5. Por HP me perdiste.
★Hola chicas, feliz miércoles♥ subo este capitulo dedicado a mi prima Greismarlys Que la atropellaron ayer, pero gracias a Dios ya está bien, disfrutalo hermosa priii (me diste un susto de muerte, eso no se hace😢)♥★
★†★
CLAUS
Denver me llamó cuando me dirigía a Rito Bar para decirme que no podría llegar porque le había surgido una reunión de último minuto con su mánager, pero que de igual manera era libre si quería ir y divertirme con Rachel y Calvin.
De ninguna manera.
Ya que estaba cerca, simplemente llegaría, saludaría y me iría inventando cualquier excusa. Ahora extrañamente que pensaba en Rachel, me daban ciertos pensamientos de molestia al saber que estaba íntimamente con Calvin, no entendía por qué, creí haber dejado todo atrás, pero al parecer no había cerrado la herida.
Estacioné mi auto y cuando miré a la entrada me di cuenta que ahí estaba Calvin, hablaba con otro hombre un poco más bajo que él. Inevitablemente me puse nerviosa, pero tenía que recordar que ahora él estaba con mi mejor amiga, que lo nuestro formaba parte del pasado y que debía de actuar como la madura adulta ingeniera de cargo importante en la empresa FEDE que era.
Pero aun así, quería que viera lo hermosa que lucía esta noche y me deseara.
Por puto me perdiste, imbécil.
Me quité la chaqueta quedándome en mi vestido y retoqué mi labial antes de bajarme del auto, podía sentir la mirada de varias personas sobre mí, e intenté mover mis caderas a medida que caminaba con mis altos tacones.
El sujeto que hablaba con Calvin deslizó su mirada por mi cuerpo sin disimulo y pareció perderse de lo que hablaba porque Calvin volteó a ver qué ocurría, cuando su mirada chocó con la mía pareció desconcertado, sus ojos observando todo mi cuerpo y finalmente apartó la mirada cuando prácticamente me detuve frente a él.
Así quería que me viera.
Babéate por mí.
— ¿No ha llegado Rachel? —pregunté mirándolo fijamente a los ojos, Calvin parecía completamente anonadado por mi indiferencia.
Perfecto.
—No va a llegar, tiene resaca —dijo Calvin—, ayer bebió demasiado.
Alcé las cejas, Rachel había estado demasiado descuidada en su trabajo, de seguro había faltado y solo esperaba que no terminaran despidiéndola.
—Hola, soy Fabio —dijo el hombre que hablaba antes con Calvin extendiéndome una mano.
—Hola —dije indiferente dejándolo con la mano estirada, yo no era realmente amigable, y me daba asco sentir como me desnudaba con la mirada, por Dios, estaba saliendo con Denver y tenía frente a mí al primer chico con el que follé.
No quería comenzar a hiperventilar.
—Bueno, me voy —continué dándome media vuelta, sin embargo unos dedos fríos me agarraron la muñeca, deteniéndome.
El simple toque me estremeció y voltee solo para encontrarme de frente con Calvin, parecía que iba a besarme o tal vez era yo la que miraba sus labios y deseaba que lo hiciera, su piercing ya no estaba, tuve que enfocarme en mirar sus cejas, así no me desconcentraría.
Maldición Claus, que no te domine, recuerda que ya no es nada para ti.
—Creo que tenemos que hablar —dijo Calvin.
—No tengo nada que hablar contigo —dije zafándome de su agarre, sintiendo un fuerte nudo en mi garganta.
Calvin pareció un poco desestabilizado de mi reacción, probablemente, nunca nadie le llevaba la contraria a la súper estrella del basquetbol.
—Sí tienes —refutó—, creo que mereces una explicación y quiero dártela.
Apreté los labios.
Claro que la merezco.
Cuando lo miré a los ojos estuve tentada a arrancárselos y golpearlo, tenía una rara mezcla de emociones, pero la furia era la que sobresalía.
Dejé que me guiara hasta dentro del local, cuando colocó casualmente su mano en mi espalda baja, su cercanía, me estaba haciendo hiperventilar, ni siquiera escuchaba la música en vivo ni me fijé en la deslumbrante decoración del restaurante al aire libre, solo tomamos asiento en una mesa para dos y cuando lo tuve de frente otra vez, estuve tentada a lanzarle las velas encendidas al rostro.
Por Dios, Claus, Cálmate.
Solté un suspiro más profundo, mis manos estaban temblando, saqué un cigarro de mi bolso y lo encendí dando una profunda colada, mientras perdía mi mirada en los hombres que tocaban música en vivo, ignorándolo. O al menos intentándolo.
CALVIN
No podía creerlo, Claus casi se acababa el cigarro en apenas tres coladas y se rehusaba a mirarme, como si quisiera enfatizar que me odiaba, lo peor era que yo no podía quitar la mirada de ella al igual que la mayoría de los hombres a mí alrededor y me hacía sentir malditamente posesivo.
Claus es mía.
Te odia Calvin.
— ¿Desde cuándo fumas? —pregunté en un intento de acaparar su atención, no recordaba la última vez que alguien me ignoró tanto.
Me desesperaba no ser el centro de su mirada.
Claus usó el cenicero para quitar el desperdicio mientras soltaba una larga nube de humo de sus malditos y carnosos labios pintados de vinotinto formando una figura perfecta, recordé lo bien que se sentía morderlos mientras sus gemidos decían mi nombre, el cosquilleo en mi entrepierna comenzó a manifestarse.
Mierda, cálmate Calvin.
—Eso no te importa —replicó mirándome fijamente, sus ojos marrones tan intensos como siempre, pero esta vez no veía su inocencia o ilusión que siempre la caracterizaba, parecía imponente y sobre todo me miraba como si yo fuera una escoria.
La destruiste.
Nadie nunca me había mirado así, ni mucho menos me había hecho sentir incómodo en todos estos años.
El maldito cosquilleo en mi entrepierna perseveraba así que bebí un poco de agua.
Joder.
—Tienes una actitud desagradable —dije—, ¿Sabes que el sujeto al que dejaste con la mano estirada es el dueño de este bar-restaurant?
Un amigo de años, de hecho era mi socio, yo había invertido en este lugar, él lo dirigía y la ganancia nos beneficiaba a ambos.
Claus pareció esperar que dijera algo más, pero simplemente alzó una ceja en desdén.
—Oh Dios mío —dijo con sarcasmo—, debo buscarlo y rogarle que me perdone.
¿En qué momento se convirtió en una chica tan odiosa?, me estaba comenzando a molestar y debía de admitirlo, me atraía, quería forzarla a que me admirara por ser el Maximus que todos querían y que rogara hacerla mía.
Maldita erección que no paraba de molestarme.
Bebí otro poco de agua e intenté corregir su atosigante comportamiento.
—Dejaste claro que me odias —dije—, pero no por eso debes tratar a los demás de esa forma detestable, te convertiste en una mujer hermosa, pero por dentro estas llena de veneno.
Mis palabras parecieron afectarle porque frunció el ceño y pude ver sus ojos cristalizarse, sin embargo terminó el cigarro y arrojó la colilla en el cenicero.
—La vida no es justa —dijo—, pero si lo único que quieres es criticarme no tengo por qué escucharte. Tengo mejores cosas qué hacer que desperdiciar mi tiempo aquí contigo.
Oh, mierda, la volví a cagar con ella.
CLAUS
Me había convertido a una mujer frívola por su culpa, que me reclamara mi actitud era la gota que rebosó el vaso porque ese hombre que dejé con la mano estirada parecía ser todo un baboso.
Además, lo admitía, era así porque la mayoría de mi campo laboral eran hombres y siempre querían hacerme sentir inferior, por eso imponía mis ideas sin importarme más nada.
Ahora soy así, púdrete.
—Lo siento—expresó Calvin—, no quiero discutir, solo quería disculparme.
¿Qué?
Bien, eso no me lo esperaba.
Una mujer se acercó pidiendo nuestra orden, su mirada fija en Calvin y se inclinaba de manera provocativa, sin embargo, él parecía indiferente, y eso me agradaba, Calvin pidió dos cervezas, cuando por fin ella se alejó pude hablar.
— ¿Crees que ofrecer una disculpa arreglará todo lo que me hiciste? —Dije—, me enamoré de ti, sabía que probablemente tú no me amaras, pero nunca creí que te atrevieras a enviar una foto mía desnuda que tomaste mientras dormía, ¿Pero qué clase de psicópata pervertido eres?
Calvin terminó de beberse el agua de un solo trago, parecía nervioso, lo notaba, luego de un rato dijo:
—Intenté cubrirte y casi no se te veía el rostro.
Por favor, ¿eso era lo único que iba a decir?
Miré otra vez las velas y pensé en quemar su bonito rostro.
Cálmate, Claus.
—Eso lo cambia todo —dije con sarcasmo—, una foto donde apenas cubre mi vagina a cambio de un carro.
La mujer se acercó con nuestro pedido y tuve que tomar una profunda respiración, maldición, no quería llorar, no sabía cuánto me había afectado hasta ahora.
—Aunque no lo creas, sí estuve enamorado de ti —confesó—, no espero que me creas, pero era joven, estúpido, alumbrado con la fama que estaba teniendo, creyendo que tenía que ser mejor que todos, y lo admito, no creí que te enterarías, si no hubieras visto los mensajes, hubieras estado feliz con el Cherry QQ y hubiéramos encontrado la manera de mantenernos en contacto... lo sé, eso no justifica lo que hice, pero fue mi error, era joven y estúpido.
Apreté la quijada, el QQ era el auto que Louis le dio por cumplir el reto y él tenía razón si no hubiera leído los mensajes, probablemente nuestra historia hubiera tenido un final diferente, pero no fue así.
Tomé casi de un solo sorbo mi cerveza y él buscó su agua, al ver que se la había acabado, agarró su cerveza y dio un largo trago casi sin respirar.
—Creí que no tomabas —dije—, creo que dijiste que los deportista no tomaban alcohol.
Calvin sonrió débilmente despegando el pico de la botella de sus labios, parecía completamente nervioso o ansioso con esta conversación, así también estaba yo.
—Las cosas cambian, soy lo suficientemente maduro para saber que un poco no me hará daño. —dijo y agregó:— Solo espero que me perdones por algo que hice hace ocho años, sé que te dañé, pero espero que ahora viendo la mujer exitosa que te convertiste, independiente, hermosa...
Que me dijera todas esas cosas me hacía volver a pensar en lo sucedido e incoherentemente me sentí un poco aliviada, sin embargo el ardor de la rabia en mí seguía carcomiéndome.
Creo que nunca lo perdonaría.
—Ya basta —giré los ojos—, tú acabaste con mi inocencia, de todas las maneras posibles, y creo que en parte te agradezco, porque me hiciste ver que el amor no existe, que nunca se debe confiar en nadie, tú me quitaste la ilusión tonta de niña infantil...
Tomé un poco más de cerveza y solté un suspiro para decir:
—Ahora que estas con Rachel y yo con Denver, solo espero dejar todo esto atrás, y solo enfocarnos en cosas importantes, ¿Está bien?
CALVIN
Por favor, jamás podría tomar a Rachel en serio, ella sabía que solo era una relación casual, la única mujer que llegaría dejar entrar a mi vida sería a Claus, no quería que Denver la tocara, él no la merecía, nadie que no fuera yo la merecía.
Maldición, me sentía demasiado enojado, al menos había logrado calmar mi erección.
—Está bien —concordé intentando parecer conforme, como si no quisiera volver a sentir sus labios después de tanto tiempo y follarla en la mesa ahora mismo.
Como si no quisiera que me viera soñadoramente como lo hizo una vez.
Tomé el resto de mi cerveza como si fuera agua para ver si así bajaba mi molestia, pero ahora estaba un poco mareado, maldición, tenía casi nueve años sin tomar, mal momento para romper mi sobriedad.
Muy mal momento.
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¿Calvin se va a emborrachar? ¿Claus le quemará la cara a Calvin cuando la vuelva a hacer enojar con las velas? Descubrelo en el próximo capítulo que intentaré subir el fin de semana... 😂😂😂😂😂
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Te amo Greis, espero veas a los lados antes de cruzar 😂😂 y tu brazo mejore♥
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Perdón si no he estado muy activa, ni he respondido sus comentarios, tengo el corazón roto y ando un poco ocupada con esto de la universidad, pero aun así los amo con mi hígado y jamás los dejaré mal♥
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