Al abrir la puerta en el departamento un silencio absoluto reinaba en esos momentos, las cortinas estaban corridas cubriendo las ventanas de cristal y así evitando que el sol penetrase en la sala. Por ninguna parte de esa estancia se veía Marcus.

—¡Marcus! —gritó Tyrone.

No obtuvo respuesta y repitió la acción.

—¡Marcus!

—Parece que no está aquí. —dijo Carmen ya dentro del departamento.

Tyrone sacó la llave de la cerradura con su mano derecha y con la izquierda cerró la puerta. Fue hasta la cocina y abrió la nevera, dentro de ella había un cartón de leche ya destapado y un pastel de chocolate a medio comer, volvió a cerrarla.

—Al parecer Marcus no ha venido por aquí desde que salió de la universidad por la mañana.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Tyrone mientras se dirigía a la sala.

—No sé, sólo lo digo.

—Puede ser posible. Ven, busquemos lo que me llevaré al hotel.

Entraron al cuarto que tenía dos cama y Tyrone puso el bulto de Carmen en la cama que le correspondía a él. Su novia le ayudó a buscar la ropa entre un cúmulo de prendas guardadas en un armario colocado en medio de las dos camas que estaban en ese cuarto, sacaron un buen número y Carmen las dobló . En el bulto de ella sobraba espacio así que la ropa de Tyrone fue metida allí.

Tyrone tomó el bulto, apagó las luces y salieron de allí.

—Creo que no necesito nada más.

—¿El cepillo de dientes?

—Allá me proporcionan uno.

—Pues está listo.

—Así es.

Comenzó a ir en dirección a la puerta cuando Carmen lo detuvo.

—Espera.

—¿Qué pasa?

—Déjale una nota a Marcus para que sepa que ya pasaste por aquí.

Volvió al cuarto donde estaban las camas, se pudo de rodillas para ver por debajo de la suya y de ahí sacó un cuaderno al cual le arrancó un pedazo de una hoja. Con un lápiz que le facilitó Carmen le escribió la nota a Marcus.

Escribió lo siguiente:

"Hola Marcus, estaré un par de día en un hotel donde mi padre se hospeda. Nos veremos en la universidad mañana amigo.

PD: Carmen me ha obligado."

Dejó la nota en la cama de Marcus y salió.

—Ahora si está todo listo mi señora. —dijo Tyrone con la puerta abierta y mostrándole el camino a Carmen con su mano izquierda.