Parte Siete
Ella me Hace Reír by Blossom Komatsu
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El amor pulula en el aire.
...
- Vuelve pronto!
Naruto vio a un sujeto, que parecía shinobi de la arena, salir de la florería, restó importancia al asunto y regresó su atención a Ino.
- Ino-chan, ya quieres comer?
- Sí, ven.
Tiró de él hacia el comedor donde la madre de Ino aguardaba.
- Naruto, acompáñanos.
- Disculpe las molestias, señora- dijo avergonzado.
No se acostumbraba a la madre de Ino, de hecho, él jamás tuvo una viva.
Y cuanto más la conoce, más la siente su propia mamá.
En la tarde llevó un encargo para Shikamaru, caminó de memoria la senda a la casa principal Nara y, allí, vio una escena inspiradora.
Especialmente para su enamorado corazón.
- Quiero que... te cases conmigo, Temari.
- E-eh?! A-ahora?! Pu-pues yo... ehhh!- la rubia tomó un color rojo intenso sin despegar su mirada de Shikamaru.
- Ahg~ eres tan problemática, mejor ni te lo pedía...
En eso, Nara descubrió a Naruto y fue por el pomposo ramo que éste traía.
- Ten.
No quería ver a Temari a los ojos, moriría de vergüenza.
La ama demasiado.
- Shikamaru...- la sonrisa de Temari dijo todo.
Jamás piensa alejarse de él.
Sin dudas mi propuesta de matrimonio con Ino, superará ésta!
Y a su vez, Naruto salió a hurtadillas para contar el chisme a Ino.
...
- Enserio? Al fin!- la rubia saltó emocionada- sabes cuánto tuve que convencer a Shikamaru? Sabes?!
- No, cuánto?- Naruto rió.
- Años!
Y suspiró, aliviada.
- Me alegro mucho, son perfectos juntos.
- Sí~ nos dimos cuenta en los exámenes.
Ambos pusieron sus más resplandecientes sonrisas para seguir con el trabajo.
- Ah, Ino, oye- la aludida volteó- quién era el shinobi de la arena de temprano?
- Ummm, no sé. Vino por unas nomeolvides y ya.
No puede quedarse calmo, el shinobi de la arena provoca mucha curiosidad en Naruto.
No eran flores para Shikamaru o Temari, porque yo las llevé.
- y qué significan?
- Las nomeolvides? Pues... muchas cosas: amor eterno, fidelidad, ternura, calma. Son azules así que... creo que eso. Porqué?
- Y quién crees que las habrá pedido? No creo que el shinobi ese viniera desde Suna para unas flores.
- Ay Naruto- suspiró ella- no comprendes que el amor no tiene límites; si uno quiere demostrar cuánto ama, no hay distancias o tiempo.
Naruto puso una mano bajo su labio inferior, pensativo.
Límites? Amor? Calma? Fidelidad?
Sin aviso, el rubio corrió fuera de la tienda directo a su duda.
O más bien, su respuesta.
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