa, digo, sólo la verdad. Sos la chica más hermosa que he visto en toda mi vida. Tal como un ángel– Volví a soltar una ligera risa de ternura.

–Gracias, ya no sigas– Sonreí y un silencio se creó entre nosotros, no hacíamos más que mirarnos perdidamente, diciendo todo lo que no hacíamos con palabras.

–¿Querés bailar?– Propuso estirando su mano hacía mí.

–Claro que sí– Respondí tomándola para sonreír ambos.

Ni siquiera pudimos dar un paso, ya que al apenas dirigirnos a dónde el resto se encontraba bailando, una persona se cruzó en nuestro camino causando que ambos nos detuviéramos en seco para evitar chocar.

–Lo sient...– Respondió la chica tratando de recuperar la claridad al igual que nosotros y al hacerlo la escena se volvió incómoda.

–Ah... Eh... Ho-Hola Luna– Dijo Matteo claramente nervioso –¿Cómo estás?

–Bien... Bien– Sonrió sin muchos ánimos y su mirada no tardó en caer en nuestras manos entrelazadas –Te ves muy bien Matteo.

–Gracias... Vos también estás muy linda– Luna sonrió, pero podía jurar que algo de su sonrisa era falsa.

–Gracias.

Un silencio incómodo apareció en el cual hubo una batalla de miradas, Luna analizaba cada centímetro de nosotros al igual que yo lo hacía con ella, y mi vista no tardó en caer en su mano, la cual sostenía un vaso que podía jurar contenía una sola cosa... Alcohol, sin embargo, no estaba en posición de decirle nada, nuestra relación se basaba ahora en intercambios de palabras y nada más.

–Eh... Yo.. Yo me tengo que ir– Dijo al mirar a alguien detrás de nosotros –Disfruten como si fuera la última vez.

Sonrió de una manera rara, casi como burlona y se alejó prácticamente corriendo de nuestro lado para dirigirse a quien sabe dónde.

–¿Vamos?– Rompió con el silencio incómodo Matteo logrando que lo mirara insegura –¿Qué pasa?

–¿Está bien lo que estamos haciendo?– Pregunté logrando que él frunciera el ceño.

–¿De qué hablas?

–De esto Matteo– Respondí soltando lentamente su mano –Luna y vos... Ella... Ella está enamorada de vos y vos...

–Y yo de vos– Interrumpió para terminar mi frase.

–Pero pensé que...

–Lo sé, sé lo que pensaste... Yo también pensé lo mismo... Pero ahora me doy cuenta que estaba equivocado... Sos vos, vos sos la chica de la que estoy enamorado.

–¿Y Luna?– Fruncí el ceño sintiendo mi corazón acelerarse.

–No... Todo este tiempo estuve confundido, lo que sentí por Luna fue solamente atracción.

–¿Sentiste?– Asintió seguro –¿O sea que vos ya no sentís nada por ella?– Suspiró tomando lentamente mis manos causando que sintiera un cosquilleo recorrerme los brazos enteros.

–La única chica que logró revolucionarme por completo sos vos. Vos sos la chica por la cual siento mariposas en el estómago y cosquilleos y todas esas cosas clichés que dicen en las novelas– Soltamos unas risas –Vos sos la chica que se robó mi corazón, desde el día uno. Has sido vos. Sólo vos.

Las palabras de Matteo lograron que mi corazón comenzará a acelerarse, todas mis dudas se esfumaron al escuchar esas palabras, ¿de verdad era posible estar tan enamorada de alguien en tan poco tiempo? La respuesta era sí.

–¿Querés disfrutar esta noche como si fuera la última?– Propuso logrando que asintiera.

Aunque no pudiera decirlo aún con palabras sentía exactamente lo mismo por Matteo, era todo lo que quería y necesitaba, era simplemente perfecto, y nada sería capaz de hacerme cambiar lo que sentía por él, incluso Luna, ahora que sabía que Matteo no sentía nada por ella, la culpa de lo que sentía por Matteo se había terminado, ahora por fin podía admitir lo que sentía por él.

–Ámbar– Una voz bastante conocida nos impidió dar otro paso –Estás hermosa.

–Gracias Benicio– Dije sin muchos ánimos y sentí la mano de Matteo apretar la mía más fuerte, como una señal de que estaba a mi lado.

–¿Tenés un minuto?– Miré a Matteo insegura.

–Creo que...– Respondió por mí Matteo antes que abriera la boca.

–Estoy hablando con ella– Intervino Benicio sorprendentemente tranquilo –Mira Ámbar, yo sé que no querés siquiera verme, pero dame sólo un minuto por favor... Es importante– Suspiré mirando a ambos dudosa.

–Está bien... ¿No tenés problema?– Me dirigí a Matteo quien miraba amenazante a Benicio.

–No, para nada... Estaré por acá.

Asentí para seguir a Benicio alejándonos un poco de Matteo, y sí, sé que había dicho que no quería volver a ver a Benicio en mi vida, pero la manera en que me pidió hablar, tan calmado, completamente distinto a lo que estaba acostumbrado me hizo pensar que en verdad era algo importante.

–¿Qué es eso tan importante que tenés para decirme Benicio?– Cuestioné al detenernos.

–Bueno, antes que nada tengo que repetirte que estás bellísima– Exclamó mirándome de pies a cabeza.

–¿Podés ir al grano? Matteo esta esperando– Dije percatándome de lo grosera que fui.

–Es que justamente es sobre Matteo– Fruncí el ceño –¿Él te gusta?

–¿Y si así fuera qué Benicio? Yo no tengo porque darte explicaciones, ¿qué tengo que hacer para qué eso te entre en tu cabecita?

–No, ya sé que no... Y créeme que no lo digo por mí... ¿Si sabés que a Luna le gusta?

–¿De verdad era eso?– Crucé de brazos.

–Sí, ¿desde cuando te importa tan poco tu prima? Pensé que lo único que querías era su felicidad... ¿No sos vos la chica qué pasó una tarde entera recorriendo tiendas para encontrar el regalo perfecto? ¿No sos vos la que le regaló la mitad de sus juguetes para que no se sintiera mal? ¿No sos vos la qué pasó una semana entera en su habitación la vez que enfermó de varicela? ¿No sos vos la que haría cualquier cosa por ella?

Las palabras de Benicio lograron que una ligera gota de culpa llegara a mi interior, Luna era como mi hermana menor, no podía estar con el chico del que estaba enamorada, estaba mal.

–¿Por qué hacés esto?... ¿Qué ganas con hacerme sentir mal?

–No gano nada. Yo lo único que quiero es que te des cuenta que estando con él estas lastimando a tu prima.

–No, no es cierto... Matteo no siente nada por ella, me lo acaba de confesar– Repliqué intentando desvanecer mi culpa.

–Yo no estaría tan segura...

Fruncí el ceño ante las palabras de Benicio, y con su dedo me indicó que mirara algo detrás mío, por lo que extrañada giré encontrándome con una escena que hizo que bajara de inmediato la vista, tan sólo eso hizo que las dudas me invadieran de nuevo.

Luna se encontraba a lado de Matteo, no sé que fue eso de lo que estaban hablando, pero mi prima veía a Matteo como si fuera el amor de su vida, lo podía notar en sus ojos.

–¿En verdad estas dispuesta a arruinar su relación por un chico?– Suspiré sin darle respuesta a Benicio.

–Quizá... Luna tendrá que entender que él no siente nada por ella, aunque le duela.

–Te desconozco Ámbar Smith... Mira en lo que te convirtió... ¿Desde cuando un chico es más importante que tu familia? ¿Qué Luna? ¿Dónde quedó el juntas para siempre?

–¿Terminaste?– Solté furiosa –Yo por amor haría lo que fuera Benicio, y eso lo sabés perfectamente... Y yo hoy estoy enamorada de Matteo.

Benicio me miró al borde de explotar, había entendido lo que quiso hacer, intentó manipularme con mi prima, pensó que diciéndome todas esas cosas lograría hacerme sentir mal al grado de dejar a Matteo, simplemente que él no contaba con que ahora más que nunca estaba segura de lo que sentía por Matteo.

Y sí, tenía miedo que Luna sufriera, pero era algo que no iba a poder evitar, al final de cuentas ella jamas podría cambiar lo que él sentía por mí, así que tarde o temprano lo tendría que aceptar, sólo esperaba que esto no fuera el inicio una batalla peor.

Matteo POV

–Está bien... ¿No tenés problema?– Inquirió la rubia hacía mí.

–No, para nada... Estaré por acá.

Sonreí para mirar como ambos se alejaban, y solté un ligero suspiro al admirar nuevamente a Ámbar, en serio que estaba hermosa, me sentía cómo el chico más afortunado de todo el mundo a su lado.

–Permis...– Una voz familiar me sacó del trance en el cuál me encontraba –Uy, perdón– Soltó la castaña al percatarse de que se trataba de mí.

–¿Por qué me pedís perdón Luna?– Cuestioné confundido.

–No por... Por nada... ¿Y mi prima?– Preguntó frunciendo el ceño.

–Está por allá... Charlando con Benicio– Apunté ligeramente hacia dónde se encontraban y ella abrió los ojos como platos.

–Vaya... Pensé que no quería hablar más con él– Respondió extrañada.

–También pensaba lo mismo, pero parecía ser importante.

–No lo dudo, Ámbar es muy indecisa igual. Un segundo quiere algo y al otro, otra cosa... Pero bueno... Es mejor que...

–No, espera– Interrumpí logrando que se detuviera en seco –¿Sabés?... Desde el otro día he querido hablar con vos de algo importante, pero no me animaba a decirlo.

–Decime...

–¿No preferís ir a otro lado para hablar más tranquilos?– Propuse causando que ella mirara hacía Benicio y Ámbar.

–No, no vaya a ser cosa que Ámbar no nos vea y te esté buscando... Además, no veo porque no puedas decírmelo aquí y ahora... Todos están en cualquiera– Ambos reímos ante la evidente verdad.

–Bueno... Eh... No... No sé por dónde empezar.

–Por el inicio Matteo, sabés que no me gustan los rodeos– Contestó logrando que los nervios me invadieran por lo que estaba a punto de hacer.

–Tenés razón... Pero, antes que nada quiero que sepas que yo lo último que quiero es lastimarte... Y por eso prefiero decirte las cosas de frente antes que pasé más tiempo.

–Me estás asustando Matteo... ¿Me podés decir qué es de una vez?

–Mira Luna, yo al principio estuve muy confundido... Y quizá te di esperanzas donde no debieron existir jamás– El rostro de Luna sólo hacía peor lo que estaba por decir –Pero ahora más que nunca estoy seguro de lo que siento, y por eso creo que debo decirte que por fin sé de quién estoy enamorado... Y esa persona es Ámbar.

El rostro de Luna se llenó de instantánea tristeza, notaba como estaba batallando para conservar la cordura, pero sabía que por dentro debía de sentirse horrible, yo lo hacía por haberla hecho sufrir.

–¿Cómo estás tan seguro?

–Porque lo siento, porque Ámbar me hace sentir algo que jamás había sentido... Porque después del...– Me arrepentí de lo que estaba por decir.

–¿Del beso?– ¿Cómo? ¿Luna lo sabía? –Sí, lo sé todo, los vi... ¿Cómo sabés que no estás confundido con ella?

–Porque lo sé, Luna. Porque haría lo que fuera por estar a su lado, porque ella es el motivo de todas mis sonrisas, ella me alegra con su simple presencia, me hace sentirme libre, me hace ver las cosas de otra manera...

Luna me miraba de una manera extraña, podría jurar que tierna, como si sintiera que esas palabras se las estaba diciendo a ella, lo cual me hizo sentir peor, no sé merecía escuchar eso después de que le acaba de confesar que no sentía nada por ella.

–Lo siento– Respondí con la mirada baja.

–¿Sabés?... Yo sé que no estás enamorado de ella... Lo puedo ver en tus ojos... Estás confundido, tal cómo el primer día.

–Yo sé bien lo que siento Luna.

–No– Negó con la cabeza para suspirar –¿Sabés por qué lo sé? Porque en este tiempo te aprendí a leer Matteo, y puedo distinguir cuando hablas con la cabeza y cuando hablas con el corazón y justamente ahora lo hacés con la cabeza. No podés decir que estás enamorado de ella cuando no la has conocido de verdad.

–Pero es como si ya lo hiciera. No importa el tiempo que la conozco. Yo sé que ella es sincera conmigo.

–Yo también lo soy. Yo nunca te mentido de lo que siento por vos. Estoy enamorada de vos Matteo... Y nadie lo puede cambiar.

–Luna, no hagas esto más difícil.

–No lo hago difícil, sólo digo la realidad... Hace dos semanas Ámbar estaba felizmente en los brazos de Benicio... Y mágicamente ahora quiere estar con vos... ¿De verdad pensas que ella siente lo mismo que vos sentís por ella? ¿Nunca te has puesto a pensar que ella solamente siente atracción por vos?

Veía lo que Luna estaba haciendo, y no la culpaba, sabía que lo que le había confesado recién había sido muy doloroso para ella, pero después de ese beso que tuve con Ámbar no había lugar para dudas en mi corazón.

–Perdón Luna, yo jamás quise darte falsas ilusiones. Por eso consideré prudente decirte esto ahora. Yo estoy dispuesto a apostar lo que tenga que hacer con Ámbar... Porque ella me gusta.

–Te estás equivocando Matteo, ella sólo te está utilizando... Algún día se dará cuenta que sólo la ayudaste a sanar su dolor... Y quizá mi corazón no siga sintiendo lo mismo que siento por vos ahora.

Luna y yo nos miramos en puro silencio, que poco a poco fue tornándose incómodo, ¿qué se supone que debía decirle?

–Hola chicos– La voz de Ámbar rompió con nuestro silencio.

–Yo me tengo que ir– Sonrió Luna mirándola con mucha alegría –Pensa muy bien lo que te dije Matteo, porque es verdad... Y te estoy hablando desde el corazón.

Luna sonrió por última vez y se alejó sin siquiera dirigirle la mirada a Ámbar, en la escala de raro, esto había ocupado el primer lugar, pensé que Luna lloraría, querría golpear a Ámbar, armar un escándalo, pero nunca pensé que lo tomara de esa forma, no sabía más que pensar, ella era impredecible.

No obstante, no quería entenderla, ahora sólo quería enfocarme en Ámbar, en la chica de la cual estaba enamorado, porque al contrario de lo dijo Luna, al decir que estaba enamorado de Ámbar el único que había hablado había sido mi corazón.

Simón POV

Había llegado el momento que tanto esperé toda mi vida, estábamos a minutos de tocar para los dueños de Vidia y debo confesar que estaba más nervioso que nunca, de tan sólo pensar que el futuro de la banda dependía de esa presentación se me hacía un nudo en la garganta.

–Todo listo Simón– Habló Milo al llegar a mi lado.

–Gracias por dejarnos tocar Milo, esto es muy importante para nosotros– Respondí sonriente.

–No es nada hermano... Ya sabés que por vos haría lo que fuera– Mencionó Milo colocando su mano sobre mi hombro, para mirarme sonriente.

–¡Che! ¡Che!... ¿Tienen un asunto pendiente? ¿Necesitan una habitación?– Intervino Nico entre risas.

–¡Son un par de boludos!– Exclamé para rodar los ojos.

–Bueno, yo me voy. Cuando quieran, el escenario es suyo– Me guiñó un ojo antes de alejarse.

–Guys... Los dueños de Vidia están ahora por streaming... Es momento de tocar– Comentó Santi llegando a nuestro lado.

–Sí... Sólo un minuto– Pedí tomando mi guitarra.

–Quince segundos Samuel– Contestó para alejarse de nuestro lado.

–Simón– Musité para bufar –Bueno chicos... Llegó el momento, por lo que tanto trabajamos... Sin presiones pero nuestro futuro depende de esta presentación... Así que hay que darle toda la energía que tenemos y demostrarle a los dueños de Vidia que no se van a arrepentir con nosotros... Y si no, pues, ya habrán otras oportunidades... Lo importante es darlo todo... ¿Okay?

–Gracias por las palabras de aliento mamá– Soltó Pedro para reír –A romperla chicos.

Sonreímos y sin dudarlo más subimos al escenario haciendo que la música se cortara y todos los chicos se aproximarán hacia el pequeño escenario dentro de la mansión de Milo, suspiré al mirar a Nico y Pedro por última vez para tomar valor, nuestro momento había llegado.

–Hola a todos... ¿Se divierten?– Se escucharon un par de gritos y aplausos –Bueno, nosotros somos la Roller Band, y este momento es muy importante para nosotros porque de esto depende nuestra carrera... Sin presiones– Reí para suspirar –Espero que lo disfruten.

🎶No quiero atajos, quiero futuro
Busco el camino hasta mi ser
En cada paso, en cada sueño
En mis ganas de vencer

Sé que la suerte a veces toca
Solo el esfuerzo me hará triunfar
Sigo intentando busco imposibles
A veces perder es ganar

Salto alzo mi bandera
Haré lo que sea
Pronto llegaré
Siempre estaré a tu lado
Nunca es demasiado
No me rendiré

Sé que alguna vez
Me verán brillar
Ouh, oh, oh, ouh, oh, oh
Se sorprenderán
Sé que alguna vez
Hablarán de mí
Ouh, oh, oh, ouh, oh, oh
Sé que será así

Yo sé que el tiempo pasa volando
Y si me suelta puedo caer
Pero si caigo yo me levanto
No me detengo, sé en que creer

Salto alzo mi bandera
Haré lo que sea
Pronto llegaré
Siempre estaré a tu lado
Nunca es demasiado
No me rendiré

Sé que alguna vez
Me verán brillar
Ouh, oh, oh, ouh, oh, oh
Se sorprenderán
Sé que alguna vez
Hablarán de mí
Ouh, oh, oh, ouh, oh, oh
Sé que será así

Sé que alguna vez
Me verán brillar🎶

Finalizamos la canción entre gritos, bulla y aplausos, cientos de aplausos, tantos que me hicieron sonreír como nunca antes. Estaba seguro que luego de esta presentación los dueños de Vidia nos aceptarían y nuestra carrera despegaría de una vez por todas.

–¡Gracias!

Bajamos del escenario con enormes sonrisas en nuestros rostros, era claro que la adrenalina que estábamos sintiendo era gigantesca.

–¡Estuvo increíble!– Exclamó Nico emocionado.

–¡Asombroso!– Replicó Pedro eufórico.

–¡Creo que llegó nuestro momento!– Grité para unirme en un abrazo con los chicos.

–¡Simón!– La voz de mi bella hermana se hizo presente y no dudé en empujar a los chicos para observarla –¡Felicidades!

Ámbar no dudó en lanzarse a mis brazos para unirnos en un abrazo lleno de risas, me emocionaba verla tan feliz por mí.

–¡Estuvieron increíbles chicos!... Estoy segura que Vidia no dudará en volverlos sus próximas estrellas– Comentó sonriente.

–¿En serio te gustó?

–¿Estás bromeando? ¡Me encantó!– Reímos nuevamente y ahí fue dónde noté que no venía sola, sino que estaba acompañada de Matteo, y mi sonrisa se desvaneció poco a poco.

–Estuvieron maravillosos– Habló por primera vez Matteo.

–Gracias– Respondí seco –Al fin tengo el privilegio de conocerte sin tener a la policía de por medio– Continué logrando que soltara una ligera risa –Supongo que Ámbar ya te contó las reglas de esta familia.

–No empecés Simón– Soltó la rubia para rodar los ojos.

–¿Qué? Simplemente quiero que le quede claro que a vos se te trata como a una princesa y que si tan sólo se le ocurre hacerte sufrir, se las verá conmigo.

–Basta Simón– Dijo Ámbar entre dientes.

–No tenés porque preocuparte... Yo a Ámbar jamás le haría daño, estoy enamorado de ella y haré hasta lo imposible para que sea feliz– Habló Matteo entrelazando su mano con la de mi hermana.

–Me gusta que nos entendamos. Me agrada este chico. Vayan a divertirse pero ojito que los estaré vigilando, ¿estamos?

Matteo asintió mientras que mi hermana me fulminó con la mirada para comenzar a alejarse de nuestro lado, no sin antes regalarme una pequeña muestra de su afecto, alzándome el dedo de en medio una vez que Matteo no estaba viendo, lo cual me causó una terrible risa, adoraba ver a mi hermana enfadada.

–Te juro que aún no entiendo que tiene tu hermana con los italianos, pero estoy comenzando a considerar volverme italiano– Soltó Pedro logrando que lo fulminara con la mirada.

–¿Me estás cargando?– Dije serio ante su comentario.

–¡Hey tranquilo!... Sólo digo la verdad y la verdad es que tu hermana está muy buena– Completó hundiéndose más.

–¡Ah no! ¿Vos querés que yo te mate?

El colmo. Que mis amigos hicieran esos comentarios de mi hermana menor sabiendo lo furioso que me ponía y por eso me aproximé hacia Pedro logrando intimidarlo pero antes de decir algo más las voces de unas chicas se hicieron presentes.

–Estuvieron maravillosos.

Giramos para encontrarnos con dos chicas, una rubia y la otra pelirroja, ambas con grandes sonrisas en sus rostros, especialmente la rubia.

–Gracias. Que buena onda que les gustó– Respondió Pedro sonriente.

–¿Gustar?... Me encantas– Comentó la rubia logrando ponerse nerviosa ante las risas que soltamos.

–Ustedes dos patinan en el Roller, ¿no?– Inquirió Nico hacia ellas.

–Sí, yo soy Jim y ella es...

–Yam.

–Bueno, es un gusto Yam– Respondió Pedro sin despegarle la mirada a la chica al igual que ella de él.

–¡Jim!... Acá está la bebida que me pediste– Gastón se unió a nuestra charla llegando a lado de Jim.

–¡Hey Simón! Estuvieron fantásticos– Dijo Gastón hacia nosotros por lo que le regalamos un par de sonrisas –¿Querés bailar un rato Jim?

–Claro... Vamos– Respondió Jim tomando la mano de Gastón y alejándose del lugar, dejando sola a Yam.

–¿Y vos venís con alguien?– Preguntó Pedro hacia Yam quien negó con la cabeza –¿Cómo es que una chica tan linda como vos viene sola?– Yam rió para morderse el labio –Pero ahí tenemos una cosa en común, yo también estoy sólo... ¿Te gustaría pasar el resto de la fiesta conmigo?

–Me encantaría– Finalizó Yam sonriente, causando que mi amigo riera, sí que avanzaba rápido el chico.

–¡Nico!– La voz de otra chica se hizo presente logrando que giráramos hacia ella.

–¿Nina? ¿Qué hacés acá? Pensé que no ibas a poder venir– Cuestionó Nico hacia Nina, la mejor amiga de mi prima, porque sí, sabía perfectamente que había algo entre ellos.

–¿Desde cuando yo me pierdo una fiesta?– Ambos rieron –Los escuché tocar... Estuvieron asombrosos... En especial vos Nico.

–Gracias y vos... Vos estás muy linda– Sonrió hacia Nina.

–Gracias, ¿qué te parece si vamos a bailar un rato?

–Claro... Pero ahora justo estamos esperando a Santi con la respuesta de los dueños de Vidia.

–Bueno, entonces esperamos juntos– Sonrió y ambos reímos.

–Simón...– Una nueva voz apareció pero esta era la más bella de todas.

–Delfi...Vaya... Es-Estás, estás hermosa... Digo, vos sos hermosa– Balbuceé al verla llegar hacia mí.

–Gracias Simón, vos también estás muy apuesto– Sonrió hacia mí creando un pequeño silencio.

–¡Y ahora se besan!– La voz de Jazmín intervino causando que la mirara confundido y me percatara que se encontraba grabando toda la escena.

–Jazmín, ya basta, ya me grabaste suficiente... ¿Por qué no grabas a alguien más?– Soltó Delfi alterada.

–¿Por qué a quien más puedo grabar?

–¿Por qué no intentas con Ámbar?

–¡Delfi, pero que brillante idea! Iré ahora mismo por ella– Sin decir más Jazmín se alejó en busca de mi hermana.

–Al fin me la quito de encima– Ambos reímos –Estuvieron increíbles, yo creo que su lugar en Vidia está más que asegurado.

–¿De verdad lo crees?

–Por supuesto.

–Viniendo de vos significa mucho– Sonreímos –Me alegra mucho que me hayas invitado.

–No hay nadie con quien hubiera preferido compartir este momento que con vos– Dijo tiernamente.

–Y yo con vos... Y perdón si es atrevido, pero simplemente lo tengo que hacer...

Delfi frunció el ceño ante mi comentario y sin previo aviso me lancé sobre ella para depositar un corto beso sobre sus labios que la dejó sorprendida, pero no tardó en soltar un par de risas al igual que yo, y es que era cierto, simplemente no podía contenerme más.

–¡Guys! ¡Guys!– La voz de Santi se hizo presente entre nuestras pequeñas charlas por lo que los tres nos aproximamos a su lado –Acabo de cortar con los dueños de Vidia.

–¿Y? ¿Qué te dijeron?– Inquirió Nico apurado y sentí mi corazón acelerarse.

–Bienvenidos a la familia de Vidia...

Los tres abrimos la boca de asombro, ¿esto era real? ¿No era un sueño? No podía con la alegría que estaba sintiendo, me estaba sobrepasando. No dudamos en unirnos en un abrazo entre gritos de alegría y adrenalina. De tan sólo pensar que nuestra carrera como banda estaba a punto de despegar me sentía completo. Definitivamente nada podía ser mejor.

Luna POV

Uno, dos, tres, cuatro... Ni siquiera esos vasos de alcohol me hacían olvidar la mierda de noche que era esta, mi único trabajo era convencer a Ámbar de que estaba perdidamente enamorada de Matteo, y cuando fui a cumplir con mi parte del plan mi mundo se derrumbó, Matteo me confesó que no sentía nada por mí y todo por ella.

¿Cómo me pudo pasar esto a mí? ¿Cómo pudo ocurrirme otra vez? ¿Por qué Ámbar tenía que quedarse con lo que yo quería? Parecía que al destino le encantaba burlarse de mí y siempre terminaba arrebatándome lo que tanto me ilusionaba.

Sólo esperaba que la parte del plan de Benicio funcionara, llevaba horas buscándolo por todos lados, tanto que me perdí la presentación de mi primo, pero él simplemente no aparecía por ningún lado.

O bueno, no lo hizo hasta ese momento que lo encontré sentado sobre unas escaleras de la mansión de Milo, completamente alejado del resto.

–Acá estás– Hablé ocasionando que me mirara para suspirar –Te estuve buscando por todos lados.

–¿Para qué?– Dijo sin ánimo alguno.

–¿Cómo que para qué?– Exclamé mirándolo confundida y mi vista cayó sobre la botella de ron que tenía en sus manos –Ah. Ya entiendo.

Bufé para sentarme a su lado y estirar mi vaso hacía él para que lo acompañara con el quinto vaso de la noche, ¿o era sexto? Sinceramente estaba comenzando a perder la cuenta.

–¿Tan mal te fue?– Cuestioné terminando con el silencio que se había formado.

–Sí. Al parecer la Ámbar que conocíamos no existe más. Me dijo no importarle lo que sufrieras, ella haría todo para estar con Matteo– Suspiró para tomar un poco más.

–No me extraña– Solté una risa burlona –Ámbar siempre se preocupa por ella misma y nada más.

–En verdad pensé que mi plan funcionaría... Estaba muy equivocado.

–Pero el próximo funcionará, yo lo sé– Respondí para ahora yo beber.

–No, no habrá próximo.

–¿Disculpa? ¿Pensas darte por vencido tan fácilmente?

–¿Qué más puedo hacer? Ella no quiere ni hablar conmigo... ¿Cómo se supone que podré recuperarla?

–Peleando por ella.

–No. Ámbar me encanta, pero tampoco pienso andar rogándole toda la vida. Podría tener a la chica que quisiera sin problema alguno... Al igual que vos.

–Pero vos no querés a cualquiera... Vos querés a Ámbar, vos la amas... Así como yo quiero a Matteo.

–Todo esto es tan complicado– Bufó para beber un poco más –Creo que todo hubiera sido más simple si te hubiera elegido a vos y no a ella.

Bajé la mirada instantáneamente al escuchar a Benicio mencionar aquello, mi historia con él era algo que había preferido enterrar por completo, y ahora él venía a mencionarlo como si nada.

–Pero la elegiste a ella– Solté para rodar los ojos.

–Lo sé. Y a veces me arrepiento de no haberte elegido a vos. Quizá con vos no hubiera existido tanto drama y ahora estaríamos divirtiéndonos como nunca.

–No podés cambiar eso Benicio. Es el pasado. Vos cometiste un error y ahora debes pagar las consecuencias.

–Lo sé, lo sé... Igual no puedo dejar de pensar que lo nuestro pudo llegar a ser más que sólo besos– Suspiró.

–Vos eras novio de mi prima, y te dije que si querías que dejaran de ser sólo besos y pasara a ser algo más debías terminar con ella... Pero preferiste la adrenalina, así que te tenés que conformar con esos besos.

–¿Y por qué no puede ser algo más ahora?– Habló Benicio acortando la distancia entre nosotros –Ahora no soy más novio de Ámbar, ¿por qué no podemos retomar eso que dejamos pendiente hace unos meses?

No sé si era el alcohol, la confusión o no haber probado unos labios en casi un mes, que yo también fui acortando la distancia entre nosotros, nuestras miradas se posaron en nuestros labios y sin previo aviso, los unimos, los unimos como hicimos más de una vez en estos últimos dos años.

No podía creer que nuevamente estaba besando a Benicio, que nuevamente estaba probando sus labios, pero no podía evitarlo, disfrutaba de besarlo, lo disfrutaba en serio.

Sin embargo, no sabía lo que me esperaba en ese momento, ya que cuando por fin incluimos a nuestras lenguas en el asunto, una voz bastante familiar se hizo escuchar.

–No lo puedo creer– Nos separamos bruscamente para mirarlos –¿Cómo pudieron?

Apreté los ojos para maldecir en todos los idiomas que conocía, Ámbar, Matteo y Jazmín se encontraban a nuestro lado, estaba segura que habían escuchado todo, no podía ser cierto, ¿Ámbar se había enterado de todo? ¿Qué Benicio y yo nos besábamos cuando ellos eran novios? ¿Lo había escuchado? Sea lo que sea, no sabía cómo podía salir de esta, ¿qué mentira tenía que inventar ahora? Alguien ayúdeme. Estaba acabada.

»»»»»»»»»

¡Hola a todos! ❤️✨ ¡Lunes de Ella o Yo! Y mi capítulo favorito hasta ahora, en verdad soñé con escribirlo.

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿No? Mucha información, ¿Mambar? ¿Fin Lutteo? ¡La Roller Band será representada por Vidia! ¿Delmón? ¿Pedro y Yam? ¿Nina y Nico? ¿Algun nombre para esos shipps?... Y lo más importante... ¿Luna y Benicio? ¿Qué ocurrirá?

Y volvimos a las dinámicas para ganar dedicaciones, dedico el próximo capítulo a la lindura que haga la mejor teoría de lo que cree que pasará entre Luna y Ámbar.

Capítulos todos los Lunes.

Voten ⭐️ si les gustó y Comenten 💬 cuál fue su parte favorita.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top