Capítulo 3, Parte 9


—Carmen tenemos que elegir ahora o nunca ya no tenemos tiempo.

Maruja tenía ambos argumentos en sus manos, el escrito por ella lo tenía en su mano izquierda en una carpeta azul y que Carmen hizo lo tenía en su mano derecha en una carpeta de color amarillo.

—Elige tú.

—Ambos son buenos no sabría cual elegir de manera justa.

—Una moneda.

—No, tenemos que ser maduras.

El profesor escucha atentamente cada uno de los argumentos y hasta se podría decir que era tan atento que se percataba de cuando habían puesto una coma de más o no la habían puesto. Luego de escuchar cada presentación él desmembraba el argumento así como el que lo escribió sin compasión y delante de toda la clase con oraciones como:

—La próxima semana habrá un concurso a la cosa más estúpida nunca antes hecha, lleva tu argumento y tu estúpidas palabras.

La presión entre Maruja y Carmen iba en aumento.

—Tomaremos el tuyo Carmen. —decía Maruja mientras rompía la carpeta azul.

—¿Qué haces? Santo cielo.

—El tuyo es más teórico que el mío, yo diría que tiene más base y al profesor le interesará.

—Pero ni siquiera es un argumento para una defensa, es un debate por así decirlo.

—De eso se tratan los juicios Carmen, son debates donde gana el mejor, cárcel o libertad.

Era el turno de ellas dos. Desde donde se encontraba, frente a la clase, el salón era mucho más grande de lo que ella podía imaginar y parecía que habían más estudiantes de los que ella tenía conocimiento.

—Profesor —comenzó Maruja —hemos hecho lo mejor que hemos podido, Carmen será quien lo expondrá.

—Si, ya-ya empezaré.

Comenzó a leer en voz alta.

"A lo largo de la historia los términos "psicología" y "filosofía" han sido infravalorados cuando en realidad ambos son muy importantes e interesantes. Empezando por la psicología, según la definición en un diccionario convencional que podemos hallar en cualquier lugar, es la parte de la filosofía que trata el alma y también es conocida como "estudio o trato del alma". Por otra parte, la filosofía, es la ciencia general de los seres, de los principios y las causas.

Dicho lo anterior surge las siguientes preguntas: ¿en qué ayudan estas cosas?¿son instrumentos servibles para u abogado? La respuesta es sí, para conocer la psicología de un acusado o de nuestro cliente, debemos primero conocer sus principios y sus causas. La filosofía del acusado en cuestión es la que abrirá las puertas a saber sobre su estado mental y mediante ello podremos saber que tanto nivel de culpabilidad tiene o, si el acusado carece de principios y pensamientos concretos puede ser diagnosticado de demencia y ser absuelto de todos los cargos."

Al terminar de leer el maestro atacó con preguntas de inmediato.

—¿A dónde querían llegar con esto?

—Sinceramen...

—...no teníamos un caso en mente y ninguno de los que aparecían en los periódicos nos llamó la atención, esto fue lo que surgió.

Acercándose a ella dos y dando la espalda a el resto de estudiantes dijo:

—No fue lo que pedí y han hecho un desastre en ese punto...

—Se lo podemos explicar.

—No tiene que estar interrumpiendo cada vez que alguien abra la boca aquí señorita, por favor. Como decía, han hecho un desastre en ese aspecto pero ha sido una elección de tema muy interesante, ambos términos despiertan gran interés.

Y dando el frente a la clase y subiendo de tono de voz continuó:

—Porque el abogado debe conocer los principios de su cliente y es aquí donde se mete la filosofía.

Las felicitó por el trabajo pese a que ellas no hicieron lo que se les pidió.

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