Los Pies Sobre La Tierra

John aun no podía crerselo, de verdad había pasado 8 meses desde que mantuvo relaciones con Sherlock?.
Quizás no era tan importante pero... Era algo íntimo que debía hacer con su pareja, por lo general el primer lugar donde se empezaba a fallar en una relación era en la cama, al menos lo que John sabía y tenía de experiencia.

Bueno quizás no era tan importante, Sherlock no era como ninguna de sus ex novias decho el era muy inusual, probablemente no le importaba si tenían sexo o no... Cierto?.

O si no tenían citas... O si ya no desayunaba juntos... O si ya no dormían abrazados como cuando se mudo al cuarto de Sherlock.

Dios era un novio horrible!.

Como es que se permitió descuidar tanto su relación con Sherlock?! Y como es que este nunca me reclamo nada?,podria a ver notado lo indiferente que estaba hacia Sherlock.

Quizás la única razón por la que John seguía junto a él era su amor por Rosi, como esas parejas de casados que solo seguían juntos por los niños... Y aún así John le quito ese motivo, eso explicaba demasiado.

John se quedó con eso rondando le la cabeza casi todo el día después de todo nunca se había dado el tiempo de notar como estaba su vida amorosa con Sherlock y eso le hacía sentir realmente culpable por aquello.
Ya cuando salió del trabajo no tardo en ir a recoger a su hija a casa de Mycroft y Lestrade.

Obviamente John podía catalogar ese día como un fracaso ya que Rosi salió lastimada y no habían llegado a la escuela.
Aún así John estaba más preocupado por su relación sentimental con el detective después de todo le quedó muy en claro que estaba siendo un fracaso como pareja y no se había dado cuenta en que momento dejó de ser tan cercano a Sherlock.

Tenia que reparar las cosas.

John se detuvo en una tienda con su hijita para poder comprar comida antes de regresar a casa, John hiba empujando el carrito en el pasillo de lácteos mientras Rosi hiba agarrada de este colgándose para que el carro la llevara.

-puede ser leche con chocolate?-pregunto la niña mientras John ponía un cartón de leche en el carro.

-no, solo necesitamos leche normal - contestó John ya que como doctor no le gustaba la idea de que rosi se acostumbrar a tanto a la azúcar.

-papá... Por favor - pidió la pequeña encogiendose en si mismo y haciendo unos ojitos de perrito triste casi como si quisiera llorar.
Tenia, que ser una broma!.

Esa mirada no era invención de Rosi, era invención de Sherlock el detective tendía a suplicar antes por algunas cosas como que le dejara convertir su habitación en un laboratorio o una vez traer una llama al departamento, claro que las falsas lágrimas eran nuevas.

John sabía que era un engaño, una trampa que su lista hija aprendió de cuando Sherlock la usaba contra el y aún así no por eso era más inmune.

John suspiro y tomó un cartón de leche con chocolate para su hija haciendo que la niña si riera emocionada antes de seguir empujando el carro por los pasillos del supermercado, esa era otra cosa curiosa, Sherlock no le gustaba hacer compras así que John prefería hacerlas en su lugar pero eso no evito que el detective fuera una que otra vez.

-oye rosi puedes traer la mermelada de fresa? - pregunto John apuntando hacia el final del pasillo mientras el miraba paquetes de harina para Hotcakes.
La niña asintió y se acerco para ir a buscar la mermelada sin embargo pudo ver que eran mermeladas de mango y uva, levantó la mirada para buscar la mermelada de fresa pero cuando la vio arriba en el tercer estante comenzó a saltar para tratar de alcanzarla ya que estaba a la altura perfecta para estar fuera de su alcanze

-quieres esto pequeña? - Rosi levantó la vista y vio a una mujer de cabello castaño ondulado y peinado hacia atrás con una de adema, traía ropa abrigada pero se notaba no mayor a los 30 años bastante hermosa.
Rosi asintió tímidamente ya que no le gustaban los extraños, Sherlock le había enseñado que podían ser peligrosos.

-toma-

La mujer le dio la mermelada a la niña quien la tomó aun encogida.

-gracias a sido muy amable- cuando John noto lo que pasó se acerco a ambas para poder agradecer a la mujer.

-es tu hija? - pregunto ella alegremente y John asintió con orgullo mientras la pequeña corría a abrazar la pierna de John-es muy hermosa, su mami debe estar muy orgullosa.

-ha... Seguro que si es solo que su madre... Murió hace algunos años- Contestó John rascando su nuca mientras Rosi veía a su padre de una manera acusadora, no por que mencionara a su madre, si no por que ese color rosa en la cara de John pertenecía a su papi Sherlock.

-Ho ya veo... Lo siento mucho- Contestó la hermosa mujer de una manera amable y comprensiva.

-no se preocupe a pasado mucho tiempo- John sonrió con gusto ante la preocupación de esa mujer algunos años más joven.

-si necesita hablar con alguien será un gusto para mi apoyarle, me llamo Magda- ella saco un papel y escribió en el su número de teléfono el cual le dio a John,este lo dudo un par de segundos pero al final lo tomó- nos vemos pequeña

John se quedo en silencio viendo como la chica se hiba sin embargo sintió una especie de orgullo el tener la atención de una mujer tan bella y joven ayudando decho a su orgullo.

-espere... Tiene algo que... Hacer ahora? - pregunto John a la mujer sonriendo un poco.

Fue breve y estuvo mal, John lo sabía, desde el momento que le invitó a esa mujer un café, desde que dejó a su hija jugar en el área de juegos del establecimiento para hablar con ella, incluso cada segundo sabía que estaba mal no mencionar ni por asomo la existencia del detective.
Pero se sentía halagado de que una hermosa mujer fuera a él por atención, maldito orgullo masculino vestigio de los años en la escuela jugando rugby, después en el ejército.

Definitivamente no tenía que haber echo algo así aún sin importar el bien que le hiciera a su lastimado ego, lo peor de todo es que lo sabía! Lo sabía perfectamente.

Tras tomar aquel café se llevó a su hija de nuevo al apartamento sintiendo una roca en el estómago mientras Rosi hiba con el.
No sabía, que preocupaba más a John el echo de sentirse culpable o que Sherlock se diera cuenta ¿debería decírselo?.

Cuando llego al apartamento subió a la, sala y efectivamente como esperaba la pared estaba llenas de inaguenes del crimen las cuales fueron volteada por Sherlock cuando escucho a Rosi llegar, la niña no sentía miedo de la sangre ni nada por el estilo, pero aún así Sherlock prefería, que su pequeña princesa aprendiera como se veía un hombre ahorcado con sus entrañas.

-papi!! - la menor se arrojó a abrazar a Sherlock quien la abrazo sin dudar cargando la con amor.
El Detective la aparto un poco y la vio de pies a cabeza.

-te divertite con Mycroft? - pregunto Sherlock apenas darse cuenta de aquello.

-wo! Eres un mago papi! Siempre lo sabes todo! - dijo ella feliz ya que el detective siempre notaba todo eso.

-no es magia pequeña Watson, solo es observación, un día te enseñaré a hacerlo - mencionó Sherlock antes de dejar a la pequeña en el piso la cual fue a su habitación con intención de jugar.

-como te fue hoy cariño? - pregunto John de manera amorosa mientras hiba a la cocina a dejar las compras.

-te advertí del perro - mencionó Sherlock relajado mientras seguía viendo la pared con atención, John estaba preparado para los regaños, después de todo fue un día muy desastroso.

-fue un día estresante Sherlock - respondió John con un largo suspiro, Sherlock volteo a ver a su pareja, no le gustaba estar peleado con su amado decho ahora estaba más tranquilo y siendo racional las intenciones de John nunca fueron lastimarlo.

-John, lo que--Sherlock fue interrumpido por un sonido.

-Ahh~

Sherlock tomó su teléfono apenas resivido un mensaje y vio el mismo sin embargo John había escuchado eso, parecía una maldita venganza del destino cruel pero no por eso John estuvo menos celoso al oír aquello.

A la vez se sentía hipócrita después de todo no hace un par de horas había salido a tomar un café con una mujer.

-... Es Irene? - pregunto dejando todo en la cocina para acercarse a Sherlock quien dejó de ver su celular-sigues hablando con ella?

-ella me habla a mi John - contestó Sherlock, el mencionado trato de quitarle el celular al detective pero este retrocedió para evitarlo

-no le vas a poner un alto? Desde hace cuando te sigue mandando mensajes? -pregunto con un entrecejo fruncido, estaba enfadado de que Sherlock nunca le dijera aquello.

-John eso no es relevante ahora yo queria-

-Sherlock!! -

-nunca se detuvo... Me a estado andando mensajes desde hace más de 4 años -

John estaba boquiabierto, no podía creer que Sherlock siguiera resiviendo mensajes de esa mujer desde hace tanto tiempo.

Y lo peor es que sabía que era su culpa también.

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